lunes, 29 de agosto de 2016

"La profesión de la fe" (CIC 422-425)



                                                             "Capitulo segundo

                                           Creo en Jesucristo, Hijo único de Dios

                                      La Buena Nueva: Dios ha enviado a su Hijo

"422 " Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación divina adoptiva"(Ga 4, 4-5). He aquí " la Buena Nueva de Jesucristo, Hijo de Dios" ( Mc 1,1): Dios ha visitado a su pueblo ( Cf. Lc 1, 68), ha cumplido las promesas hechas a Abraham y su descendencia ( Cf. Lc 1, 55); lo ha hecho más allá de toda expectativa: El ha enviado a su "Hijo amado"( Mc 1, 11).

423 Nosotros creemos y confesamos que Jesús de Nazaret, nacido judío de una hija de Israel, en Belén en el tiempo del rey Herodes el Grande y del emperador César Augusto; de oficio carpintero, muerto crucificado en Jerusalén, bajo el procurador Poncio Pilato, durante el reinado del emperador Tiberio, es el Hijo eterno de Dios hecho hombre, que " ha salido de Dios" ( Jn 13,3), "bajó del cielo"(Jn 3,13; 6,33), " ha venido en carne" (1Jn 4, 2), porque " la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad...Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia" ( Jn 1, 14.16).

424 Movidos por la gracia del Espíritu Santo y atraídos por el Padre nosotros creemos y confesamos a propósito de Jesús: " Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo" ( Mt 16,16). Sobre la roca de esta fe, confesada por San Pedro, Cristo ha construido su Iglesia ( Cf. Mt 16,18; san León Magno, serm. 4,3; 51,1; 62, 2; 83,3).

                            "Anunciar...la inescrutable riqueza de Cristo" ( Ef 3, 8)

425 La transmisión de la fe cristiana es ante todo el anuncio de Jesucristo para llevar a la fe en El. Desde el principio, los primeros discípulos ardieron en deseos de anunciar a Cristo: " No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído" ( Hch 4, 20 ). Y ellos mismos invitan a los hombres de todos los tiempos a entrar en la alegría de su comunión con Cristo:

                       "Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida- pues la vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, que estaba con el Padre y se nos manifestó-, lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo, Jesucristo. Os escribimos esto para que vuestro gozo sea completo "( 1Jn 1, 1-4)." (CIC 422-425).

Comentario: Leyendo en el Nuevo Testamento los cuatro  Evangelios estamos leyendo la vida de nuestro Señor Jesucristo. " Que busques a Cristo, que encuentres a Cristo, que ames a Cristo, que sigas a Cristo"SJM  

lunes, 22 de agosto de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 413-421)



                                                                  "Resumen

"413 "No fue Dios quien hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes...por envidia del diablo entró la muerte en el mundo"(Sb 1,13;2,24).

414 Satán o el diablo y los otros demonios son ángeles caídos por haber rechazado libremente servir a Dios y su designio. Su opción contra Dios es definitiva. Intentan asociar al hombre en su rebelión contra Dios.

415"Constituido por Dios en la justicia, el hombre, sin embargo, persuadido por el Maligno, abusó de su libertad, desde el comienzo de la historia, levantándose contra Dios e intentando alcanzar su propio fin al margen de Dios"(GS 13,1).

416 Por su pecado, Adán en cuanto primer hombre, perdió la santidad y la justicia originales que había recibido de Dios no solamente para él, sino para todos los humanos.

417 Adán y Eva transmitieron a su descendencia la naturaleza humana herida por su primer pecado, privada por tanto de la santidad y la justicia originales. Esta privación es llamada "pecado original".

418 Como consecuencia del pecado original, la naturaleza humana quedó debilitada en sus fuerzas, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al dominio de la muerte, e inclinada al pecado ( inclinación llamada " concupiscencia").

419" Mantenemos, pues, siguiendo el Concilio de Trento, que el pecado original se transmite, juntamente con la naturaleza humana, ' por propagación, no por imitación' y que 'se halla como propio en cada uno'" ( Pablo VI, SPF 16).

420 La victoria sobre el pecado obtenida por Cristo nos ha dado bienes mejores que los que nos quitó el pecado:" Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia"( Rm 5, 20).

