domingo, 26 de diciembre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1928-1933)

 


                                                          " Artículo 3: La justicia social

1928   La sociedad asegura la justicia social cuando realiza las condiciones que permiten a las asociaciones y a cada uno conseguir lo que les es debido según su naturaleza y su vocación. La justicia social está ligada al bien común y al ejercicio de la autoridad.

                                                       I El respeto a la persona humana

1929   La justicia social sólo puede ser conseguida sobre la base del respeto de la dignidad trascendente del hombre. La persona representa el fin último de la sociedad, que está ordenada al él:

   La defensa y la promoción de la dignidad humana " nos han sido confiadas por el Creador, y de las que son rigurosa y responsablemente deudores los hombres y mujeres en cada coyuntura de la historia" (SRS 47).

1930   El respeto de la persona humana implica el de los derechos que se derivan de su dignidad de criatura. Estos derechos son anteriores a la sociedad y se imponen a ella. Fundan la legitimidad moral de toda autoridad: menospreciándolos o negándose a reconocerlos en su legislación positiva, una sociedad mina su propia legitimidad moral.  (Cf.  PT 65). Sin este respeto, una autoridad sólo puede apoyarse en la fuerza o en la violencia para obtener la obediencia de sus súbditos. Corresponde a la Iglesia recordar estos derechos a los hombres de buena voluntad y distinguirlos de reinvindicaciones abusivas o falsas.

1931   El respeto a la persona humana pasa por el respeto del principio: " Que cada uno, sin ninguna excepción, debe considerar al prójimo como 'otro yo', cuidando, en primer lugar, de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente " ( GS 27, 1). Ninguna legislación podría por sí misma hacer desaparecer los temores, los prejuicios, las actitudes de soberbia y de egoísmo que obstaculizan el establecimiento de sociedades verdaderamente fraternas. Estos comportamientos sólo cesan con la caridad que ve en cada hombre un "prójimo", un hermano.

1932   El deber de hacerse prójimo de los demás y de servirlos activamente se hace más acuciante todavía cuando estos están más necesitados en cualquier sector de la vida humana. " Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis" ( Mt 25, 40).

1933   Este mismo deber se extiende a los que piensan y actúan diversamente de nosotros. La enseñanza de Cristo exige incluso el perdón de las ofensas. Extiende el mandamiento del amor que es el de la nueva ley a todos los enemigos ( Cf. Mt 5, 43-44). La liberación en el espíritu del Evangelio es incompatible con el odio al enemigo en cuanto persona, pero no con el odio al mal que hace en cuanto enemigo." ( CIC 1928-1933).

Comentario:

En nombre de la defensa de la justicia social se cometen atropellos y las sociedades se dejan engañar por espejismos populistas que llevan a los pueblos al anfrentamiento entre hermanos al dolor y la muerte, en defensa de unos ideales de libertad, orden y justicia alejados del amor que Cristo vino a predicar.

Tengamos muy presente la vida de esos líderes que se presentan como Mesías " Por sus frutos los conocéreis" y no seamos ingenuos al tratar de defender al inocente y al débil.

domingo, 19 de diciembre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1918-1927)

 


                                                               " Resumen

1918   " No hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas" ( Rm 13, 1)

1919   Toda comunidad humana necesita una autoridad para mantenerse y desarrollarse.

1920   " La comunidad política y la autoridad pública se fundan en la naturaleza humana y por ello pertenecen al orden querido por Dios" ( GS 74, 3).

1921   La autoridad se ejerce de manera legítima si se aplica a la prosecución del bien común de la sociedad. para alcanzarlo debe emplear medios moralmente aceptables.

1922   La diversidad de regímenes políticos es legítima, con tal que promuevan el bien de la comunidad.

1923   La autoridad política debe actuar dentro de los límites del orden moral y debe garantizar las condiciones del ejercicio de la libertad.

1924   El bien común comprende " el conjunto de aquellas condiciones de la  vida social que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección" ( GS 26, 1).

1925   El bien común comporta tres elementos esenciales: el respeto y la promoción de los derechos fundamentales de la persona; la prosperidad o el desarrollo de los bienes espirituales y temporales de la sociedad; la paz y la seguridad del grupo y de sus miembros.

1926   La dignidad de la persona humana implica la búsqueda del bien común. Cada cual debe preocuparse por suscitar y sostener instituciones que mejoren las condiciones de la vida humana.

1927   Corresponde al Estado defender y promover el bien común de la sociedad civil. El bien común de toda la familia humana requiere una organización de la sociedad internacional." ( CIC 1918-1927).

Comentario:

El ser humano ha sido creado por Dios con el fin de alcanzar la santidad, que es la identificación con Cristo nuestro modelo, pero nadie puede llegar sólo al cielo, todos tenemos una responsabilidad de ayudar a quienes viven a nuestro lado a conocer y amar a Dios para identificarnos con Cristo y ser hijos en el Hijo la búsqueda  del bien común por encima de nuestro bien particular debe animarnos a trabajar para hacer realidad el plan de Dios.  

domingo, 12 de diciembre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1913-1917)

 


                                              " Responsabilidad y participación

 1913   La participación es el compromiso voluntario y generoso de la persona en los intercambios sociales. Es necesario que todos partcipen, cada uno según el lugar que ocupa y el papel que desempeña, en promover el bien común. Este deber es inherente a la dignidad de la persona humana.

1914   La participación se realiza ante todo con la dedicación a las tareas cuya responsabilidad personal se asume: por la atención prestada a la educación de su familia, por la responsabilidad en su trabajo, el hombre participa en el bien de los demás y de la sociedad ( Cf. CA 43 ).

1915  Los ciudadanos deben en cuanto sea posible tomar parte activa en la vida pública. Las modalidades de esta participación pueden variar de un país a otro o de una cultura a otra. " Es de alabar la conducta de las naciones en las que la mayor parte posible de los ciudadanos participa con verdadera libertad en la vida pública" ( GS 31, 3).

1916   La participación de todos en la promoción del bien común implica, como todo deber ético, una conversión, renovada sin cesar, de los miembros de la sociedad. El fraude y otros subterfugios mediante los cuales algunos escapan a la obligación  de la ley y a las prescripciones del deber social deben ser firmemente condenados por incompatibles con las exigencias de la justicia. Es preciso ocuparse del desarrollo de instituciones que mejoran las condiciones de la vida humana ( Cf. GS 30, 1).

1917   Corresponde a los que ejercen la autoridad reafirmar los valores que engendran confianza en los miembros del grupo y los estimulan a ponerse al servicio de sus semejantes. La participación comienza por la educación y la cultura. " Podemos pensar, con razón, que la suerte futura de la humanidad está en manos de aquellos que sean capaces de transmitir a las generaciones venideras razones para vivir y para esperar" (GS 31, 3)". ( CIC 1913-1917).

Comentario:

Es deber de los ciudadanos informarse de las necesidades de las comunidades a las que pertenecen y conocer los perfiles de los candidatos a ejercer los cargos de gobierno para participar en las elecciones y elegir conscientemente los mejores. Así mismo, si el ciudadano considera que puede aportar luces y trabajo en la consecución de mejores oportunidades para la sociedad en la que vive debe utilizar los medios para hacer esos aportes aunque signifique dejar su zona de confort. 



domingo, 5 de diciembre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1905-1912)

 

                                                            " El bien común

1905   Conforme a la naturaleza social del hombre, el bien de cada cual está necesariamente relacionado con el bien común. Este sólo puede ser definido con referencia a la persona humana:

 No viváis aislados, cerrados en vosotros mismos, como si estuvieseis ya justificados, sino reuníos para buscar juntos lo que constituye el bien común ( Bernabé, ep, 4, 10).

1906 Por bien común, es preciso entender " el conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección" ( GS 26, 1; Cf. GS 74). El bien común afecta a la vida de todos. Exige la prudencia por parte de cada uno, y más aún por la de aquellos que ejercen la autoridad. Comporta tres elementos esenciales:

1907   Supone en primer lugar, el respeto a la persona en cuanto tal. En nombre del bien común, las autoridades están obligadas a respetar los derechos fundamentales e inalienables de la persona humana. La sociedad debe permitir a cada uno de sus miembros realizar su vocación. En particular, el bien común reside en las condiciones de ejercicio de las libertades naturales que son indispensables para el desarrollo de la persona humana: " Derecho a... actuar de acuerdo con la recta norma de su conciencia, a la protección de la vida privada y a la justa libertad, también en materia religiosa" ( GS 26, 2).

1908   En segundo lugar, el bien común exige el bienestar social y el desarrollo del grupo mismo. El desarrollo es el resumen de los deberes sociales. Ciertamente corresponde a la autoridad decidir, en nombre del bien común, entre los diveroso intereses particulares; pero debe facilitar a cada uno lo que necesita para llevar una vida verdaderamente humana: alimento, vestido, salud, trabajo, educación y cultura, información adecuada, derecho de fundar una familia, etc. ( Cf. GS 26, 2).

1909   El bien común implica, finalmente, la paz, es decir, la estabilidad y la seguridad de un orden justo. Supone, por tanto, que la autoridad asegure, por medios honestos, la seguridad de la sociedad y la de sus miembros. El bien común fundamenta el derecho a la legítima defensa individual y colectiva.

1910   Si toda comunidad humana posee un bien común que la configura en cuanto tal, la realización más completa de este bien común se verifica en la comunidad política. Corresponde al Estado defender y promover el bien común de la sociedad civil, de los ciudadanos y de las instituciones intermedias.

1911   Las interdependencias humanas se intensifican . Se extienden poco a poco a toda la tierra. La unidad de la familia humana que agrupa a seres que poseen una misma dignidad natural, implica un bien común universal. Este requiere una organización de la comunidad de naciones, capaz de " proveer a las diferentes necesidades de los hombres, tanto en los campos de la vida social, a los que pertenecen la alimentación, la salud, la educación..., como no pocas situaciones particulares que pueden surgir en algunas partes, como son..., socorrer en sus sufrimientos a los refugiados dispersos por todo el mundo o de ayudar a los emigrantes y sus familias" ( GS 84, 2).

