martes, 26 de septiembre de 2017

" La profesión de la fe " ( CIC 668-672)




                      " Artículo 7: " Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos"

                                                       I Volverá en gloria

                                              Cristo reina ya mediante la Iglesia...

668 " Cristo murió y volvió a la vida para eso, para ser Señor de muertos y vivos" ( Rm 14,9). La Ascensión de Cristo al Cielo significa su participación , en su humanidad, en el poder y en la autoridad de Dios mismo. Jesucristo es Señor: posee todo poder en los cielos y en la tierra. El está  "por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominación" porque el Padre " bajo sus pies sometió todas las cosas" ( Ef 1, 20-22). Cristo es el Señor del cosmos ( Cf. Ef 4, 10; 1Co 15, 24.27-28) y de la historia. En El, la historia de la humanidad e incluso toda la Creación encuentran su recapitulación ( Ef 1, 10), su cumplimiento trascendente.

669 Como Señor, Cristo es también la cabeza de la Iglesia que es su Cuerpo ( Cf. Ef 1, 22). Elevado al cielo y glorificado, habiendo cumplido así su misión permanece en la tierra en su Iglesia. La Redención es la fuente de la autoridad que Cristo, en virtud del Espíritu Santo ejerce sobre la Iglesia  (Cf. Ef 4, 11-13). " La Iglesia, o el reino de Cristo presente ya en misterio",  " constituye el germen y el comienzo de este Reino en la tierra" ( LG 3; 5).

670 Desde la Ascensión, el designio de Dios ha entrado en su consumación. Estamos ya en la "última hora" ( 1Jn 2, 18; Cf. 1 P 4,7). " El final de la historia ha llegado ya a nosotros y la renovación del mundo está ya decidida de manera irrevocable e incluso de alguna manera real está ya por anticipado en este mundo. La Iglesia, en efecto, ya en la tierra, se caracteriza por una verdadera santidad, aunque todavía imperfecta" ( LG 48). El Reino de Cristo manifiesta ya su presencia por los signos milagrosos ( Cf. Mc 16, 17-18) que acompañan su anuncio por la Iglesia ( Cf. Mc 16, 20).


                                          ...esperando que todo le sea sometido

671 El Reino de Cristo, presente ya en su Iglesia, sin embargo, no está todavía acabado " con gran poder y gloria" ( Lc 21, 27; Cf. Mt 25, 31) con el advenimiento del Rey a la tierra. Este Reino aún es objeto de los ataques de los poderes del mal ( Cf. 2Ts 2, 7), a pesar de que estos poderes hayan sido vencidos en su raíz por la Pascua de Cristo. Hasta que todo le haya sido sometido ( Cf. 1Co 15, 28), y " mientras no haya nuevos cielos y nueva tierra, en los que habite la justicia, la Iglesia peregrina lleva en sus sacramentos e instituciones, que pertenecen a este tiempo, la imagen de este mundo que pasa. Ella misma vive entre las criaturas que gimen en dolores de parto hasta ahora y que esperan la manifestación de los hijos de Dios" ( LG 48). Por esta razón los cristianos piden, sobre todo en la Eucaristía ( Cf. 1Co 11, 26), que se apresure el retorno de Cristo ( Cf. 2P 3, 11-12) cuando suplican:  " Ven, Señor Jesùs" ( Cf. 1Co 16, 22; Ap 22, 17-20).


672 Cristo afirmó antes  de su Ascensión que aún no era la hora del establecimiento glorioso del Reino mesiánico esperado por Israel ( Cf. Hah 1, 6-7) que, según los profetas ( Cf. Is 11, 1-9), debía traer a todos los hombres el orden definitivo de la justicia, del amor y de la paz. El tiempo presente, según el Señor, es el tiempo del Espíritu y del testimonio ( Cf. Hah 1, 8), pero es también un tiempo marcado todavía por la " tristeza" ( 1Co 7, 26) y la prueba del mal ( Cf. Ef 5, 16) que afecta también a la Iglesia ( Cf. 1P 4, 17) inaugura los combates de los últimos días ( 1Jn 2, 18; 4, 3; 1Tm 4, 1). Es un tiempo de espera y de vigilia ( Cf. Mt 25, 1-13; Mc 13, 33-37)". (CIC 668-672).