421 " El mundo que los fieles cristianos creen creado y conservado por el amor del Creador, colocado ciertamente bajo la esclavitud del pecado, pero liberado por Cristo crucificado y resucitado, una vez que fue quebrantado el poder del Maligno..." (GS 2,2).(CIC 413-421).

Comentario: Con el pecado original no se pierde la diferencia entre el mundo material y el espiritual sabemos que existen espíritus buenos y malos. El diablo es el  padre de la mentira y Cristo es" El Camino, la Verdad, y la Vida."

lunes, 15 de agosto de 2016

"La profesión de la fe" (CIC 407-412)



                                                           " Un duro combate"

"407 La doctrina sobre el pecado original- vinculada a la Redención de Cristo- proporciona una mirada de discernimiento lúcido sobre la situación del hombre y de su obrar en el mundo. Por el pecado de los primeros padres, el diablo adquirió un cierto dominio sobre el hombre, aunque éste permanezca libre. El pecado original  entraña " la servidumbre bajo el poder del que poseía el imperio de la muerte, es decir, del diablo"(Cc. de Trento:DS 1511; Cf. Hb 2, 14). Ignorar que el hombre posee una naturaleza herida, inclinada al mal, da lugar a graves errores en el dominio de la educación, de la política, de la acción social ( Cf. CA 25) y de las costumbres.

408 Las consecuencias del pecado original y de todos los pecados personales de los hombres confieren al mundo en su conjunto una condición pecadora, que puede ser designada con la expresión de San Juan: " El pecado del mundo" (Jn 1,29). Mediante esta expresión se significa también la influencia negativa que ejercen sobre las personas las situaciones comunitarias y las estructuras sociales que son fruto de los pecados de los hombres ( Cf. RP 16).

409 Esta situación dramática del mundo que " todo entero yace en poder del maligno" ( 1Jn 5,19; Cf. 1P 5,8), hace de la vida del hombre un combate:

                  A través de toda la historia del hombre se extiende una dura batalla contra los poderes de las tinieblas que, iniciada ya desde el origen del mundo, durará hasta el último día según dice el Señor. Inserto en esta lucha, el hombre debe combatir continuamente para adherirse al bien, y no sin grandes trabajos, con la ayuda de la gracia de Dios, es capaz de lograr la unidad en sí mismo ( GS 37,2). 

                                  IV " No lo abandonaste al poder de la muerte"

410 Tras la caída, el hombre no fue abandonado por Dios. Al contrario, Dios lo llama ( Cf. Gn 3, 9) y le anuncia de modo misterioso la victoria sobre el mal y el levantamiento de su caída ( Cf. Gn 3, 15). Este pasaje del génesis ha sido llamado "Protoevangelio", por ser el primer anuncio del Mesías redentor, anuncio de un combate entre la serpiente y la Mujer, y de la victoria final de un descendiente de ésta.

411 La tradición cristiana ve en este pasaje un anuncio del "nuevo Adán" ( Cf. 1Co 15, 21-22. 45) que, por su "  obediencia hasta la muerte en la Cruz"(Flp 2,8) repara con sobreabundancia la descendencia de Adán ( Cf. Rm 5, 19-20). Por otra parte, numerosos Padres y doctores de la Iglesia ven en la mujer anunciada en el " protoevangelio" la madre de Cristo, María, como " nueva Eva". Ella ha sido la que, la primera y de una manera única, se benefició de la victoria sobre el pecado alcanzada por Cristo: fue preservada de toda mancha de pecado original ( Cf. Pío XI: DS 2803) y, durante toda su vida terrena, por una gracia especial de Dios, no cometió ninguna clase de pecado. ( CF. Cc de Trento:DS 1573).

412 Pero ¿ por qué Dios no impidió que el primer hombre pecara? san León Magno responde: " La gracia inefable de Cristo nos ha dado bienes mejores que los que nos quitó la envidia del demonio"(serm. 73,4). Y santo Tomás de Aquino: " Nada se opone a que la naturaleza humana haya sido destinada a un fin más alto después del pecado. Dios, en efecto, permite que los males se hagan para sacar un mayor bien. De ahí las palabra de San Pablo:' Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia' ( Rm 5,20). Y el canto del Exultet:'¡Oh feliz culpa que mereció tal y  tan grande Redentor'"(s.th.3,1,3,ad3).(CIC 407-412).

