sábado, 28 de octubre de 2023

" La vida en Cristo" ( CIC 2443- 2446)

 


                                          " El amor de los pobres

2443   Dios bendice a los que ayudan a los pobres y reprueba a quienes se niegan a hacerlo: " A quien te pide da, al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda" (Mt 5, 42). " Gratis lo recibisteis, dadlo gratis" ( Mt 10, 8). Jesucristo reconocerá a sus elegidos en lo que hayan hecho por los pobres ( Cf. Mt 25, 31-36). La buena nueva  "anunciada a los pobres " ( Mt 11, 5; Lc 4, 18) es el signo de la presencia de Cristo.

2444   " El amor de la Iglesia por los pobres ... pertenece a su constante tradición " ( CA 57). Está inspirado en el Evangelio de las bienaventuranzas ( Cf. Lc 6, 20-22), en la pobreza de Jesús ( Cf. Mt 8, 20), y en su atención a los pobres ( Cf. Mc 12, 41-44). El Amor a los pobres es también uno de los motivos del deber de trabajar, con el fin de " hacer partícipe al que se halle en necesidad" ( Ef 4, 28). No abarca sólo la pobreza material, sino también las numerosas formas de pobreza cultural y religiosa ( Cf. CA 57).

2445   El amor a los pobres es incompatible con el amor desordenado de las riquezas o su uso egoísta:

Ahora bien, ricos llorad y dad alaridos por las desgracias que están por caer sobre vosotros. Vuestra riqueza está podrida y vuestros vestidos está apolillados; vuestro oro y vuestra plata están tomados de herrumbre y su herrumbre será testimonio contra vosotros y devorará vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado riquezas en estos días que son los últimos. Mirad: el salario que no habéis pagado a los obreros que segaron vuestros campos están gritando; y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido sobre la tierra regaladamente y os habéis entregado a los placeres; habéis hartado vuestros corazones en el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste ( St 5, 1-6).

2446   San Juan Crisóstomo lo recuerda vigorosamente: " No hacer participar a los pobres de los propios bienes es robarles y quitarles la vida. Lo que poseemos no son bienes nuestros, sino los suyos" ( Laz. 1, 6). Es preciso " satisfacer ante todo las exigencias de la justicia, de modo que no se ofrezca como ayuda de caridad lo que ya se debe a título de justicia " ( AA 8):

Cuando damos a los pobres las cosas indispensables no les hacemos liberalidades personales, sino que les devolvemos lo que es suyo. Más que realizar un acto de caridad, lo que hacemos es cumplir un deber de justicia ( San Gregorio Magno, past. 3, 21 )." ( CIC 2443-2446).

Comentario:

La Iglesia tanto jerárquicamente como los laicos obrando con sentido de justicia han adelantado muchas obras de asistencia a los más necesitados siendo el organismo que ha participado más generosamente en la atención a los pobres. Seamos solidarios y generosos en esa asistencia. " .. Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuantas veces hicisteis eso a uno de mis hermanos menores, a mi me lo hicisteis" ( Mt 25, 40 ).




sábado, 21 de octubre de 2023

" La vida en Cristo" ( CIC 2437-2442)

 


                                 " V Justicia y solidaridad entre las naciones

2437   En el plano internacional la desigualdad de los recursos y de los medios económicos es tal que crea entre las naciones un verdadero " abismo" ( SRS 14). Por un lado están los que poseen y desarrollan los medios de crecimiento, y por otro, los que acumulan deudas.

2438   Diversas causas, de naturaleza religiosa, política, económica y financiera, confieren hoy a las cuestión social " una dimensión mundial" ( SRS 9). Es necesaria la solidaridad entre las naciones cuyas políticas son ya interdependientes. Es todavía más indispensable cuando se trata de acabar con los " mecanismos perversos" que obstaculizan el desarrollo de los países menos avanzados ( CF. SRS 17; 45). Es preciso sustituir los sistemas financieros abusivos, sino usurarios ( Cf. CA 35), las relaciones comerciales inicuas entre las naciones, la carrera de armamentos, por un esfuerzo común para movilizar los recursos hacia objetivos de desarrollo moral, cultural y económico " redefiniendo las prioridades y las escalas de valores" ( CA 28).

2439   Las naciones ricas tienen una responsabilidad moral grave respecto a las que no pueden por sí mismas asegurar los medios de su desarrollo, o han sido impedidas de realizarlo por trágicos acontecimientos históricos. Es un deber de solidaridad y de caridad; es también una obligación de justicia si el bienestar de las naciones ricas procede de recursos que no han sido pagados con justicia.