Comentario: Esos eran los designios de Dios: Jesùs muriendo en la Cruz, nos daba el Espíritu de Verdad y de Vida. Cristo permanece en su Iglesia: en sus sacramentos, en su liturgia, en su predicación, en toda su actividad. De modo especial Cristo sigue entre nosotros, en esa entrega diaria de la Sagrada Eucaristía. Por eso la Misa es centro y raíz de la vida cristiana.


 

lunes, 18 de septiembre de 2017

" La profesión de la fe" ( CIC 665-667)




                                                                 "Resumen

665                  La ascensión de Jesucristo marca la entrada definitiva de la humanidad de Jesùs en el dominio celestial de Dios de donde ha de volver ( cf. Hah 1, 11), aunque mientras tanto lo esconde a los ojos de los hombres ( Cf. Col 3, 3).

666                 Jesucristo, cabeza de la Iglesia, nos precede en el Reino glorioso del Padre para que nosotros, miembros de su cuerpo, vivamos en la esperanza de estar un día con El eternamente.

667                 Jesucristo, habiendo entrado una vez por todas en el santuario del cielo, intercede sin cesar por nosotros como el mediador que nos asegura permanentemente la efusión del Espíritu Santo. " ( CIC 665-667).


Comentario: Cristo ha subido a los cielos, pero ha transmitido a todo lo humano honesto la posibilidad concreta de ser redimido. El mundo es santificable en la labor ordinaria, el trabajo de cada día es santificable y santificador, la rectitud de intención y el deseo de hacer siempre y en todo la voluntad de Dios debe ser nuestra norma de conducta, al irse el Señor nos ha dejado el encargo de " Id a todo el mundo y anunciad el evangelio", esa labor no admite espera.

lunes, 11 de septiembre de 2017

" La profesión de la fe " ( CIC 659-664)



                Artículo 6: " Jesucristo subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios,
                                                             Padre todopoderoso"


659 " Con esto, el Señor Jesùs, después de hablarles, fue elevado al Cielo y se sentó a la diestra de Dios" ( Mc 16, 19). El cuerpo de Cristo fue glorificado desde el instante de su Resurrección como lo prueban las propiedades nuevas y sobrenaturales, de las que desde entonces su cuerpo disfruta para siempre ( Cf. Lc 24, 31; Jn 20, 19. 26). Pero durante los cuarenta días en los que El come y bebe familiarmente con sus discípulos ( Cf. Hah 10, 41) y les instruye sobre el Reino ( Cf. Hah 1, 3), su gloria aún queda velada bajo los rasgos de una humanidad ordinaria ( Cf. Mc 16, 12; Lc 24, 15; Jn 20, 14-15; 21, 4). La última aparición de Jesùs termina con la entrada irreversible de su humanidad en la gloria divina simbolizada por la nube ( Cf. Hch 1, 9; Cf. también Lc 9, 34-35; Ex 13, 22) y por el cielo ( Cf. Lc 24, 51) donde El se sienta para siempre a la derecha de Dios ( Cf. Mc 16,19; Hch 2, 33; 7, 56; Cf. también Sal 110, 1). Sólo de manera completamente excepcional y única, se muestra a Pablo " como un abortivo" ( 1Co 15, 8) en una última aparición que constituye a éste en apóstol
( Cf. 1Co 9, 1; Ga 1,16).


660 El carácter velado de la gloria del Resucitado durante este tiempo se transparenta en sus palabras misteriosas a Maria Magdalena: " Todavía no he subido al Padre. Vete donde los hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios " ( Jn 20, 17). Esto indica una diferencia de manifestación entre la gloria de Cristo resucitado y la de Cristo exaltado a la derecha del Padre. El acontecimiento a la vez histórico y trascendente de la Ascensión marca la transición de una a otra.

