lunes, 24 de diciembre de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 1015-1019)



                                                                      " Resumen


1015                                     " Caro salutis est cardo" ( "La carne es soporte de la salvación")  (Tertuliano, res., 8,2) Creemos en Dios que es creador de la carne; creemos en el Verbo hecho carne para rescatar la carne; creemos en la resurrección de la carne, perfección de la creación y de la redención de la carne.

1016                                      Por la muerte, el alma se separa del cuerpo, pero en la resurrección Dios devolverá la vida incorruptible a nuestro cuerpo transformado, reuniéndolo con nuestra alma. Así como Cristo ha resucitado y vive para siempre, todos resucitaremos en el último día. 

1017                                     " Creemos en la verdadera resurrección de esta carne que poseemos ahora" ( DS 854). No obstante se siembra en el sepulcro un cuerpo corruptible, resucita un cuerpo incorruptible ( Cf. 1Co 15, 42), un  " cuerpo espíritual" ( 1Co 15, 44).

1018                                     Como consecuencia del pecado original, el hombre debe sufrir " la muerte corporal, de la que el hombre se habría liberado, si no hubiera pecado" ( GS 18).

1019                                     Jesús, el Hijo de Dios, sufrió libremente la muerte por nosotros en una sumisión total y libre a la voluntad de Dios, su Padre. Por su muerte venció a la muerte, abriendo así a todos los hombres la posibilidad de la salvación." ( CIC 1015-1019).

Comentario: Esperemos con fe y con amor el momento de la muerte que no es un juicio sino el encuentro con nuestro Padre Dios. Recordemos a San Juan Pablo II que antes de morir pidió  "Dejadme ir a la casa de mi Padre", es un encuentro de familia y de amor.

viernes, 14 de diciembre de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 1010-1014)




                                              " El sentido de la muerte cristiana

1010 Gracias a Cristo, la muerte cristiana tiene un sentido positivo. " Para mí, la vida es Cristo y morir una ganancia" ( Flp 1, 21). " Es cierta esta afirmación: si hemos muerto con El, también viviremos con El " ( 2Tm 2, 11). La novedad esencial de la muerte cristiana está ahí: por el Bautismo, el cristiano está ya sacramentalmente " muerto con Cristo", para vivir una vida nueva; y si morimos en la gracia de Cristo, la muerte física consuma este " morir con Cristo" y perfecciona así nuestra incorporación a El en su acto redentor:

                            Para mí es mejor morir en ( " eis") Cristo Jesús que reinar de un extremo a otro de la tierra. Lo busco a El, que ha muerto por nosotros; lo quiero a El, que ha resucitado por nosotros. Mi parto se aproxima...Déjame recibir la luz pura; cuando yo llegue allí, seré un hombre ( San Ignacio de Antioquía, Rom 6, 1-2).

1011 En la muerte, Dios llama al hombre hacia sí. Por eso, el cristiano puede experimentar hacia la muerte un deseo semejante al de san Pablo: " Deseo partir y estar con Cristo" ( Flp 1, 23); y puede transformar su propia muerte en un acto de obediencia y de amor hacia el Padre, a ejemplo de Cristo  (Cf. Lc 3, 46):

                             Mi deseo terreno ha desaparecido...; hay en mí un agua viva que murmura y que dice desde dentro de mí " ven al Padre" ( San Ignacia de Antioquía. Rom 7, 2).

                             Yo quiero ver a Dios y para verlo es necesario morir ( Santa Teresa, vida I).

                             Yo  no muero entro en la vida ( Santa Teresa del Niño Jesús, verba).

1012 La visión cristiana de la muerte ( Cf. 1Ts 4, 13-14) se expresa  de modo privilegiado en la liturgia de la Iglesia:

                            La vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma; y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo ( MR. Prefacio de difuntos).

1013 La muerte es el fin de la peregrinación terrena del hombre, del tiempo de gracia y de misericordia que Dios le ofrece para realizar su vida terrena según el designio divino y para decidir su último destino. Cuando ha tenido fin " el único curso de nuestra vida terrena" ( LG 48), ya no volveremos a otras vidas terrenas. " Está establecido que los hombres mueran una sola vez " ( Hb 9, 7). No hay " reencarnación" después de la muerte.

1014 La Iglesia nos anima a prepararnos para la hora de nuestra muerte ( " De la muerte repentina e imprevista, líbranos Señor": antiguas Letanías de los santos), a pedir a la Madre de Dios que interceda por nosotros " en la hora de nuestra muerte" ( Avemaría), y a confiarnos a san José, patrono de la buena muerte:

                              Habrías de ordenarte en toda cosa como si luego hubieses de morir. Si tuvieses buena conciencia no temerías mucho la muerte. Mejor sería huir de los pecados que de la muerte. Si hoy no estás aparejado, cómo lo estarás mañana? ( Imitación de Cristo).

                              Y por la hermana muerte. ¡ loado mi Señor!
                              Ningún viviente escapa de su persecución;
                              ¡ ay si en pecado grave sorprende al pecador!
                              ¡ Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!
                                   
                                                                ( San Francisco de Asís, cant)" ( CIC 1010-1014).

Comentario:Es una sana costumbre pensar por lo menos una vez al año en nuestra muerte y hacer una buena confesión como lo recomienda la Iglesia en sus mandamientos para ayudarnos a estar preparados al encuentro que algún día tendremos con el Señor que si hemos sido fieles no será un Juez sino sólo JESÚS.
 

                           










 

  

sábado, 8 de diciembre de 2018

" La profesión de la fe " ( CIC 1002-1009)



                                                  "  Resucitados con  Cristo

1002 Si es verdad que Cristo nos resucitará en " el último día", también lo es, en cierto modo, que nosotros ya hemos resucitado con Cristo. En efecto, gracias al Espíritu Santo, la vida cristiana en la tierra es, desde ahora, una participación en la muerte y en la Resurrección de Cristo:

                                        Sepultados con El en el bautismo, con El también habéis resucitado por la fe en la acción de Dios, que le resucitó de entre los muertos...Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios ( Col 2, 12; 3, 1).

1003" Unidos a Cristo por el Bautismo, los creyentes participan ya realmente en la vida celestial de Cristo resucitado ( Cf. Flp 3, 20), pero esta vida permanece escondida con Cristo en Dios" ( Col 3, 3). " Con El nos ha resucitado y hecho sentar en los cielos con Cristo Jesús" ( Ef 2, 6). Alimentados en la Eucaristía con su Cuerpo, nosotros pertenecemos ya al Cuerpo de Cristo. Cuando resucitemos en el último día también nos " manifestaremos con El llenos de gloria" ( Col 3, 4).


1004 Esperando este día, el cuerpo y el alma del creyenye participan ya de la dignidad de ser " en Cristo", donde se basa la exigencia del respeto hacia el propio cuerpo, y también hacia el ajeno, particularmente cuando sufre:

                                       El cuerpo es para el Señor y el Señor para el cuerpo. Y Dios que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros mediante su poder. ¿ No sabéis que nuestros cuerpos son miembros de Cristo?...¿ No os pertenecéis... Glorificad por tanto a Dios en vuestro cuerpo ( 1Co 6, 13-15. 19-20).

                                             II Morir en Cristo Jesús

1005 Para resucitar con Cristo, es necesario morir con Cristo, es necesario " dejar este cuerpo para ir a morar cerca del Señor" ( 2Co 5, 8). En esta " partida"  ( Flp 1, 23) que es la muerte, el alma se separa del cuerpo. Se reunirá con su cuerpo el día de la resurrección de los muertos ( Cf. SPF 8).

                                                        La muerte

1006 " Frente  a la muerte, el enigma de la condición humana alcanza su cumbre " ( GS 18). En un sentido, la muerte corporal es natural, pero por la fe sabemos que realmente es " salario del pecado"  (Rm 6, 23; CF Gn 2, 17). Y para los que mueren en la gracia de Cristo, es una participación en la muerte del Señor para poder participar también en su Resurrección ( Cf. Rm 6, 3-9; Flp 3, 10-11)

1007 La muerte es el final de la vida terrena. Nuestras vidas están medidas por el tiempo, en el curso del cual cambiamos, envejecemos y como en todos los seres vivos de la tierra, al final áparece la muerte como terminación normal de la vida, Este aspecto de la muerte da urgencia a nuestras vidas: el recuerdo de nuestra mortalidad sirve también para hacernos pensar que no contamos más que con un tiempo limitado para llevar a término nuestra vida::

                                         Acuérdate de tu Creador en tus días mozos..., mientras no vuelva el polvo a la tierra, a lo que era, y el espíritu vuelva a Dios que es quien lo dio ( Qo 12, 1.7).

1008 La muerte es consecuencia del pecado. Intérprete auténtico de las afirmaciones de la Sagrada Escritura ( Cf. Gn 2, 17; 3, 3; 3, 19; Sb 1, 13; Rm 5, 12;6, 23) y de la Tradición, el Magisterio de la Iglesia enseña que la muerte entró en el mundo a causa del pecado del hombre ( Cf. DS 1511). Aunque el hombre poseyera una naturaleza mortal, Dios lo destinaba a no morir. Por tanto, la muerte fue contraria a los designios de Dios Creador, y entró en el mundo como consecuencia del pecado  (Cf. Sb 2, 23-24). " La muerte temporal de la cual el hombre se habría liberado sino hubiera pecado"  (GS 18), es así " el último enemigo" del hombre que debe ser vencido ( Cf. 1Co 15, 26).

