domingo, 23 de junio de 2019

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1159-1162)



                                                   " Imágenes sagradas

1159 La imagen sagrada, el icono litúrgico representa principalmente a Cristo. No puede representar a Dios invisible e incomprensible; la Encarnación del Hijo de Dios inauguró una nueva " economía" de las imágenes:

                              En otro tiempo, Dios, que no tenía cuerpo ni figura, no podía de ningún modo ser representado con una imagen. Pero ahora que se ha hecho ver en la carne y que ha vivido con los hombres, puedo hacer una imagen de lo que he visto de Dios... con el rostro descubierto contemplamos la gloria del Señor. ( San Juan Damasceno, imag. 1, 16).

1160 La iconografía cristiana transcribe mediante la imagen el mensaje evangélico que la Sagrada Escritura transmite  mediante la palabra. Imagen y Palabra se esclarecen mutuamente:

                              Para expresar brevemente nuestra profesión de fe, conservamos todas las tradiciones de la Iglesia, escritas o no escritas, que nos han sido transmitidas sin alteración. Una de ellas es la representación pictórica de las imágenes, que está de acuerdo con la predicación de la historia evangélica, creyendo que, verdaderamente y no en apariencia, el Dios Verbo se hizo carne, lo cual es tan útil y provechoso, porque las cosas que se esclarecen mutuamente tienen sin duda una significación recíproca ( Cc de Nicea II, año 787; COD 111).

1161 Todos los signos de la celebración litúrgica hacen referencia a Cristo: también las imágenes sagradas de la Santísima Madre de Dios y de los santos. Significan, en efecto, a Cristo que es glorificado en ellos. Manifiestan " la nube de testigos" ( Hb 12, 1) que continúan participando en la salvación del mundo y a los que estamos unidos, sobre todo en la celebración sacramental. A través de sus iconos, es el hombre " a imagen y semejanza de Dios", finalmente transfigurado " a su semejanza" ( Cf. Rm 8, 29; 1Jn 3, 2), quien se revela a nuestra fe, e incluso los ángeles, recapitulados también en Cristo:

                              Siguiendo la enseñanza divinamente inspirada de nuestros santos Padres y la tradición de la Iglesia católica ( pues reconocemos ser del Espíritu Santo que habita en ella), definimos con toda exactitud y cuidado que las venerables y santas imágenes, como también la imagen de la preciosa y vivificante cruz, tanto las pintadas como las de mosaico u otra materia conveniente, se expongan en las santas iglesias de Dios, en los vasos sagrados y sacramentos, en las paredes y en cuadros, en las casas y en los caminos; tanto las imágenes de nuestro Señor Jesucristo, como las de nuestra Señora inmaculada la santa Madre de Dios, de los santos ángeles y de todos los santos y justos ( Cc de Nicea II: DS 600.

1162 " La belleza y el color de las imágenes estimulan mi oración. Es una fiesta para mis ojos, del mismo modo que el espectáculo del campo estimula mi corazón para dar gloria a Dios" ( S. Juan Damasceno, imag. 1, 27). La contemplación de las sagradas imágenes, unida a la meditación de la Palabra de Dios y al canto de los himnos litúrgicos, forma parte de la armonía de los signos de la celebración pra que el misterio celebrado se grabe en la memoria del corazón y se exprese luego en la vida nueva de los fieles.

Comentario: Recordemos que en las apariciones de la Divina  Misericordia a Santa Faustina Kowalska el Señor le pide realizar una pintura de su figura como ella lo ve con sus rayos y el letrero Jesús confio en Ti.

sábado, 15 de junio de 2019

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1153-1158)



                                                      " Palabras y acciones

1153 Toda celebración sacramental es un encuentro de los hijos de Dios con su Padre, en Cristo y en el Espíritu Santo, y  este encuentro se expresa como un diálogo a través de acciones y de palabras. Ciertamente, las acciones simbólicas son ya un lenguaje, pero es preciso que la Palabra de Dios y la respuesta de la fe acompañen y vivifiquen estas acciones, a fin de que la semilla del Reino dé su fruto en la tierra buena. Las acciones litúrgicas significan lo que expresa la Palabra de Dios: a la vez la iniciativa gratuita de Dios y la respuesta de fe de su pueblo.

