domingo, 30 de octubre de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 464-469)



                                          "III Verdadero Dios y verdadero hombre"

"464 El acontecimiento único y totalmente singular de la Encarnación del Hijo de Dios no significa que Jesucristo sea en parte Dios y en parte hombre, ni que sea el resultado de una mezcla confusa entre lo divino y lo humano. El se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. La Iglesia debió defender y aclarar esta verdad de fe durante los primeros siglos frente a unas herejías que la falseaban.

465 Las primeras herejías negaron menos la divinidad de Jesucristo que su humanidad verdadera ( docetismo gnóstico). Desde la época apostólica la fe cristiana insistió en la verdadera encarnación del Hijo de Dios, "venido en la carne" ( Cf. 1Jn 4, 2-3; 2Jn 7). Pero desde el siglo III, la Iglesia tuvo que afirmar frente a Pablo de Samosata, en un Concilio reunido en Antioquía, que Jesucristo es Hijo de Dios por naturaleza y no por adopción. El primer Concilio Ecuménico de Nicea, en el año 325, confesó en su Credo que el Hijo de Dios es " engendrado, no creado, de la misma substancia ( "homousios") que el Padre" y condenó a Arrio que afirmaba que " el Hijo de Dios salió de la nada" ( DS 130) y que sería " de una substancia distinta de la del Padre"(DS 126).

466 La herejía nestoriana veía en Cristo una persona humana junto a la persona divina del Hijo de Dios. Frente a ella san Cirilo de Alejandría y el tercer Concilio Ecuménico reunido en Efeso, en el año 431, confesaron que " el Verbo, al unirse en su persona a una carne animada por un alma racional, se hizo hombre" (DS 250). La humanidad de Cristo no tiene más sujeto que la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido y hecho suya desde su concepción. Por eso el Concilio de Efeso proclamó en el año 431 que María llegó a ser con toda verdad Madre de Dios mediante la concepción humana del Hijo de Dios en su seno.: " Madre de Dios, no porque el Verbo de Dios haya tomado de ella su naturaleza divina, sino porque es de ella, de quien tiene el cuerpo sagrado dotado de un alma racional, unido a la persona del Verbo, de quien se dice que el Verbo nació según la carne" ( DS 251).

467 Los monofisitas afirmaban que la naturaleza humana había dejado de existir como tal en Cristo al ser asumida por su persona divina de Hijo de Dios. Enfrentado a esta herejía, el cuarto Concilio Ecuménico en Calcedonia, confesó en el año 451:

               Siguiendo, pues, a los Santos Padres, enseñamos unánimemente que hay que confesar a un solo y mismo Hijo y Señor nuestro Jesucristo: perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad; verdaderamente Dios y verdaderamente hombre compuesto de alma racional y cuerpo; consubstancial con el Padre según la divinidad, y consubstancial con nosotros según la humanidad, " en todo semejante a nosotros excepto en el pecado" ( Hb 4, 15); nacido del Padre antes de todos los siglos según la divinidad; y por nosotros y por nuestra salvación, nacido en los últimos tiempos de la Virgen María, la Madre de Dios según la humanidad.

               Se ha de reconocer a un solo y mismo Cristo Señor, Hijo único en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación. La diferencia de naturalezas de ningún modo queda suprimida por su unión, sino que quedan a salvo las propiedades de cada una de las naturalezas y confluyen en un solo sujeto y en una sola persona ( DS 301-302).

468 Después del Concilio de Calcedonia, algunos concibieron la naturaleza humana de Cristo como una especie de sujeto personal. Contra éstos, el quinto Concilio Ecuménico, en Constantinopla, el año 553, confesó a propósito de Cristo: " No hay más que una sola hipóstasis ( o persona), que es nuestro Señor Jesucristo, uno de la Trinidad  " (DS 424). Por tanto, todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona divina como a su propio sujeto ( Cf. Cc. Efeso : DS 255), no solamente los milagros sino también los sufrimientos ( Cf. DS 424) y la misma muerte:" El que ha sido crucificado en la carne, nuestro Señor Jesucristo, es verdadero Dios, Señor de la gloria y uno de la Santísima Trinidad" (DS 432).