1912   El bien común está siempre orientado hacia el progreso de las personas: " El orden social y su progreso deben subordinarse al bien de las personas..., y no al contrario" ( GS 26, 3). Este orden tiene por base la verdad, se edifica en la justicia, es vivificado por el amor" ( CIC 1905-1912).

Comentario:

La encíclica del Papa Francisco " Fratelli, tutti" nos permite situarnos en el significado del bien común " He ahí un hermoso secreto para soñar y hacer de nuestra vida una hermosa aventura. Nadie puede pelear la vida aisladamente. [...]. Se necesita una comunidad que nos sotenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia delante.¡Qué importante es soñar juntos! [..]Solos se corre el riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay, los sueños se construyen juntos. Soñemos como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos" ( Fratelli tutti, Sin Fronteras).

 




sábado, 27 de noviembre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1897-1904)

 


                                       "  Artículo 2: La participación en la vida social

                                                                    I La autoridad

1897   " Una sociedad bien ordenada y fecunda requiere gobernantes, investidos de legítima autoridad, que defiendan las instituciones y consagren, en la medida suficiente, su actividad y sus desvelos al provecho común del país" ( PT 46).

Se llama " autoridad" la cualidad en virtud de la cual personas o instituciones dan leyes y órdenes a los hombres y esperan la correspondiente obediencia.

1898    Toda comunidad humana necesita una autoridad que la rija ( Cf. León XIII, enc "Inmortale Dei", enc. " Diuturnum illud"). Esta tiene su fundamento en la naturaleza humana. Es necesaria para la unidad de la sociedad. Su misión consiste en asegurar en cuanto sea posible el bien común de la sociedad.

1899   La autoridad exigida por el orden moral emana de Dios: " Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas. De modo que, quien se opone a la autoridad, se rebela contra el orden divino, y los rebeldes se atraerán sobre sí mismos la condenación" ( Rm 13, 1-2; Cf. 1P 2, 13-17).

1900  El deber de conciencia impone a todos la obligación de dar a la autoridad los honores que le son debidos, y de rodear de respeto, y según su mérito, de gratitud y de benevolencia  a las personas que la ejercen:

La más antigua oración de la Iglesia por la autoridad política tiene como autor a san Clemente Romano:

" Concédeles, Señor, la salud, la paz, la concordia, la estabilidad, para que ejerzan sin tropiezo la soberanía que tú les has entregado. Eres tú, Señor, rey celestial de los siglos, quien da a los hijos de los hombres gloria, honor y poder sobre las cosas de la tierra. Dirige, Señor, su consejo, según lo que es bueno, según lo que es agradable a tus ojos, para que ejerciendo con piedad, en la paz y la mansedumbre, el poder que les has dado, te encuentren propicio" ( San Clemente Romano, Cor. 61, 1-2).

1901   Si la autoridad responde a un orden fijado por Dios, " la determinación del régimen y la designación de los gobernantes han de dejarse a la libre voluntad de los ciudadanos" ( GS 74, 3).

 La diversidad de los regímenes políticos es moralmente admisible con tal que promuevan el bien legítimo de la comunidad que los adopta. Los regímenes cuya naturaleza es contraria a la ley natural, al orden público y a los derechos fundamentales de las personas, no pueden realizar el bien común de las naciones en las que se han impuesto.

1902   La autoridad no saca de sí misma su legitimidad moral. No debe comportarse de manera despótica, sino actuar para el bien común como una " fuerza moral, que se basa en la libertad y en la conciencia de la tarea y obligaciones que ha recibido" ( GS 74, 2).

La legislación humana sólo posee carácter de ley cuando se conforma a la justa razón; lo cual significa que su obligatoriedad procede de la ley eterna. En la medida en que ella se apartase de la razón, sería preciso declararla injusta, pues no verificaría la noción de ley; sería más bien una forma de violencia" ( Santo Tomás de A., s. th.1-2, 93, 3 ad 2).

1903   La autoridad sólo se ejerce legítimamente si busca el bien común del grupo en cuestión y si, para alcanzarlo, emplea medios moralmente lícitos. Si los dirigentes proclamasen leyes injustas o tomasen medidas contrarias al orden moral, estas disposiciones no pueden obligar en conciencia. " En semejante situación, la propia autoridad se desmorona por completo y se origina una inequidad espantosa" ( PT 51).

1904   " Es preferible que un poder esté equilibrado por otros poderes y otras esferas de competencia que lo mantengan en su justo límite. Es este el principio del ' Estado de derecho' en el cual es soberana la ley y no la voluntad arbitraria de los hombres" ( CA 44)." ( CIC 1897-1904).

Comentario:

La autoridad tiene claramente su origen en la autoridad divina, y solamente debe ser obedecida  si las leyes que defiende propenden por el bien común, toda autoridad que denigra de la persona humana y que viola sus derechos fundamentales es inicua y no debe ser acatada. 


  

domingo, 21 de noviembre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1890-1896)

 


                                                               " Resumen

1890   Existe una cierta semejanza entre la unidad de las personas divinas y la fraternidad que los hombres deben instaurar entre sí.

1891   Para desarrollarse en conformidad con su naturaleza, la persona humana necesita la vida social. Ciertas sociedades como la familia y la ciudad, corresponden más inmediatamente a la naturaleza del hombre.

1892   " El principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana" ( GS 25, 1).

1893   Es preciso promover una amplia participación en asociaciones e instituciones de libre iniciativa.

1894   Según el principio de subsidiaridad, ni el Estado ni ninguna sociedad más amplia deben suplantar la iniciativa y la responsabilidad de las personas y de las corporaciones intermedias.

1895   La sociedad debe favorecer el ejercicio de las virtudes, no ser obstáculo para ellas. Debe inspirarse en una justa jerarquía de valores.

1896   Donde el pecado pervierte el clima social, es preciso apelar a la conversión de los corazones y a la gracia de Dios. La caridad empuja a reformas justas. No hay solución a la cuestión social fuera del Evangelio. ( Cf. CA 3)." ( CIC 1890-1896):

Comentario:

Somos seres sociales por naturaleza y nuestro modelo de comportamiento en la sociedad es la relación de la Trinidad en el Amor. ¿ Cómo logramos imitar ese Amor? Teniendo en nosotros la decisión voluntaria y constante de imitar a Jesucristo y dejar que sea el Espíritu Santo el que cambie nuestros corazones para ir pareciéndonos cada vez más a Cristo.  



lunes, 15 de noviembre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1886-1889)

 

                                                   " II La conversión y la sociedad

1886   La sociedad es indispensable para la realización de la vocación humana. Para alcanzar este objetivo es preciso que sea respetada la justa jerarquía de los valores que subordina las dimensiones " materiales e instintivas" del ser del hombre " a las interiores y espirituales" ( CA 36):

La sociedad humana... tiene que ser considerada, ante todo, como una realidad de orden principalmente espiritual: que impulse a los hombres, iluminados por la verdad, a comunicarse entre sí los más diversos conocimientos; a defender sus derechos y cumplir sus deberes; a desear los bienes del espíritu; a disfrutar en común del justo placer de la belleza en todas sus manifestaciones; a sentirse inclinados continuamente a compartir con los demás lo mejor de sí mismos; a asimiliar con afán, en provecho propio, los bienes espirituales del prójimo. Todos estos valores informan y , al mismo tiempo, dirigen las manifestaciones de la cultura, de la economía, de la convivencia social, del progreso y del orden político, del ordenamiento jurídico y, finalmente, de cuantos elementos constituyen la expresión externa de la comunidad humana en su incesante desarrollo. ( PT 36).

1887   La inversión de los medios y de los fines ( Cf. CA 41), que lleva a dar valor de fin último a lo que sólo es medio para alcanzarlo, o a considerar las personas como puros medios para un fin, engendra estructuras injustas que " hacen ardua y prácticamente imposible una conducta cristiana, conforme a los mandamientos del Legislador Divino" ( Pío XII, discurso 1 junio 1941

1888   Es preciso entonces apelar a las capacidades espirituales y morales de la persona y a la exigencia permanente de su conversión interior para obtener cambios sociales que estén realmente a su servicio. La prioridad reconocida a la conversión del corazón no elimina en modo alguno, sino, al contrario, impone la obligación de introducir en las instituciones y condiciones de vida, cuando inducen al pecado, las mejoras convenientes para que aquéllas se conformen a las normas de la  justicia y favorezcan el bien en lugar de oponerse a él ( CF. LG 36).

1889   Sin la ayuda de la gracia, los hombres no sabrían " acertar con el sendero a veces estrecho entre la mezquindad que cede al mal y la violencia que, creyendo ilusoriamente combatirlo, lo agrava" ( CA 25). Es el camino de la caridad, es decir, del amor de Dios y del prójimo. La caridad representa el mayor mandamiento social. Respeta al otro y sus derechos. Exige la práctica de la justicia y es la única que nos hace capaces de ésta. Inspira una vida de entrega de sí mismo: " Quien intente guardar su vida la perderá; y quien pierda la conservará" ( LC 17, 33).

Comentario:

El hombre necesita vivir en sociedad para realizar su misión de alcanzar la felicidad siendo perfectos en el amor a Dios y al prójimo. Las virtudes humanas son el fundamento de las virtudes sobrenaturales, los padres debemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar esas virtudes infusas de la fe, la esperanza y la caridad, Dios pone el 99% en la misión de nuestra santificación y nosotros ponemos el 1% si no ponemos de nuestra parte no lograremos el 100% necesario para lograr gozar eternamente la felicidad para la que fuimos creados para siempre! para siempre!



domingo, 7 de noviembre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1877-1885)

 


                                                              Capítulo segundo

                                                        La comunidad humana

1877   La vocación de la humanidad es manifestar la imagen de Dios y ser transformada a imagen del Hijo Único del Padre. Esta vocación reviste una forma personal, puesto que cada uno es llamado a entrar en la bienaventuranza divina; pero concierne también al conjunto de la comunidad humana.