1009 La muerte fue transformada por Cristo . Jesús, el Hijo de Dios, sufrió también la muerte, propia de la condición humana. Pero, a pesar de su angustia frente a ella ( Cf. Mt 14, 33-34; Hb 5, 7-8), la asumió en un acto de sometimiento total y libre a la voluntad del Padre. La obediencia de Jesús transformó la maldición de la muerte en bendición ( Cf. Rm 5, 19-21)." ( CIC 1002-1009).

Comentario:Hoy es el día de la fiesta de la Inmaculada y en la segunda lectura de la misa se leen unos versiculos de la espístola de San pablo a los Efesios en los cuales el ápostol nos recuerda tres acciones de Dios que sí las tuvieramos más presentes en nuestra vida no tendríamos temor a la muerte: Somos bendecidos por Dios al haber sido llamados a la vida  que vivimos cada día con gracias desde que abrimos los ojos hasta que los cerramos. Somos elegidos por Dios desde antes de la creación del mundo para ser santos e irreprochables en su presencia siguiendo el modelo de Cristo. Somos hijos de Dios la filiación divina que nos ganó Cristo con su muerte y su Resurrección y que se nos infunde en el Bautismo sacramento de iniciación a la vida de la gracia. Sigamos el ejemplo de Nuestra Señoira en su humildad y en su disponibilidad para escuchar las palabras del Señor y ponerlas por obra.        





 

               



  

domingo, 2 de diciembre de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 997-1001)



                                                    " ¿Cómo resucitan los muertos?



997  ¿Qué es resucitar? En la muerte, separación del alma y el cuerpo, el cuerpo del hombre cae en la corrupción, mientras que su alma va al encuentro con Dios, en espera de reunirse con su cuerpo glorificado. Dios en su omnipotencia dará definitivamente a nuestros cuerpos la vida incorruptible uniéndolos a nuestras almas, por virtud de la Resurrección de Jesús.

998 ¿ Quién resucitará? Todos los hombres que han muerto: " Los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación " ( Jn 5, 29; Cf. Dn 12, 2).

999 ¿ Cómo? Cristo resucitó con su propio cuerpo: " Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo "  (Lc 24, 39); pero El no volvió a la vida terrenal. Del mismo modo, en El " todos resucitarán con su propio cuerpo, que tienen ahora" ( Cc. de Letrán IV: DS 801), pero este cuerpo será " transfigurado en cuerpo de gloria" ( Flp 3, 21), en " cuerpo espiritual" ( 1Co 15, 44):

                            Pero dirá alguno: ¿ cómo resucitan los muertos? ¿ Con que cuerpo vuelven a la vida? ¡ Necio! Lo que tú siembras no revive si no muere. Y lo que tú siembras no es el cuerpo que va a brotar, sino un simple grano... se siembra corrupción, resucita incorrupción...; los muertos resucitarán incorruptibles. En efecto, es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad ( 1 Co 15, 35-37. 42. 53).

1000 Este " cómo" sobrepasa nuestra imaginación y nuestro entendimiento; no es accesible más que en la fe. Pero nuestra participación en la Eucaristía nos da ya un anticipio de la transfiguración de nuestro cuerpo por Cristo:

                           Así como el pan que viene de la tierra, después de haber recibido la invocación de Dios, ya no es pan ordinario, sino Eucaristía, constituida por dos cosas, una terrena y otra celestial, así nuestros cuerpos que participan en la Eucaristía ya no son corruptibles, ya que tienen la esperanza de la resurrección ( San Ireneo de Lyon, haer, 4, 18, 4-5).

1001 ¿ Cuándo? Sin duda en el  " último día " ( Jn 6, 39-40. 44. 54; 11, 24); " al fin del mundo" ( LG 48). En efecto, la resurrección de los muertos está íntimamente asociada a la Parusía de Cristo:

                          El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar ( 1Ts 4, 16)" ( CIC 997-1001).

Comentario: Tengamos muy presente estas promesas divinas, que no pueden fallar, sobre todo en los momentos de dolor, de cansancio, de sufrimiento...Hagamos nuestra la oración de San Josemaría cuando predicaba sobre los novísimos: " Señor, creo que resucitaré; creo que mi cuerpo volverá a unirse con mi alma, para reinar eternamente contigo; por tus méritos infinitos, por la intercesión de tu Madre, por la predilección que has tenido conmigo".   

     

lunes, 26 de noviembre de 2018

" La profesión de la fe" ( 992-996)



                                               I La resurrección de Cristo y la nuestra

                                                  Revelación progresiva de la resurrección

992  La resurrección de los muertos fue revelada progresivamente por Dios a su Pueblo. La esperanza en la resurrección corporal de los muertos se impuso como una consecuencia intrínseca de la fe en un Dios creador del hombre todo entero, alma y cuerpo. El creador del cielo y de la tierra es también Aquel que mantiene fielmente su Alianza con Abraham y su descendencia. En esta doble perspectiva comienza a expresarse la fe en la resurrección. En sus pruebas, los mártires Macabeos confiesan:

                     El Rey del mundo, a nosotros que morimos por sus leyes, nos resucitará a una vida eterna ( 2M 7, 9). Es preferible morir a manos de los hombres con la esperanza que Dios otorga de ser resucitados de nuevo por El ( 2M 7, 14; Cf. 7, 29; Dn 12, 1-13).

993 Los fariseos ( Cf. Hch 23, 6) y muchos contemporáneos del Señor ( Cf. Jn 11, 24) esperaban la resurrección. Jesús la enseña firmemente. A los saduceos que la niegan responde: " Vosotros no conocéis ni las Escrituras ni el poder de Dios, vosotros estáis en el error" ( Mc 12, 24). La fe en la resurrección descansa en la fe en Dios que " no es un Dios de muertos sino de vivos" ( Mc 12, 27).

994 Pero hay más: Jesús liga la fe en la resurrección a la fe en su propia persona: " Yo soy la resurrección y la vida" ( Jn 11, 25). Es el mismo Jesús el que resucitará en el último día a quienes hayan creído en El ( cf. Jn 5, 24-25; 6, 40) y hayan comido su cuerpo y bebido su sangre ( Cf. Jn 6, 54). En su vida pública ofrece ya un signo y una prenda de la resurrección devolviendo la vida a algunos muertos ( cf. Mc 5, 21-42; Lc 7, 11-17; Jn 11), anunciando así su propia Resurrección que, no obstante, será de otro orden. De este acontecimiento único, El habla como del " signo de Jonás"  (Mt 12, 39), del signo del Tempo ( Cf. Jn 2, 19-22): anuncia su Resurrección al tercer día después de su muerte ( Cf. Mc 10, 34).

995 Ser testigo de Cristo es ser " testigo de su Resurrección" ( Hch 1, 22; cf. 4, 33) " haber comido y bebido con El después de su Resurrección de entre los muertos" ( Hch 10, 41). La esperanza cristiana en la resurrección está totalmente marcada por los encuentros con Cristo resucitado. Nosotros resucitaremos como El, con El, por El.

996 Desde el principio, la fe cristiana en la resurrección ha encontrado incomprensiones y oposiciones ( Cf. Hch 17, 32; 1Co 15, 12-13). " en ningún punto la fe cristiana encuentra más contradicción que en la resurrección de la carne" ( San Agustín, psal. 88, 2,5). Se acepta muy comúnmente que, después de la muerte, la vida de la persona humana continúa de una forma espiritual. Pero, ¿ cómo creer que este cuerpo tan manifiestamente mortal pueda resucitar a la vida eterna?" ( CIC 992-996).

Comentario: Sólo la fe en Dios y en su Hijo Jesucristo que es la Verdad y la Vida y que no puede engañarnos nos dá la plena confianza de aguardar la llamada definitiva de Dios y la consumación del mundo en el último día, cuando Cristo vendrá acompañado de los ángeles a tomar posesión de su reino. Entonces tendrá lugar la resurrección de todos los hombres y mujeres que han poblado la tierra, desde el primero hasta el último. 

domingo, 18 de noviembre de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 988-991)



                                " Artículo 11: " Creo en la resurrección de la carne"

988 El Credo cristiano - profesión de nuestra fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y en su acción creadora, salvadora y santificadora- culmina en la proclamación de la resurrección de los muertos al fin de los tiempos, y en la vida eterna.

989 Creemos firmemente, y así lo esperamos, que del mismo modo que Cristo ha resucitado verdaderamente de entre los muertos, y que vive para siempre, igualmente los justos después de su muerte vivirán para siempre con Cristo resucitado y que El los resucitará el último día ( Cf. Jn 6, 39-40). Como la suya, nuestra resurrección será obra de la Santísima Trinidad:
                       
                                           Si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros ( Rm 8, 11; Cf. 1Ts 4, 14; 1Co 6, 14; 2Co 4, 14; Flp 3, 10-11).

990 El término " carne" designa al hombre en su condición de debilidad y de mortalidad ( Cf. Gn 6, 3; Sal 56, 5; Is 40, 6). La " resurrección de la carne" significa que, después de la muerte, no habrá solamente vida del alma inmortal, sino que también nuestros " cuerpos mortales" ( Rm 8, 11) volverán a tener vida.