1154 La Liturgia de la Palabra es parte integrante de las celebraciones sacramentales. Para nutrir la fe de los fieles, los signos de la Palabra de Dios deben ser puestos de relieve: el libro de la Palabra  (Leccionario o Evangeliario), su veneración ( procesión, incienso, luz), el lugar de su anuncio  (ambón ), su lectura audible e inteligible, la homilía del ministro, la cual prolonga su proclamación, y las respuestas de la asamblea ( aclamaciones, salmos de meditación, letanías, confesión de fe...).

1155 La palabra y la acción litúrgica, indisociables en cuanto signos y enseñanza, lo son también en cuanto que realizan lo que significan. El Espíritu Santo, al suscitar la fe, no solamente procura una inteligencia de la Palabra de Dios suscitando la fe, sino que también mediante los sacramentos realiza las "maravillas" de Dios que son anunciadas por la misma Palabra: hace presente y comunica la obra del Padre realizada por el Hijo amado.

                                                     Canto y música

1156 " La tradición musical de la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inestimable que sobresale entre las demás expresiones artísticas, principalmente porque el canto sagrado, unido a las palabras, constituye una parte necesaria o integral de la Liturgia solemne" ( SC 112). La composición y el canto de salmos inspirados, con frecuencia acompañados de instrumentos musicales, estaban ya estrechamente ligados a las celebraciones litúrgicas de la Antigua Alianza. La Iglesia continúa y desarrolla esta tradición: " Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor" ( Ef 5, 19; Cf. Col 3, 16-17). " El que canta ora dos veces"  (san  Agustín, sal. 72, 1).

1157 El canto y la música cumplen su función de signos de una manera tanto más significativa cuanto " más estrechamente estén vinculadas a la acción litúrgica" ( SC 112), según tres criterios principales: la belleza expresiva de la oración, la participación unánime de la asamblea en los momentos previstos y el carácter solemne de la celebración. Participan así de la finalidad de las palabras y de las acciones litúrgicas: la gloria de Dios y la santificación de los fieles ( Cf. SC 112).

                               ¡ Cuánto lloré al oir vuestros himnos y cánticos, fuertemente conmovido por las voces de vuestra Iglesia, que suavemente cantaba! Entraban aquellas voces en mis oídos, y vuestra verdad se derretía en mi corazón, y con esto se inflamaba el efecto de piedad, y corrían las lágrimas, y me iba bien con ellas ( San Agustín, Conf. IX, 614).

1158 La armonía de los signos ( canto, palabras y acciones) es tanto más expresiva y fecunda cuanto más se expresa en la riqueza cultural propia del pueblo de Dios que celebra ( Cf. SC 119). Por eso  "foméntese con empeño el canto religioso popular, de modo que en los ejercicios piadosos y sagrados y en las mismas acciones litúrgicas", conforme a las normas de la Iglesia " resuenen las voces de los fieles" ( SC 118). Pero " los textos destinados al canto sagrado deben estar de acuerdo con la doctrina católica; más aún, deben tomarse principalmente de la Sagrada Escritura y de las fuentes litúrgicas" (SC 121)." ( CIC 1153-1158).

Comentario: Debemos tener presente que al asistir a la santa misa estamos acudiendo a una cita con nuestro Padre Dios por eso debemos cuidar la puntualidad para no perder la señal de la cruz al iniciar la celebración y el acto penitencial con el que pedimos perdón por nuestras faltas y omisiones para celebrar dignamente el sacramento. Escuchar con atención la lectura de la Palabra y responder adecuadamente y con los gestos alabar al Señor.