                                             Artículo 1: La persona y la sociedad

                             I El carácter comunitario de la vocación humana

1878   Todos los hombres son llamados al mismo fin: Dios. Existe cierta semejanza entre la unidad de las personas divinas y la fraternidad que los hombres deben instaurar entre ellos, en la verdad y el amor " Cf. GS 24,3). El amor al prójimo es inseparable del amor a Dios.

1879   La persona humana necesita la vida social. Esta no constituye para ella algo añadido sino una exigencia de su naturaleza. Por el intercambio con otros, la reciprocidad de servicios y el diálogo con sus hermanos, el hombre desarrolla sus capacidades; así responde a su vocación ( Cf. GS 25, 1 ).

1880  Una sociedad es un conjunto de personas ligadas de manera orgánica por un principio de unidad que supera a cada una de ellas. Asamblea a la vez visible y espiritual, una sociedad perdura en el tiempo: recoge el pasado y prepara el porvenir. Mediante ella, cada hombre es constituido " heredero", recibe " talentos" que enriquecen su identidad y a los que debe hacer fructificar " Cf. Lc 19, 13. 15). En verdad, se debe afirmar que cada uno tiene deberes para con las comunidades de que forma parte y está obligado a respetar a las autoridades encargadas del bien común de las mismas.

1881   Cada comunidad se define por su fin y obedece en consecuencia a reglas específicas pero " el principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la " persona humana" ( GS 25, 1).

1882   Algunas sociedades, como la familia y la ciudad, corresponden más inmediatamente a la naturaleza del hombre. Le son necesarias. Con el fin de favorecer la participación del mayor número de personas en la vida social, es preciso impulsar, alentar la creación de asociaciones e instituciones de libre iniciativa " para fines económicos, sociales, culturales, recreatrivos, deportivos, profesionales y políticos, tanto dentro de cada una de las naciones como en el plano mundial" ( MM 60). Esta " socialización" expresa igualmente la tendencia natural que impulsa a los seres humanos a asociarse con el fin de alcanzar objetivos que exceden las capacidades individuales. Desarrolla las cualidades de la persona, en particular, su sentido de iniciativa  y de rersponsabilidad. Ayuda a garantizar sus derechos. " Cf. GS 25, 2; CA 12).  

1883   La sociaización presenta también peligros. Una intervención demasiado fuerte del Estado puede amenazar la libertad y la iniciativa personales. La doctrina de la Iglesia ha elaborado el principio de subsidiaridad. Según éste, " una estructura social de orden superior no debe interferir en la vida interna de un grupo social de orden inferior, privándole de sus competencias, sino que más bien debe sostenerle en caso de necesidad y ayudarle a coordinar su acción con la de los demás componentes sociales, con miras al bien común" ( CA 48; Pío XI, enc. " Quadragesimo anno").

1884   Dios no ha querido retener para El solo el ejercicio de todos los poderes. Entrega a cada criatura las funciones que es capaz de ejercer, según las capacidades de su naturaleza. Este modo de gobierno debe ser imitado en la vida social. El comportamiento de Dios en el gobierno del mundo, que manifiesta tanto respeto a la libertad humana, debe inspirar la sabiduría de los que gobiernan las comunidades humanas. Estos deben comportarse como ministros de la providencia divina.

1885   El principio de subsidiaridad se opone a toda forma de colectivismo. Traza los límites de la intervención del estado. Intenta armonizar las relaciones entre individuos y sociedad. Tiende a instaurar un verdadero orden internacional": ( CIC 1877-1885).

Comentario:

Las relaciones familiares y sociales deben ser a la luz del plan divino unas relaciones que respeten la libertad de la persona humana. Si Dios en su infinita sabiduría corre el riesgo de que el hombre con el mal uso de su libertad lo rechace, ¿ con qué autoridad los seres humanos  nos atrevemos a imponer nuestra voluntad  a otro ser humano que piensa distinto o quiere algo diferente ? .

En nuestro corazón está inscrito el código moral que debe regir las relaciones de toda comunidad, esforcémonos en conocerlas y practicarlas para enseñar a otros a descubrirlas y seguirlas con el único deseo de que encuentren la felicidad en Dios nuestro único fin.




lunes, 1 de noviembre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1870-1876)

 


                                                                "   Resumen

1870   " Dios encerró a todos los hombresen la rebeldía para usar con todos ellos la misericordia" ( Rm 11, 32).

1871   El pecado es " una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna "( San Agustín, Faust. 22). Es una ofensa a Dios . Se alza contra Dios en una desobediencia contraria a la obediencia de Cristo.

1872   El pecado es un acto contrario a la razón. Lesiona la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana.

1873   La raíz de todos los pecados está en el corazón del hombre. Sus especies y su gravedad se miden especialmente por su objeto.

1874   Elegir deliberadamente, es decir, sabiéndolo y queriéndolo, una cosa gravemente contraria a la ley divina y al fin último del hombre, es cometer un pecado mortal. Este destruye en nosotros la caridad sin la cual la bienaventuranza eterna es imposible. Sin arrepentimiento, tal pecado conduce a la muerte eterna.

1875   El pecado venial constituye un desorden moral que puede ser reparado por la caridad que tal pecado deja subsistir en nosotros.

1876   La reiteración de pecados, incluso veniales, engendra vicios, entre los cuales se distinguen los pecados capitales."  ( CIC 1870-1876).

Comentario:

El Señor Jesús es muy claro en la explicación del origen de la maldad en el ser humano cuando en su predicación dice"... Porque del corazón provienen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios, las blasfemias. Esto es lo que contamina al hombre; pero comer sin lavarse las manos, eso no contamina al hombre" ( Sn Mt 15, 19-20).

También nos dice que " Sin Mí nada podéis hacer" y a El lo encontramos en la oración frecuente confiada " como habla un amigo con su amigo"  y con la recepción frecuente de los  sacramentos especialmente la Eucaristía y la Reconciliación sólo así  logramos mantener la relación con Dios que quiere nuestra santificación.

 


domingo, 24 de octubre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1865-1869)

 


                                                      " La proliferación del pecado

1865   El pecado crea una facilidad para el pecado, engendra el vicio por la repetición de actos. De ahí resultan inclinaciones deviadas que oscurecen la conciencia y corrompen la valoración concreta del bien y del mal. Así el pecado tiende a reproducirse y a reforzarse, pero no puede destruir el sentido moral hasta su raíz.

1866   Los vicios pueden ser catalogados según las virtudes a que se oponen, o también pueden ser referidos a los pecados capitales que la experiencia cristiana ha distinguido siguiendo a San Juan Casiano y a san Gregorio Magno ( mor.31,45). Son llamados capitales porque generan otros pecados, otros vicios. Son la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, la pereza.

1867   La tradición catequética recuerda también que existen " pecados que claman al cielo". Claman al cielo: la sangre de Abel ( Cf. Gn 4, 10); el pecado de los sodomitas ( Cf. Gn 18, 20; 19, 13); el clamor del pueblo oprimido en Egipto ( Cf. Ex 3, 7-10); el lamento del extranjero, de la viuda y el huérfano ( Cf. Ex 22, 20.22); la injusticia para con el asalariado ( Cf. Dt 24, 14-15; Jc 5, 4).

1868   El pecado es un acto personal. Pero nosotros tenemos una responsabilidad en los pecados cometidos por otros cuando cooperamos a ellos:

-- participando directa y voluntariamente;

-- ordenándolos, aconséjandolos, alabándolos o aprobándolos;

-- no revelándolos o no impidiéndolos cuando se tiene obligación de hacerlo; 

--  protegiendo a los que hacen el mal.

1869   Así el pecado convierte a los hombres en cómplices unos de otros, hace reinar entre ellos la concupiscencia, la violencia y la injusticia. Los pecado provocan situaciones sociales e instituciones contrarias a la bondad divina. Las " estructuras de pecado" son expresión y efecto de los pecados personales. Inducen a sus víctimas a cometer a su vez el mal. En un sentido analógico constituyen un " pecado social" ( Cf. RP 16)". ( CIC 1865-1869).

Comentario:

Recordar y repasar los pecados llamados capitales nos puede ayudar para hacer un examen de conciencia general que nos ayude a identificar las faltas dominantes en nuestro comportamiento familiar, social y en nuestra relación con Dios.

Si realmente queremos llegar al cielo haciendo la voluntad de nuestro padre Dios debemos empeñarnos en pedir la gracia de la fe, la esperanza y la caridad, Dios no nos abandona si sinceramente se lo pedimos su misericordia es eterna y " El es lento a la ira y rico en misericordia"

domingo, 17 de octubre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1854-1864)

 


                                                 " IV La Gravedad del pecado: pecado mortal

                                                       y venial

1854   Conviene valorar los pecados según su gravedad. La distinción entre pecado mortal y venial, perceptible ya en la Escritura ( Cf. Jn 5, 16-17) se ha impuesto en la tradición de la Iglesia. La experiencia de los hombres la corroboran.

1855   El pecado mortal destruye la caridad en el corazón del hombre por una infracción grave de la ley de Dios; aparta al hombre de Dios, que es su fin último y su bienaventuranza, prefieren un bien inferior.

El pecado venial deja subsistir la caridad, aunque la ofende y la hiere.