469 La Iglesia confiesa así que Jesús es inseparablemente verdadero Dios y verdadero hombre. El es verdaderamente el Hijo de Dios que se ha hecho hombre, nuestro hermano, y eso sin dejar de ser Dios, nuestro Señor.

                 " Id quod fuit remansit et quod non fuit assumpsit" ( "Permaneció en lo que era y asumió lo que no era"), canta la liturgia romana ( LH, antífona de laudes del primero de enero; Cf. San León Magno, serm. 21, 2-3). Y la liturgia de S. Juan Crisóstomo proclama y canta: "¡ Oh Hijo Único y Verbo de Dios, siendo inmortal te has dignado por nuestra salvación encarnarte en la santa Madre de Dios, y siempre Virgen María; sin mutación te has hecho hombre, y has sido crucificado. Oh Cristo Dios,que por tu muerte has aplastado la muerte, que eres Uno de la Santa Trinidad, glorificado con el Padre y el Santo Espíritu, sálvanos!" ( Tropario " O monoghenis"). (CIC 464-469).

Comentario: Nuestro Señor Jesucristo preguntó a los apóstoles:" Quién dice la gente que soy yo?...y uds quién dice que soy? tomando Pedro la palabra dijo: "Tu eres  Cristo, el Hijo de Dios vivo" . Bienaventurado eres tú, Pedro porque no te ha sido revelado esto por la carne ni la sangre sino por mi Padre..." Es por la fe que sabemos que Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre, pidamos todos los días al Señor que acreciente nuestra fe, que recibimos en el bautismo como un regalo, y es nuestra responsabilidad hacerla crecer con estudio y oración.

lunes, 24 de octubre de 2016

" La profesión de la fe"(CIC 461-463)



                                                         "II La Encarnación"

"461 Volviendo a tomar la frase de san Juan ("El Verbo se encarnó": Jn 1, 14), la Iglesia llama " Encarnación" al hecho de que el Hijo de Dios haya asumido una naturaleza humana para llevar a cabo por ella nuestra salvación. En un himno citado por S. Pablo, la Iglesia canta el misterio de la Encarnación:

                    " Tened entre vosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo: el cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo, haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su parte como hombre; y se humilló a sí mismo obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz"(Flp 2, 5-8 Cf. LH. cántico de vísperas del sábado).

462 La carta a los Hebreos habla del mismo misterio:

                      "Por eso, al entrar en este mundo,( Cristo) dice: No quisiste sacrificio y oblación; pero me has formado un cuerpo. Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron. Entonces dije: ¡He aquí que vengo...a hacer, oh Dios, tu voluntad! (Hb 10, 5-7, citando Sal 40, 7-9(LXX))."

463 La fe en la verdadera encarnación del Hijo de Dios es el signo distintivo de la fe cristiana: "Podréis conocer en esto el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa a Jesucristo , venido en carne, es de Dios"( IJn 4,2). Esa es la alegre convicción de la Iglesia desde sus comienzos cuando canta " el gran misterio de la piedad": " El ha sido manifestado en la carne" ( ITm 3, 16). (CIC 461-463).

Comentario: La Encarnación es el misterio que nos sitúa en nuestra realidad frente a Dios:  "El fin último de la vida cristiana incluye dos aspectos- la gloria de Dios y la perfección del hombre- inseparables entre sí ..¿En qué consiste esa perfección?.. En primer lugar, el cristiano queda transformado en hijo adoptivo de Dios en el Bautismo: hijo del Padre en el Hijo por el Espíritu Santo." Esa identificación con Cristo es el fundamento del sentido de la filiación divina, la conciencia viva de ser hijo de Dios en Cristo"

lunes, 17 de octubre de 2016

"La profesión de la fe" ( CIC 456-460)



                                    " Artículo 3: " Jesucristo fue concebido por obra y gracia del
                                                Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen"

                                                     "Párrafo 1 El Hijo de Dios se hizo hombre"

                                                   "I Por qué el Verbo de Dios se hizo carne"

456 Con el Credo Niceno-Constantinopolitano respondemos confesando: " Por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen y se hizo hombre"

457 El Verbo se encarnó para salvarnos reconciliándonos con Dios: " Dios nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados" ( IJn 4, 10). " El Padre envió a su Hijo para ser salvador del mundo" ( IJn 4, 14). " El se manifestó para quitar los pecados" ( IJn 3, 5).

