domingo, 25 de septiembre de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 441-445)



                                                         " Hijo único de Dios"

"441 Hijo de Dios, en el Antiguo Testamento, es un  título dado a los ángeles ( Cf. Dt 32,8; Jb 1, 6), al pueblo elegido ( Cf. Ex 4,22; Os 11,1; Jr 3, 19; Si 36, 11; Sb 18, 13), a los hijos de Israel ( Cf. Dt 14, 1; Os 2, 1) y a sus reyes ( Cf. 2S 7, 14; Sal 82,6). Significa entonces una filiación adoptiva que establece entre Dios y  su criatura unas relaciones de una intimidad particular. Cuando el Rey- Mesías prometido es llamado " hijo de Dios"(Cf. 1Co 17, 13; Sal 2, 7), no implica necesariamente, según el sentido literal de esos textos, que sea más que humano. Los que designaron así a Jesús en cuanto Mesías de Israel ( Cf. Mt 27,54), quizá no quisieron decir nada más ( Cf. Lc 23,47).

442 No ocurre así con Pedro cuando confiesa a Jesús como " el Cristo, el Hijo de Dios vivo"( Mt 16,16) porque Este le responde con solemnidad " no te ha revelado esto ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que  está en los cielos" ( Mt 16, 17). Paralelamente Pablo dirá a propósito de su conversión en el camino de Damasco:" Cuando Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo para que le anunciase entre los gentiles..."(Ga 1, 15-16). "Y en seguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas,: que él era el Hijo de Dios " ( Hch 9, 20). Este será, desde el principio ( Cf.  1Ts 1, 10), el centro de la fe apostólica ( Cf. Jn 20, 31) profesada en primer lugar por Pedro como cimiento de la Iglesia ( Cf. Mt 16, 18).

443 Si Pedro pudo reconocer el carácter trascendente de la filiación divina de Jesús Mesías es porque éste lo dejó entender claramente. Ante el Sanedrín, a la pregunta de sus acusadores: " Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?, Jesús ha respondido: " Vosotros lo decís: yo soy" ( Lc 22, 70; Cf. Mt 26,64; Mc 14,61). Ya mucho antes, El se designó como el " Hijo" que conoce al Padre ( Mt 11, 27; 21, 37-38), que es distinto de los " siervos" que Dios envió antes a su pueblo ( Cf. Mt 21, 34-36), superior a los propios ángeles ( Cf. Mt 24, 36). Distinguió su filiación de la de sus discípulos, no diciendo jamás " nuestro Padre" ( Cf. Mt 5, 48; 6, 8; 7, 21; Lc 11, 13) salvo para ordenarles " vosotros, pues, orad así: Padre nuestro" ( Mt 6, 9); y subrayó está distinción: " Mi Padre y vuestro Padre" ( Jn 20, 17).

444 Los evangelios narran en dos momentos solemnes, el bautismo y la transfiguración de Cristo, que la voz del Padre lo designa como su " Hijo amado" ( Mt 3, 17; 17, 5), Jesús se designa a sí mismo como " el Hijo único de Dios" ( Jn 3, 16) y afirma mediante este título su prexistencia eterna ( Cf. Jn 10, 36). Pide la fe en " el Nombre del Hijo Único de Dios" ( Jn 3, 18). Esta confesión cristiana aparece ya en la exclamación del centurión delante de Jesús en la cruz: " Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios"(Mc 15, 39), porque es solamente en el misterio pascual donde el creyente puede alcanzar el sentido pleno del título " Hijo de Dios".

445 Después de su Resurrección, su filiación divina aparece en el poder de su humanidad glorificada:" Constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su Resurrección de entre los muertos" ( Rm 1, 4; Cf. Hch 13, 33). Los Apóstoles podrán confesar " hemos visto su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad " ( Jn 1, 14). (CIC 441-445).

Comentario: La filiación divina que Cristo nos consiguió con la Redención es el fundamento de nuestra vocación a la santidad.

 



 



domingo, 18 de septiembre de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 436-440)



                                                                       " II Cristo

436 Cristo viene de la traducción griega del término hebreo " Mesías" que quiere decir "ungido". No pasa a ser nombre propio de Jesús sino porque El cumple perfectamente la misión divina que esa palabra significa. en efecto, en Israel eran ungidos en el nombre de Dios los que le eran consagrados para una misión que habían recibido de El. Este era el caso de los reyes ( Cf. 1S 9, 16; 10, 1; 16, 1. 12-13; 1 R 1, 39), de los sacerdotes ( Cf. Ex 29, 7; Lv 8, 12) y, excepcionalmente, de los profetas ( Cf. 1R 19, 16). Este debía ser por excelencia el caso del Mesías que Dios enviaría para instaurar definitivamente su Reino ( Cf. Sal 2, 2; Hch 4, 26-27). El Mesías debía ser ungido por el Espíritu del Señor ( Cf. Is 11, 2) a la vez como rey y sacerdote ( Cf. Za 4, 14; 6, 13) pero también como profeta ( Cf. Is 61, 1;Lc 4, 16-21). Jesús cumplió la esperanza mesiánica de Israel en su triple función de sacerdote, profeta y rey.

