martes, 25 de julio de 2017

" La profesiòn de la fe" ( CIC 631-637)




                                         "Artículo 5: " Jesucristo descendió a los infiernos,
                                                   al tercer día resucitó de entre los muertos"


"631 " Jesùs baja a las regiones inferiores de la tierra. Este que bajo es el mismo que subió" ( Ef 4, 9-10). El Símbolo de los Apóstoles confiesa en un mismo artículo de fe el descenso de Cristo a los infiernos y su Resurrección de los muertos al tercer día, porque es en su Pascua donde, desde el fondo de la muerte, El hace brotar la vida:

                  "Christus, Filius tuus, qui, regressus ab inferis, humano generi serenus illuxit, et vivi et regnat in saecula saeculorum. Amen.( Es Cristo, tu Hijo resucitado, que, al salir del sepulcro, brilla sereno para el linaje humano, y vive y reina glorioso por los siglos de los siglos. Amén)".

                                                                                            (MR, Vigilia pascual 18: Exultet.)


                                                Párrafo 1 Cristo descendió a los infiernos


632 Las frecuentes afirmaciones del Nuevo Testamento según las cuales Jesùs " resucita de entre los muertos" ( Hch 3, 15; Rm 8, 11; 1Co 15, 20) presuponen que, antes de la resurrección, permaneció en la morada de los muertos ( Cf. Hb 13, 20). Es el primer sentido que dio la predicación apostólica al descenso de Jesùs a los infiernos; Jesùs conoció la muerte como todos los hombres y se reunió con ellos en la morada de los muertos. Pero ha descendido como Salvador proclamando la buena nueva a los espíritus que estaban allí detenidos ( Cf. 1P 3, 18-19).

633 La Escritura llama infiernos, sheol o hades ( Cf. Ftp 2, 10; Hch 2, 24; Ap 1, 18; Ef 4, 9) a la morada de los muertos donde bajó Cristo después de muerto, porque los que se encontraban allí estaban privados de la visión de Dios ( Cf. Sal 6,6; 88, 11-13). Tal era en efecto, a la espera del Redentor, el estado de todos los muertos malos o justos ( Cf. Sal 89, 49; 1S 28, 19; Ez 32, 17-32), lo que no quiere decir que su suerte sea idéntica como lo enseñaba Jesùs en la parábola del pobre Lázaro recibido en el  "seno de Abraham"( Cf. Lc 16, 22-26). " Son precisamente estas almas santas, que esperaban a su Libertador en el seno de Abraham, a las que Jesucristo libera cuando descendió a los infiernos" ( Catech. R. 1, 6,3). Jesus no bajó a los infiernos para liberar allí a los condenados ( Cf. Cc. de Roma del año 745: DS 587) ni para destruir el infierno de la condenación ( Cf. DS 1011; 1077) sino para liberar a los justos que le habían precedido ( Cf. Cc de Toledo IV en el año 625: DS 485; Cf. también Mt 27, 52-53).

634 " Hasta a los muertos ha sido anunciada la Buena Nueva..." ( 1P 4, 6). El descenso a los infiernos es el pleno cumplimiento del anuncio evangélico de la salvación. Es la última fase de la misión mesiánica de Jesùs, fase condensada en el tiempo pero inmensamente amplia en su significado real de extensión de la obra redentora a todos los hombres de todos los tiempos y de todos los lugares, porque todos los que se salvan se hacen partícipes de la Redención.

635 Cristo, por tanto, bajo a la profundidad de la muerte ( Cf. Mt 12, 40; Rm 10, 7; Ef 4,9) para "que  los muertos oigan la voz del Hijo de Dios y los que la oigan vivan" ( Jn 5, 25). Jesùs " Príncipe de la vida"  ( Hch 3, 15) aniquiló " mediante la muerte al señor del la muerte, es decir, al diablo y liberta a cuantos, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a la esclavitud" ( Hb 2, 14-15). En adelante, Cristo resucitado " tiene las llaves de la muerte y del Hades" ( Ap 1, 18) y " al nombre de Jesùs toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en los abismos" ( Flp 2, 10).