991 Creer en la resurrección de los muertos ha sido desde sus comienzos un elemento esencial de la fe cristiana. " La resurrección de los muertos es esperanza de los cristianos; somos cristianos por creer en ella" ( Tertuliano, res. 1, 1):

                                           ¿Cómo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si no resucitó Cristo, vana es nuestra predicación, vana también nuestra fe...¡ Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron ( 1Co 15, 12-14.20)." ( CIC 988-991).

Comentario: Nuestro Padre Dios nos creó como seres compuestos de alma y cuerpo, de espíritu y materia, y es su designio que así volvamos a El, para gozar eternamente de su bondad, de su belleza, de su sabiduría, en la vida futura. Hagamos méritos para cumplir su Voluntad!

lunes, 12 de noviembre de 2018

" La profesión de la fe" ( 984-987)



                                                                  " Resumen

984       El Credo relaciona " el perdón de los pecados" con la profesión de fe en el Espíritu Santo. En efecto, Cristo resucitado confió a los apóstoles el poder de perdonar los pecados cuando les dio el Espíritu Santo.

985       El Bautismo es el primero y principal sacramento para el perdón de los pecados: nos une a Cristo muerto y resucitado y nos da el Espíritu Santo.

986       Por voluntad de Cristo, la Iglesia posee el poder de perdonar los pecados de los bautizados y ella lo ejerce de modo habitual en el sacramento de la Penitencia por medio de los obispos y de los presbíteros.

987       " En la remisión de los pecados, los sacerdotes y los sacramentos son meros instrumentos de los que quiere servirse Nuestro Señor Jesucristo, único autor y dispensador de nuestra salvación, para borrar nuestras iniquidades y darnos la gracia de la justificación" ( Catech. R. 1, 11, 6)" ( CIC 984-987).


Comentario: Seamos agradecidos con Nuestro Señor Jesucristo que en su gran misericordia nos ha dejado los sacramentos del bautismo y la reconciliación para servirnos de su misericordia infinita, valoremos el sacramento de la reconciliación y acudamos a él con la confianza de que si estamos arrepentidos El siempre nos perdona.   

lunes, 5 de noviembre de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 981-983)



                                                        " II El poder de las llaves

981 Cristo, después de su Resurrección, envió a sus apóstoles a predicar " en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones " ( Lc 24, 47). Este " ministerio de la reconciliación" ( 2Co 5, 18), no lo cumplieron los apóstoles y sus sucesores anunciando solamente a los hombres el perdón de Dios merecido para nosotros por Cristo y llamándoles a la conversión y a la fe, sino comunicándoles también la remisión de los pecados por el Bautismo y reconciliándolos con Dios y con la Iglesia gracias al poder de las llaves recibido de Cristo:

                                         La Iglesia ha recibido las llaves del Reino de los cielos, a fin de que se realice en ella la remisión de los pecados por la sangre de Cristo y la acción del Espíritu Santo. En esta Iglesia es donde revive el alma, que estaba muerta por los pecados, a fin de vivir con Cristo, cuya gracia nos ha salvado ( San Agustín, serm. 214, 11).

982 No hay ninguna falta por grave que sea que la Iglesia no pueda perdonar. " no hay nadie, tan perverso y tan culpable, que no deba esperar con confianza su perdón siempre que su arrepentimiento sea sincero" ( Catech. R. 1, 11, 5). Cristo, que ha muerto por todos los hombres, quiere que, en su Iglesia, estén siempre abiertas las puertas del perdón a cualquiera que vuelva del pecado ( Cf. Mt 18, 21-22).

983 La catequesis se esforzará por avivar y nutrir en los fieles la fe en la grandeza incomparable del don que Cristo resucitado ha hecho a su Iglesia: la misión y el poder de perdonar verdaderamente los pecados, por medio del ministerio de los apóstoles y de sus sucesores:

                                           El Señor quiere que sus discípulos tengan un poder inmenso: quiere que sus pobres servidores cumplan en su nombre todo lo que había hecho cuando estaba en la tierra          (San Ambrosio, poenit, 1, 34).

                                           Los sacerdotes han recibido un poder que Dios no ha dado ni a los ángeles, ni a los arcángeles...Dios sanciona allá arriba todo lo que los sacerdotes hagan aquí abajo  (San Juan Crisóstomo, sac, 3, 5).

                                          Si en la Iglesia no hubiera remisión de los pecados, no habría ninguna esperanza, ninguna expectativa de una vida eterna y de una liberación eterna. Demos gracias a Dios que ha dado a la Iglesia semejante don ( San Agustín, serm. 213, 8).

Comentario:El Papa Francisco no cesa de recordarnos el don de la Misericordia divina que " no se cansa de perdonar" y quiere que nosotros seamos " misericordiosos, como vuestro Padre celestial es misericordioso". " ¡ Adelante, pase lo que pase! Bien cogidos del brazo del Señor, considera que Dios no pierde batallas"  si fallamos debemos arrepentirnos, acudir al sacramento de la reconciliación y recomenzar, aunque comencemos y recomencemos a diario  y a veces varias veces en el mismo día Dios nos espera amoroso como en la parábola del hijo pródigo.    

                                            

domingo, 28 de octubre de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 976-980)



                                               " Artículo 10 ' Creo en el perdón de los pecados'"

976 El Símbolo de los Apóstoles vincula la fe en el perdón de los pecados a la fe en el Espíritu Santo, pero también a la fe en la Iglesia y en la comunión de los santos. Al dar el Espíritu Santo a sus apóstoles, Cristo resucitado les confirió su propio poder divino de perdonar los pecados: " Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdóneis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos" ( Jn 20, 22-23).

                  ( La II parte del Catecismo tratará explícitamente del perdón de los pecados por el Bautismo, el sacramento de la Penitencia y los demás sacramentos, sobre todo la Eucaristía . Aquí basta con evocar brevemente, por tanto, algunos datos básicos).

                                  I Un solo bautismo para el perdón de los pecados

977 Nuestro Señor vinculó el perdón de los pecados a la fe y al Bautismo: " Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará" ( Mc 16, 15-16). El Bautismo es el primero y principal sacramento del perdón de los pecados porque nos une a Cristo muerto por nuestros pecados  y resucitado para nuestra justificación  ( Cf. Rm 4, 25), a fin de que " vivamos también una vida nueva" ( Rm 6, 4).

978 " En el momento en que hacemos nuestra primera profesión de fe, al recibir el santo Bautismo que nos purifica, es tan pleno y tan completo el perdón que recibimos, que no nos queda absolutamente nada por borrar, sea de la falta original, sea de las faltas cometidas por nuestra propia voluntad, ni ninguna pena que sufrir para expiarlas...Sin embargo, la gracia del Bautismo no libra a la persona de todas las debilidades de la naturaleza. Al contrario, todavía nosotros tenemos que combatir los movimientos de la concupiscencia que no cesan de llevarnos al mal" ( Catech R.1,11, 3).

979 En este combate contra la inclinación al mal, ¿ quién será lo suficientemente valiente y vigilante para evitar toda herida del pecado? " Si, pues, era necesario que la Iglesia tuviese el poder de perdonar los pecados, también hacía falta que el Bautismo no fuese para ella el único medio de servirse de las llaves del Reino de los cielos, que había recibido de Jesucristo; era necesario que fuese capaz de perdonar los pecados a todos los penitentes, incluso si hubieran pecado hasta el último momento de su vida" ( Catech.R. 1, 11, 4).

980 Por medio del sacramento de la Penitencia, el bautizado puede reconciliarse con Dios y con la Iglesia:

                                     Los padres tuviero razón en llamar a la penitencia " un bautismo laborioso" 
( San Gregorio Nac., or, 39,17). Para los que han caído después del Bautismo, es necesario para la salvación este sacramento de la Penitencia, como lo es el Bautismo para quienes aún no han sido regenerados ( Cc de Trento: DS 1672)" ( CIC 976-980).

Comentario: Todos los Papas han insistido en el amor que Dios nos tiene y en su infinita misericordia, como dice el Papa Francisco " Dios no se cansa de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón!" pensemos: ¿ cómo estamos respondiendo al gran amor que Dios nos tiene ? y ¿cómo podemos ser mejores cada día?. 


domingo, 21 de octubre de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 973-975)




                                                            " Resumen

973                               Al pronunciar el " fiat" de la Anunciación y al dar su consentimiento al Misterio de la Encarnación, María colabora ya en toda la obra que debe llevar a cabo su Hijo, Ella es Madre allí donde El es Salvador y Cabeza del Cuerpo místico.

974                               La Santísima Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo, en donde ella participa ya en la gloria de la resurrección de su Hijo, anticipando la resurreción de todos los miembros de su Cuerpo.

975                              " Creemos que la Santísima Madre de Dios, nueva Eva, Madre de la Iglesia, continúa en el cielo ejercitando su oficio materno con respecto a los miembros de Cristo" ( SPF 15"" (CIC 973-975).