1856   El pecado mortal, que ataca en nosotros el principio vital que es la caridad, necesita una nueva iniciativa de la misericordia de Dios y una conversión del corazón que se realiza ordinariamente en el marco del sacramento de la Reconciliación:

   Cuando la voluntad se dirige a una cosa de suyo contraria a la caridad por la que estamos ordenados al fin último, el pecado por su objeto mismo, tiene causa para ser mortal..., sea contra el amor de Dios, como la blasfemia, el perjurio, etc..., o contra el amor al prójino, como el homicidio, el adulterio,etc... En cambio, cuando la voluntad del pecador se dirige a veces a una cosa que contiene en sí un desorden, pero que sin embargo no es contraria al amor de Dios y del prójimo, como una palabra ociosa, una risa superflua, etc.., tales pecados son veniales ( Santo Tomás de A., s. th. 1-2, 88, 2).

1857   Para que un pecado sea mortal se requieren tres condiciones: " Es pecado mortal lo que tiene como objeto una materia grave y que, además, es cometido con pleno conocimiento y deliberado consentimiento" ( RP 17).

1858   La materia grave es precisada por los Diez mandamientos según la respuesta de Jesús al joven rico: " No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes testimonio falso, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre " ( Mc 10, 19). La gravedad de los pecados es mayor o menor: un asesinato es más grave que un robo. La cualidad de las personas lesionadas cuenta también: la violencia ejercida contra los padres es más grave que la cometida contra un extraño".

1859   El pecado mortal requiere plena conciencia y entero consentimiento. Presupone el conocimiento del carácter pecaminoso del acto, de su oposición a la Ley de Dios. Implica también un consentimiento suficientemente deliberado para ser una elección personal. La ignorancia afectada y el endurecimiento del corazón ( Cf. Mc 3, 5-6: Lc 16, 19-31) no disminuyen, sino aumentan, el carácter voluntario del pecado.

1860   La ignorancia involuntaria puede disminuir, si no excusar la imputabilidad de una falta grave, pero se supone que nadie ignora los principios de la ley moral que están inscritos en la conciencia de todo hombre. Los impulsos de la sensibilidad, las pasiones, pueden igualmente reducir el carácter voluntario y libre de la falta, lo mismo que las presiones exteriores o los transtornos patológicos. El pecado más grave es el que se comete por malicia, por elección deliberada del mal.

1861   El pecado mortal es una posibilidad radical de la libertad humana como lo es también el amor. Entraña la pérdida de la caridad y la privación de la gracia santificante, es decir, del estado de gracia. Si no es rescatado por el arrepentimiento y el perdón de Dios, causa la exclusión del Reino de Cristo y la muerte eterna del infierno; de modo que nuestra libertad tiene poder de hacer elecciones para siempre, sin retorno. Sin embargo, aunque podamos juzgar que un acto es en sí una falta grave, el juicio sobre las personas debemos confiarlo a la justicia y a la misericordia de Dios.

1862   Se comete un pecado venial cuando no se observa en una materia leve la medida prescrita por la ley moral, o cuando se desobedece a la ley moral en materia grave, pero sin pleno conocimiento o sin entero consentimiento.

1863   El pecado venial debilita la caridad; entraña un afecto desordenado a bienes creados; impide el progreso del alma en el ejercicio de las virtudes y la práctica del bien moral; merece penas temporales. El pecado venial deliberado y que permanece sin arrepentimiento nos dispone poco a poco a cometer el pecado mortal. No obstante, el pecado venial, no rompe la Alianza con Dios. " No priva de la gracia santificante de la amistad con Dios, de la caridad, ni, por tanto, de la bienaventuranza eterna" ( RP 17).

El hombre, mientras permanece en la carne, no puede evitar todo pecado, al menos los pecados leves. Pero estos pecados, que llamamos leves, no los consideres poca cosa: si no los tienes por tales cuando los pesas, tiembla cuando los cuentas. Muchos objetos pequeños hacen una gran masa; muchas gotas de agua llenan un río. Muchos granos hacen un montón ¿ Cuál es entonces nuestra esperanza? Ante todo, la confesión... ( San Agustín, ep. Jo 1, 6).

1864   " Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada" ( Mt 12, 31; Cf. Mc 3, 29; Lc 12, 10). No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento, rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo ( Cf. DeV 46). Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna." ( CIC 1854-1864).

Comentario:

En la oración diaria con Jesucristo Nuestro Señor, podemos pedirle luces para identificar nuestros defectos dominantes, o pecados y gracia para arrepentirnos y hacer propósitos de corregirlos. " Te basta mi gracia" 



 



  



lunes, 11 de octubre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1849-1853)

 


                                                          " II Definición de pecado

1849   El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta;es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como " una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna " ( San Agustín, Faust. 22, 27; Santo Tomás de A., th.,1-2,71.6)

1850   El pecado es una ofensa Dios. " Contra tí, contra tí sólo he pecado, lo malo a tus ojos cometí" ( Sal 51, 6). El pecado se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de El nuestros corazones. Como el primer pecado, es una desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de " hacerse dioses", pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal ( Gn 3, 5). El pecado es así" amor de sí hasta el desprecio de Dios" ( San Agustín, civ. 1, 14, 28). Por esta exaltación orgullosa de sí el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la salvación ( Cf. Flo 2, 6-9).

1851   En la Pasión, la misericordia de Cristo vence al pecado. En ella, es donde éste manifiesta mejor su violencia y su multiplicidad: incredulidad, rechazo y burlas por parte de los jefes y del pueblo, debilidad de Pilato y crueldad de los soldados, traición de Judas tan dura a Jesús, negaciones de Pedro y abandono de los discípulos. Sin embargo, en la hora misma de las tinieblasy del príncipe de este mundo " Cf. Jn 14, 30), el sacrificio de Cristo se convierte secretamente en la fuente de la que brotará inagotable el perdón de nuestros pecados.

                                                   III La diversidad de pecados

1852   La variedad de pecados es grande. La Escritura contiene varias listas. La carta a los Gálatas opone las obras de la carne al fruto del Espíritu: " Las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios" ( 5, 19-21); Cf. Rm 1, 28-32; 1Co5, 9-10; Ef 5, 3-5; Col 3, 5-8; 1Tm 1, 9-10; 2Tm 3, 2-5).

1853   Se pueden distinguir los pecados según su objeto, como en todo acto humano, o según las virtudes a las que se oponen, por exceso o por defecto, o según los mandamientos que quebrantan. Se los puede agrupar también según que se refieran a Dios, al prójimo o a sí mismo; se los puede dividir en pecados espirituales y carnales, o también en pecados de pensamiento, palabra, acción u omisión. La raíz del pecado está en el corazón del hombre, en su libre voluntad, según la enseñanza del Señor " De dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias. Esto es lo que hace impuro al hombre" ( Mt 15, 19-20). En el corazón reside también la caridad, principio de las obras buenas y puras, a la que hiere el pecado." (CIC 1849-1853).

Comentario:

Nos hace mucho bien estudiar y recordar este tema porque a veces nos olvidamos que no sólo existe el pecado como ofensa a Dios, al prójimo y a nosotros mismos sino que minimizamos la gravedad de estos pecados quitando la importancia que tiene por ejemplo, faltar al tercer mandamiento de santificar las fiestas y por menos de nada no asistimos a la misa dominical y creemos que la virtual es suficiente. O juramos por Dios en naderías, o desobedecemos la autoridad de los padres, maestros o autoridades. O no pagamos los impuestos debidos...etc. 

Olvidamos también los pecados de omisión: Pudiendo ayudar en obras de caridad no lo hacemos, gastamos en cosas superfluas, pensamos mal del prójimo... 

Que el Espíritu Santo nos ilumine para hacer una buena confesión y propósitos de enmienda firmes.





lunes, 4 de octubre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1846-1848)

 


                                                           " Artículo 8 : El Pecado

                                                     I  La misericordia y el pecado

1846   El Evangelio es la revelación, en Jesucristo, de la misericordia de Dios con los pecadores ( Cf. Lc 15). El ángel anuncia a José: " Tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados" ( Mt 1, 21). Y en la institución de la Eucaristía, sacramento de la redención, Jesús dice: " Esta es mi sangre de la alianza, que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados" ( Mt 26, 28).

1847   " Dios nos ha creado sin nosotros, pero no ha querido salvarnos sin nosotros" ( San Agustín, serm. 169, 11, 13). La acogida de su misericordia exige de nosotros la confesión de nuestras faltas. " Si decimos: ' No tenemos pecado', nos engañamos y la verdad no está en  nosotros. Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia " ( 1Jn 1, 8-9 ).

1848   Como afirma san Pablo, " donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia" ( Rm 5, 20). Pero para hacer su obra, la gracia debe descubrir el pecado convertir nuestro corazón y conferirnos " la justicia para la vida eterna por Jesucristo Nuestro Señor" ( Rm 5, 20'21). Como un médico que descubre la herida antes de curarla, Dios mediante su palabra y su espíritu, proyecta una luz viva sobre el pecado:

   La conversión exige el reconocimiento del pecado, y éste siendo una verificación de la acción del Espíritu de la verdad en la intimidad del hombre, llega a ser al mismo tiempo el nuevo comienzo de la dádiva de la gracia y del amor: " Recibid el Espíritu Santo". Así, pues, en este " convencer en lo referente al pecado" descubrimos una ' doble dádiva' : el don de la verdad, de la conciencia y el don de la certeza de la redención. El Espíritu de la verdad es el Paráclito ( DeV 31)." ( CIC 1846-1848).

Comentario:

Tengamos presente que nuestra patria es el cielo y nuestro redentor Jesucristo, segunda persona de la Santísima Trinidad, El es la roca que cimenta nuestra vida es el médico que cura nuestras heridas porque sufrió como uno de nosotros, pero si nosotros negamos el pecado y queremos salvarnos sin negarnos a nosotros mismos haciendo nuestra voluntad y no la voluntad de Dios siendo dóciles a las mociones del Espíritu Santo en nuestro corazón, no entraremos en la Patria prometida. " No todo el que dice Señor, Señor entrará en el Reino de los cielos", sino áquel que hace la voluntad de mi Padre."

domingo, 26 de septiembre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1833- 1845 )

 

                                                                 " Resumen


1833   La virtud es una disposición habitual firme para hacer el bien.

1834   Las virtudes humanas son disposiciones estables del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe. Pueden agruparse en torno a cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

1835   La prudencia dispone la razón práctica para discernir, en toda circunstancia, nuestro verdadero bien y elegir los medios justos para realizarlo.