                       Nuestra naturaleza enferma exigía ser sanada; desgarrada ser restablecida; muerta  ser resucitada. Habíamos perdido la posesión del bien, era necesario que se nos devolviera. Encerrados en las tinieblas, hacía falta que nos llegara la luz; estando cautivos esperábamos un salvador; prisioneros, un socorro; esclavos, un libertador. ¿No tenían importancia estos razonamientos?¿ No merecían conmover a Dios hasta el punto de hacerle bajar hasta nuestra naturaleza humana para visitarla, ya que la humanidad se encontraba en un estado tan miserable y tan desgraciado; ( San Gregorio de Nisa, or. catech. 15).

458 El Verbo se encarnó para que nosotros conociésemos así el amor de Dios: " En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él"(IJn 4,9)." Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en El no perezca, sino que tenga vida eterna" ( Jn 3,16).

459 El Verbo se encarnó para ser nuestro modelo de santidad:" Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí..." ( MT 11, 29). " Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí" (Jn 14, 6). Y el Padre en el monte de la Transfiguración, ordena:" Escuchadle" ( Mc 9, 7; Cf. Dt 6, 4-5). El es, en efecto, el modelo de las bienaventuranzas y la norma de la ley nueva:" Amaos los unos a los otros como yo os he amado"(Jn 15,12). Este amor tiene como consecuencia la ofrenda efectiva de sí mismo ( Cf. Mc 8, 34).

460 El Verbo se encarnó para hacernos " partícipes de la naturaleza divina" ( 2P 1, 4): "porque tal es la razón por la que el Verbo se hizo hombre, y el Hijo de Dios, hijo del hombre: para que el hombre al entrar en comunión con el Verbo y al recibir así la filiación divina, se convirtiera en hijo de Dios"
( San Ireneo, haer. 3, 19, 1). " Porque el Hijo de Dios se hizo hombre para hacernos Dios"( San Atanasio, inc.,54,3). " Unigenitus Dei Filius,suae divinitatis volens nos homine deos faceret factus homo"("El Hijo Unigénito  de Dios, queriendo hacernos partícipes de su divinidad, asumió nuestra naturaleza, para que, habiéndose hecho hombre hiciera dioses a los hombres"( Santo Tomás de A., opusc 57 in festo Corp. Chr.,1). "(CIC 456-460).

Comentario: Cristo es nuestro modelo "pero Cristo está en la cruz,  para subir a la cruz debemos estar libres de todo afecto terreno, morir al pecado por la oración y la mortificación sólo así nos iremos pareciendo más y más a El y nos haremos una sola cosa con El" SJM consideraciones X Estación del Viacrucis.




lunes, 10 de octubre de 2016

" La profesión de la fe" (CIC 452-455)



                                                                      "Resumen"

"452 El nombre de Jesús significa " Dios salva". El niño nacido de la Virgen María se llama " Jesús" " porque El salvará a su pueblo de sus pecados" ( Mt 1, 21); " No hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos" ( Hch 4, 12).

453 El nombre de Cristo significa " Ungido", " Mesías". Jesús es el Cristo porque " Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder" ( Hch 10, 38). Era " el que ha de venir" ( Lc 7, 19), el objeto de " la esperanza de Israel" ( Hch 28, 20).

454 El nombre de Hijo de Dios significa la relación única y eterna de Jesucristo con Dios su Padre: El es el Hijo único del Padre ( Cf. Jn 1, 14.18; 3, 16. 18) y El mismo es Dios ( Cf. Jn 1. 1). Para ser cristiano es necesario creer que Jesucristo es el hijo de Dios ( Cf. Hch 8, 37; 1Jn 2, 23).

455 El nombre de Señor significa la soberanía divina. Confesar o invocar a Jesús como Señor es creer en su divinidad. " Nadie puede decir: "¡ Jesús es Señor!" sino por influjo del Espíritu Santo" ( 1Co 12, 3).

