martes, 30 de julio de 2019

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1187-1199)




                                                                   " Resumen

1187                La Liturgia es la obra de Cristo total, Cabeza y Cuerpo. Nuestro Sumo Sacerdote la celebra sin cesar en la Liturgia celestial, con la Santa Madre de Dios, los apóstoles, todos los santos y la muchedumbre de seres humanos que ha entrado ya en el Reino.

1188                 En una celebración litúrgica, toda la asamblea es " liturgo", cada cual según su función. El sacerdocio bautismal es el sacerdocio de todo el Cuerpo de Cristo. Pero algunos fieles son ordenados por el sacramento del Orden sacerdotal para representar a Cristo como Cabeza del Cuerpo.

1189                 La celebración litúrgica comprende signos y símbolos que se refieren a la creación  (luz, agua, fuego), a la vida humana ( lavar, ungir; partir el pan) y a la historia de la salvación (los ritos de la Pascua). Insertos en el mundo de la fe y asumidos por la fuerza del Espíritu Santo, estos elementos cósmicos, estos ritos humanos, estos gestos del recuerdo de Dios se hacen portadores de la acción salvífica y santificadora de Cristo.

1190                La Liturgia de la Palabra es una parte integrante de la celebración. El sentido de la celebración es expresado por la Palabra de Dios que es anunciada y por el compromiso de la fe que responde a ella.

1191                 El canto y la música están en estrecha conexión con la acción litúrgica. Criterios para un uso adecuado de ellos son: la belleza expresiva de la oración, la paticipación unánime de la asamblea y el carácter sagrado de la celebración.

1192                 Las imágenes sagradas, presentes en nuestras iglesias y en nuestras casas, están destinadas a despertar y alimentar nuestra fe en el Misterio de Cristo. A través del icono de Cristo y de sus obras de salvación, es a El a quien adoramos. A través de las sagradas imágenes de la Santísima Madre de Dios, de los ángeles y de los santos, veneramos a quienes en ellas son representados.

1193                El domingo, " día del Señor", es el día principal de la celebración de la Eucaristía porque es el día de la Resurrección. Es el día de la asamblea litúrgica por excelencia, el día de la familia cristiana, el día del gozo y del descanso del trabajo. El es " fundamento y núcleo de todo el año litúrgico" ( SC 106).

1194                 La Iglesia, " en el círculo del año desarrolla todo el Misterio de Cristo, desde la Encarnación y la Navidad hasta la Ascención, Pentecostés y la expectativa de la dichosa esperanza y venida del Señor " ( SC 10).

1195                 Haciendo memoria de los santos, en primer lugar de la santa Madre de Dios, luego de los Apóstoles, los Mártires y los otros santos, en días fijos del año litúrgico, la Iglesia de la tierra manifiesta que está unida a la Liturgia del cielo; glorifica a Cristo por haber realizado su salvación en sus miembros glorificados; su ejemplo la estimula en el camino hacia el Padre.

1196                Los fieles que celebran la Liturgia de las Horas se unen a Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, por la oración de los salmos, la meditación de la Palabra de Dios, de los cánticos y de las bendiciones, a fin de ser asociados a su oración incesante y universal que da gloria al Padre e implora el don del Espíritu Santo sobre el mundo entero.

1197                   Cristo es el verdadero Templo de Dios, " el lugar donde reside su gloria"; por la gracia de Dios los cristianos son también templos del Espíritu Santo, piedras vivas con las que se construye la Iglesia.

1198                  En su condición terrena, la Iglesia tiene necesidad de lugares donde la comunidad pueda reunirse; nuestras iglesias visibles, lugares santos, imágenes de la Ciudad Santa, la Jerusalén celestial hacia la cual caminamos como peregrinos.

1199                  En estos templos, la Iglesia celebra el culto público para gloria de la Santísima Trinidad, en ellos escucha la Palabra de Dios y canta sus alabanzas, eleva su oración y ofrece el Sacrificio de Cristo, sacramentalmente presente en medio de la asamblea. Estas iglesias son también lugares de recogimiento y  de oración personal." ( CIC 1187-1199).