2440   La ayuda directa constituye una respuesta apropiada a necesidades inmediatas, estraordinarias, causadas por ejemplo por catástrofes naturales, epidemias, etc. Pero no basta para reparar los graves daños que resultan de situaciones de indigencia ni para remediar de forma duradera las necesidades. Es preciso también reformar las instituciones económicas y financieras internacionales para que promuevan y potencien relaciones equitativas con los países menos desarrollados ( Cf. SRS 16). Es preciso sostener el esfuerzo de los países pobres que trabajan por su crecimiento y su liberación  (CF. CA 26). Esta doctrina exige ser aplicada de manera muy particular en el ámbito del trabajo agrícola. Los campesinos, sobre todo en el Tercer Mundo, forman la masa mayoritaria de los pobres.

2441   Acrecentar el sentido de Dios y el conocimiento de sí mismo constituye la base de todo desarrollo completo de la sociedad humana. Este multiplica los bienes materiales y los pone al servicio de la persona y de su libertad. Disminuye la miseria y la explotación económicas. Hace crecer el respeto de las identidades culturales y la apertura a la trascendencia ( Cf. SRS 32; CA 51).

2442   No corresponde a los pastores de la Iglesia intervenir directamente en la actividad política y en la organización de la vida social. Esta tarea forma parte de la vocación de los fieles laicos, que actúan por su propia iniciativa con sus conciudadanos. La acción social puede implicar una pluralidad de vías concretas. Deberá atender siempre al bien común y ajustarse al mensaje evangélico y a la enseñanza de la Iglesia. Pertenece a los fieles laicos " animar, con su compromiso cristiano, las realidades y, en ellas, procurar ser testigos y operadores de paz y de justicia " ( SRS 47; Cf. 42)." ( CIC 2437-2442).

Comentario:

La responsabilidad de los " fieles laicos" se acrecienta por el conocimiento de su papel como sembradores de justica y paz cuando están comprometidos con cargos de elección popular y no cumplen los compromisos adquiridos en sus campañas siendo motivo de escándalo cuando son corruptos. Al mismo tiempo, es compromiso de los electores elegir buenos gobernantes honorables y cumplidores de sus deberes civícos y morales para llevar los destinos de los países en consonancia con el mensaje evangélico.



lunes, 16 de octubre de 2023

" La vida en Cristo" ( CIC 2432- 2436)

 


   " ... 2432 A los responsables de las empresas les corresponde ante la sociedad la responsabilidad económica y ecológica de sus operaciones ( CA 37). Están obligados a considerar el bien de las personas y no solamente el aumento de las ganancias. Sin embargo, éstas son necesarias; permiten realizar las inversiones que aseguran el porvenir de las empresas, y garantizan los puestos de trabajo.

2433   El acceso al trabajo y a la profesión debe estar abierto a todos sin discriminación injusta, a hombres y mujeres, sanos y disminuidos, autóctonos e inmigrados ( Cf. LE 19; 22-23). Había consideración de las circunstancias, la sociedad debe por su parte ayudar a los ciudadanos a procurarse un trabajo y un empleo ( Cf. CA 48).

2434   El salario justo es el fruto legítimo del trabajo. Negarlo o retenerlo puede constituir una grave injusticia ( Cf. Lv 19, 13; Dt 24, 14-15; St 5, 4). Para determinar la justa remuneración se han de tener en cuenta a la vez las necesidades y las contribuciones de cada uno. " El trabajo debe ser remunerado de tal modo que se den al hombre posibilidades de que él y los suyos vivan dignamente su vida material, social, cultural y espiritual, teniendo en cuenta la tarea y la productividad de cada uno, así como las condiciones de la empresa y el bien común " ( GS 67, 2). El acuerdo de las partes no basta para justificar moralmente la cuantía del salario.

2435   La huelga es moralmente legítima cuando constituye un recurso inevitable, si no es necesario para obtener un beneficio proporcionado. Resulta moralmente inaceptable cuando va acompañada de violencias o también cuando se lleva a cabo en función de objetivos no directamente vinculados con las condiciones del trabajo contrarios al bien común.

2436   Es injusto no pagar a los organismos de seguridad social las cotizaciones establecidas por las autoridades legítimas.

La privación de empleo a causa de la huelga es casi siempre para su víctima un atentado contra su dignidad y una amenaza para el equilibrio de la vida. Además del daño personal padecido, de esa privación se derivan riesgos numerosos para su hogar ( Cf. LE 18)." ( CIC 2432-2436).