Comentario: Recordemos que el Credo es la fórmula de las verdades que creemos y san Pablo en su carta a los hebreos nos dice: " Mi justo vivirá de la Fe" ( Hb 10, 38 ). " Ahora bien: es la fe la garantía de lo que se espera, la prueba de las cosas que no se ven" ( Hb 11,1).

domingo, 2 de octubre de 2016

" La profesión de la fe" (CIC 446-451)



                                                                    " IV Señor"

"446 En la traducción griega de los libros del Antiguo Testamento, el nombre inefable con el cual Dios se reveló a Moisés ( Cf. Ex 3, 14), YHWH, es traducido por " Kyrios" ( " Señor"). Señor se convierte desde entonces en el nombre más habitual para designar la divinidad misma del Dios de Israel. El Nuevo Testamento utiliza en este sentido fuerte el título de " Señor" para el Padre, pero lo emplea también, y aquí está la novedad, para Jesús, reconociéndolo como Dios ( Cf. 1Co 2, 8).

447 El mismo Jesús se atribuye de forma velada este título cuando discute con los fariseos sobre el sentido del Salmo 109 ( Cf. Mt 22, 41-46; Cf. también Hch 2, 34-36; Hb 1, 13), pero también de manera explícita al dirigirse a sus apóstoles ( Cf. Jn 13, 13). A lo largo de toda su vida pública sus actos de dominio sobre la naturaleza, sobre las enfermedades, sobre los demonios, sobre la muerte y el pecado demostraban su soberanía divina.

448 Con mucha frecuencia, en los evangelios, hay personas que se dirigen a Jesús, llamándole " Señor". Este título expresa el respeto y la confianza de los que se acercan a Jesús y esperan de El socorro y curación ( Cf. Mt 8, 2; 14, 30; 15, 22, etc). Bajo la moción del Espíritu Santo expresa el reconocimiento del misterio divino de Jesús ( Cf. Lc 1, 43; 2, 11). En el encuentro con Jesús resucitado, se convierte en adoración: " Señor mío y Dios mío" ( Jn 20, 28). Entonces toma una connotación de amor y de afecto que quedará como propio de la tradición cristiana: "¡ Es el Señor!"(Jn 21,7).

449 Atribuyendo a Jesús el título divino de Señor, las primeras confesiones de fe de la Iglesia afirman desde el principio ( Cf. Hch 2, 34-36) que el poder, el honor y la gloria debidos a Dios Padre convienen también a Jesús ( Cf. Rm 9, 5; Tt 2, 13; Ap 5, 13) porque El es de " condición divina" ( Flp 2, 6) y el Padre manifestó esta soberanía de Jesús resucitándolo de entre los muertos y exaltándolo a su gloria ( Cf. Rm 10, 9; 1Co 12, 3; Flp 2, 11).

450 Desde el comienzo de la historia cristiana, la afirmación del señorío de Jesús sobre el mundo y sobre la historia ( Cf. Ap 11, 15) significa también reconocer que el hombre no debe someter su libertad personal, de modo absoluto, a ningún poder terrenal sino sólo a  Dios Padre y al Señor Jesucristo: César no es el " Señor" ( Cf. Mc 12, 17; Hch 5, 29). " La Iglesia cree... que la clave, el centro y el fin de toda historia humana se encuentra en su Señor y Maestro" ( GS 10, 2; Cf. 45, 2).

451 La oración cristiana está marcada por el título " Señor", ya sea en la invitación a la oración " el Señor esté con vosotros", o en su conclusión " por Jesucristo nuestro Señor" o incluso en la exclamación llena de confianza y de esperanza: " Maran atha" ( "¡ el Señor viene!")o " Marana tha"( ¡Ven, Señor!")( 1Co16, 22): "¡Amén! ¡ Ven, Señor Jesús!" ( Ap 22, 20). (CIC 446-451).

Comentario: " El Señor es eterno...Todo tiene importancia en la vida del cristiano, porque todo puede ser ocasión de encuentro con el Señor, y, por eso mismo alcanzar un valor imperecedero." Amigos de Dios Presentación  Alvaro del Portillo.