Comentario:La celebración litúrgica nos sitúa en el centro de la revelación de Cristo como Hijo de Dios que nos deja su presencia real en la Eucaristía cumpliendo la promesa de estar con nosotros hasta el fin de los tiempos. No dejemos nunca de asistir a la misa dominical y ser agradecidos con la misericordia de Dios que siempre nos perdona y espera en el sacramento de la reconciliación cuando no hemos sido fieles.                      

      

   

lunes, 22 de julio de 2019

" La celebración del misterio cristiano" ( 1179- 1186)



                                                            " IV ¿ Dónde celebrar?

1179 El culto " en espíritu y en verdad" ( Jn 4, 24) de la Nueva Alianza no está ligado a un lugar exclusivo. Toda la tierra es santa y ha sido confiada a los hijos de los hombres. Cuando los fieles se reúnen en un mismo lugar, lo fundamental es que ellos son las " piedras vivas", reunidas para "la edificación de un edificio espiritual" ( 1P2, 4-5). El Cuerpo de Cristo resucitado es el templo espiritual de donde brota la fuente de agua viva. Incorporados a Cristo por el Espíritu Santo, " somos el templo de Dios vivo" ( 2Co 6, 16).

1180 Cuando el ejercicio de la libertad religiosa no es impedido ( Cf. DH 4), los cristianos construyen edificios destinados al culto divino. Estas iglesias visibles no son simples lugares de reunión, sino que significan y manifiestan a la Iglesia que vive en ese lugar, morada de Dios con los hombres reconciliados y unidos en Cristo.

1181 " En la casa de oración se celebra y se reserva la sagrada Eucaristía, se reúnen los fieles y se venera para ayuda y consuelo de los fieles la presencia del Hijo de Dios, nuestro Salvador, ofrecido por nosotros en el altar del sacrificio. Esta casa de oración debe ser hermosa y apropiada para la oración y para las celebraciones sagradas" ( PO 5; Cf. SC 122-127): En esta " casa de Dios", la verdad y la armoniá de los signos que la constituyen deben manifestar a Cristo que está presente y actúa en este lugar ( Cf. SC 7).

1182 El altar de la Nueva Alianza es la Cruz del Señor ( Cf. Hb 13, 10), de la que manan los sacramentos del Misterio pascual. Sobre el altar, que es el centro de la Iglesia, se hace presente el sacrificio de la cruz bajo los signos sacramentales. El altar es también la mesa del Señor, a la que el Pueblo de Dios es invitado ( Cf. IGMR 259). En algunas liturgias orientales, el altar es también símbolo del sepulcro ( Cristo murió y resucitó verdaderamente).

1183 El tabernáculo debe estar situado " dentro de las iglesias en un lugar de los más dignos con el mayor honor" ( MF). La nobleza, la disposición y la seguridad del tabernáculo eucarístico ( SC 128) deben favorecer la adoración del Señor realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar.

1184 La sede ( cátedra) del obispo o del sacerdote " debe significar su oficio de presidente de la asamblea y director de la oración" ( IGMR 271).

 El ambón. " La dignidad de la Palabra de Dios exige que en la iglesia  haya un sitio reservado para su anuncio, hacia el que, durante la Liturgia de la Palabra, se vuelva espontáneamente la atención de los fieles" ( IGMR 272).

1185 La reunión del pueblo de Dios comienza por el Bautismo, por tanto el templo debe tener lugar apropiado para la celebración del bautismo y favorecer el recuerdo de las promesas del bautismo (agua bendita).

La renovación de la vida bautismal exige la penitencia. Por tanto el templo debe estar preparado para que se pueda expresar el arrepentimiento y la recepción del perdón, lo cual exige asimismo un lugar apropiado.

El templo también debe ser un espacio que invite al recogimiento y a la oración silenciosa, que prolonga e interioriza la gran plegaria de la Eucaristía.