Comentario: Recordemos siempre las palabras que pronunció la Santísima Virgen a san Diego  "Acaso no estoy Yo aquí, que soy tu Madre? " cuando nos sintamos solos o abandonados sin saber bien lo que debemos hacer o decir Ella siempre está a nuestro lado cuidándonos y protegiéndonos, ¡no perdamos nunca está confianza en su palabra!.

lunes, 15 de octubre de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 971-972)




                                              " II El culto a la Santísima Virgen

971 " Todas las naciones me llamarán bienaventurada" (Lc 1, 48): " La piedad de la Iglesia hacia la Santísima Virgen es un elemento intrínseco del culto cristiano" ( MC 56). La Santísima Virgen " es honrada con razón por la Iglesia con un culto especial. Y, en efecto, desde los tiempos más antiguos, se venera a la Santísima Virgen con el título de ' Madre de Dios', bajo cuya protección se acogen los fieles suplicantes en todos sus peligros y necesidades...Este culto... aunque del todo singular, es esencialmente diferente del culto de adoración que se da al Verbo encarnado, lo mismo que al Padre y al Espíritu Santo, pero lo favorece muy poderosamente" ( LG 66); encuentra su expresión en las fiestas litúrgicas dedicadas a la Madre de Dios ( Cf. SC 103) y en la oración mariana, como el Santo Rosario, " síntesis de todo el Evangelio" ( Cf. Pablo VI, MC 42).

                                        III María, icono escatológico de la Iglesia

972 Después de haber hablado de la Iglesia, de su origen de su misión y de su destino, no se puede concluir mejor que volviendo la mirada a María para contemplar en ella lo que es la Iglesia en su Misterio, en su " peregrinación de la fe", y lo que será al final de su marcha, donde le espera, " para la gloria de la Santísima e indivisible Trinidad", " en comunión con todos los santos" ( LG 69), aquella a quien la Iglesia venera como la Madre de su Señor y como su propia Madre:

                           Entre tanto, la Madre de Jesús, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y comienzo de la Iglesia que llegará a su plenitud en el siglo futuro. También en este mundo, hasta que llegue el día del Señor, brilla ante el Pueblo de Dios en marcha, como señal de esperanza cierta y de consuelo ( LG 68)."  ( CIC 971-972).

Comentario: Desde la cruz cuando el Señor nos dió a su Madre como nuestra Madre "¡ Hijo, ahí tienes a tu Madre!""¡ Mujer, ahí tienes a tu hijo!" Nuestra Señora no ha cesado de cuidarnos y protegernos de las acechanzas del maligno.
 En Fátima, La Santísima Virgen vino a advertirnos de las calamidades que sucederían si no nos convertiamos, como tristemente ha sucedido con los acontecimientos que vivimos en la historia contemporánea. Por un lado, un progreso material casi ilimitado, parejo a una decadencia en las costumbres como nunca  se vio antes. Vino al mismo tiempo, a indicar los medios de salvación: el rezo del Rosario, la práctica de los Cinco Primeros Sábados, la devoción al Inmaculado Corazón de María. " Si hicieren lo que Yo os diga, muchas almas se salvarán y tendrán paz". Si observamos bien, La Santísima Virgen pone condiciones sólo para evitar los castigos, pero no para hacer triunfar su Inmaculado Corazón. "¡ Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará!" ¡Seámos dóciles a sus indicaciones !    

 

domingo, 7 de octubre de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 963-970)



                                     "Párrafo 6 Mariá, Madre de Cristo, Madre de la Iglesia

963 Después de haber hablado del papel de la Virgen María en el Misterio de Cristo y del Espíritu, conviene considerar ahora su lugar en el Misterio de la Iglesia. " Se la reconoce y se la venera como verdadera Madre de Dios y del Redentor...más aún, 'es verdaderamente la madre de los miembros (de Cristo) porque colaboró con su amor a que nacieran en la Iglesia los creyentes, miembros de aquella cabeza' ( San Agustín, virg. 6)"."...María, Madre de Cristo, Madre de la Iglesia" ( Pablo VI, discurso 21 de noviembre de 1964).

                                          I La maternidad de María respecto de la Iglesia 

                                                   Totalmente unida a su Hijo...

964 El papel de María con relación a la Iglesia es inseparable de su unión con Cristo, deriva directamente de ella. " Esta unión de la Madre con el Hijo en la obra de la salvación se manifiesta desde el momento de la concepción virginal de Cristo hasta su muerte" ( LG 57). Se manifiesta particularmente en la hora de su pasión:

                                    La Bienaventurada Virgen avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz. Allí, por voluntad de Dios, estuvo de pie, sufrió intensamente con  su Hijo y se unió a su sacrificio con corazón de madre que, llena de amor, daba su consentimiento a la inmolación de su Hijo como víctima. Finalmente, Jesucristo, agonizando en la cruz, la dio como madre al discípulo con estas palabras: " Mujer, ahí tienes a tu hijo" ( Jn 19, 26-27) ( LG 58).

965 Después de la Ascención de su Hijo, María " estuvo presente en los comienzos de la Iglesia con sus oraciones" ( LG 59). Reunida con los apóstoles y algunas mujeres, " María pedía con sus oraciones el don del Espíritu, que en la Anunciación la había cubierto con su sombra" ( LG 59).

                                                           ...también en su Asunción...

966 " Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del cielo y elevada al trono por el Señor como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los Señores y vencedor del pecado y de la muerte" ( LG 59); Cf. la proclamación del dogma de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María por el Papa Pío XII en 1950: DS 3903). La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos:

                                     En tu parto has conservado la virginidad, en tu dormición no has abandonado el mundo, oh Madre de Dios: tú te has reunido con la fuente de la vida, tú que concebiste al Dios vivo y que, con tus oraciones, librarás nuestras almas de la muerte ( Liturgia bizantina. Tropario de la fiesta de la Dormición [ 15 de agosto]).

                                  ...ella es nuestra Madre en el orden de la gracia 

967 Por su total adhesión a la voluntad del Padre, a la obra redentora de su Hijo, a toda moción del Espíritu Santo, la Virgen María es para la Iglesia el modelo de la fe y de la caridad. Por eso es " miembro muy eminente y del todo singular de la Iglesia" ( LG 53), incluso constituye " la figura"  [typus] de la Iglesia  (LG63).

968 Pero su papel con relación a la Iglesia y a toda la humanidad va aún más lejos. " Colaboró de manera totalmente singular a la obra del Salvador por su fe, esperanza y ardiente amor, para restablecer la vida sobrenatural de los hombres. Por esta razón es nuestra Madre en el orden de la gracia" ( LG 61).

969 " Esta maternidad de María perdura sin cesar en la economía de la gracia, desde el consentimiento que dio fielmente en la Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la cruz, hasta la realización plena y definitiva de todos los escogidos. En efecto, con su asunción a los cielos, no abandonó su misión salvadora sino que continúa procurándonos con su míltiple intercesión los dones de la salvación eterna...Por eso la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora" ( LG 62).

970 " La misión maternal de María para con los hombres de ninguna manera disminuye o hace sombra a la única mediación de Cristo, sino que manifiesta su eficacia en efecto, todo el influjo de la Santísima Virgen en la salvación de los hombres...brota de la sobreabundancia de los méritos de Cristo, se apoya en su mediación, depende totalmente de ella y de ella saca toda su eficacia" ( LG 60). " Ninguna criatura puede ser puesta nunca en el mismo orden con el Verbo encarnado y Redentor. Pero, así como en el sacerdocio de Cristo participan de diversa manera tanto los ministros como el pueblo creyente, y así como la única bondad de Dios se difunde realmente en las criaturas de distintas maneras, así también la única mediación del Redntor no excluye, sino que suscita en las criaturas una colaboración diversa que participa de la única fuente" ( LG 62)." ( CIC 963-970).

Comentario: Recordemos las palabras del alabanza que dirigió el Maestro a la Santísima Virgen "Mientras decía estas cosas, levantó la voz una mujer de entre la muchedumbre y dijo: Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que mamaste. Pero El dijo: Más bien dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan" ( Lc 11, 27-28). Sigamos el ejemplo de Nuestra Señora con una oración constante para saber cuál es la voluntad de Dios para cada uno de nosotros y pidamos las gracias necesarias para seguirla.

lunes, 1 de octubre de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 960-962)



                                                                         " Resumen

960                                   La Iglesia es " comunión de los santos": esta expresión designa primeramente las " cosas santas" [ " sancta"], y ante todo la Eucaristía, " que significa y al mismo tiempo realiza la unidad de los creyentes, que forman un solo cuerpo en Cristo" ( LG 3).

961                                  Este término designa también la comunión entre las " personas santas"  ["sancti "] en Cristo que ha " muerto por todos", de modo que lo que cada uno hace o sufre en y por Cristo da fruto para todos.

962                               " Creemos en la comunión de todos los fieles cristianos, es decir, de los que peregrinan en la tierra, de los que se purifican después de muertos y de los que gozan de la bienaventuranza celeste, y que todos se unen en una sola Iglesia; y creemos igualmente que en esa comunión está a nuestra disposición el amor misericordioso de Dios y de sus santos, que siempre ofrecen oídos atentos a nuestras oraciones" ( SPF 30)." ( CIC 960-962).