Comentario: Ese duro combate sólo lo podremos ganar con oración constante, no hay santo sin oración. La filiación divina es un regalo que nos trajo Cristo con la Redención no lo despreciemos, seamos dignos hijos de tan gran Padre.





domingo, 7 de agosto de 2016

" La profesión de la fe"(CIC 402-406)



                       " Consecuencias del pecado de Adán para la humanidad"

"402 Todos los hombres están implicados en el pecado de Adán. San Pablo afirma:" Por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores" ( Rm 5, 19): "Como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron..." ( Rm 5, 12). A la universalidad del pecado y de la muerte, el apóstol opone la universalidad del la salvación en Cristo:" Como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo ( la de Cristo) procura a todos una justificación que da la vida" ( Rm 5, 18).

403 Siguiendo a san Pablo, la Iglesia ha enseñado siempre que la inmensa miseria que oprime a los hombres y su inclinación al mal y a la muerte no son comprensibles sin su conexión con el pecado de Adán y con el hecho de que nos ha transmitido un pecado con que todos nacemos afectados y que es " muerte del alma" ( Cc. de Trento: DS 1512): Por esta certeza de fe, la Iglesia concede el Bautismo para la remisión de los pecados incluso a los niños que no han cometido pecado personal ( Cc. de Trento: DS 1514).

404 ¿ Cómo el pecado de Adán vino a ser el pecado de todos sus descendientes? Todo el género humano es en Adán " sicut unum corpus unius hominis" ("Como el cuerpo único de un único hombre", Santo Tomás de A., mal. 4, 1). Por esta "unidad del género humano", todos los hombres están implicados en el pecado de Adán, como todos están implicados en la justicia de Cristo. Sin embargo, la transmisión del pecado original es un misterio que no podemos comprender plenamente. Pero sabemos por la Revelación que Adán había recibido la santidad y la justicia originales no para el solo sino para toda la naturaleza humana: cediendo al tentador, Adán y Eva cometen un pecado personal, pero este pecado afecta a la naturaleza humana, que transmitirán en un estado caído ( Cf. Cc. de Trento: DS 1511-1512). Es  un pecado que será transmitido por propagación a toda la humanidad, es decir, por la transmisión de una naturaleza humana privada de la santidad y la justicia originales. Por eso, el pecado original es llamado "pecado" de manera análoga: es un pecado " contraído", "no cometido", un estado y no un acto.

405 Aunque propio de cada uno ( Cf. Cc de Trento: DS 1513), el pecado original no tiene, en ningún descendiente de Adán , un carácter de falta personal. Es la privación de la santidad y de la justicia originales, pero la naturaleza humana no está totalmente corrompida: está herida en sus propias fuerzas naturales, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al imperio de la muerte e inclinada al pecado ( esta inclinación al mal es llamada " concupiscencia"). El Bautismo, dando la vida de la gracia de Cristo, borra el pecado original y devuelve el hombre a Dios, pero las consecuencias para la naturaleza, debilitada e inclinada al mal, persisten en el hombre y lo llaman al combate espiritual.

406 La doctrina de la Iglesia sobre la transmisión del pecado original fue precisada sobre todo en el siglo V, en particular bajo el impulso de la reflexión de san Agustín contra el pelagianismo, y en el siglo XVI, en oposición a la Reforma protestante. Pelagio sostenía que el hombre podía por la fuerza natural de su voluntad libre, sin la ayuda necesaria de la gracia de Dios, llevar una vida moralmente buena: así reducía la influencia de la falta de Adán a la de un mal ejemplo. Los primeros reformadores protestantes, por el contrario, enseñaban que el hombre estaba radicalmente pervertido y su libertad anulada por el pecado de los orígenes; identificaban el pecado heredado por cada hombre con la tendencia al mal (" concupiscencia"), que sería insuperable. La Iglesia se pronunció especialmente sobre el sentido del dato revelado respecto al pecado original en el II Concilio de Orange en el año 529 ( Cf. DS 371-372) y en el Concilio de Trento, en el año 1546 ( Cf. DS 1510-1516). (CIC 402- 406).