1186 Finalmente, el templo tiene una significación escatológica. Para entrar en la casa de Dios ordinariamente se franquea un umbral, símbolo del paso desde el mundo herido por el pecado al mundo de la vida nueva al que todos los hombres son llamados. La Iglesia visible simboliza la casa paterna hacia la cual el pueblo de Dios está en marcha y donde el Padre " enjugará toda lágrima de sus ojos" ( Ap 21, 4). Por eso también la iglesia es la casa de todos los hijos de Dios, ampliamente abierta y acogedora." ( CIC 1179-1186).

Comentario: La distribución de los espacios de la iglesia no es fruto del capricho o de las necesidades de cada comunidad de fieles sino un esquema previamente establecido en la construcción de la sinagoga donde está la presencia real del Señor y al mismo tiempo es lugar de instrucción religiosa.

    


martes, 16 de julio de 2019

" La celebración del misterio cristiano" ( 1172-1178)



                                                        " El santoral en el año litúrgico

1172 " En la celebración de este círculo anual de los misterios de Cristo, la santa Iglesia venera con especial amor a la bienaventurada Madre de Dios, la Virgen María, unida con un vínculo indisoluble a la obra salvadora de su Hijo; en ella mira y exalta el fruto excelente de la redención y contempla con gozo, como en una imagen Purísima, aquello que ella misma, toda entera, desea y espera ser" (SC 103).

1173 Cuando la Iglesia, en el ciclo anual, hace memoria de los mártires y los demás santos "proclama el misterio pascual cumplido en ellos, que padecieron con Cristo y han sido glorificados con El, propone a los fieles sus ejemplos, que traen a todos por medio de Cristo al Padre, y por sus méritos implora los beneficios divinos" ( SC 104; Cf.SC 108 y 111).

                                                           
                                                              La Liturgia de las Horas

1174 El misterio de Cristo, su Encarnación y su Pascua, que celebramos en la Eucaristía, especialmente en la asamblea dominical, penetra y transfigura el tiempo de cada día mediante la celebración de la Liturgia de las Horas, " el Oficio divino" ( Cf. SC IV). Esta celebración, en fidelidad a las recomendaciones apostólicas de " orar sin cesar" ( 1Ts 5, 17; Ef 6, 18), " está estructurada de tal manera que la alabanza de Dios consagra el curso entero del día y de la noche" (SC 84). Es " la oración pública de la Iglesia" ( SC 98) en la cual los fieles ( clérigos, religiosos y laicos) ejercen el sacerdocio real de los bautizados. Celebrada " según la forma aprobada" por la Iglesia, la Liturgia de las Horas " realmente es la voz de la misma Esposa la que habla al Esposo; más aún, es la oración de Cristo, con su mismo Cuerpo, al Padre" ( SC 84).

1175 La Liturgia de las Horas está llamada a ser la oración de todo el Pueblo de Dios. En ella, Cristo mismo " sigue ejerciendo su función sacerdotal a través de su Iglesia" ( SC 83); cada uno participa en ella según su lugar propio en la Iglesia y las circunstancias de su vida: los sacerdotes en cuanto entregados al ministerio pastoral, porque son llamados a permanecer asiduos en la oración y el servicio de la Palabra ( Cf. SC 86 y 96; PO 5); los religiosos y religiosas por el carisma de su vida consagrada ( Cf. 98); todos los fieles según sus posibilidades: " Los pastores de almas deben procurar que las Horas principales, sobre todo  las Vispera los domingos y fiestas solemnes se celebren en la Iglesia comunitariamente. Se recomienda que también los laicos recen el Oficio divino, bien con los sacerdotes o reunidos entre sí, e incluso solos" ( SC 100).

1176 Celebrar la Liturgia  de las Horas exige no solamente armonizar la voz con el corazón que ora, sino también " adquirir una instrucción litúrgica y bíblica más rica especialmente sobre los salmos"
( SC 90).

1177 Los signos y las letanías de la Oración de las Horas insertan la oración de los salmos en el tiempo de la Iglesia, expresando el simbolismo del momento del día, del tiempo litúrgico o de la fiesta celebrada. Además, la lectura de la Palabra de Dios en cada hora ( con los responsorios y los troparios que le siguen) y, a ciertas horas, las lecturas de los Padres y maestros espirituales, revelan más profundamente el sentido del Misterio celebrado, ayudan a la inteligencia de los salmos y preparan para la oración silenciosa. La lectio divina, en la que la Palabra de Dios es leída y meditada para convertirse en oración, se enraíza así en la celebración litúrgica.