Comentario: Saber que en la peregrinación de cada uno a la " casa del Padre" no está solo, sino que lo sostiene y alienta las oracionesy mortificaciones de todos los bautizados vivos y difuntos nos ayuda a tener confianza en que llegaremos como ellos a la Patria Celestial.   

lunes, 24 de septiembre de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 954-959)



                          " II La comunión entre la Iglesia del cielo y la de la tierra

954 Los tres estados de la Iglesia. " Hasta que el Señor venga en su esplendor con todos sus ángeles y, destruida la muerte, tenga sometido todo, sus discípulos, unos peregrinan en la tierra; otros, ya difuntos, se purifican; mientras otros están glorificados, contenplando ' claramente a Dios  mismo, uno y trino, tal cual es '" ( LG 49):

                     Todos, sin embargo, aunque en grado y modo diversos, participamos en el mismo amor a Dios y al prójimo y cantamos el mismo himno de alabanza a nuestro Dios. En efecto, todos los de Cristo, que tienen su Espíritu, forman una misma Iglesia y están unidos entre sí en El ( LG 49).

955 " La unión de los miembros de la Iglesia peregrina con los hermanos que durmieron en la paz de Cristo de ninguna manera se interrumpe. Más aún, según la constante fe de la Iglesia, se refuerza con la comunicación de los bienes espirituales" ( LG 49).

956 La intercesión de los santos: " Por el hecho de que los del cielo están más íntimamente unidos con Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad... no dejan de interceder por nosotros ante el Padre. Presentan por medio del único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, los méritos que adquirieron en la tierra... Su solicitud fraterna ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad" ( LG 49):

                   "No lloréis, os seré más útil después de mi muerte y os ayudaré más eficazmente que durante  mi vida" ( Santo Domingo, moribundo, a sus hermanos, Cf. Jordán de Sajonia, lib 43).

                  " Pasaré mi cielo haciendo el bien sobre la tierra" ( Santa Teresa del Niño Jesús, verba).

957 La comunión con los santos. " No veneramos el recuerdo de los del cielo tan sólo como modelos nuestros, sino, sobre todo, para que la unión de toda la Iglesia en el Espíritu se vea reforzada por la práctica del amor fraterno. En efecto, así como la unión entre los cristianos todavía en camino nos lleva más cerca de Cristo, así la comunión con los santos nos une a Cristo, del que mana, como de Fuente y Cabeza, toda la gracia y la vida del Pueblo de Dios" ( LG 50):

                   "Nosotros adoramos a Cristo porque es el Hijo de Dios; en cuanto a los mártires, los amamos como discípulos e imitadores del Señor, y es justo, a causa de su devoción incomparable hacia su rey y maestro; que podamos nosotros, también nosotros, ser sus compañeros y sus 
condiscípulos" ( San Policarpo, mart, 17).

958 La comunión con los difuntos. " La Iglesia peregrina, perfectamente consciente de esta comunión de todo el Cuerpo místico de Jesucristo, desde los primeros tiempos del cristianismo honró con gran piedad el recuerdo de los difuntos y también ofreció por ellos oraciones ' pues es una idea santa y provechosa orar por los difuntos para que se vean libres de sus pecados' ( 2M 12, 45)" ( LG 50). Nuestra oración por ellos puede no solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión en nuestro favor.

959 ...en la única familia de Dios. " Todos los hijos de Dios y miembros de una misma familia en Cristo, al unirnos en el amor mutuo y en la  misma alabanza a la Santísima Trinidad, estamos respondiendo a la íntima vocación de la Iglesia" ( LG 51)." ( CIC 954-959).

Comentario: Con el simil de las transfusiones de sangre para el cuerpo que le dá vida al enfermo, podemos entender la comunión de los santos para el alma, al vivirla ".. cada uno sentirá, a la hora de la lucha interior, lo mismo que a la hora del trabajo profesional, la alegría y la fuerza de no estar solo" ( Camino 545, San Josemaría).

lunes, 17 de septiembre de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 946-953)



                                             " Párrafo 5 La comunión de los santos

946 Después de haber confesado, " la Santa Iglesia Católica", el Símbolo de los Apóstoles añade " la comunión de los santos". Este artículo es, en cierto modo, una explicitación del anterior: " Qué es la Iglesia, sino la samblea de todos los santos?" ( Nicetas, symb. 10). La comunión de los santos es precisamente la Iglesia.

947 " Como todos los creyentes forman un solo cuerpo, el bien de los unos se comunica a los otros...Es, pues, necesario creer que existe una comunión de bienes en la Iglesia. Pero el miembro más importante es Cristo, ya que El es la cabeza...Así, el bien de Cristo es comunicado a todos los miembros, y esta comunicación se hace por los sacramentos de la Iglesia" ( Santo Tomás, symb 10). " Como esta Iglesia está gobernada por un solo y mismo Espíritu, todos los bienes que ella ha recibido forman necesariamente un fondo común" ( Catech. R. 1, 10, 24).

948 La expresión " comunión de los santos" tiene entonces dos significados estrechamente relacionados: " Comunión en las cosas santas [ ' sancta' ]" y " comunión entre las personas santas  ['sancti']".

                          " Sacta sanctis" [ lo que es santo para los que son santos] es lo que se proclama por el celebrante en la mayoría de las liturgias orientales en el momento de la elevación de los santos dones antes de la distribución de la comunión. Los fieles [" sancti" ] se alimentan con el cuerpo y la sangre de Cristo [ " sancta" ] para crecer en la comunión con el Espíritu Santo [ " Koinônia" ] y comunicarla al mundo.

                                            I La comunión de los bienes espirituales

949 En la comunidad primitiva de Jerusalén, los discípulos " acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones" ( Hch 2, 42):

          La comunión en la fe. La fe de los fieles es la fe de la Iglesia recibida de los apóstoles, tesoro de vida que se enriquece cuando se comparte.

950 La comunión de los sacramentos: " El fruto de todos los sacramentos pertenece a todos. Porque los sacramentos, y sobre todo el Bautismo que es como la puerta por la que los hombres entran a la Iglesia, son otros tantos vínculos sagrados que unen a todos y los ligan a Jesucristo. La comunión de los santos es la comunión de los sacramentos... El nombre de comunión puede aplicarse a cada uno de ellos, porque cada uno de ellos nos une a Dios... pero este nombre es más propio de la Eucaristía que de cualquier otro, porque ella es la que lleva esta comunión a su culminación"( Catech R. 1, 10, 24).

951 La comunión de los carismas: En la comunión de la Iglesia, el Espíritu Santo " reparte gracias especiales entre los fieles" para la edificación de la Iglesia ( LG 12). Pues bien, " a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común" ( 1Co 12, 7).

952 " Todo lo tenían en común" ( Hch 4, 32). " Todo lo que posee el verdadero cristiano debe considerarlo como un bien en común con los demás y debe estar dispuesto y ser diligente para socorrer al necesitado y la miseria del prójimo" ( Catech. R. 1, 10, 27). El cristiano es un administrador de los bienes del Señor ( Cf. Lc 16, 1, 3).

953 La comunión de la caridad. En la " comunión de los santos",  " ninguno de nosotros vive para sí mismo: como tampoco muere nadie para sí mismo" ( Rm 14, 7). " Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su gozo. Ahora bien, vosotros sois el Cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte" ( 1Co 12, 2-27). " La caridad no busca su interés" ( 1Co 13, 5; Cf. 10, 24). El menor de nuestros actos hecho con caridad repercute en beneficio de todos, en esta solidaridad entre todos los hombres, vivos o muertos,  que se funda en la comunión de los santos. Todo pecado daña  a esta comunión." ( CIC 946-953).

Comentario: En cuanto miembros del mismo Cuerpo místico, los cristianos podemos y debemos ayudarnos unos a otros a alcanzar la santidad, por la Comunión de los santos, que confesamos en el Símbolo apostólico. Formamos una sola familia, la familia de los hijos de Dios, para alabanza de la Santísima Trinidd: ¿ con qué entereza la cuidamos?    

 
  

domingo, 9 de septiembre de 2018

" La profesión de la fe" (CIC 934-945)



                                                            "Resumen


934                   " Por institución divina, entre los fieles hay en la Iglesia ministros sagrados, que en el derecho se denominan clérigos; los demás se llaman laicos". Hay, por otra parte, fieles que perteneciendo a uno de ambos grupos, por la profesión de los consejos evangélicos, se consagran a Dios y sirven así a la misión de la Iglesia ( CIC can. 207, 1, 2).

935                     Para anunciar su fe y para implantar su Reino, Cristo envía a sus apóstoles y a sus sucesores. El les da parte en su misión. De El reciben el poder de obrar en su nombre.

936                    El Señor hizo de san Pedro el fundamento visible de su  Iglesia. Le dio las llaves de ella. El obispo de la Iglesia de Roma, sucesor de san Pedro, es la " Cabeza del Colegio de los Obispos, Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia universal en la Tierra" ( CIC can. 331).

937                  El Papa " goza, por institución divina, de una potestad suprema, plena, inmediata y universal para cuidar las almas " ( CD 2).

938                  Los obispos, instituidos por el Espíritu Santo, suceden a los apóstoles. " Cada uno de los obispos, por su parte, es el principio y fundamento visible de unidad en sus Iglesias particulares" ( LG 23).

939                Los obispos, ayudados por los presbíteros, sus colaboradores, y, por los diáconos, tienen la misión de enseñar auténticamente la fe, de celebrar el culto divino, sobre todo la Eucaristía, y de dirigir su Iglesia como verdaderos pastores. A su misión pertenece también el cuidado de todas las Iglesias, con y bajo el Papa.

940              " Siendo propio del estado de los laicos vivir en medio del mundo de los negocios temporale, Dios les llama a que movidos por el espíritu cristiano, ejerzan su apostolado en el mundo a manera de fermento" ( AA 2).