 

 

 

domingo, 9 de junio de 2019

" La celebración del misterio cristiano" ( 1145-1152)



                                                        " II ¿ Cómo celebrar?

                                                                Signos y símbolos

1145 Una  celebración sacramental está tejida de signos y símbolos. Según la pedagogía divina de la salvación, su significación tiene su raíz en la obra de la creación y en la cultura humana, se perfila en los acontecimientos de la Antigua Alianza y se revela en plenitud en la persona y la obra de Cristo.

1146 Signos del mundo de los hombres. En la vida humana, signos y símbolos ocupan un lugar importante. El hombre, siendo un ser a la vez corporal y espiritual, expresa y percibe las realidades espirituales a través de signos y símbolos materiales. Como ser social, el hombre necesita signos y símbolos para comunicarse con los demás, mediante el lenguaje, gestos y acciones. Lo mismo sucede en su relación con Dios.

1147 Dios habla al hombre a través de la creación visible. El cosmos material se presenta a la inteligencia del hombre para que vea en El las huellas de su Creador ( Cf. Sb 13, 1; Rm 1, 19-20; Hch 14, 17). La luz y la noche, el viento y el fuego, el agua y la tierra, el árbol y los frutos hablan de Dios, simbolizan a la vez su grandeza y su proximidad.

1148 En cuanto creaturas, estas realidades sensibles pueden llegar a ser lugar de expresión de la acción de Dios que santifica a los hombres, y de la acción de los hombres que rinden su culto a Dios. Lo mismo sucede con los signos y símbolos de la vida social de los hombres: lavar y ungir, partir el pan y compartir la copa pueden expresar la presencia santificante de Dios y la gratitud del hombre hacia su Creador.

1149 Las grandes religiones de la humanidad atestiguan, a menudo de forma impresionante, este sentido cósmico y simbólico de los ritos religiosos. La Liturgia de la Iglesia presupone, integra y santifica elementos de la creación y de la cultura humana confiriéndoles la dignidad de signos de la gracia, de la creación nueva en Jesucristo.

1150 Signos de la Alianza. El pueblo elegido recibe de Dios signos y símbolos distintivos que marcan su vida litúrgica: no son ya solamente celebraciones de ciclos cósmicos y de acontecimientos sociales, sino signos de la Alianza, símbolos de las grandes acciones de Dios en favor de su pueblo. Entre estos signos litúrgicos de la Antigua Alianza se puede nombrar la circunsición, la unción y la consagración de reyes y sacerdotes, la imposición de las manos, los sacrificios, y sobre todo la pascua. La Iglesia ve en estos signos una prefiguración de los sacramentos de la Nueva Alianza.

1151 Signos asumidos por Cristo. En su predicación, el Señor Jesús se sirve con frecuencia de los signos de la creación para dar a conocer los misterios del Reino de Dios ( Cf. Lc 8, 10). Realiza sus curaciones o subraya su predicación por medio de signos materiales o gestos simbólicos ( Cf. Jn 9, 6; Mc 7, 33-35; 8, 22-25). Da un sentido nuevo a los hechos y a los signos de la Antigua Alianza, sobre todo al Exodo y a la Pascua ( Cf. Lc 9, 31; 22, 7-20), porque El mismo es el sentido de todos esos signos.

1152 Signos sacramentales. Desde Pentecostés, el Espíritu Santo realiza la santificación a través de los signos sacramentales de su Iglesia. Los sacramentos de la Iglesia no anulan, sino purifican e integran toda la riqueza de los signos y de los símbolos del cosmos y de la vida social. Aún más, cumplen los tipos y las figuras de la Antigua Alianza, significan y realizan la salvación obrada por Cristo, y prefiguran y anticipan la gloria del cielo.