1178 La Liturgia de las Horas, que es como una prolongación de la celebración eucarística, no excluye, sino que acoge de manera complementaria las diversas devociones del Pueblo de Dios, particularmente la adoración y el culto del Santísimo Sacramento " ( CIC 1172-1178).

Comentario: No desechemos el consejo de conocer y rezar la Liturgia de las Horas aunque no sea diariamente sino en ocasiones especiales pues es provechosa para nuestra oración personal con nuestro Padre Dios, así mismo conocer la lectio divina ayuda para tener esa oración mental que tanto cuesta tener con Dios.

lunes, 8 de julio de 2019

" La celebración del misterio cristiano" ( 1166-1171)




                                                    " El día del Señor

1166 " La Iglesia, desde la tradición apostólica que tiene su origen en el mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que se llama con razón ' día del señor' o domingo" ( SC 106). El día de la Resurrección de Cristo es a la vez el " primer día de la semana", memorial del primer día de la creación, y el " octavo día" en que Cristo, tras su " reposo" del gran Sabbat, inaugura el Día " que hace el Señor", el " día que no conoce ocaso" ( Liturgia bizantina). El  "banquete del Señor " es su centro, porque es aquí donde toda la comunidad de los fieles encuentra al Señor resucitado que los invita a su banquete ( Cf. Jn 21, 12; Lc 24, 30):

                                El día del Señor, el día de la Resurrección, el día de los cristianos, es nuestro día. Por eso es llamado día del Señor: porque es en este día cuando el Señor subió victorioso junto al Padre. Si los paganos lo llaman día del sol, también lo hacemos con gusto; porque hoy ha amanecido la luz del mundo, hoy ha aparecido el sol de justicia cuyos rayos traen la salvación ( san Jerónimo, pasch.).

1167 El domingo es el día por excelencia de la asamblea litúrgica, en que los fieles " deben reunirse para, escuchando la Palabra de Dios y participando en la Eucaristía, recordar la pasión, la resurrección y la gloria del Señor Jesús y dar gracias a Dios, que los ' hizo renacer a la esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos'" ( SC 106):

                                 Cuando meditamos, oh Cristo, las maravillas que fueron realizadas en este día del domingo de tu santa Resurrección, decimos: Bendito es el día del domingo, porque en él tuvo comienzo la Creación...la salvación del mundo...la renovación del género humano...en él el cielo y la tierra se regocijaron y el universo entero quedó lleno de luz. Bendito es el día del domingo, porque en él fueron abiertas las puertas del paraíso para que Adán y todos los desterrados entraran en él sin temor ( Fanqith,Oficio siríaco de Antioquía, vol 6, 1a. parte del verano, p. 193 b ).

                                                       
                                                            El Año litúrgico

1168 A partir del " Triduo Pascual", como de su fuente de luz, el tiempo nuevo de la Resurrección llena todo el año litúrgico con su resplandor. De esta fuente, por todas partes, el año entero queda transfigurado por la Liturgia. es realmente " año de gracia del Señor" ( Cf. Lc 4, 19). La economía de la salvación actúa en el marco del tiempo, pero desde su cumplimiento en la Pascua de Jesús y la efusión del Espíritu Santo, el fin de la historia es anticipado, como pregustado, y el Reino de Dios irrumpe en el tiempo de la humanidad.

1169 Por ello, la Pascua no es simplemente una fiesta entre otras: es la " Fiesta de las fiestas",  "Solemnidad de las solemnidades", como la Eucaristía es el Sacramento de los sacramentos ( el gran sacramento). San Atanasio la llama " el gran domingo" ( Ep. fest. 329), así como la Semana Santa es llamada en Oriente " la gran semana". El Misterio de la Resurrección, en el cual Cristo ha aplastado a la muerte, penetra en nuestro viejo tiempo con su poderosa energía, hasta que todo le esté sometido.