941              Los laicos participan en el sacerdocio de Cristo: cada vez más unidos a El, despliegan la gracia del Bautismo y la de la Confirmación a través de todas las dimensiones de la vida personal, familiar; social y eclesial y realizan así el llamamiento a la santidad dirigido a todos los bautizados.

942             Gracias a su misión profética, los laicos " están llamados a ser testigos de Cristo en todas las cosas, también en el interior de la sociedad humana" ( GS 43, 4).

943             Debido a su misión regia, los laicos tienen el poder de arrancar al pecado su dominio sobre sí mismos y sobre el mundo por medio de su abnegación y santidad de vida ( Cf. LG 36).

944             La vida consagrada a Dios se caracteriza por la profesión pública de los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia en un estado de vida estable reconocida por la Iglesia.

945             Entregado a Dios supremamente amado, aquel a quien el Bautismo ya había destinado a El, se encuentra en el estado de vida consagrada, más íntimamente comprometido en el servicio divino y dedicado al bien de toda la Iglesia:" ( CIC 934-945).

Comentario: Terminamos así la explicación del CIC sobre los estados de vida que encontramos en la Iglesia, les recuerdo que si nos es posible memorizar este resumen nos ayudará a explicar esos estados.

lunes, 3 de septiembre de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 928-933)



                                                   " Los institutos seculares

928 " Un instituto secular es un instituto de vida consagrada en el cual los fieles, viviendo en el mundo, aspiran a la perfección de la caridad, y se dedican a procurar la santificación del mundo sobre todo desde dentro de él " ( CIC can. 710).

929 Por medio de una " vida perfectamente y enteramente consagrada a ( esta) santificación" ( Pío XII, const. ap. " Provida Mater"), los miembros de estos institutos participan en la tarea de evangelización de la Iglesia, " en el mundo y desde el mundo" donde su presencia obra a la manera de un " fermento" ( PC 11). Su " testimonio de vida cristiana"  mira a " ordenar según Dios las realidades temporales y a penetrar el mundo con la fuerza del Evangelio". Mediante vínculos sagrados, asumen los consejos evangélicos y observan entre sí la comunión y la fraternidad propias de su " modo de vida secular" ( CIC can. 713,2).

                                        Las sociedades de vida apostólica 

930 Junto a las diversas formas de vida consagrada se encuentran " las sociedades de vida apostólica, cuyos miembros, sin votos religiosos buscan el fin apostólico propio de la sociedad y, llevando vida fraterna común, según el propio modo de vida, aspiran a la perfección de la calidad por las observancia de las constituciones. Entre estas, existen sociedades cuyos miembros abrazan los consejos evangélicos mediante un vínculo determinado por las constituciones" ( CIC can. 731, 1 y 2).

                            Consagración y misión: anunciar el Rey que viene

931 Aquel que por el bautismo fue consagrado a Dios, entregándose a él como el sumamente amado, se consagra, de esta manera, aún más íntimamente al servicio divino y se entrega al bien de la Iglesia. Mediante el estado de consagración a Dios, la Iglesia manifiesta a Cristo y muestra cómo el Espíritu Santo obra en ella de modo admirable. Por tanto, los que profesan los consejos evangélicos tienen como primera misión vivir su consagración. Pero " ya que por su misma consagración se dedican al servicio de la Iglesia están obligados a contribuir de modo especial a la tarea misionera, según el modo propio de su instituto" ( CIC 783: Cf. RM 9).

932 En la Iglesia que es como el sacramento, es decir, el signo y el instrumento de la vida de Dios, la vida consagrada aparece como un signo particular del misterio de la Redención. Seguir e imitar a Cristo " desde más cerca", manifestar " más claramente" su anonadamiento, es encontrarse " más profundamente" presente, en el corazón de Cristo, con sus contempóraneos. Porque los que siguen este camino " más estrecho" estimulan con su ejemplo a sus hermanos; les dan este testimonio admirable de " que sin el espíritu de las bienaventuranzas no se puede transformar este mundo y ofrecerlo a Dios" ( LG 31).

933 Sea público este testimonio, como en el estado religioso, o más discreto, o incluso secreto, la venida de Cristo es siempre para todos los consagrados el origen y la meta de su vida:

                                        El Pueblo de Dios, en efecto, no tiene aquí una ciudad permanente, sino que busca la futura, Por eso el estado religioso...manifiesta también mucho mejor a todos los creyentes los bienes del cielo, ya presentes en este mundo. También da testimonio de la vida nueva y eterna adquirida por la redención de Cristo y anuncia ya la resurrección futura y la gloria del Reino de los cielos ( LG 44)": ( CIC 928-933).

Comentario: Hemos terminado la explicación que da el catecismo de los diferentes estados de vida religiosa y la estructura jerárquica de la Iglesia, demos gracias a Dios por tantos dones que nos regala y pidamos que seamos conscientes de la realidad humana de la Iglesia y la obligación que todos tenemos de alcanzar la santidad en el estado en el que nos encontremos siendo dóciles a las inspiraciones del espíritu Santo en la oración diaria.






domingo, 26 de agosto de 2018

" La profesión de la fe " ( CIC 920-927)



                                                          " La vida eremítica

920 Sin profesar siempre públicamente los tres consejos evangélicos, los ermitaños, " con un apartamiento más estricto del mundo, el silencio de la soledad, la oración asidua y la penitencia, dedican su vida a la alabanza de Dios y salvación del mundo" ( CIC can. 603,1).

921 Los eremitas presentan a los demás ese aspecto interior del misterio de la Iglesia que es la intimidad personal con Cristo. Oculta a los ojos de los hombres, la vida del eremita es predicación silenciosa de Aquel a quien ha entregado su vida, porque El es todo para él. En este caso se trata de un llamamiento particular a encontrar en el desierto, en el combate espiritual, la gloria del Crucificado.

                                             Las vírgenes y las viudas consagradas

922 Desde los tiempos apostólicos, vírgenes cristianas ( Cf. Vita consecrata) llamadas por el Señor para consagrarse a El enteramente ( Cf. 1Co 7, 34-36) con una libertad mayor de corazón, de cuerpo y de espíritu han tomado la decisión, aprobada por la Iglesia, de vivir respectivamente en estado de virginidad o de castidad perpetua a causa del " Reino de los cielos" ( Mt 19, 12).

923 " Formulando el propósito santo de seguir más de cerca a Cristo, [ las vírgenes] son consagradas a Dios por el obispo diocesano según el rito litúrgico aprobado, celebran desposorios místicos con Jesucristo, hijo de Dios, y se entregan al servicio de la Iglesia" ( CIC can. 604,1). Por medio de este rito solemne ( " Consecratio virginum", " Consagración de vírgenes"), " la virgen es constituida en persona consagrada" como " signo trascendente del amor de la Iglesia hacia Cristo, imagen escatológica de esta Esposa del Cielo y de la vida futura ( Ordo Cons. Virg. Praenot. 1).

924  " Semejantes a otras formas de vida consagrada " ( CIC can. 604), el orden de las vírgenes sitúa a la mujer que vive en el mundo ( o a la monja) en el ejercicio de la oración, de la penitencia, del servicio a los hermanos y del trabajo apostólico según el estado y los carismas respectivos ofrecidos a cada una ( OCV Praenot. 2). Las vírgenes consagradas pueden asociarse para guardar su propósito con mayor fidelidad ( CIC ca. 604, 2).

                                                         La vida religiosa

925  Nacida en Oriente en los primeros siglos del cristianismo ( Cf. UR 15) y vivida en los institutos canónicamente erigidos por la Iglesia ( Cf. CIC can. 573), la vida religiosa se distingue de las otras formas de vida consagrada por el aspecto cultual, la profesión pública de los consejos evangélicos, la vida fraterna llevada en común, y por el testimonio dado de la unión de Cristo y de la Iglesia ( Cf. CIC can. 607).

926 La vida religiosa nace del misterio de la Iglesia. Es un don que la Iglesia recibe de su Señor y que ofrece como un estado de vida estable al fiel llamado por Dios a la profesión de los consejos. Así la Iglesia puede a la vez manifestar a Cristo y reconocerse como Esposa del Salvador. La vida religiosa está invitada a significar, bajo estas diversas formas, la caridad misma de Dios, en el lenguaje de nuestro tiempo.

927 Todos los religiosos, exentos o no ( Cf. CIC can. 591), se encuentran entre los colaboradores del obispo diocesano en su misión pastoral ( Cf. CD 33-35). La implantación y la expansión misionera de la Iglesia requieren la presencia de la vida religiosa en todas sus formas " desde el período de implantación de la Iglesia" ( AG 18; 40). " La historia da testimonio de los grandes méritos de las familias religiosas en la propagación de la fe y en la formación de las nuevas Iglesias: desde las antiguas instituciones monásticas, las órdenes medievales y hasta las congregaciones modernas"  (Juan Pablo II, RM 69)". " ( CIC 920-927).

Comentario : La riqueza de carismas que tiene la vida del cristiano nos debe llevar a dar gracias a Dios por esa variedad de dones y a pedir con insistencia que todos seamos fieles a la voluntad de Dios entendida en el discernimiento de nuestra vocación. 
 


lunes, 20 de agosto de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 914-919)



                                                " III La vida consagrada

914 " El estado de vida que consiste en la profesión de los consejos evangélicos, aunque no pertenezca a la estructura de la Iglesia, pertenece, sin embargo, sin discusión a su vida y a su santidad" ( LG 44).

