lunes, 23 de mayo de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 337-343)



                                                       "II El mundo visible"

" 337 Dios mismo es quien ha creado el mundo visible en toda su riqueza, su diversidad y su orden. La Escritura presenta la obra del Creador simbólicamente como una secuencia de seis días " de trabajo" divino que terminan en el " reposo" del día séptimo ( Gn 1, 1-2,4). El texto sagrado enseña, a propósito de la creación, verdades reveladas por Dios para nuestra salvación ( Cf. DV 11) que permiten  "conocer la naturaleza íntima de todas las criaturas, su valor y su ordenación a la alabanza divina" ( LG 36).

338 Nada existe que no deba su existencia a Dios creador. El mundo comenzó cuando fue sacado de la nada por la palabra de Dios; todos los seres existentes, toda la naturaleza, toda la historia humana están enraizados en este acontecimiento primordial: es el origen gracias al cual el mundo es constituido, y el tiempo ha comenzado ( Cf. San Agustín, Gen. Man. 1,2,4).

339 Toda criatura posee su bondad y su perfección propias. Para cada una de las obras de los "seis días" se dice:" Y vio Dios que era bueno". " Por la condición misma de la creación, todas las cosas están dotadas de firmeza, verdad y bondad propias y de un orden" ( GS 36, 2): Las distintas criaturas, queridas en su ser propio, reflejan, cada una a su manera, un rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios. Por esto, el hombre debe respetar la bondad propia de cada criatura para evitar un uso desordenado de las cosas, que desprecie al Creador y acarree consecuencias nefastas para los hombres y para su ambiente.

340 La interdependencia de las criaturas, es querida por Dios. El sol y la luna, el cedro y la florecilla, el águila y el gorrión: las innumerables diversidades y desigualdades significan que ninguna criatura se basta a sí misma, que no existen sino en dependencia unas de otras, para complementarse y servirse mutuamente.

341 La belleza del universo: el orden y la armonía del mundo creado derivan de la diversidad de los seres y las relaciones que entre ellos existen. El hombre las descubre progresivamente como leyes de la naturaleza que causan  la admiración de los sabios. La belleza de la creación refleja la infinita belleza del Creador. Debe inspirar el respeto y la sumisión de la inteligencia del hombre y de su voluntad.

342 La jerarquía de las criaturas está expresada por el orden de los " seis días", que va de lo menos perfecto a lo más perfecto. Dios ama todas sus criaturas ( Cf. Sal 145), cuida de cada una, incluso de los pajarillos. Pero Jesús dice: " Vosotros valéis más que muchos pajarillos" ( Lc 12, 6-7), o también: "¡Cuánto más vale un hombre que una oveja!( Mt 12,12).

343 El hombre es la cumbre de la obra de la creación. El relato inspirado lo expresa distinguiendo netamente la creación del hombre y la de las otras criaturas ( Cf. Gn 1, 26). (CIC 337-343).

Comentario: En relación con la creación del mundo y nuestra relación con él, el papa Francisco escribió la encíclica LAUDATO SI' sobre el cuidado de la casa común, que es una invitación a entender el medio ambiente como nuestra casa que debemos cuidar para dejarla mejor, que la recibimos,a quienes vengan después de nosotros.

jueves, 19 de mayo de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 331-336)



                                                     "Cristo " con todos sus ángeles""

"331 Cristo es el centro del  mundo de los ángeles. Los ángeles le pertenecen:" Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles..."(Mt 25,31). Le pertenecen porque fueron creados, por y para El:" Porque en El fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por El y para El"(Col 1,16). Le pertenecen más aún porque los ha hecho mensajeros de su designio de salvación:"¿ Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?" ( Hb 1,14).

332 Desde la creación ( Cf. Jb 38,7), donde los ángeles son llamados "hijos de Dios" y a lo largo de toda la historia de la salvación los encontramos, anunciando de lejos o de cerca, esa salvación  y sirviendo al designio divino de su realización: cierran el paraíso terrenal ( Cf. Gn 3, 24), protegen a Lot ( Cf. Gn 19), salvan a Agar y su hijo ( Cf. Gn 21,17), detienen la mano de Abraham ( Cf. Gn 22, 11), la ley es comunicada por su ministerio ( Cf. Hch 7, 53), conducen el pueblo de Dios ( Cf. Ex 23, 20-23), anuncian nacimientos ( Cf. Jc 13) y vocaciones ( Cf. Jc 6, 11-24; Is 6, 6), asisten a los profetas ( Cf. 1R 19, 5), por no citar más que algunos ejemplos. Finalmente, el ángel Gabriel anuncia el nacimiento del Precursor y el de Jesús ( Cf. Lc 1, 11.26).