Comentario:

Si las empresas y los empleados utilizaran los criterios de la doctrina social de la Iglesia en sus relaciones laborales, el beneficio para el desarrollo de los pueblos sería evidente.

San Pablo VI en la encíclica " Populorum Progressio" asevera, a manera de conclusión,  que el camino de la paz pasa por el desarrollo, pero éste no está en la abundancia de riqueza egoísta, sino en la economía puesta al servicio del hombre.

lunes, 9 de octubre de 2023

" La vida en Cristo" ( CIC 2426-2431)

 


                                            " La actividad económica y la justicia social


2426   El desarrollo de las actividades económicas y el crecimiento de la producción están destinados a satisfacer las necesidades de los seres humanos. La vida económica no tiende solamente a multiplicar los bienes producidos y a aumentar el lucro o el poder; está ordenada ante todo al servicio de las personas, del hombre entero y de toda la comunidad humana. La actividad económica dirigida según sus propios métodos debe moverse no obstante dentro de los límites del orden moral, según la justicia social, a fin de responder al plan de Dios sobre el hombre ( Cf. GS 64).

2427  El trabajo humano procede directamente de personas creadas a imagen de Dios y llamadas a prolongar, unidas y para mutuo beneficio, la obra de la creación dominando la tierra ( Cf. Gn 1, 28; GS 34; CA 31). El trabajo es, por tanto, un deber " Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma" ( 2Ts 3, 10; Cf. 1 Ts 4, 11). El trabajo honra los dones del Creador y los talentos recibidos. Puede ser también redentor. Soportando el peso del trabajo ( Cf. Gn 3, 14-19), en unión con Jesús, el carpintero de Nazareth y el crucificado del Calvario, el hombre colabora en cierta manera con el Hijo de Dios en su obra redentora. Se muestra como discípulo de Cristo llevando la Cruz cada día en la actividad que está llamado a realizar ( Cf. LE 27). El trabajo puede ser un medio de santificación y de animación de las realidades terrenas en el espíritu de Cristo.

2428   En el trabajo, la persona ejerce y aplica una parte de las capacidades inscritas en su naturaleza. El valor primordial del trabajo pertenece al hombre mismo, que es su autor y su destinatario. El trabajo es para el hombre y no el hombre para el trabajo ( Cf. LE 6).

Cada cual debe poder sacar del trabajo los medios para sustentar su vida y la de los suyos, y para prestar servicio a la comunidad humana.

2429   Cada uno tiene el derecho de iniciativa económica, y podrá usar legítimamente de sus talentos para contribuir a una abundancia provechosa para todos, y para recoger los justos frutos de sus esfuerzos. Deberá ajustarse a las reglamentaciones dictadas por las autoridades legítimas con miras al bien común ( Cf. CA 32; 34).

2430   La vida económica se ve afectada por intereses diversos, con frecuencia opuestos entre sí. Así se explica el surgimiento de conflictos que la caracterizan ( Cf. LE 11). Será preciso esforzarse para reducir estos últimos mediante la negociación, que respete los derechos y los deberes de cada parte: los responsables de las empresas, los representantes de los trabajadores, por ejemplo, de las organizaciones sindicales y, en caso necesario, los poderes públicos. 

2431 La responsabilidad del Estado. " La actividad económica, en particular la economía de mercado, no puede desenvolverse en medio de un vacío institucional, jurídico y político. Por el contrario supone una seguridad que garantiza la libertad individual y la propiedad, además de un sistema monetario estable y servicios públicos eficientes. La primera incumbencia del Estado es, pues, la de garantizar esa seguridad, de manera que quien trabaja y produce pueda gozar de los frutos de su trabajo y, por tanto, se sienta estimulado a realizarlo eficiente y honestamente... Otra incumbencia del Estado es la de vigilar y encauzar el ejercicio de los derechos humanos en el sector económico; pero en este campo la primera responsabilidad no es del Estado, sino de cada persona y de los diversos grupos y asociaciones en que se articula la sociedad" ( CA 48). " ( CIC 2426-2431).

Comentario:

En este capítulo de la doctrina social de la Iglesia vale la pena reflexionar cómo estamos utilizando los talentos recibidos en beneficio de la sociedad ? y cómo estamos ejerciendo el derecho y el deber de votar a conciencia para elegir aquellos gobernantes que defienden los derechos al trabajo y a la propiedad privada de los medios de producción?

Efectivamente " el trabajo es medio de santificación personal, es santificable y podemos santificar con el trabajo". No es un castigo por la desobediencia el castigo es la fatiga que produce.