domingo, 31 de marzo de 2024

" La oración cristiana" ( CIC 2562-2564)

 


                                                           " La oración como Alianza

2562   ¿ De dónde viene la oración del hombre? Cualquiera que sea el lenguaje de la oración ( gestos y palabras), el que ora es todo el hombre. Sin embargo para designar el lugar de donde brota la oración, las Sagradas Escrituras hablan a veces del alma o del espíritu, y con más frecuencia del corazón ( más de mil veces). Es el corazón el que ora. Si éste está alejado de Dios, la expresión de la oración es vana. 

2563   El corazón es la morada donde yo estoy, o donde yo habito ( según la expresión semítica o bíblica: donde yo " me adentro"). Es nuestro centro escondido, inaprensible, ni por nuestra razón ni por la de nadie; sólo el Espíritu de Dios puede sondearlo y conocerlo. Es el lugar de la decisión, en lo más profundo de nuestras tendencias psíquicas. Es el lugar de la verdad, allí donde elegimos entre la vida y la muerte. Es el lugar del encuentro, ya que a imagen de Dios, vivimos en relación: es el lugar de la Alianza.

2564   La oración cristiana es una relación de Alianza entre Dios y el hombre en CRisto. Es acción de Dios y del hombre; brota del Espíritu Santo y de nosotros, dirigida por completo al Padre, en unión con la voluntad humana del Hijo de Dios hecho hombre." ( CIC 2562-2564).

Comentario:

La oración diaria en el silencio de nuestras potencias nos acerca al corazón de Dios pidamos con fe " Señor creo en Dios Padre, creo en Dios Hijo, creo en Dios Espíritu Santo; espero en Dios Padre, espero en Dios Hijo, espero en Dios Espíritu Santo; amo a Dios Padre, amo a Dios Hijo, amo a Dios Espíritu Santo; Creo pero aumenta mi fe, Espero pero aumenta mi esperanza, te amo pero aumenta mi amor."

lunes, 25 de marzo de 2024

" La oración cristiana " ( CIC 2558-2561)

 


                                                          "   Cuarta parte

                                                       La oración cristiana

                                                           Primera sección

                                          La oración en la vida cristiana

2558   " Este es el Misterio de la fe". La Iglesia lo profesa en el Símbolo de los Apóstoles  (Primera parte del Catecismo) y lo celebra en la Liturgia sacramental ( Segunda parte ), para que la vida de los fieles se conforme con Cristo en el Espíritu Santo para gloria de Dios Padre ( Tercera parte). Por tanto, este Misterio exige que los fieles crean en él, lo celebren y vivan de él en una relación viviente y personal con Dios vivo y verdadero. Esta relación es la oración.

                                                  ¿Qué es la oración? 

Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría ( Santa Teresa del Niño Jesús, ms autob. C25r).

                                           La oración como don de Dios

2559   " La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes" ( San Juan Damasceno, f. o. 3, 24). ¿ Desde dónde hablamos cuando oramos? ¿ Desde la altura de nuestro orgullo y de nuestra propia voluntad, o desde " lo más profundo" ( Sal 130, 14) de un corazón humilde y contrito? El que se humilla es ensalzado ( Cf. Lc 18, 9-14). La humildad es la base de la oración. " Nosotros no sabemos pedir como conviene " ( Rm 8, 26). La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración: el hombre es un mendigo de Dios ( Cf. San Agustín, serm. 56, 6, 9).

2560   " Si conocieras el don de Dios" ( Jn 4, 10). La maravilla de la oración se revela precisamente allí, junto al pozo donde vamos a buscar nuestra agua: allí Cristo va al encuentro de todo ser humano, es el primero en buscarnos y el que nos pide de beber. Jesús tiene sed, su petición llega desde las profundidades de Dios que nos desea. La oración, sepámoslo o no, es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre. Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de El ( Cf. San Agustín, quaest. 64. 4).

2561   " Tú le habrías rogado a él, y él te habría dado agua viva" ( Jn 4, 10). Nuestra oración de petición es paradójicamente una respuesta. Respuesta a la queja de Dios vivo: " A mí me dejaron. Manantial de aguas vivas, para hacerse cisternas, cisternas agrietadas"  ( Jr 2, 13 ), respuesta de fe a la promesa gratuita de salvación ( Cf. Jn 7, 37-39; Is 12, 3; 51, 1), respuesta de amor a la sed de Dios Hijo único ( Cf. Jn 28; Za 12, 10; 13, 1)." (CIC 2558-2561).

Comentario:

La oración es un don de Dios tengamos fe en El y como los discípulos pidamos al Señor:  "Señor, enseñanos a orar, como Juan le enseñó a sus discípulos". 

                                                 

lunes, 18 de marzo de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2551-2557)

 




                                                                   " Resumen


2551 " Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón " ( Mt 6, 2-1).


2552 El décimo mandamiento prohíbe el deseo desordenado, nacido de la pasión inmoderada de las riquezas y del poder.


2553 La envidia es la tristeza que se experimenta ante el bien del prójimo y el deseo desordenado de apropiárselo. Es un pecado capital.


2554 El bautizado combate la envidia mediante la benevolencia, la humildad y el abandono en la providencia de Dios.


2555 Los fieles cristianos " han crucificado la carne con sus pasiones y sus concupiscencias" ( Ga 5, 24); son guiados por el Espíritu y siguen los deseos del Espíritu.