661  Esta última etapa permanece estrechamente unida a la primera, es decir, a la bajada desde el cielo realizada en la Encarnación. Sólo el que  " salió del Padre" puede " volver al Padre": Cristo
( Cf. Jn 16, 28). " Nadie ha subido al cielo sino el que bajo del cielo: el Hijo del hombre" ( Jn 3, 13; Cf. Ef 4, 8-10). Dejada a sus fuerzas naturales, la humanidad no tiene acceso a la " Casa del Padre"
( Jn 14, 2), a la vida y a la felicidad de Dios. Sólo Cristo ha podido abrir este acceso al hombre: " ha querido precedernos como cabeza nuestra para que nosotros, miembros de su Cuerpo, vivamos con la ardiente esperanza de seguirlo en su Reino" ( M, Prefacio de la Ascensión).

662 " Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí" ( Jn 12, 32). La elevación en la Cruz significa y anuncia la elevación en la Ascensión al cielo. Es su comienzo. Jesucristo, único Sacerdote de la Alianza nueva y eterna, no " penetrò en un Santuario hecho por mano de hombre..., sino en el mismo cielo  para presentarse ahora ante el acatamiento de Dios en favor nuestro "
( Hb 9, 24). En el cielo, Cristo ejerce permanentemente su sacerdocio. " De ahí que pueda salvar perfectamente a los que por El se llegan a Dios ya que está siempre vivo para interceder en su favor" (Hb 7, 25). Como  " Sumo Sacerdote de los bienes futuros" ( Hb 9, 11), es el centro y el oficiante principal de la liturgia que honra al Padre en los cielos ( Cf. Ap 4, 6- 11).

663 Cristo, desde entonces, está sentado a la derecha del Padre: " por derecha del Padre entendemos la gloria y el honor de la divinidad, donde El que existía como Hijo de Dios antes de todos los siglos, como Dios y consubstancial al Padre, está sentado corporalmente después de que se encarna y de que su carne fue glorificada ( San Juan Damasceno, f. o. 4, 2; PG 94, 1104C).

664 Sentarse a la derecha del Padre significa la inauguración del reino del Mesìas, cumpliéndose la visión del profeta Daniel respecto del Hijo del hombre: " A él se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un imperio eterno, que nunca pasarà y su reino no será destruido jamas" ( Dn 7, 14). A partir de este momento, los apóstoles se convirtieron en los testigos del " Reino que no tendrá fin" ( Símbolo de Nicea- Constantinopla"
  (CIC 659-664).

Comentario: Jesùs se ha ido a los cielos!!..Pero los cristianos podemos , en la oración y en la Eucaristía, tratarle para encendernos en su celo apostòlico que es sembrar la paz y la alegría con el servicio, porque el apostolado es servir. sin importar si ese servicio es reconocido y alabado , vale la pena hacer todo con Amor a Dios y a los hombres.

domingo, 3 de septiembre de 2017

" La profesión de la fe " ( CIC 656-658)




                                                                  Resumen

656                La fe en la Resurrección tiene por objeto un acontecimiento a la vez históricamente atestiguado por los discípulos que se encontraron realmente con el Resucitado, y misteriosamente trascendente en cuanto entrada de la humanidad de Cristo en la gloria de Dios.

657               El sepulcro vacío y las vendas en el suelo significan por sí mismas que el cuerpo de Cristo ha escapado por el poder de Dios de las ataduras de la muerte y de la corrupción. Preparan a los discípulos para su encuentro con el Resucitado.

658              Cristo, " el primogénito de entre los muertos" ( Col 1, 18), es el principio de nuestra propia resurrección, ya desde ahora por la justificación de nuestra alma ( Cf. Rm 6, 4), más tarde por la vivificación de nuestro cuerpo ( Cf. Rm 8, 11). ( CIC 656-658).


Comentario: El Papa Benedicto XVI en " Jesùs de Nazareth" dice: " La resurrección da entrada al espacio nuevo que abre la historia más allá de sí misma y crea lo definitivo....Se podría expresar tal vez todo esto así: la resurrección de Jesùs va más allá de la historia, pero ha dejado su huella en la historia. Por eso puede ser refrendada por testigos como un acontecimiento de una cualidad del todo nueva".