                                       Consejos evangélicos, vida consagrada

915  Los consejos evangélicos están propuestos en su multiplicidad a todos los discípulos de Cristo. La perfección de la caridad a la cual son llamados todos los fieles implica, para quienes asumen libremente el llamamiento a la vida consagrada, la obligación de practicar la castidad en el celibato por el Reino, la pobreza y la obediencia. La profesión de estos consejos en un estado de vida estable reconocido por la Iglesia es lo que caracteriza la " vida consagrada" a Dios ( Cf. LG 42-43; PC 1).

916 El estado de vida consagrada aparece por consiguiente como una de las maneras de vivir una consagración " más íntima" que tiene su raíz en el bautismo y se dedica totalmente a Dios ( Cf. PC 5). En la vida consagrada, los fieles de Cristo se proponen, bajo la moción del Espíritu santo, seguir más de cerca a Cristo, entregarse a Dios amado por encima de todo y, persiguiendo la perfección de la caridad en el servicio del Reino, significar y anunciar en la Iglesia la gloria del mundo futuro ( Cf. CIC can 573).

                                              Un gran árbol, múltiples ramas

917 " El resultado ha sido una especie de árbol en el campo de Dios, maravilloso y lleno de ramas, a partir de una semilla puesta por Dios. Han crecido, en efecto, diversas formas de vida, solitaria o comunitaria, y Diversas familias religiosas que se desarrollan para el progreso de sus miembros y para el bien de todo el Cuerpo de Cristo" ( LG 43).

918  " Desde los comienzos de la Iglesia hubo hombres y mujeres que intentaron, con la práctica de los consejos evangélicos, seguir con mayor libertad a Cristo e imitarlo con mayor precisión. Cada uno a su manera vivió entregado a Dios. Muchos, por inspiración del espíritu Santo, vivieron en la soledad o fundaron familias religiosas, que la Iglesia reconoció y aprobó gustosa con su autoridad"  (PC 1).

919 Los obispos se esforzarán siempre en discernir los nuevos dones de vida consagrada confiados por el Espíritu Santo a su Iglesia; la aprobación de nuevas formas de vida consagrada esta reservada a la Sede Apostólica ( Cf. CIC can. 605." ( CIC 914- 919).

Comentario: Como explica San Pablo en la Iglesia hay muchos carismas y dones que el Señor reparte entre los fieles y a cada uno toca descubrir en  la oración personal cuál es el talento que Dios nos dió y cómo fructificarlo. Debemos ser dóciles a las inspiraciones del Espíritu Santo para hacer en todo la voluntad de Dios, sólo así lograremos ser siempre testigos de Cristo.

 

domingo, 12 de agosto de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 908-913)




                                         " Su participación en la misión real de Cristo

908 Por su obediencia hasta la muerte ( Cf. Flp 2,8-9), Cristo ha comunicado a sus discípulos el don de la libertad regia, " para que vencieran en sí mismos, con la propia renuncia y una vida santa, al reino del pecado" ( LG 36).

                                     El que somete su propio cuerpo y domina su alma, sin dejarse llevar por las pasiones es dueño de sí mismo: se puede llamar rey porque es capaz de gobernar su propia persona; es libre e independiente y no se deja cautivar por una esclavitud culpable ( San Ambrosio, Psal. 118, 14, 30: PL 15, 1403 A ).

909 " Los laicos, además, juntando también sus fuerzas, han de sanear las estructuras y las condiciones del mundo, de tal forma que, si algunas de sus costumbres incitan al pecado, todas ellas sean conformes con las normas de la justicia y favorezcan en vez de impedir la práctica de las virtudes. Obrando así, impregnarán de valores morales toda la cultura y las realizaciones humanas"
(LG 36).

910 " Los seglares también pueden sentirse llamados o ser llamados a colaborar con sus pastores en el servicio de la comunidad eclesial, para el crecimiento y la vida de ésta, ejerciendo ministerios muy diversos según la gracia y los carismas que el Señor quiera concederles" ( EN 73).

911 En la Iglesia " los fieles laicos pueden colaborar al tenor del derecho en el ejercicio de la potestad de gobierno" ( CIC can 129, 2). Así, con su presencia en los concilios particulares ( can 443,4), los sínodos diocesanos ( can. 463, 1 y 2), los consejos pastorales ( can. 511; 536); en el ejercicio de la tarea pastoral de una parroquia ( can. 517, 2), la colaboración en los consejos de los asuntos económicos ( can. 492, 1; 536); la participación en los tribunales eclesiásticos ( can. 1421; 2), etc.

912 Los fieles han de " aprender a distinguir cuidadosamente entre los derechos y deberes que tienen como miembros de la Iglesia y los que les corresponden como miembros de la sociedad humana. Deben esforzarse en integrarlos en buena armonía, recordando que en cualquier cuestión temporal han de guiarse por la conciencia cristiana. En efecto, ninguna actividad humana, ni siquiera en los asuntos temporales, puede sustraerse a la soberanía de Dios" ( LG 36).

913 " Así, todo laico, por el simple hecho de haber recibido sus dones, es a la vez testigo e instrumento vivo de la misión de la Iglesia misma según la medida del don de Cristo" ( LG 33)."
( CIC 908-913).

Comentario: El Papa San Juan Pablo II en el inicio de su pontificado nos escribió la enciclica  Redemptor Hominis, con ella marca una senda para su pontificado al explorar los problemas contempóraneos del hombre y proponer soluciones basadas en una más profunda comprensión del ser humano.
 En el aparte 21 dice:" El Concilio Vaticano II, construyendo desde la misma base la imagen de la Iglesia como Pueblo de Dios....ha puesto de relieve también esta característica de la vocación cristiana, que puede definirse como " real"...Esta dignidad se expresa en la disponibilidad a servir, según el ejemplo de Cristo, que " no ha venido a ser servido sino a servir"...Se puede sólo reinar  "sirviendo"..Para poder servir digna y eficazmente a los otros, hay que saber dominarse, es necesario poseer las virtudes que hacen posible tal dominio.Nuestra participación en la misión real de Cristo- concretamente en su " función real" munus- está intimamente unida a todo el campo de la moral cristiana y a la vez humana".



sábado, 4 de agosto de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 901-907)



                      " La participación de los laicos en la misión sacerdotal de Cristo

901 " Los laicos, consagrados a Cristo y ungidos por el Espíritu Santo, están maravillosamente llamados y preparados para producir siempre los frutos más abundantes del Espíritu. En efecto, todas sus obras, oraciones, tareas apostólicas, la vida conyugal y familiar, el trabajo diario, el descanso espiritual y corporal, si se realizan en el Espíritu, incluso las molestias de la vida, si se llevan con paciencia, todo ello se convierte en sacrificios espirituales agradables a Dios por Jesucristo, que ellos ofrecen con toda piedad a Dios Padre en la celebración de la Eucaristía uniéndolos a la ofrenda del cuerpo del Señor. De esta manera, también los laicos, como adoradores que en todas partes llevan una conducta sana, consagran el mundo mismo a Dios" ( LG 34; Cf. LG 10).

902 De manera particular, los padres participan de la misión de santificación impregnando de espíritu
 cristiano la vida conyugal y procurando la educación cristiana de los hijos" ( CIC can. 835,4).

903 Los laicos, si tienen las cualidades requeridas, pueden ser admitidos de manera estable a los ministerios de lector y acólito ( Cf. CIC can. 230, 1). " Donde lo aconseje la necesidad de la Iglesia y no haya ministros, pueden también los laicos, aunque no sean lectores ni acólitos, suplirles en algunas de sus funciones, es decir, ejercitar el ministerio de la palabra, presidir las oraciones litúrgicas, administrar el bautismo y dar la sagrada Comunión, según las prescripciones del derecho" ( CIC can 230, 3).

                                  Su participación en la misión profética de Cristo

904 " Cristo...realiza su función profética ...no sólo a través de la jerarquía...sino también por medio de los laicos. El los hace sus testigos y les da el sentido de la fe y la gracia de la palabra" (LG 35).

                                       Enseñar a alguien, para traerlo a la fe es tarea de todo predicador e incluso de todo creyente. ( Santo Tomás de A., s. th. III, 71, 4, ad 3). 

905  Los laicos cumplen también su misión profética evangelizando, con " el anuncio de Cristo comunicado con el testimonio de la vida y de la palabra": En los laicos, esta evangelización  "adquiere una nota específica y una eficacia particular por el hecho de que se realiza en las condiciones generales de nuestro mundo " ( LG 35):

                                        Este apostolado no consiste sólo en el testimonio de vida; el verdadero apostolado busca ocasiones para anunciar a Cristo con su palabra tanto a los no creyentes...como a los fieles ( AA 6; Cf. AG 15).

906 Los fieles laicos que sean capaces de ello y que se formen para ello también pueden prestar su colaboración en la formación catequética ( Cf. CIC can. 774, 776, 780), en la enseñana de las ciencias sagradas ( Cf. CIC can 229), en los medio de comunicación social ( Cf. CIC can. 823,1).

907 " Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestarla a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres y la reverencia hacia los pastores, habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas" ( CIC can. 212, 3)." ( CIC 901-907).