1836   La justicia consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido.

1837   La fortaleza asegura, en las dificultades, la firmeza y la constancia en la práctica del bien.

1838   La templanza modera la atracción hacia los placeres sensibles y procura la moderación en el uso de los bienes creados.

1839   Las virtudes morales crecen mediante la educación, mediante actos deliberados y con el esfuerzo perseverante. La gracia divina las purifica y las eleva.

1840   Las virtudes teologales disponen a los cristianos a vivir en relación con la Santísima Trinidad. Tienen como origen, motivo y objeto, a Dios conocido por la fe, esperado y amado por El mismo.

1841   Las virtudes teologales son tres: la fe, la esperanza y la caridad. ( Cf. 1Co 13, 13). Informan y vivifican todas las virtudes morales.

1842  Por la fe creemos en Dios y creemos todo lo que El nos ha revelado y que la Santa Iglesia nos propone como objeto de fe.

1843   Por la esperanza deseamos y esperamos de Dios con una firme confianza la vida eterna y las gracias para merecerla.

1844   Por la caridad amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios. Es el " vínculo de la perfección" ( Col 3, 14) y la forma de todas las virtudes.

1845   Los siete dones del Espíritu Santo concedidos a los cristianos son : sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios." ( CIC 1833-1845).

Comentario:

Con respecto a las virtudes morales, se afirma que in medio virtus. Esto significa que la virtud moral consiste en un medio entre un defecto y un exceso. In medio virtus no es una llamada a la mediocridad. La virtud no es el término medio esntre dos o más vicios, sino la rectitud de la voluntad que - como una cumbre- se opone a todos los abismos que son los vicios.

En consecuencia para vencer en la lucha ascética, ante todo hay que pedir la gracia mediante la oración y la mortificación y recibirla en los sacramentos. La unión con Cristo sólo será definitiva en el cielo. Hay que pedir a Dios la gracia de la perseverancia final: es decir, el don de morir en gracia de Dios.


domingo, 19 de septiembre de 2021

"Vida en Cristo" ( CIC 1830- 1832 )

 

                                  " III Dones y frutos del Espíritu Santo


1830   La vida moral de los cristianos está sostenida por los dones del Espíritu Santo. Estos son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos del Espíritu Santo.

1831   Los siete dones del Espíritu Santo son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Pertenecen en plenitud a Cristo, Hijo de David ( Cf. Is 11, 1-2). Completan y llevan a su perfección las virtudes de quienes los reciben. Hacen a los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas.

   Tu espíritu bueno me guíe por una tierra llana ( Sal 143, 10). Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios... Y, si son hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos de Cristo ( Rm 8, 14. 17).

1832 Los frutos del Espíritu son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce: " Caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad,  bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia, castidad"( Ga 5, 22-23, vulg.)" ( CIC 1830-1832 ).

Comentario:

El don del Espíritu Santo que se nos dá con el Bautismo, primero, y después con cada uno de los sacramentos que recibimos no nos quita nuestra libertad, para amar a Dios y hacer su voluntad que es nuestra santificación, sino que perfecciona esa libertad haciéndo que ella nos sirva para alcanzar la felicidad eterna en la presencia de Dios. 

  

domingo, 12 de septiembre de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1822-1829)

 

                                                                 " La caridad


1822   La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por El mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios.

1823   Jesús hace de la caridad el mandamiento nuevo ( Cf. Jn 13,34). Amando a los suyos  "hasta el fin " ( Jn 13, 1), manifiesta el amor del Padre que ha recibido. Amándose unos a otros, los discípulos imitan el amor de Jesús que reciben también en ellos. Por eso Jesús dice: " Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor" ( Jn 15, 9). Y también: " Este es el mandamiento mío: que os améis unos a otros como yo os he amado" ( Jn 15, 12).

1824   Fruto del Espíritu y plenitud de la ley, la caridad guarda los mandamientos de Dios y de Cristo: " Permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor" ( Jn 15, 9-10; Cf. Mt 22, 40; Rm 13, 8-10).

1825   Cristo murió por amor a nosotros cuando éramos todavía enemigos ( Cf. Rm 5, 10). El Señor nos pide que amemos como El hasta nuestros enemigos ( Cf. Mt 5, 44), que nos hagamos prójimos del más lejano ( Cf. Lc 10, 27-37), que amemos a los niños ( Cf. Mc 9, 37) y a los pobres como a El mismo ( Cf. Mt 25, 40.45).

  El apóstol san Pablo ofrece una descripción incomparable de la caridad: " La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta ( 1 Co 13, 4-7).

1826   " Si no tengo caridad- dice también el apóstol- nada soy...". Y todo lo que es privilegio, servicio, virtud misma...," si no tengo caridad, nada me aprovecha" ( 1Co 13, 1'4). La caridad es superior a todas las virtudes teologales: " Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad " ( 1Co 13, 13).

1827   El ejercicio de todas las virtudes está animado e inspirado por la caridad. Esta es" el vínculo de la perfección" ( Col 3, 14); es la forma de las virtudes; las articula y las ordena entre sí; es fuente y término de su práctica cristiana. La caridad asegura y purifica nuestra facultad humana de amar. La eleva a la perfección sobrenatural del amor divino.

1828   La práctica de la vida moral animada por la caridad da al cristiano la libertad espiritual de los hijos de Dios. Este no se halla ante Dios mismo como un esclavo, en el temor servil, ni como el mercenario en busca de un jornal, sino como un hijo que responde al amor del " que nos amó primero" ( 1Jn 4, 19):

  O nos apartamos del mal por temor del castigo y estamos en la disposición del esclavo, o buscamos el incentivo de la recompensa y nos parecemos a mercenarios, o finalmente obedecemos por el bien mismo del amor del que manda... y entonces estamos en la disposición de hijos ( San Basilio, reg. fus. prol. 3 ).

1829   La caridad tiene por frutos el gozo, la paz y la misericordia. Exige la práctica del bien y la corrección fraterna; es benevolencia; suscita la reciprocidad; es siempre desinteresada y generosa; es amistad y comunión: 

  La culminación de todas nuestras obras es el amor. Ese es el fin; para conseguirlo, corremos; hacia el corremos; una vez llegados, en el reposamos ( San Agustín, ep. Jo.10,4).

(CIC 1822-1829).

Comentario:

Siempre debemos actuar con visión sobrenatural sabiendo que nuestro destino es el cielo y con rectirud de intención haciendo todo para la mayor gloria de Dios siendo leales y sinceros con Dios, con nostros mismos y con los demás.

" Si pierdes el sentido sobrenatural de tu vida, tu caridad será filantropía; tu pureza decencia; tu mortificación simpleza; tu disciplina látigo; y todas tus obras; estériles"   (Camino 280, SJM).



lunes, 6 de septiembre de 2021

" Vida en Cristo" ( 1817-1821)

 


                                                     " La esperanza

1817   La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas , sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo. " Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la promesa" (Hb 10, 23). El Espíritu Santo que él derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro Salvador para que, justificados  por su gracia, fuésemos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna" ( Tt3, 6-7).

1818   La virtud de la esperanza corresponde al anhelo de felicidad puesto por Dios en el corazón de todo hombre; asume las esperanzas que inspiran las actividades de los hombres; las purifica para ordenarlas al Reino de los cielos; protege del desaliento; sostiene en todo desfallecimiento; dilata el corazón en la espera de la bienaventuranza eterna. El impulso de la esperanza preserva del egoísmo y conduce a la dicha de la caridad.

1819   La esperanza cristiana recoge y perfecciona la esperanza del pueblo elegido, que tiene su origen y su modelo en la espernaza de Abrahán, colmada en Isaac, de las promesas de Dios y purificada por la prueba del sacrificio ( Cf. Gn 17, 4-8;; 22, 1-18). "Esperando contra toda esperanza, creyó y fue hecho padre de muchas naciones" ( Rm 4,18).

1820   La esperanza cristiana se manifiesta desde el comienzo de la predicación de Jesús, en la proclamación de las bienaventuranzas. Las bienaventuranzas elevan nuestra esperanza hacia el cielo como hacia la nueva tierra prometida; trazan el camino hacia ella a través de las pruebas que esperan a los discípulos de Jesús. Pero por los méritos de Jesucristo y de su pasión, Dios nos guarda en " la esperanza que no falla" (Rm 5, 5). La esperanza es " el ancla del alma", segura y firme, " que penetra... a donde entró por nosotros como precursor Jesús" ( Hb 6, 19-20). Es también un arma que nos protege en el combate de la salvación " Revistamos la coraza de la fe y de la caridad, con el yelmo de la esperanza de salvación" ( 1Ts 5, 8). Nos procura el gozo en la prueba misma: " Con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación" / Rm 12, 12). Se expresa y se alimenta en la oración particularmente en la del Padrenuestro, resumen de todo lo que la esperanza nos hace desear.

1821   Podemos, por tanto, esperar la gloria del cielo prometida por Dios a los que le aman ( Cf. Rm 8, 28-30) y hacen su voluntad ( Cf. Mt 7, 21). En toda circunstancia, cada uno debe esperar, con la gracia de Dios, " perseverar hasta el fin" ( Cf. Mt 10, 22; Cf. Cc Trento: DS 1541) y obtener el gozo del cielo, como eterna recompensa de Dios por las obras buenas realizadas con la gracia de Cristo. En la esperanza, la Iglesia implora que  "todos los hombres se salven " ( 1Tm 2, 4). Espera estar en la gloria del cielo unida a Cristo, su esposo:

   Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela con cuidado, que todo se pasa con brevedad, aunque tu deseo hace lo cierto dudoso y el tiempo breve largo. Mira que mientras más peleares, más mostrarás el amor que tienes a tu Dios y más te gozarás con tu Amado, con gozo y deleite que no puede tener fin ( Santa Teresa de Jesús, excl. 15, 3).(CIC 1817-1821).