2556 El desprendimiento de las riquezas es necesario para entrar en el Reino de los cielos. "Bienaventurados los pobres de corazón".


2557 El hombre que anhela dice: " Quiero ver a Dios". La sed de Dios es saciada por el agua de la vida eterna ( Cf. Jn 4, 14).


Comentario:


Recordemos que la vida cristiana es como una mesa de cuatro patas que debemos construir cuidadosamente para llegar a la meta del cielo. El símil de la mesa nos sirve para entender el orden del Catecismo de la Iglesia que estamos estudiando:

- la primera parte es la primera pata las verdades que debemos creer El Credo.

- la segunda parte es la segunda pata es la vida de la gracia los sacramentos que debemos recibir y practicar.

- la tercera parte es la tercera pata  la vida  moral los mandamientos que debemos respetar y vivir con amor.

- la cuarta parte es la cuarta pata la oración cristiana el padrenuestro.

 Si cialquier de ellas falla o está débil o falta la mesa de nuestra vida cristiana se cae y no podemos llegar a la meta la bienaventuranza eterna!!




domingo, 10 de marzo de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2548-2550)




                                                           " IV Quiero ver a Dios

2548   El deseo de la felicidad verdadera aparta al hombre del apego desordenado a los bienes de este mundo, y tendrá su plenitud en la visión y la bienaventuranza de Dios. "La promesa de ver a Dios supera toda felicidad. En la Escritura, ver es poseer. El que " ve a Dios obtiene todos los bienes que se pueden concebir" ( San Gregorio de Nisa, beat, 6).

2549   Corresponde, por tanto, al pueblo santo luchar, con la gracia de lo alto, para obtener los bienes que Dios promete. Para poseer y contemplar a Dios, los fieles cristianos mortifican sus concupiscencias y, con la ayuda de Dios, vencen las seducciones del placer y del poder.

2550   En este camino hacia la perfección, el Espíritu y la Esposa llaman a quien les escucha ( Cf. Ap 22, 17) a la comunión perfecta con Dios:
Allí se dará la gloria verdadera; nadie será alabado allí por error o por adulación; los verdaderos honores no serán ni negados a quienes los merecen ni concedidos a los indignos; por otra parte, allí nadie indigno pretenderá honores, pues allí sólo serán admitidos los dignos. Allí reinará la verdadera paz, donde nadie experimentará oposición ni de sí mismo ni de otros. La recompensa de la virtud será Dios mismo, que ha dado la virtud y se prometió a ella como la recompensa mejor y más grande que puede existir: " Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo" ( Lv 26, 12)... Este es también el sentido de las palabras del apóstol: " Para que Dios sea todo en todos" ( 1Co 15, 28). El será el fin de nuestros deseos, a quien contemplaremos sin fin, amaremos sin saciedad, alabaremos sin cansancio. Y este don, este amor, esta ocupación serán ciertamente, como la vida eterna, comunes a todos ( San Agustín, civ. 22, 30)." ( CIC 2548-2550).

Comentario:

La bienaventuranza eterna es el fin último al que Dios nos llama con amor misericordioso perdonando nuestras infidelidades y llamandonos a la conversión del corazón pidamos con fe " Señor crea en mi un corazón puro, renuevame por dentro!" repitamos con frecuencia esta petición y la que el mismo Señor de la Misericordia nos enseña " Jesús en vos confio" 


domingo, 3 de marzo de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2544-2547)

 


                                                    " La pobreza del corazón

2544   Jesús exhorta a sus discípulos a preferirle a El respecto a todo y a todos y les propone " renunciar a todos sus bienes" ( Lc 14, 33) por El y por el Evangelio ( Cf. Mc 8,35). Poco antes de su pasión les mostró como ejemplo la pobre viuda de Jerusalén que, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir ( Cf. Lc 21,4). El precepto del desprendimiento de las riquezas es obligatorio para entrar en el Reino de los cielos.

2545   " Todos los cristianos... han de intentar orientar rectamente sus deseos para que el uso de las cosas de este mundo y el apego; las riquezas no les impidan en contra del espíritu de pobreza evangélica, buscar el amor perfecto" ( LG 42).

2546   " Bienaventurados los pobres en el espíritu" ( Mt 5, 3). Las bienaventuranzas revelan un orden de felicidad y de gracia, de belleza y de paz. Jesús celebra la alegría de los pobres, a quienes pertenece ya el Reino ) Lc 6, 20):

El Verbo llama " pobreza en el Espíritu " a la humildad voluntaria de un espíritu humano y su renuncia; el apóstol nos da como ejemplo la pobreza de Dios cuando dice: " Se hizo pobre por nosotros" ( 2Co 8, 9) ( San Gregorio de Nisa, beat, 1).

2547   El Señor se lamenta de los ricos porque encuentran su consuelo en la abundancia de bienes ( Cf. Lc 6, 24). " El orgulloso busca el poder terreno, mientras el pobre en el espíritu busca el Reino de los cielos" ( San Agustín, serm. Dom. 1,3). El abandono en la providencia del Padre del cielo libera de la inquietud por el mañana ( Cf. Mt 6, 25-34). La confianza en Dios dispone a la bienaventuranza de los pobres: ellos verán a Dios. " (CIC 2544-2547).

Comentario:

La " pobreza de espíritu " hace relación al desapego de las cosas materiales: tener sin poseer significa estar desprendidos de las posesiones materiales como Job " El Señor me lo dió, el Señor me lo quitó, Bendito sea el nombre del Señor"