lunes, 29 de mayo de 2023

" La vida en Cristo" ( CIC 2331-2336)

   


                                                 " Articulo 6: El sexto mandamiento

                                       " No cometerás adulterio" ( Ex 20,14; Dt 5,17).

                                  Habeís oído que se dijo: " No cometerás adulterio". Pues

                                  yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió                                                               adulterio con ella en su corazón ( Mt 5, 27-28).

                                                     I " Hombre y mujer los creó..."

2331   " Dios es amor y vive en sí mismo un misterio de comunión personal de amor. Creándola a su imagen...Dios inscribe en la humanidad del hombre y de la mujer la vocación, y consiguientemente la capacidad y la responsabilidad del amor y de la comunión" ( FC 11).

" Dios creó el hombre a imagen suya...Hombre y mujer los creó" ( Gn 1, 27). " Creced y multiplicaos" ( Gn 1, 28); " el día en que Dios creó al hombre, le hizo a imagen de Dios. Los creó varón y hembra, los bendijo y los llamó " Hombre" en el día de su creación" ( Gn 5, 1-2).

2332   La sexualidad abraza todos los aspectos de la persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su alma. Concierne particularmente a la afectividad, a la capacidad de amar y de procrear y, de manera más general, a la aptitud para establecer vínculos de comunión con otro.

2333   Corresponde a cada uno, hombre y mujer, reconocer y acepter su identidad sexual. La  diferencia y la complementariedad físicas morales y espirituales, están orientadas a los bienes del matrimonio y al desarrollo de la vida familiar. La armonía de la pareja humana y de la sociedad depende en parte de la manera en que son vividas entre los sexos la complementariedad, la necesidad y el apoyo mutuos.

2334   " Creando al hombre ˋ varón y mujerˋ, Dios da la dignidad personal de igual modo al hombre y a la mujer" ( FC 22, Cf. GS 49, 2). " El hombre es una persona, y esto se aplica en la misma medida al hombre y a la mujer, porque los dos fueron creados a imagen y semejanza de un Dios personal" ( MD 6).

2335   Cada uno de los dos sexos es, con una dignidad igual, aunque de manera distinta, imagen del poder y de la ternura de Dios. La unión del hombre y de la mujer en el matrimonio es una manera de imitar en la carne la generosidad y la fecundidad del Creador. " El hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne" ( Gn 2, 24). De esta unión proceden todas las generaciones humanas ( Cf. Gn 4, 1-2.25-26); 5, 1).

2336   Jesús vino a restaurar la creación en la pureza de sus orígenes. En el Sermón de la Montaña interpreta de manera rigurosa el plan de Dios: " Habéis oído que se dijo: " No cometerás adulterio". Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deséandola, ya cometió adulterio con ella en su corazón" ( Mt 5 27-28). El hombre no debe separar lo que Dios ha unido ( Cf. Mt 19, 6).

La Tradición de la Iglesia ha entendido el sexto mandamiento como referido a la globalidad de la sexualidad humana. " ( Cic 2331-2336).

Comentario:

Cuando observamos el deterioro de las relaciones familiares y sociales en nuestro tiempo se nota la falta de unidad en la formación de valores familiares por abandono de la ley de Dios tratemos de retomar el estudio de la moral y de la ley de Dios para recuperar el sendero que nos lleva a la felicidad eterna. Luchar contra el consumismo, hedonismo y la permisividad en la familia será un primer paso para encontrar de nuevo el camino que nos lleva a Dios. 


lunes, 22 de mayo de 2023

" La vida en Cristo" ( CIC 2318- 2330)

   


                                                                    " Resumen

2318   " Dios tiene en su mano el alma de todo ser viviente y el soplo de toda carne de hombre" ( Jb 12, 10).

2319   Toda vida humana, desde el momento de la consepción hasta la muerte, es sagrada, pues la persona humana ha sido amada por sí misma a imagen y semejanza del Dios vivo y santo.

2320   Causar la muerte a un ser humano es gravemente contrario a la dignidad de la persona y a la santidad del Creador.

2321   La prohibición de causar la muerte no suprime el derecho de impedir que un injusto agresor cause daño. La legítima defensa es un deber grave para quien es responsable de la vida de otro o del bien común.

2322   Desde su concepción, el niño tiene el derecho a la vida. El aborto directo, es decir, buscado como un fin o como un medio, es una práctica infame ( Cf. GS 27, 3), gravemente contraria a la ley moral. La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana.

2323   Porque ha de ser tratado como una persona desde su concepción, el embrión debe ser defendido en su integridad atendido y cuidado médicamente como cualquier otro ser humano.

2324   La eutanasia voluntaria, cualesquiera que sean sus formas y sus motivos, constituye un homicidio. Es gravemente contaria a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador.

2325   El suicidio es gravemente contrario a la justicia, a la esperanza y a la caridad. Está prohibido por el quinto mandamiento.

2326   El escándalo constituye una falta grave cuando por acción u omisión se induce deliberadamente a otro a pecar gravemente.