                        Un gran silencio reina hoy en la tierra, un gran silencio y una gran soledad. Un gran silencio porque el Rey duerme. La tierra ha temblado y se ha calmado porque Dios se ha dormido en la carne y ha ido a despertar a los que dormían desde hacia siglos....Va a buscar a Adán, nuestro primer Padre, la oveja perdida. Quiere ir a visitar a todos los que se encuentran en las tinieblas y a la sombra de la muerte. Va para liberar de sus dolores a Adán encadenado y a Eva, cautiva con él. El que es al mismo tiempo su Dios y su Hijo..." Yo soy tu Dios y por tu causa he sido hecho tu Hijo. Levántate, tú que dormías porque no te he creado para que permanezcas aquí encadenado en el infierno. Levántate de entre los muertos; yo soy la vida de los muertos" ( Antigua homilìa para el Sábado Santo).

                                                                     Resumen


636                 En la expresión " Jesùs descendió a los infiernos" el Símbolo confiesa que Jesùs murió realmente, y que, por su muerte en favor nuestro, ha vencido a la muerte y al diablo, " señor de la muerte" ( Hb 2, 14).

637                 Cristo muerto, en su alma unida a su persona divina, descendió a la morada de los muertos. Abrió las puertas del cielo a los justos que le había precedido." ( CIC 631-637).


Comentario: El amor a Dios con " todo el corazón y con toda el alma" es la que nos anima a pedirle   insistentemente aumente nuestra fe  en Cristo, muerto y resucitado,  para que El se haga presente en todos y cada uno de los momentos de nuestra vida, e ilumine nuestras conciencias, incitándonos a participar con todas las fuerzas en las vicisitudes y en los problemas de la historia humana.

lunes, 17 de julio de 2017

" La profesión de la fe" ( CIC 627-630)



                                    " No dejaras que tu santo vea la corrupción"


627 La muerte de Cristo fue una verdadera muerte en cuanto que puso fin a su existencia humana terrena. Pero a causa de la unión que la persona del Hijo conservó con su cuerpo, éste no fue un despojo mortal. como los demás porque  " no era posible  que la muerte lo dominase" ( Hch 2, 24) y por eso " la virtud divina preservó de la corrupción al cuerpo de Cristo " ( Santo Tomás de Aquino, s. th. 3, 51, 3). De Cristo se puede decir a la vez: " Fue arrancado de la tierra de los vivos" ( Is 53, 8), y: " Mi carne reposará en la espera de que no abandonarás mi alma en el Infierno ni permitirás que tu santo experimente la corrupción" ( Hch 2, 26 - 27 ; Cf. Sal 6, 9-1). La Resurrección de Jesùs " al tercer día " ( 1Co 15, 4; Lc 24, 46 ), era el signo de ello,  también porque se suponía que la corrupción se manifestaba a partir del cuarto día ( Cf. Jn 11, 39).

                                                  " Sepultados con Cristo..."


628 El Bautismo, cuyo signo original y pleno es la inmersión, significa eficazmente la bajada del cristiano al sepulcro muriendo al pecado con Cristo para una nueva vida: " Fuimos, pues, con El sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva " ( Rm 6, 4; Cf. Col 2, 12; Ef 5, 26).

                                                                   Resumen

629 Jesùs gustó la muerte para bien de todos ( Cf. Hb 2, 9). Es verdaderamente el Hijo de Dios hecho hombre que murió y fue sepultado.

630 Durante el tiempo que Cristo permaneció en el sepulcro su Persona divina continuò asumiendo tanto su alma como su cuerpo, separados sin embargo entre sí por causa de la muerte. Por eso el cuerpo muerto de Cristo " no conoció la corrupción" ( Hch 13, 37)." ( CIC 627- 630).


Comentario:  "Pensar en la muerte de Cristo se traduce en una invitación a situarnos con absoluta sinceridad ante nuestro quehacer ordinario, a tomar en serio la fe que profesamos." Somos conscientes de esa responsabilidad? Somos luz del mundo y sal de la tierra como nos pide el Señor?



domingo, 9 de julio de 2017

" La profesión de la fe" ( CIC 624-626)




                                            " Párrafo 3 : Jesucristo fue sepultado



624 " Por la gracia de Dios, gusto la muerte para bien de todos" ( Hb 2, 9). En su designio de salvación Dios dispuso que su Hijo no solamente " muriese por nuestros pecados" ( 1Co 15, 3) sino también que gustase la muerte", es decir, que conociera el estado de muerte, el estado de separación entre su alma y su cuerpo durante el tiempo comprendido entre el momento en que El expira en la Cruz y el momento en que resucitó. Este estado de Cristo muerto es el misterio del sepulcro y del descenso a los infiernos. Es el misterio del Sábado Santo en el que Cristo depositado en la tumba ( Cf. Jn 19, 42) manifiesta el gran reposo sabático de Dios ( Cf. Hb 4, 4-9) después de realizar ( Cf. Jn 19, 30) la salvación de los hombres que establece en la paz al universo entero ( Cf. Col 1, 18-20).