Comentario: El conocimiento de las funciones y los deberes y derechos que tenemos como laicos es una responsabilidad que tenemos frente al compromiso de ser cristianos " testigos de Cristo".

 
 

domingo, 29 de julio de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 897-900)



                                                         " II Los fieles laicos


897 " Por laicos se entiende aquí a todos los cristianos excepto, los miembros del orden sagrado y del estado religioso reconocido en la Iglesia. Son pues, los cristianos que están incorporados a Cristo por el bautismo, que forman el Pueblo de Dios y que participan de las funciones de Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey. Ellos realizan, según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo" ( LG 31).

                                                        La vocación de los laicos

898 " Los laicos tienen como vocación propia el buscar el Reino de Dios ocúpándose de las realidades temporales y ordenándolas según Dios... A ellos de manera especial les corresponde iluminar y ordenar todas las realidades temporales, a las que están estrechamente unidos, de tal manera que éstas lleguen a ser según Cristo, se desarrollen y sean para alabanza del Creador y Redentor" ( LG 31).

899 La iniciativa de los cristianos laicos es particularmente necesaria cuando se trata de descubrir o de idear los medios para que las exigencias de la doctrina de la vida cristiana impregnen las realidades sociales, políticas y ecónomicas. Esta iniciativa es un elemento normal de la vida de la Iglesia:

                                   Los fieles laicos se encuentran en la línea más avanzada, de la vida de la Iglesia; por ellos la Iglesia es el principio vital de la sociedad. Por tanto ellos, especialmente, deben tener conciencia cada vez más clara, no sólo de pertenecera la iglesia, sino de ser la Iglesia: es decir, la comunidad de los fieles sobre, la tierra bajo la guía del jefe común, el Papa, de los obispos en comunión con él. Ellos son la Iglesia ( Pío XII, discurso 20 febrero 1946; citado por Juan Pablo II, CI 9).

900 Como todos los fieles, los laicos están encargados por Dios del apostolado en virtud del bautismo y de la confirmación y por eso tienen la obligación y gozan del derecho, individualmente o agrupados en asociaciones, de trabajar para que el mensaje divino de salvación sea conocido y recibido por todos los hombres y en toda la tierra; esta obligación es tanto más apremiante cuando sólo por medio de ellos los demás hombres pueden oír el Evangelio y conocer a Cristo. En las comunidades eclesiales, su acción es tan necesaria que, sin ella el apostolado de los pastores no puede obtener en la mayoría de las veces su plena eficacia ( Cf. LG 33)." ( CIC 897-900).

Comentario: Las familias son llamadas, iglesia doméstica, porque son los padres los primeros transmisores de la fe: enseñando las primeras oraciones, dando ejemplo en virtudes humanas, o en la  lucha por alcanzarlas, enseñando a amar a Dios  Padre,Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, a tener devoción y amar a la Virgen Nuestra Señora, a San José, a los ángeles custodios, amar a la Iglesia, a respetar y amar al Papa y los obispos rezando por ellos, estudiando y difundiendo la doctrina expuesta en los documentos pontificios.
En una palabra hacer vida nuestra la vida de Cristo que nos amó hasta el extremo entregando su vida por nosotros para hacernos santos e irreprochables.


lunes, 23 de julio de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 893-896)



                                                      " La misión de santificar


893 El obispo " es el administrador de la gracia del sumo sacerdocio" ( LG 26), en particular en la Eucaristía que él mismo ofrece, o cuya oblación asegura por medio de los presbíteros, sus colaboradores. Por que la Eucaristía es el centro de la vida de la Iglesia particular. El obispo y los presbíteros santifican la Iglesia con su oración y su trabajo, por medio del ministerio de la palabra y de los sacramentos. La santifican con su ejemplo, " no tiranizando a los que os ha tocado cuidar, sino siendo modelos de la grey" ( 1P 5, 3). Así es como llegan " a la vida eterna junto con el rebaño que les fue confiado" ( LG 26).

                                                          La misión de gobernar

894 " Los obispos, como vicarios y legados de Cristo, gobiernan las Iglesias particulares que se les han confiado no sólo con sus proyectos, con sus consejos y con ejemplos, sino también con su autoridad y potestad sagrada" ( LG 27), que deben, no obstante, ejercer para edificar con espíritu de servicio que es el de su Maestro ( Cf. Lc 22, 26-27).

895 " Esta potestad, que desmpeñan personalmente en nombre de Cristo, es propia, ordinaria e inmediata. Su ejercicio, sin embargo, está regulado en último término por la suprema autoridad de la Iglesia" ( LG 27). Pero no se debe considerar a los obispos como vicarios del Papa cuya autoridad ordinaria e inmediata sobre toda la Iglesia no anula la de ellos, sino que, al contrario, la confirma y tutela. Esta autoridad debe ejercerse en comunión con toda la Iglesia bajo la guía del Papa.

896 El Buen Pastor será el modelo y la " forma" de la misión pastoral del obispo. Consciente de sus propias debilidades, el obispo " puede disculpar a los ignorantes y extraviados. No debe negarse nunca a escuchar a sus súbditos, a los que cuida como verdaderos hijos... Los fieles por su parte, deben estar unidos a su obispo como la Iglesia a Cristo y como Jesucristo al Padre" ( LG 27):

                       Seguid todos a los obispos como Jesucristo ( sigue) a su Padre, y al presbiterio como los apóstoles; en cuanto a los diáconos, respetadlos como a la ley de Dios. Que nadie haga al margen del obispo nada en lo que atañe a la Iglesia ( San Ignacio de Antioquía, Smyrn 8, 1)." CIC 893- 896).

Comentario: Debemos querer a nuestro obispo y rezar por él para que el Señor lo ilumine en la misión a él encomendada y para que sea fiel al magisterio de la Iglesia y al Santo Padre como los apóstoles que amaron y respetaron a San Pedro, conscientes de la primacía que el Señor Jesús quiso que él tuviera sobre el colegio apostólico.

domingo, 15 de julio de 2018

" La profesión de la fe " ( 888-892)




                                                     " La misión de enseñar

888 Los obispos con los presbíteros, sus colaboradores, " tienen como primer deber el anunciar a todos el Evangelio de Dios" ( PO 4), según la orden del Señor ( Cf. Mc 16, 15). Son " los predicadores del Evangelio que llevan nuevos discípulos a Cristo. Son también los maestros auténticos, por estar dotados de la autoridad de Cristo" ( LG 25).

889 Para mantener a la Iglesia en la pureza de la fe transmitida por los apóstoles, Cristo, que es la Verdad, quiso conferir a su Iglesia, una participación en su propia infalibilidad. Por medio del "sentido sobrenatural de la fe", el Pueblo de Dios, " se une indefectiblemente a la fe", bajo la guía del Magisterio vivo de la Iglesia ( Cf. LG 12; DV 10).

890 La misión del Magisterio está ligada al carácter definitivo de la Alianza instaurada por Dios en Cristo con su Pueblo; debe protegerlo de las desviaciones y de los fallos, y garantizarle la posibilidad objetiva de profesar sin error la fe auténtica. El oficio pastoral del Magisterio está dirigido, así, a velar para que el Pueblo de Dios permanezca en la verdad que libera. Para cumplir este servicio, Cristo ha dotado a los pastores con el carisma de la infalibilidad en materia de fe y de costumbres. El ejercicio de este carisma puede revestir varias modalidades:

891 " El Romano Pontífice, Cabeza del Colegio episcopal, goza de esta infalibilidad en virtud de su ministerio cuando, como Pastor y Maestro supremo de todos los fieles que confirma en la fe a sus hermanos, proclama por un acto definitivo la doctrina en cuestiones de fe y moral... La infalibilidad prometida a la Iglesia reside también en el Cuerpo episcopal cuando ejerce el magisterio supremo con el sucesor de Pedro", sobre todo en un concilio ecuménico ( LG 25, Cf. Vaticano I: DS 3074). Cuando la Iglesia propone por medio de su Magisterio supremo que algo se debe aceptar " como revelado por Dios para ser creído" ( DV 10) y como enseñanza de Cristo, " hay que aceptar sus definiciones con la obediencia de la fe" ( LG 25). Esta infalibilidad abarca todo el depósito de la Revelación divina ( Cf. LG 25).

892 La asistencia divina es también concedida a los sucesores de los apóstoles cuando enseñan en comunión con el sucesor de Pedro ( y, de una manera particular, al obispo de Roma, Pastor de toda la Iglesia), aunque sin llegar a una definición infalible y sin pronunciarse de " una manera definitiva", proponen en el ejercicio del magisterio ordinario, una enseñanza que conduce a una mejor inteligencia de la Revelación en materia de fe y de costumbres. A esta enseñanza ordinaria, los fieles deben " adherirse...con espíritu de obediencia religiosa " ( LG 25) que, aunque distinto del asentimiento de la fe, es una prolongación de él". ( CIC 888-892).

Comentario: Es claro que la Iglesia en su jerarquía tiene hombres dignos y algunos no tan dignos que se pueden equivocar y dar mal ejemplo por eso los días jueves la Iglesia nos propone rezar con insistencia "al dueño de la mies, para que envíe obreros a su mies" la oración que nos pide elevar es esta:" Señor envíanos sacerdotes, Señor envíanos muchos sacerdotes, Señor envíanos muchos y santos sacerdotes".