1170 En el Concilio de Nicea ( año 325) todas las Iglesias se pusieron de acuerdo para que la Pascua cristiana fuese celebrada el domingo que sigue al plenilunio ( 14 del mes de Nisán) después del equinoccio de primavera. Por causa de los diversos métodos para calcular el 14 del mes de Nisán, en las Iglesias de Occidente y de Oriente no siempre coinciden la fecha de la pascua. Por eso, dichas Iglesias buscan hoy un acuerdo, para llegar de nuevo a celebrar en una fecha común el día de la resurrección del Señor.

1171 El año litúrgico es el desarrollo de los diversos aspectos del único misterio pascual. Esto vale muy particularmente para el ciclo de las fiestas en torno al Misterio de la Encarnación ( Anunciación, Navidad, Epifanía) que conmemoran el comienzo de nuestra salvación y nos comunican las primicias del misterio de Pascua." ( CIC 1166-1171).

Comentario:En la Liturgia vemos claramente que el domingo, es, para el cristiano la verdadera medida del tiempo, lo que marca el ritmo de su vida.No se apoya en una convención arbitraria, sino que lleva en sí la síntesis única de su memoria histórica, del recuerdo de la creación y de la teología de la esperanza. Es la fiesta de la resurrección para los cristianos, fiesta que se hace presente todas las semanas, pero que no por eso hace superfluo el recuerdo específico de la Pascua de Jesús.   

   

    

miércoles, 3 de julio de 2019

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1163-1165)




                                                             " III  ¿ Cuándo celebrar?

                                                                  El tiempo litúrgico
 
1163 " La santa Madre Iglesia considera que es su deber celebrar la obra de salvación de su divino Esposo con un sagrado recuerdo, en días determinados a través del año. Cada semana, en el día que llamó ' del Señor', conmemora su resurrección, que una vez al año celebra también, junto con su santa pasión, en la máxima solemnidad de la Pascua. Además en el círculo del año desarrolla todo el Misterio de Cristo... Al conmemorar así los misterios de la redención, abre la riqueza de las virtudes y de los méritos de su Señor, de modo que se los hace presentes en cierto modo, durante todo tiempo, a los fieles para que los alcancen y se llenen de la gracia de la salvación" ( SC 102).

1164 El pueblo de Dios, desde la ley mosaica, tuvo fiestas fijas a partir de la Pascua, para conmemorar las acciones maravillosas del Dios Salvador para darle gracias por ellas, perpetuar su recuerdo y enseñar a las nuevas generaciones a conformar con ellas su conducta. En el tiempo de la Iglesia, situado entre la Pascua de Cristo, ya realizada una vez por todas, y su consumación en el Reino de Dios, la Liturgia celebrada en días fijos está toda ella impregnada por la novedad del Misterio de Cristo.

1165 Cuando la Iglesia celebra el Misterio de Cristo, hay una palabra que jalona su oración: ¡ Hoy !, como eco de la oración que le enseñó su Señor ( Mt 6, 11) y de la llamada del Espíritu Santo ( Hb 3, 7-4, 11; Sal 95,7). Este " hoy" del Dios vivo al que el hombre está llamado a entrar, es la " Hora" de la Pascua de Jesús que es eje de toda la historia humana y la guía:

                                    La vida se ha extendido sobre todos los seres y todos están llenos de una amplia luz: el Oriente de los orientes invade el universo, y el que existía " antes del lucero de la mañana" y antes de todos los astros, inmortal e inmenso, el gran Cristo brilla sobre todos los seres más que el sol. Por eso, para nosotros que creemos en El, se instaura un día de luz largo, eterno, que no se extingue: la Pascua mística ( san Hipólito, pasc. 1-2)". ( CIC 1163- 1165)

Comentario: Cuando  asistimos a la misa dominical o diaria escuchamos al inicio de la celebración que nos indican la semana del tiempo litúrgico que estamos leyendo para indicarnos el ciclo de lecturas que está siguiendo el celebrante esa indicación nos sitúa dentro de la celebración y nos ayuda a seguirlacon mayor provecho.