Comentario:

Cuando el desánimo toca tú puerta reza con confianza el salmo " Sé valiente ten ánimo, espera en el Señor " y El vendrá en tú auxilio.

lunes, 30 de agosto de 2021

" Vida en Cristo" (CIC 1814- 1816)

                                                                              
 


                                                                     " La fe

1814   La fe es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que El nos ha dicho y revelado, y que la  Santa Iglesia nos propone, porque El es la verdad misma. Por la fe " el hombre se entrega entera y libremente a Dios" ( DV 5). Por eso el creyente se esfuerza por conocer y hacer la voluntad de Dios. " El justo vivirá por la fe" ( Rm 1, 17). La fe viva " actúa por la caridad" ( Ga 5, 6).

1815   El don de la fe permanece en el que no ha pecado contra ella ( Cf. Cc. Trento: DS 1545). Pero, " la fe sin obras esta muerta " ( St 2, 26): privada de la esperanza y de la caridad, la fe no une plenamente el fiel a Cristo ni hace de él un miembro vivo de su Cuerpo.

1816   El discípulo de Cristo no debe sólo guardar la fe y vivir de ella, sino también profesarla, testimoniarla con firmeza y difundirla: " Todos vivan preparados para confesar a Cristo delante de los hombres y a seguirle por el camino de la cruz en medio de las persecuciones que nunca faltan a la Iglesia" ( LG 42; Cf. DH 14). El servicio y el testimonio de la fe son requeridos para la salvación" Todo aquel que se declare por mí ante los hombres yo también me declararé por él ante mi Padre que está  en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos" ( Mt 10, 32-33). " ( CIC 1814-1816).

Comentario:

Fe, esperanza y caridad corresponden, en cierto sentido, a " las tres dimensiones del tiempo: la obediencia de la fe acepta la Palabra que viene de la eternidad, y, promulgada en la historia, se transforma en amor, en presente, y abre así la puerta de la esperanza"( J. Ratzinger, Communio. Un programa  teológico y eclesial, Encuentro, Barcelona 2013, p. 303) . La fe nos precede: nos dice de dónde venimos, pero también adónde vamos; no es solo memoria del pasado, sino también luz que ilumina el futuro: nos abre a la esperanza, nos proyecta hacia la vida. Y, en el centro del hilo tendido entre estos dos polos, se despliega la caridad, que se conjuga siempre en tiempo presente. Con la fuerza de la fe y la confianza de la esperanza, podemos decirnos: aquí y ahora, en esta persona, en esta situacíón yo puedo ser, con todas mis limitaciones, luz de Dios, amor de Dios.   

 

domingo, 22 de agosto de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1810- 1813)

 


                                                           " Las virtudes y la gracia

1810   Las virtudes humanas adquiridas mediante la educación, mediante actos deliberados, y una perseverancia, reanudada siempre en el esfuerzo, son purificadas y elevadas por la gracia divina. Con la ayuda de Dios forjan el carácter y dan soltura en la práctica del bien. El hombre virtuoso es feliz al practicarlas.

1811   Para el hombre herido por el pecado no es fácil guardar el equilibrio moral. El don de la salvación por Cristo nos otorga la gracia necesaria para perseverar en la búsqueda de las virtudes. Casa cual debe pedir siempre esta gracia de luz y fortaleza, recurrir a los sacramentos, cooperar con el Espíritu Santo, seguir sus invitaciones a amar el bien y guardarse del mal.

                                                               II Las virtudes teologales

1812   Las virtudes humanas se arraigan en las virtudes teologales que adaptan las facultades del hombre a la participación de la naturaleza divina ( Cf. 2P 1, 4). Las virtudes teologales se refieren directamente a Dios. Disponen a los cristianos a vivir en relación con la Santísima Trinidad. Tienen como origen, motivo y objeto a Dios Uno y Trino.

1813   Las virtudes teologales fundan, animan y caracterizan el obrar moral del cristiano. Informan y vivifican todas las virtudes morales. Son infundidas por Dios en el alma de los fieles para hacerlos capaces de obrar como hijos suyos y merecer la vida eterna. Son la garantía de la presencia y la acción del Espíritu Santo en las facultades del ser humano. Tres son las virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad ( Cf. 1Co 13, 13)". ( CIC 1810-1813).

Comentario:

Para el crecimiento de las virtudes debemos seguir el consejo de los santos de tratar al Espíritu Santo que es nuestro santificador en la oración frecuente y en la recepción de los sacramentos.


domingo, 15 de agosto de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1803-1809)

 

                                              " Artículo 7: Las virtudes

1803   " Todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta" ( Flp 4, 8.

La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos ,sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de acciones concretas.

   El objetivo de una vida virtuosa consiste en llegar a  ser semejante a Dios ( San Gregorio de Nisa, beat. 1).

                                                         I Las virtudes humanas

1804   Las virtudes humanas son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe. Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una vida moralmente buena. El hombre virtuoso es el que practica libremente el bien.

Las virtudes morales se adquieren mediante las fuerzas humanas. Son los frutos y los gérmenes de los actos moralmente buenos. Disponen todas las potencias del ser humano para armonizarse con el amor divino.       

                                            Distinción de las virtudes cardinales

1805   Cuatro virtudes desempeñan un papel fundamental. Por eso se las llama " cardinales"; todas las demás se agrupan en torno a ellas. Estas son: la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza. " "Amas la justicia? Las virtudes son el fruto de sus esfuerzos, pues ella enseña la templanza y la prudencia, la justicia y la fortaleza" ( Sb 8, 7). Bajo otros nombres estas virtudes son alabadas en numerosos pasajes de la Escritura.

1806   La prudencia es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo. " El hombre cauto medita sus pasos" ( Pr 14, 15). " Sed sensatos y sobrios para daros a la oración" ( 1P 4, 7). La prudencia es la " regla recta de la acción", escribe Santo Tomás ( s. th. 2-2, 47, 2), siguiendo a Aristóteles. No se confunde ni con la timidez o el temor, ni con la doblez o la disimulación. Es llamada " auriga virtum": conduce las otras virtudes indicándoles regla y medida. Es la prudencia quien guía directamente el juicio de conciencia. El hombre prudente decide y ordena su conducta según  este juicio. Gracias a esta virtud aplicamos sin error los principios morales a los casos particulares y superamos las dudas sobre el bien que debemos hacer y el mal que debemos evitar.

1807   La justicia es la virtud moral que consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido. La justicia para con Dios es llamada " la virtud de la religión". Para con los hombres, la justicia dispone a respetar los derechos de cada uno y a establecer en las relaciones humanas la armonía que promueve la equidad respecto a las personas y al bien común. El hombre justo, evocado con frecuencia en las Sagradas Escrituras, se distingue por la rectitud habitual de sus pensamientos y de su conducta con el prójimo. " Siendo juez no hagas injusticia, ni por favor del pobre, ni por respeto al grande: con justicia juzgarás a tu prójimo" ( Lv 19, 15). " Amos, dad a vuestros esclavos lo que es justo y equitativo, teniendo presente que también vosotros tenéis un Amo en el cielo" ( Col 4, 1).

1808   La fortaleza es la virtud moral que asegura en las dificultades la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien. Reafirma la resolución de resistir a las tentaciones y de superar los obstáculos en la vida moral. La virtud de la fortaleza hace capaz de vencer el temor, incluso a la muerte, y de hacer frente a las pruebas y a las persecuciones. Capacita para ir hasta la renuncia y el sacrificio de la propia vida por defender una causa justa. " Mi fuerza y mi cántico es el Señor" ( Sal 118, 14). " en el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ ánimo! Yo he vencido al mundo" ( Jn 16, 33).

1809   La templanza es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar " para seguir la pasión de su corazón" ( Si 5, 2; Cf. 37, 27-31). La templanza es a menudo alabada en el Antiguo Testamento: " No vayas detrás de tus pasiones, tus deseos refrena" ( Si 18, 30). En el Nuevo Testamento es llamada " moderación" o " sobriedad". Debemos " vivir con moderación, justicia y piedad en el siglo presente" ( Tt 2, 12)

Vivir bien no es otra cosa que amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todo el obrar. Quien no obedece más que a El ( lo cual pertenece a la justicia), quien vela para discernir todas las cosas por miedo a dejarse sorprender por la astucia y la mentira ( lo cual pertenece a la prudencia), le entrega un amor entero ( por la templanza), que ninguna desgracia puede derribar ( lo cual pertenece a la fortaleza)( San Agustín, mor. eccl. 1, 25, 46 )." ( CIC 1803-1809)

Comentario:

El crecimiento espiritual se apoya en el crecimiento de las virtudes sobrenaturales: Fe, Esperanza y Caridad que son virtudes infusas en el sacramento del Bautismo y que pedimos en la oración a Dios  "Auméntame la fe, auméntame la esperanza , auméntame el amor", y con ellas las virtudes cardinales de  prudencia, justicia, fortaleza y templanza. 

 

 

domingo, 8 de agosto de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1795-1802)

 

                                                        " Resumen

1795   'La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella" ( GS 16).

1796   La conciencia moral es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la calidad moral de un acto concreto.

1797   Para el hombre que ha cometido el mal, el veredicto de su conciencia constituye una garantía de conversión y de esperanza.

1798   Una conciencia bien formada es recta y veraz. Formula sus juicios según la razón, conforme al bien verdadero querido por la sabiduría del Creador. Cada cual debe poner los medios para formar su conciencia

1799   Ante una decisión moral, la conciencia puede formar un juicio recto de acuerdo con la razón y la ley divina o, al contrario, juicio erróneo que se aleja de ellas.