2327   A causa de los males y de las injusticias que ocasiona toda guerra, debemos hacer todo lo que es razonablemente posible para evitarla. La Iglesia implora así: " Del hambre, de la peste y de la guerra, líbranos Señor".

2328   La Iglesia y la razón humana afirman la validez permanente de la ley moral durante los conflictos armados. Las prácticas deliberadamente contrarias al derecho de gentes y a sus principios universales son crímenes.

2329   " La carrera de armamentos es una plaga gravísima de la humanidad y perjudica a los pobres de modo intolerable" ( GS 81, 3).

2330   " Bienaventurados los que construyen la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios" ( Mt 5, 9)." ( CIC 2318- 2330).

Comentario:

El respeto a la vida y a la honra de nuestros semejantes es un mandamiento que nos indica la medida del amor al prójimo a quien debemos no sólo respetar sino amar como Cristo nos ama y como el Padre nos ama, este mandamiento nos invita a ver en todas las personas con quienes nos relacionamos la cara amable del Maestro siendo pacientes y misericordiosos con sus defectos y mirando sus virtudes para lograr hacer más amable el mundo en el cual vivimos.



domingo, 14 de mayo de 2023

" La vida en Cristo" ( CIC 2307- 2317)

                        


                                                           " Evitar la guerra

2307   El quinto mandamiento condena la destrucción voluntaria de la vida humana. A causa de los males y de las injusticias que ocasiona toda guerra, la Iglesia insta constantemente a todos a orar y actuar para que la Bondad divina nos libre de la antigua servidumbre de la guerra ( Cf. GS 81, 4).

2308   Todo ciudadano y todo gobernante están obligados a empeñarse en evitar las guerras.

Sin embargo, " mientras exista el riesgo de guerra y falte una autoridad internacional competente y provista de fuerza correspondiente, una vez agotados todos los medios de acuerdo pacífico, no se podrá negar a los gobiernos el derecho a la legítima defensa" ( GS 79, 4).

2309   Se han de considerar con rigor las condiciones estrictas de una legítima defensa mediante la fuerza militar. La gravedad de semejante decisión somete a ésta a condiciones rigurosas de legitimidad moral. Es preciso a la vez:

_ Que el daño causado por el agresor a la nación o a la comunidad de las naciones sea duradero, grave y cierto.

_ Que todos los demás medios para poner fin a la agresión hayan resultado impracticables o ineficaces.

_ Que se reúnan las condiciones serias de éxito.

_ Que el empleo de las armas no entrañe males y desórdenes más graves que el mal que se pretende eliminar. El poder de los medios modernos de destrucción obliga a una prudencia extrema en la apreciación de esta condición.

Estos son los elementos tradicionales enumerados en la doctrina llamada de la " guerra justa".

La apreciación de estas condiciones de legitimidad moral pertenece al juicio prudente de quienes están a cargo del bien común.

2310   Los poderes públicos tienen en este caso el derecho y el deber de imponer a los ciudadanos las obligaciones necesarias para la defensa nacional.

Los que se dedican al servicio de la patria en la vida militar son servidores de la seguridad y de la libertad de los pueblos. Si realizan correctamente su tarea, colaboran verdaderamente al bien común de la nación y al mantenimiento de la paz ( Cf. GS 79, 5).

2311   Los poderes públicos atenderán equitativamente al caso de quienes, por motivos de conciencia, rehusan el empleo de las armas; éstos siguen obligados a servir de otra forma a la comunidad humana ( Cf. GS 79, 3).

2312   La Iglesia y la razón humana declaran la validez permanente de la ley moral durante los conflictos armados. " Una vez estallada desgraciadamente la guerra, no todo es lícito entre los contendientes" ( GS 79, 4).

2313   Es preciso respetar y tratar con humanidad a los no combatientes, a los soldados heridos y a los prisioneros.

Las acciones deliberadamente contrarias al derecho de gentes y a sus principios universales, como así mismo las disposiciones que las ordenan son crímenes. Una obediencia ciega no basta para excusar a los que se someten a ella. Así, el exterminio de un pueblo, de una nación o de una minoría étnica debe ser condenado como un pecado mortal. Existe la obligación moral de desobedecer aquellas decisiones que ordenan genocidios.

2314   " Toda accion bélica que tiende indiscriminadamente a la destrucción de ciudades enteras o de amplias regiones con sus habitantes, es un crimen contra Dios y contra el hombre mismo, que hay que condenar con firmeza y sin vacilaciones" ( GS 80, 4). Un riesgo de la guerra moderna consiste en facilitar a los que poseen armas científicas, especialmente atómicas, biológicas o químicas, la ocasión de cometer semejantes crímenes.

2315   La acumulación de armas es para muchos como una manera paradójica de apartar de la guerra a posibles adversarios. Ven en ella el más eficaz de los medios, para asegurar la paz entre las naciones. Este procedimiento de disuación merece severas reservas morales. La carrera de armamentos no asegura la paz. En lugar de eliminar las causas de guerra, corre el riesgo de agravarlas. La inversión de riquezas fabulosas en la fabricación de armas siempre más modernas impide la ayuda a los pueblos indigentes ( Cf. PP 53), y obstaculiza su desarrollo. El exceso de armamento multiplica las razones de conflictos y aumenta el riesgo de contagio.