                                             El cuerpo de Cristo en el sepulcro

625 La permanencia de Cristo en el sepulcro constituye el vínculo real entre el estado posible de Cristo antes de la Pascua y su actual estado glorioso de resucitado. Es la misma persona de " El que vive" que puede decir: " Estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos" ( Ap 1,
18):

                        Dios ( el Hijo) no impidió a la muerte separar el alma del cuerpo, según el orden necesario de la naturaleza, pero lo reunió de nuevo, uno con otro, por medio de la Resurrección, a fin de ser El mismo en persona el punto de encuentro de la muerte y de la vida deteniendo en El la descomposición de la naturaleza que produce la muerte y resultando El mismo el  principio de reunión de las partes separadas ( San Gregorio de Nisa, or. catch. 16 ).


626 Ya que el " Príncipe de la vida que fue llevado a la muerte" ( Hch 3, 15) es al mismo tiempo " el Viviente que ha resucitado" ( Lc 24, 5-6), era necesario que la persona divina del Hijo de Dios haya continuado asumiendo su alma y su cuerpo separados entre si por la muerte:


                        Por el hecho de que en la muerte de Cristo el alma haya sido separada de la carne, la persona única no se encontró dividida en dos personas; porque el cuerpo y el alma de Cristo existieron por la misma razón desde,el principio en la persona del Verbo; y en la muerte, aunque separados el uno de la otra, permanecieron cada cual con la misma y única persona del Verbo ( San Juan Damasceno, f. o. 3, 27)." (CIC 624-626).


Comentario: El misterio del Sepulcro nos invita a morir con Cristo en nuestras miserias y pecados y a resucitar con El a una nueva vida de amor  a Dios y en El a nuestros hermanos y a nosotros mismos  "el nuestro a de ser un amor sacrificado, diario, hecho de mil detalles de comprensión, de sacrificio silencioso, de entrega que no se nota "sólo así lograremos implantar en el mundo el Reino de justicia y paz de los hijos de Dios. que Cristo nos ha revelado con su Encarnación, Muerte y Resurrección.

domingo, 2 de julio de 2017

" La profesión de la fe" (CIC 619-623)



                                                         " Resumen

619               " Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras" ( 1Co 15, 3).

620              Nuestra salvación procede de la iniciativa del amor de Dios hacia nosotros porque " El nos amó y nos envió a su Hijo como propiciaciòn por nuestros pecados" ( 1Jn 4, 10). " En Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo" ( 2Co 5, 19).

621             Jesùs se ofreció libremente por nuestra salvación. Este don lo significa y lo realiza por anticipado durante la última cena: " Este es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros" ( Lc 22, 19).

622                La redención  de Cristo consiste en que El " ha venido a dar su vida como rescate por muchos"  (Mt 20, 28), es decir, " a amar a los suyos hasta el extremo" ( Jn 13,1) para que ellos fuesen  "rescatados de la conducta necia heredada de sus padres" ( 1P 1, 18).

623              Por su obediencia amorosa a su Padre, " hasta la muerte de cruz" ( Flp 2, 8), Jesùs cumplió la misión expiatoria ( Cf. Is 53, 10) del Siervo doliente que " justifica a muchos cargando con las culpas de ellos" ( Is 53, 11; Cf. Rm 5, 19)."(CIC 619- 623).  


Comentario: Con la consideraciòn de la vida de Cristo, su Encarnaciòn , su Vida oculta y su Muerte y Resurrecciòn debemos preguntarnos en la presencia del Señor: ¿Estàs viviendo la vida de Cristo, en tu vida ordinaria en medio del mundo? ¿ Estas atento a hacer las cosas como un hijo de Dios, atento a la voluntad de su Padre, para que de esta manera puedas empujar a todas las almas a participar de las cosas buenas, nobles, divinas y humanas de la redención?.