1800   El ser humano debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia.

1801   La conciencia moral puede permanecer en la ignorancia o formar juicios erróneos. Estas ignorancias y estos errores no están siempre exentos de culpabilidad.

1802   La Palabra de Dios es una luz para nuestros pasos. Es preciso que la asimilemos en la fe y en la oración, y la pongamos en práctica. Así se forma la conciencia moral.

Comentario

Al recibir el Bautismo hemos recibido tres regalos: Fe, Esperanza y Caridad, que debemos cuidar y mantener vivos con la oración, la mortificación y las lecturas espirituales que hacen crecer esos dones recibidos manteniendo firme nuestra fe alegre la esperanza y cuidando a nuestros hermanos con el mismo amor conque Cristo nos ama.

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jueves, 5 de agosto de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1790-1794)

 


                                                            " IV El juicio erróneo

1790   La persona humana debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia. Si obrase deliberadamente contra este último, se condenaría a sí mismo. Pero sucede que la conciencia moral puede estar afectada por la ignorancia y puede formar juicios erróneos sobre actos proyectados o ya cometidos.

1791   Esta ignorancia puede con frecuencia ser imputada a la responsabilidad personal. Así sucede "cuando el hombre no se preocupa de buscar la verdad y el bien y, poco a poco, por el hábito del pecado, la conciencia se queda casi ciega" ( GS 16). En estos casos, la persona es culpable del mal que comete.

1792   El desconocimiento de Cristo y de su Evangelio, los malos ejemplos recibidos de otros, la servidumbre de las pasiones, la pretensión de una mal entendida autonomía de la conciencia, el rechazo de la autoridad, de la Iglesia y de su enseñanza, la falta de conversión y de caridad, pueden conducir a desviaciones del juicio en la conducta moral.

1793   Si por el contrario, la ignorancia es invencible, o el juicio erróneo sin responsabilidad del sujeto moral, el mal cometido por la persona no puede serle imputado. Pero no deja de ser un mal moral, una privación, un desorden. Por tanto, es preciso trabajar por corregir la conciencia moral de sus errores.

1794   La conciencia buena y pura es iluminada por la fe verdadera. Porque la caridad procede al mismo tiempo " de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera" ( 1Tm 1, 5; 3, 9; 2Tm 1, 3; 1P 3, 21; Hch 24,16).

   Cuanto mayor es el predominio de la conciencia recta, tanto más las personas y los grupos se apartan del arbitrio ciego y se esfuerzan por adaptarse a las normas objetivas de la moralidad ( GS 16)." ( CIC 1790-1794).

Comentario:

Es responsabilidad de padres y educadores dar a los hijos y estudiantes la formación moral apegada a la ley de Dios y con el ejemplo de una vida coherente con la ley moral. 


                                                              

lunes, 26 de julio de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1786-1789)

 


                                                            " III Decidir en conciencia


1786   Ante la necesidad de decidir moralmente, la conciencia puede formular un juicio recto de acuerdo con la razón y con la ley divina, o al contrario un juicio erróneo que se aleja de ellas.

1787  El hombre se ve a veces enfrentado con situaciones que hacen el juicio moral menos seguro, y la decisión difícil. Pero debe buscar siempre lo que es justo y bueno y discernir la voluntad de Dios expresada en la ley divina

1788   Para esto, el hombre se esfuerza por interpretar los datos de la experiencia y los signos de los tiempos, gracias a la virtud de la prudencia, los consejos de las personas entendidas y la ayuda del Espíritu Santo y de sus dones

1789   En todos los casos son aplicables algunas reglas:

- Nunca está permitido hacer un mal para obtener un bien.

- La " regla de oro": " Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros" ( Mt 7, 12; Cf. Lc 6, 31; Tb 4, 15).

- La caridad debe actuar siempre con respeto hacia el prójimo y hacia su conciencia: " Pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia..., pecáis contra Cristo" ( 1Co 8, 12). " lo bueno es..., no hacer cosa que sea para tu hermano ocasión de caída, tropiezo o debilidad" ( Rm 14, 21)."

 ( CIC 1786-1789).

Comentario:

La formación de la conciencia recta se logra con estudio, mortificación y oración. Debemos pedir consejo a quien sabemos está capacitado para ayudarnos cuando tenemos dudas sobre nuestro juicio en cualquier decisión importante que debemos tomar . " Voluntad- Energía- Ejemplo- Lo que hay que hacer se hace... Sin vacilar...Sin miramientos" ( SJM Camino 11)"

lunes, 19 de julio de 2021

" vida en Cristo" ( CIC 1783-1785)

 


                                                          " II La Formación de la conciencia


1783   Hay que formar la conciencia y esclarecer el juicio moral. Una conciencia bien formada es recta y veraz. Formula sus juicios según la razón, conforme al bien verdadero querido por la sabiduría del Creador. La educación de la conciencia es indispensable a seres humanos sometidos a influencias negativas y tentados por el pecado a preferir su propio juicio y a rechazar las enseñanzas autorizadas.

1784   La educación de la conciencia es una tarea de toda la vida. Desde los primeros años despierta al niño al conocimiento y la práctica de la ley interior reconocida por la conciencia moral. Una educación prudente enseña la virtud; preserva o sana del miedo, del egoísmo y del orgullo, de los insanos sentimientos de culpabilidad y de los movimientos de complacencia, nacidos de la debilidad y de las faltas humanas. La educación de la conciencia garantiza la libertad y engendra la paz del corazón.

1785   En la formación de la conciencia, la Palabra de Dios es la luz de nuestro caminar; es preciso que la asimilemos en la fe y la oración, y la pongamos en práctica. Es preciso también que examinemos nuestra conciencia atendiendo a la cruz del Señor. Estamos asistidos por los dones del Espíritu Santo, ayudados por el testimonio o los consejos de otros y guiados por la enseñanza autorizada de la Iglesia  (Cf. DH 14)." ( CIC 1783-1785).

Comentario:

Con el bautismo se nos infunden las virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad como regalos que Dios nos da para ayudarnos en nuestro camino hacia la perfección, pero es nuestro deber hacer crecer estas virtudes y no dejar que se pierdan siendo constantes con estudio y oración frecuentes para formar correctamente la conciencia. El Señor nos invita a orar y actuar conforme a la voluntad que Dios nos manifiesta en la oración y práctica de  los sacramentos.   


domingo, 11 de julio de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1776-1782)

 


                                                            " Artículo 6: La conciencia moral

1776   " En lo más profundo de su conciencia el hombre descubre una ley que él no se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, llamándole siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal...El hombre tiene una ley inscrita por Dios en su corazón...La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella" ( GS 16).

                                                          I El dictamen de la conciencia

1777  Presente en el corazón de la persona, la conciencia moral ( Cf. Rm 2, 14-16) le ordena, en el momento oportuno, practicar el bien y evitar el mal. Juzga también las opciones concretas aprobando las que son buenas y denunciando las que son malas ( Cf. Rm 1, 32). Atestigua la autoridad de la verdad con referencia al Bien supremo por el cual la persona humana se siente atraída y cuyos mandamientos acoge. El hombre prudente, cuando escucha la conciencia moral, puede oír a Dios que le habla.

1778   La conciencia moral es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la cualidad moral de un acto concreto que piensa hacer, está haciendo o ha hecho. En todo lo que dice y hace, el hombre está obligado a seguir fielmente lo que sabe que es justo y recto. Mediante el dictamen de su conciencia el hombre percibe y reconoce las prescripciones de la ley divina:

      La conciencia es una ley de nuestro espíritu, pero que va más allá de él, nos da órdenes, significa responsabilidad y deber, temor y esperanza...La conciencia es la mensajera del que, tanto en el mundo de la naturaleza como en el de la gracia, a través de un velo nos habla, nos instruye y nos gobierna. La conciencia es el primero de todos los vicarios de Cristo ( Newman, carta al duque de Norfolk 5).

1779   Es preciso que cada uno preste mucha atención a sí mismo para oír y seguir la voz de su conciencia. Esta exigencia de interioridad  es tanto más necesaria cuanto que la vida nos impulsa con frecuencia a prescindir de toda reflexión, examen o interiorización:

     Retorna a tu conciencia, interrógala..., retornad, hermanos, al interior, y en todo lo que hagáis, mirad al Testigo, Dios ( San Agustín, ep, Jo, 8, 9 ).

1780   La dignidad de la persona humana implica y exige la rectitud de la conciencia moral. La conciencia moral comprende la percepción de los principios de la moralidad (" sindéresis"), su aplicación a las circunstancias concretas mediante un discernimiento práctico de las razones y de los bienes, y en definitiva el juicio formado sobre los actos concretos que se van a realizar o se han realizado. La verdad sobre el bien moral, declarada en la ley de la razón, es reconocida práctica y concretamente por el dictamen prudente de la conciencia. Se llama prudente al hombre que elige conforme a este dictamen o juicio.

1781   La conciencia hace posible asumir la responsabilidad de los actos realizados. Si el hombre comete el mal, el justo juicio de la conciencia puede ser en él el testigo de la verdad universal del bien, al mismo tiempo que de la malicia de su elección concreta. El veredicto del dictamen de conciencia constituye una garantía de esperanza y de misericordia. Al hacer patente la falta cometida recuerda el perdón que se ha de pedir, el bien que se ha de practicar todavía y la virtud que se ha de cultivar sin cesar con la gracia de Dios:

   Tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo ( 1Jn 3, 19-20).

1782   El hombre tiene el derecho de actuar en conciencia y en libertad a fin de tomar personalmente las decisiones morales. " No debe ser obligado a actuar contra su conciencia. Ni se le debe impedir que actúe según su conciencia, sobre todo en materia religiosa" ( DH 3)." ( CIC 1776-1782).