Comentario: En el año de la Misericordia el Papa Francisco nos invita a ganar el Jubileo ( cumpliendo los requisitos establecidos) para recuperar la gracia original del Bautismo con la cual nuestros pecados personales quedan borrados así como la pena temporal por ellos debida, en caso de muerte después de ganar el jubileo recibiremos el Cielo sin pasar por el Purgatorio. VALE LA PENA 

lunes, 1 de agosto de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 396-401)



                                                "III El pecado original"

                                                La prueba de la libertad

396 Dios creó al hombre a su imagen y lo estableció en su amistad. Criatura espiritual, el hombre no puede vivir esta amistad más que en la forma de libre sumisión a Dios. Esto es lo que expresa la prohibición hecha al hombre de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, " porque el día que comieres de él morirás"(Gn 2, 17). " El árbol del conocimiento del bien y del mal" evoca simbólicamente el límite infranqueable que el hombre en cuanto criatura debe reconocer libremente y respetar con confianza. El hombre depende del Creador, está sometido a las leyes de la Creación y a las normas morales que regulan el uso de la libertad.

                                        El primer pecado del hombre

397 El hombre, tentado por el diablo, dejó morir en su corazón la confianza hacia su creador ( Cf. Gn 3, 1-11) y, abusando de su libertad, desobedeció al mandamiento de Dios. En esto consistió el primer pecado del hombre ( Cf. Rm 5, 19). En adelante, todo pecado será una desobediencia a Dios y una falta de confianza en su bondad.

398 En este pecado, el hombre se prefirió a sí mismo en lugar de Dios, y por ello despreció a Dios: hizo elección de sí mismo contra Dios, contra las exigencias de su estado de criatura y, por tanto, contra su propio bien. El hombre, constituido en estado de santidad, estaba destinado a ser plenamente "divinizado" por Dios en la gloria. Por la seducción del diablo quiso " ser como Dios"( Cf. Gn 3-5), pero " sin Dios, antes que Dios y no según Dios" ( San Máximo el Confesor. ambig.)

399 La Escritura muestra las consecuencias dramáticas de esta primera desobediencia. Adán y Eva pierden inmediatamente la gracia de la santidad original ( Cf. Rm 3, 23). Tienen miedo de Dios ( cF. Gn 3, 9-10) de quien han concebido una falsa imagen, la de un Dios celoso de sus prerrogativas ( Cf. Gn 3, 5).

400 La armonía en la que se encontraban, establecida gracias a la justicia original, queda destruida; el dominio de las facultades espirituales del alma sobre el cuerpo se quiebra ( Cf. Gn 3, 7); la unión entre el hombre y la mujer es sometida a tensiones ( Cf. Gn 3, 11-13); sus relaciones, estarán marcadas por el deseo y el dominio ( Cf. Gn 3, 16). La armonía con la creación se rompe, la creación visible se hace para el hombre extraña y hostil ( Cf. Gn 3, 17-19). A causa del hombre, la creación es sometida " a la servidumbre de corrupción " ( Rm 8, 21). Por fin, la consecuencia explícitamente anunciada para el caso de desobediencia ( Cf. Gn 2,17), se realizará: el hombre " volverá al polvo del que fue formado" ( Gn 3, 19). La muerte hace su entrada en la historia de la humanidad ( Cf. Rm 5, 12).

401 Desde este primer pecado, una verdadera invasión de pecado inunda el mundo: el fratricidio cometido por  Caín en Abel ( Cf. Gn 4, 3-15); la corrupción universal, a raíz del pecado ( Cf. Gn 6, 5.12; Rm 1, 18-32); en la historia de Israel, el pecado se manifiesta frecuentemente, sobre todo como una infidelidad al Dios de la Alianza y como transgresión de la Ley de Moisés; e incluso tras la Redención de Cristo, entre los cristianos, el pecado se manifiesta de múltiples maneras ( Cf. 1Co 1-6; Ap 2-3). La Escritura y la tradición de la Iglesia no cesan de recordar la presencia y la universalidad del pecado en la historia del hombre:

                Lo que la revelación divina nos enseña coincide con la misma experiencia. Pues el hombre,  al examinar su corazón, se descubre también inclinado al mal e inmerso en muchos males que no pueden proceder de su Creador que es bueno. Negándose con frecuencia a reconocer a Dios como su principio, rompió además el orden debido con respecto a su fin último y, al mismo tiempo, toda su ordenación en relación consigo mismo, con todos los hombres y con todas las cosas creadas ( GS 13,1).( CIC 396-401).

Comentario: La experiencia del mal dentro de nosotros mismos nos lleva a pedir al Señor gracias para sobreponernos a esa ley , parafraseando a San Pablo " Hacer el mal que aborrezco, y no hacer el bien que quiero"