2316   La producción y el comercio de armas atañen hondamente al bien común de las naciones y de la comunidad internacional. Por tanto, las autoridades tienen el derecho y el deber de regularlas. La búsquesa de intereses privados o colectivos a corto plazo no legitima empresas que fomentan violencias y conflictos entre las naciones, y que comprometen el orden jurídico internacional.

2317   Las injusticias, las desigualdades excesivas de orden económico o social, la envidia, la desconfianza y el orgullo, que existen entre los hombres y las naciones, amenazan sin cesar la paz y causan las guerras. Todo lo que se hace para superar estos desórdenes contribuye a edificar la paz y evitar la guerra:

En la medida en que los hombres son pecadores, les amenaza y les amenazará hasta la venida de Cristo, el peligro de guerra; en la medida en que, unidos por la caridad, superan el pecado, se superan también las violencias hasta que se cumpla la palabra: " De sus espadas forjarán arados y de sus lanzas podaderas. Ninguna nación levantará ya más la espada contra otra y no se adiestrarán más para el combate" ( IS 2, 4) (GS 78, 6)." ( CIC 2307- 2317).

Comentario:

Debemos esforzarnos en dar a conocer el mensaje del CIC para ayudar a la comprensión de los conflictos cómo enfrentarse a ellos y cómo evitar ser propagadores de odios y rencores.

El mensaje de Cristo es de justicia y amor, las acciones malas hay que rechazarlas y castigarlas pero al agresor que se arrepiente de su mala acción hay que acogerlo como nuestro Padre Dios nos acoge a nosotros. 


lunes, 8 de mayo de 2023

" La vida en Cristo" ( 2302- 2306)

 


                                                   " La defensa de la paz

                                                                 La paz


2302   Recordando el precepto: " No matarás" ( Mt 5, 21), nuestro Señor pide la paz del corazón y denuncia la inmoralidad de la cólera homicida y del odio:

La cólera es un deseo de venganza. " Desear la venganza para el mal de aquel a quien es preciso castigar, es ilícito", pero es loable imponer una reparación " para la corrección de los vicios y el mantenimiento de la justicia" ( Santo Tomás de A., s. th. 2-2, 158, 1 ad 3). Si la cólera llega hasta el deseo deliberado de matar al prójimo o de herirlo gravemente, constituye una falta grave contra la caridad; es pecado mortal. El Señor dice: " Todo aquel que se encolerice contra su heramano, será reo ante el tribunal" ( Mt 5, 22).

2303   El odio voluntario es contrario a la caridad. El odio al prójimo es pecado cuando se le desea deliberadamente un mal. El odio al prójimo es un pecado grave cuando se le desea deliberadamente un daño grave. " Pues yo digo: amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan para que seáis hijos de vuestro Padre celestial..." ( Mt 5, 44-45).

2304   El respeto y el desarrollo de la vida humana exigen la paz. La paz no es sólo ausencia de guerra y no se limita a asegurar el equilibrio de fuerzas adversas. La paz no puede alcanzarse en la tierra, sin la salvaguardia de los bienes de las personas, la libre comunicación entre los seres humanos, el respeto de la dignidad de las personas y de los pueblos, la práctica asidua de la fraternidad. Es la " tranquilidad del orden" ( San Agustín, civ. 19, 13). Es obra de la justicia ( Cf. Is 32, 17) y efecto de la caridad ( Cf. GS 78, 1-2).

2305   La paz terrenal es imagen y fruto de la paz de Cristo, el " Príncipe de la paz" mesiánica ( Is 9, 5). Por la sangre de su cruz " dio muerte al odio en su carne" ( Ef 2, 16; Cf. Col 1, 20-22),  reconcilió con Dios a los hombres e hizo de su Iglesia el sacramento de la unidad del género humano y de su unión con Dios. " Es nuestra paz" ( Ef 2, 14). Declara  "bienaventurados a los que construyen la paz " ( Mt 5, 9).

2306   Los que renuncian a la acción violenta y sangrienta y recurren para la defensa de los derechos del hombre a medios que están al alcance de los más débiles, dan testimonio de caridad evangélica, siempre que esto se haga sin lesionar los derechos y obligaciones de los otros hombre y de las sociedades. Atestiguan legítimamente la gravedad de los riesgos físicos y morales del recurso de la violencia con sus ruinas y sus muertes ( Cf. GS 78, 5).

Comentario:

La búsqueda permanente de la paz del corazón es un esfuerzo loable de los cristianos y ya sabemos cuán díficil es perdonar las ofensas reales o imaginarias de nuestros semejantes, por eso el Señor nos enseñó a rezar el padrenuestro y es meritorio hacerlo no sólo diariamente sino varias veces al día porque necesitamos de la ayuda del Espíritu Santo para lograrlo.