Comentario:

Es nuestra responsabilidad formar nuestra conciencia estudiando la norma  moral de nuestros actos, estudiar los mandamientos de la ley de Dios y amarlos es hacer posible seguir la voluntad de Dios en todos nuestros actos. 

lunes, 5 de julio de 2021

" Vida en Cristo" ( CIC 1771-1775)

 


                                                            " Resumen 

1771   El término " pasiones" designa los afectos y los sentimientos. Por medio de sus emociones, el hombre intuye lo bueno y lo malo.

1772   Ejemplos  eminentes de pasiones son el amor y el odio, el deseo y el temor, la alegría, la tristeza y la ira.

1773   En las pasiones, en cuanto impulsos de la sensibilidad, no hay ni bien ni mal moral. Pero según dependan o no de la razón y de la voluntad, hay en ellas bien o mal moral.

1774   Las emociones y los sentimientos pueden ser asumidos por las virtudes, o pervertidos en los vicios.

1775   La perfección del bien moral consiste en que el hombre no sea movido al bien sólo por su voluntad sino también por su 'corazón'."  ( CIC 1771-1775).

Comentario:

Las virtudes humanas se logran con mortificación interior, donde no hay mortificación no hay virtud y no hay mortificación interior si se desprecia la mortificación de los sentidos. 

domingo, 27 de junio de 2021

- 1770 )

    " II Pasiones y vida moral 

1767  En sí mismas, las pasiones no son buenas ni malas.  Sólo reciben calificación moral en la medida en que dependen de la razón y de la voluntad. Las pasiones se llaman voluntarias " o porque están ordenadas por la voluntad,o porque la voluntad no se opone a ellas " ( Santo Tomás de A..,s.th 1-2,24,1).Pertenece a la perfección del bien moral o humano el que las pasiones estén reguladas por la razón  (Cf. s.th.1-2,24,3).

1768 Los sentimientos más profundos no deciden ni la moralidad ni la santidad de las personas, son el depósito inagotable de las imágenes y de las afecciones en que se expresa la vida moral. Las pasiones son moralmente buenas cuando contribuyen a una acción buena, y malas en el caso contrario. La voluntad recta ordena al bien y a la bienaventuranza los movimientos sensibles que asume; la voluntad mala sucumbe a las pasiones desordenadas y las exacerba. Las emociones y los sentimientos pueden ser asumidos en las virtudes,i pervertidos en los vicios. 

1769 En la vida cristiana, el Espíritu Santo realiza su obra movilizando todo el ser, incluidos sus dolores,temores y tristezas, como aparece en la agonía y la pasión del Señor.  Cuando se vive en Cristo, los sentimientos humanos pueden alcanzar su consumación en la caridad y la bienaventuranza divina. 

1770 La perfección moral consiste en que el hombre no sea movido al bien sólo por su voluntad, sino también por su apetito sensible según estás palabras del salmo:" Mi corazón y mi carne gritan de alegría hacia el Dios vivo "( Sal 84,3)." ( CIC 1767-1770).

Comentario:

Entender que las pasiones no son buenas ni malas sino que la calificación moral depende de la razón y la voluntad nos ayuda a preparar la inteligencia para conocer lo bueno y  lo perfecto para desearlo y  quererlo.

domingo, 20 de junio de 2021

" Vida en Cristo " ( CIC 1762- 1766 )

 

        "Artículo 5: La moralidad de las pasiones 

1762 La persona humana se ordena a la bienaventuranza por medio de los actos deliberados: las pasiones o sentimientos que experimenta pueden disponerla y contribuir a ello.

I Las pasiones 

1763  El término " pasiones " pertenece al patrimonio del pensamiento cristiano. Los sentimientos o pasiones designan las emociones o impulsos de la sensibilidad que inclinan a obrar o no obrar en razón de lo que es sentido o imaginado como bueno o como malo.

1764 Las pasiones son componentes naturales del psiquismo humano,  constituyen el lugar de paso y aseguran el vínculo entre la vida sensible y la vida del espíritu. Nuestro Señor señala al corazón del hombre como la fuente de donde brota el movimiento de las pasiones (Cf.Mc 7,21 ). 

1765 Las pasiones son numerosas. La más fundamental es el amor que la atracción del bien despierta. El amor causa el deseo del bien ausente y la esperanza de obtenerlo.  Este movimiento culmina en el placer y el gozo del bien poseído. La aprehensión del mal causa el odio, la aversión y el temor ante el mal que puede sobrevenir. Este movimiento culmina en la tristeza a causa del mal presente o en la ira que se opone a él.

1766 " Amar es desear el bien  a alguien " ( Santo Tomás de A.,s.th.1-2,26,4).Las demás afecciones tienen su fuerza en este movimiento original del corazón del hombre hacia el bien. Sólo el bien es amado (Cf. San Agustín. Trin.8,3,4)." Las pasiones son malas si el amor es malo, buenas si es bueno " (San Agustín, civ.14,7)."(CIC 1762- 1766).

Comentario:

Con la inteligencia conocemos el  bien y nuestra voluntad lo apetece.


domingo, 13 de junio de 2021

"La vida en Cristo "( CIC 1749-1754)

 

                 " I Artículo 4: La moralidad de los actos humanos 

1749  La libertad hace del hombre un sujeto moral. Cuando actúa de manera deliberada, el hombre es, por así decirlo,  el padre de sus actos. Los actos humanos, es decir, libremente realizados tras un juicio de conciencia, son calificables moralmente: son buenos o malos.

I Las fuentes de la moralidad 

1750   La moralidad de los actos humanos depende:
- del objeto elegido;
- del fin que se busca o la intención;
- de las circunstancias de la acción. 
El objeto, la intención y las circunstancias forman las  "fuentes " o elementos constitutivos de la moralidad de los actos humanos.

1751   El objeto elegido es un bien hacia el cual tiende deliberadamente la voluntad. Es la materia de un acto humano.  El objeto elegido especifica moralmente el acto del querer,según que la razón lo reconozca y lo juzgue conforme o no conforme al bien verdadero.  Las reglas objetivas de la moralidad enuncian el orden racional del bien, atestiguado por la conciencia.

1752  Frente al objeto, la intención se sitúa del lado del sujeto que actúa. La intención por estar ligada a la fuente voluntaria de la acción y por determinarla en razón del fin, es un elemento esencial en la calificación moral de la acción.  El fin es el término primero de la intención y designa el objetivo buscado en la acción. La intención es un movimiento de la voluntad hacia un fin; mira al término del obrar. Apunta al bien esperado de la acción emprendida. No se limita a la dirección de cada una de nuestras acciones tomadas aisladamente, sino que puede también ordenar varias acciones hacia un mismo objetivo; puede orientar toda la vida hacia el fin último. Por ejemplo,  un servicio que se hace a alguien tiene por fin ayudar al prójimo, pero puede estar inspirado al mismo tiempo por el amor de Dios como fin último de todas nuestras acciones.  Una misma acción puede, pues, estar inspirada por varias intenciones como hacer un servicio para obtener un favor o para satisfacer la vanidad. 

1753  Una intención buena  (por ejemplo: ayudar al prójimo)  no hace ni bueno ni justo un comportamiento en sí mismo desordenado ( como la mentira y la maledicencia). El fin no justifica los medios. Así, no se puede justificar la condena de un inocente como un medio legítimo para salvar al pueblo.  Por el contrario, una intención mala sobreañadida ( como la vanagloria) convierte en malo un acto que, de suyo, puede ser bueno ( como la limosna; Cf. Mt 6, 12).

1754  Las circunstancias,  comprendidas en ellas las consecuencias, son los elementos secundarios de un acto moral. Contribuyen a agravar o disminuir la bondad o la malicia moral de los actos humanos ( por ejemplo, la cantidad de dinero robado). Pueden también atenuar o aumentar la responsabilidad del que obra ( como actuar por miedo a la muerte). Las circunstancias no pueden de suyo modificar la calidad moral de los actos; no pueden hacer ni buena ni justa una acción que de suyo es mala.  (CIC 1749-1754).

Comentario:
El manejo recto de la libertad nos obliga a  conocer la ley moral inscrita en la conciencia, esto es, el bien para hacerlo y el mal para evitarlo. 

           

domingo, 6 de junio de 2021

" Vida en Cristo"( CIC 1743-1748)

 


                                                                  " Resumen

1743   Dios ha querido " dejar al hombre en manos de su propia decisión " ( Si 15, 14). Para que pueda adherirse libremente a su Creador y llegar así a la bienaventurada perfección ( Cf. GS 17, 1).

1744   La libertad es el poder de obrar o de no obrar y de ejecutar así, por sí mismo, acciones deliberadas. La libertad alcanza su perfección, cuando está ordenada a Dios, el supremo Bien.

1745   La libertad caracteriza los actos propiamente humanos hace al ser humano responsable de los actos de que es actor voluntario. Es propio del hombre actuar deliberadamente. 

1746   La imputabilidad o la responsabilidad de una acción puede quedar disminuida o incluso anulada por la ignorancia, la violencia, el temor y otros factores psíquicos o sociales.

1747   El derecho al ejercicio de la libertad, especialmente en materia religiosa y moral, es una exigencia inseparable de la dignidad del hombre. Pero el ejercicio de la libertad no implica el pretendido derecho de decir o de hacer cualquier cosa.

1748   " Para ser libres nos libertó Cristo " ( Ga 5, 1).

Comentario:

La libertad es un don precioso que Dios nos ha dado para amarlo con todo el corazón y con toda la mente si tenemos el orden en los preceptos y Dios es el primero en nuestras vidas " caminaremos en presencia del Señor y nos irá bien" como dice el Salmo. " Fijate hoy pongo ante ti la vida con el bien, la muerte con el mal. Si oyes el precepto de Yavé, tu Dios, que hoy te mando, de amar a Yavé, tu Dios , de seguir sus caminos y de guardar sus mandamientos, decretos y preceptos, vivirás... Escoge la vida, para que vivas"Dt XXX, 15, 16.19)