Comentario: Los signos y símbolos  de los sacramentos deben usarse siempre como los manda el canon establecido, la transubstanciación, por ejemplo, no se realiza si no se usa el pan ácimo y el vino de uva que fueron la materia de la institución de la Eucaristía y las palabras de la consagración tienen que ser pronunciadas por un sacerdote con las licencias para consagrarr si no se cumplen esos requisitos no se realiza " el gran milagro" de la presencia real de Cristo en las especies eucarísticas. Recemos mucho al Señor para que envié muchos y santos sacerdotes a su mies porque sin ellos no hay misa y no es posible tener al Señor con nosotros en la Eucaristía.   

domingo, 2 de junio de 2019

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1140-1144)



                                     " Los celebrantes de la Liturgia sacramental

1140 Es toda la comunidad, el Cuerpo de Cristo unido a su Cabeza quien celebra. " Las acciones litúrgicas no son acciones privadas, sino celebraciones de la Iglesia que es " sacramento de unidad", esto es, pueblo santo, congregado y ordenado bajo la dirección de los obispos. Por tanto, pertenecen a todo el Cuerpo de la Iglesia, influyen en El y lo manifiestan, pero afectan a cada miembro de este Cuerpo de manera diferente, según la diversidad de órdenes, funciones y participación actual" ( SC 26). Por eso también " siempre que los ritos, según la naturaleza propia de cada uno, admitan una celebración común, con asistencia y participación activa de los fieles, hay que inculcar que ésta debe ser preferida, en cuanto sea posible, a una celebración individual y casi privada" ( SC 27).

1141 La asamblea que celebra es la comunidad de los bautizados que, " por el nuevo nacimiento y por la unción del Espíritu Santo, quedan consagrados como casa espiritual y sacerdocio santo para que ofrezcan, a través de todas las obras propias del cristiano, sacrificios espirituales" ( LG 10). Este "sacerdocio común" es el de Cristo, único Sacerdote, participado por todos sus miembros ( Cf. LG 10; 34; PO2):

                              La Madre Iglesia desea ardientemente que se lleve a todos los fieles a aquella participación plena, consciente y activa en las celebraciones litúrgicas que exige la naturaleza de la Liturgia misma y a la cual tiene derecho y obligación, en virtud del bautismo, el pueblo cristiano  "linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido" ( 1P 2, 9; Cf. 2, 4-5) ( SC14).

1142 Pero " todos los miembros no tienen la misma función" ( Rm 12, 4). Algunos son llamados por Dios en y por la Iglesia a un servicio especial de la comunidad. Estos servidores son escogidos y consagrados por el sacramento del Orden, por el cual el Espíritu Santo los hace aptos para actuar en representación de Cristo-Cabeza para el servicio de todos los miembros de la Iglesia ( Cf. PO 2 y 15). El ministro ordenado es como el " icono" de Cristo Sacerdote. por ser en la Eucaristía donde se manifiesta plenamente el sacramento de la Iglesia, es también en la presidencia de la Eucaristía donde el ministerio del obispo aparece en primer lugar, y en comunión con El, el de los presbíteros y los diáconos.

1143 En orden a ejercer las funciones del sacerdocio común de los fieles existen también otros ministerios particulares, no consagrados por el sacramento del Orden, y cuyas funciones son determinadas por los obispos según las tradiciones litúrgicas y las necesidades pastorales. " Los acólitos, lectores, comentadores y los que pertenecen a la ' schola cantorum' desempeñan un auténtico ministerio litúrgico" ( SC 29).

1144 Así, en la celebración de los sacramentos, toda la asamblea es " liturgo", cada cual según su función, pero en " la unidad del Espíritu" que actúa en todos. " En las celebraciones litúrgicas, cada cual, ministro ofiel, al desempeñar su oficio, hará todo y sólo aquello que le corresponde según la naturaleza de la acción y las normas litúrgicas" ( SC 28).

Comentario: Mantener las normas litúrgicas en la celebración de los sacramentos permite que podamos seguir el rito independientemente del idioma que utilice el sacerdote. Seamos fieles a esa norma y no queramos cambiar la celebración litúrgica.