333 De la Encarnación a la Ascención, la vida del Verbo encarnado está rodeada de la adoración y del servicio de los ángeles. Cuando Dios introduce " a su Primogénito en el mundo, dice:" Adórenle todos los ángeles de Dios"(Hb 1,6). Su cántico de alabanza en el nacimiento de Cristo no ha cesado de resonar en la alabanza de la Iglesia " Gloria a Dios..." ( Lc 2,14). Protegen la infancia de Jesús ( Cf. Mt 1,20; 2, 13. 19), sirven a Jesús en el desierto ( Cf. Mc 1, 12; Mt 4,11) lo reconfortan en la agonía ( Cf. Lc 22,4), cuando El habría podido ser salvado por ellos de la mano de sus enemigos ( Cf. MT 26, 53) como en otro tiempo Israel ( Cf. 2 M 10, 29-30; 11,8). Son también los ángeles quienes "evangelizan" ( Lc 2, 10) anunciando la Buena Nueva de la Encarnación ( Cf. Lc 2, 8-14), y de la Resurrección ( Cf. Mc 16, 5-7) de Cristo. Con ocasión de la segunda venida de Cristo, anunciada por los ángeles ( Cf. Hb 1, 10-11), éstos estarán presentes al servicio del juicio del Señor ( Cf. Mt 13,41; 25, 31; Lc 12, 8-9).

                                               Los ángeles en la vida de la Iglesia


334 De aquí que toda la vida de la Iglesia se beneficie de la ayuda misteriosa y poderosa de los ángeles ( Cf. Hch 5, 18-20; 8, 26-29; 10, 3-8; 12, 6-11; 27, 23-25).

335 En su liturgia, la Iglesia se une a los ángeles para adorar al Dios tres veces santo ( Cf. MR, " Sanctus"); invoca su asistencia ( así en el " In Paradisum deducant te angeli..."") ( " Al Paraíso te lleven los ángeles...") de la liturgia de difuntos, o también en el " Himno querubínico" de la liturgia bizantina y celebra más particularmente la memoria de ciertos a´ngeles ( S. Miguel, S Gabriel, S Rafael, los ángeles custodios).

336 Desde la infancia ( Cf. Mt 18, 10) a la muerte  ( Cf. Lc 16, 22), la vida humana está rodeada de su custodia ( Cf. Sal 34, 8; 91, 10-13) y de su intercesión ( Cf. Jb 33, 23-24; Za 1, 12; Tb 12, 12). " Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida " ( San Basilio, Eun. 3,1). Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios." (CIC 331-336).

Comentario: Si conociéramos y creyéramos cuánto nos ayuda nuestro ángel custodio, lo utilizaríamos más y le tendríamos más amor y devoción, el es nuestro amigo, que nos conduce al Amigo por excelencia, Jesús. 

martes, 10 de mayo de 2016

"La profesión de la fe" (CIC 325-330)



                                              " Párrafo 5 El cielo y la tierra"

"325 El Símbolo de los Apóstoles profesa que Dios es " el creador del cielo y de la tierra", y el Símbolo de Nicea-Constantinopla explícita:"..de todo lo visible y lo invisible".

326 En la Sagrada Escritura, la expresión "cielo y tierra" significa: todo lo que existe, la creación entera. Indica también el vínculo que, en el interior de la creación, a la vez une y distingue cielo y tierra: " La tierra", es el mundo de los hombres (CF. Sal 115,16). "El cielo" o "los cielos" puede designar el firmamento (Cf. Sal 19,2), pero también el "lugar" propio de Dios:" Nuestro Padre que está en los cielos"(Mt 5, 16;Cf. Sal 115,16), y por consiguiente también el "cielo", que es la gloria escatológica. Finalmente, la palabra "cielo" indica el lugar de las criaturas espirituales- los ángeles- que rodean a Dios.

327 La profesión de fe del IV Concilio de Letrán afirma que Dios, " al comienzo del tiempo, creó a la vez de la nada una y otra criatura, la espiritual y la corporal, es decir, la angélica y la mundana; luego, la criatura humana, que participa de las dos realidades, pues esta compuesta de espíritu y de cuerpo"(DS 800;Cf.DS 3002 y SPF 8).

                                                                   I Los ángeles

                                         La existencia de los ángeles, una verdad de fe

328 La existencia de seres espirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición.

                                                         Quienes son los ángeles 

329 San Agustín dice respecto a ellos:"Angelus officii nomen est, non naturae. Quaeris nomen huius naturae, spiritus est; quaeris officium, ángelus est:ex eo quod est, spiritus est, ex eo quod agit, ángelus (" El nombre de ángel indica su oficio, no su  naturaleza. Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu: si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel")(Psal. 103, 1, 15). Con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan  "constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos" (Mt 18,10), son " agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra" ( Sal 103,20).

330 En tanto que criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales ( Cf. Pío XII:DS 3891) e inmortales ( Cf. Lc 20,36). Superan en perfección a todas las criaturas visibles. El resplandor de su gloria da testimonio de ello ( Cf. Dn 10, 9-12). (CIC 325-330).

Comentario: La Sagrada Escritura da el nombre de tres arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, y el Señor habla de los ángeles custodios al referirse a la inocencia de los niños y cómo sus ángeles están en la presencia de Dios, los demás nombres que cita la piedad popular no tienen soporte en la Escritura ni en la Tradición y no son verdad de fe. Recordemos ser muy amigos de nuestro ángel custodio hablemos con él para pedirle ayuda pues él no puede saber qué necesitamos si no lo manifestamos. 


lunes, 2 de mayo de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 315-324)



                                                                "Resumen"


"315 En la creación del mundo y del hombre, Dios ofreció el primero y universal testimonio de su amor todopoderoso y de su sabiduría, el primer anuncio de su "designio benevolente" que encuentra su fin en la nueva creación en Cristo.

316 Aunque la obra de la creación se atribuya particularmente al Padre, es igualmente verdad de fe que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son el principio único e indivisible de la creación.

317 Sólo Dios ha creado el universo, libremente, sin ninguna ayuda.

318 Ninguna criatura tiene el poder infinito que es necesario para "crear en el sentido propio de la palabra, es decir, de producir y de dar el ser a lo que no lo tenía en modo alguno ( llamar a la existencia de la nada) (Cf.DS 3624).

319 Dios creó el mundo para manifestar y comunicar su gloria. La gloria para la que Dios creó a sus criaturas consiste en que tengan parte en su bondad, su verdad y su belleza.

320 Dios, que ha creado el universo, lo mantiene en la existencia por su Verbo, " el Hijo que sostiene todo con su palabra poderosa" ( Hb 1,3) y por su Espíritu Creador que da la vida.

321 La divina providencia consiste en las disposiciones por las que Dios conduce con sabiduría y amor todas las criaturas hasta su fin último.

322  Cristo nos invita al abandono filial en la providencia de nuestro Padre celestial ( Cf. Mt 6, 26-34) y el apóstol san Pedro insiste:" Confiadle todas vuestras preocupaciones pues él cuida de vosotros" ( 1P 5,7;Cf. Sal 55, 23).

323 La providencia divina actúa también por la acción de las criaturas. A los seres humanos Dios les concede cooperar libremente en sus designios.

324 La permisión divina del mal físico y del mal moral es misterio que Dios esclarece por su Hijo, Jesucristo, muerto y resucitado para vencer el mal,. La fe nos da la certeza de que Dios no permitiría el mal si no hiciera salir el bien del mal mismo, por caminos que nosotros sólo conoceremos plenamente en la vida eterna." (CIC 315-324).

Comentario: Recemos con devoción y fe el Padrenuestro, la oración por excelencia, que nos enseñó el mismo Cristo. En ella encontraremos el consuelo y la paz si las hemos perdido, y la fuerza para hacer en todo la Voluntad de nuestro Padre Dios.