437 El ángel anunció a los pastores el nacimiento de Jesús como el Mesías prometido a Israel: " Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor" ( Lc 2, 11). Desde el principio El es " a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo" ( Jn 10, 36), concebido como " santo" ( Lc 1, 35) en el seno virginal de María. José fue llamado por Dios para " tomar consigo a María su esposa " encinta " del que fue engendrado en ella por el Espíritu Santo" ( Mt 1, 20) para que Jesús " llamado Cristo" nazca de la esposa de José en la descendencia mesiánica de David ( Mt 1, 16; Cf. Rm 1, 3; 2Tm 2, 8; Ap 22, 16).

438 La consagración mesiánica de Jesús manifiesta su misión divina. " Por otra parte eso es lo que significa su mismo nombre, porque en el nombre de Cristo está sobrentendido El que ha ungido, El que ha sido ungido y la Unción misma con la que ha sido ungido: El que ha ungido, es el Padre, El que ha sido ungido, es el Hijo, y lo ha sido en el Espíritu que es la Unción"( San Ireneo de Lyon, haer. 3,18,3). Su eterna consagración mesiánica fue revelada en el tiempo de su vida terrena en el momento de su bautismo por Juan cuando " Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder" ( Hch 10, 38) " para que él fuese manifestado a Israel" ( Jn 1, 31) como su Mesías. Sus obras y sus palabras lo dieron a conocer como " el santo de Dios"( Mc 1, 24; Jn 6, 69; Hch 3, 14).

439 Numerosos judíos e incluso ciertos paganos que compartían su esperanza reconocieron en Jesús los rasgos fundamentales del mesiánico " hijo de David" prometido por Dios a Israel ( Cf. Mt 2, 2; 9, 27; 12, 23; 15, 22; 20, 30; 21, 9. 15). Jesús aceptó el título de Mesías al cual tenía derecho ( Cf. Jn 4,25-26; 11, 27), pero no sin reservas porque una parte de sus contemporáneos lo comprendían según una concepción demasiado humana ( Cf. Mt 22, 41-46), esencialmente política ( Cf. Jn 6, 15; Lc 24, 21).

440 Jesús acogió la confesión de Pedro que le reconocía como el Mesías anunciándole la próxima pasión del Hijo del Hombre ( Cf. Mt 16, 23). Reveló el auténtico contenido de su realeza mesiánica en la identidad trascendente del Hijo del Hombre que " ha bajado del cielo" ( Jn 3, 13; Cf. Jn 6, 62; Dn 7, 13)a la vez que en su misión redentora como Siervo sufriente: " El Hijo del Hombre no ha venido ha ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos " ( Mt 20, 28; Cf. Is 53, 10-12). Por esta razón el verdadero sentido de su realeza no se ha manifestado más que desde lo alto de la Cruz ( Cf. Jn 19, 19-22; Lc 23, 39-43). Solamente después de su resurrección su realeza mesiánica podrá ser proclamada por Pedro ante el pueblo de Dios:" Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado" ( Hch 2, 36). (CIC 436-440).

 Comentario: Entender el significado de la palabra " Cristo" como ungido nos ayuda a dirigirnos con más confianza al Señor Jesús a quién el Padre nos ha señalado como el único mediador entre Dios y el hombre.

lunes, 12 de septiembre de 2016

"La profesión de la fe" (CIC 430-435)



                         "Artículo 2:"Y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor"

"430 Jesús quiere decir en hebreo: "Dios salva". En el momento de la anunciación, el ángel Gabriel le dio como nombre propio el nombre de Jesús que expresa a la vez su identidad y su misión ( Cf. Lc 1, 31). Ya que "¿quién puede perdonar pecados, sino Dios?" ( Mc 2, 7), es El quien, en Jesús, su Hijo eterno hecho hombre " salvará a su pueblo de sus pecados" ( Mt 1, 21). En Jesús, Dios recapitula así toda la historia de la salvación en favor de los hombres.

431 En la historia de la salvación, Dios no se ha contentado con librar a Israel de " la casa de servidumbre"(Dt 5,6) haciéndole salir de Egipto. El lo salva además de su pecado. Puesto que el pecado es siempre una ofensa hecha a Dios ( Cf. Sal 51,6), sólo El es quien puede absolverlo ( Cf. Sal 51,12). Por eso es por lo que Israel tomando cada vez más conciencia de la universalidad del pecado, ya no podrá buscar la salvación más que en la invocación del Nombre de Dios Redentor ( Cf. Sal 79,9).

432 El nombre de Jesús significa que el Nombre mismo de Dios está presente en la persona de su Hijo ( Cf. Hch 5, 41; 3 Jn 7) hecho hombre para la redención universal y definitiva de los pecados. El es el Nombre divino, el único que trae la salvación ( Cf. Jn 3, 18; Hch 2, 21) y de ahora en adelante puede ser invocado por todos porque se ha unido a todos los hombres por la Encarnación ( Cf. Rm 10, 6-13) de tal forma que " no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos" ( Hch 4, 12; Cf. Hch 9, 14; St 2, 7).

433 El nombre de Dios Salvador era invocado una sola vez al año por el sumo sacerdote para la expiación de los pecados de Israel, cuando había asperjado el propiciatorio del Santo de los Santos con la sangre del sacrificio ( Cf. Lv 16, 15-16; Si 50, 20; Hb 9, 7). El propiciatorio era el lugar de la presencia de Dios ( Cf. Ex 25, 22; Lv 16, 2; Nm 7, 89; Hb 9, 5). Cuando san Pablo dice de Jesús que " Dios lo exhibió como instrumento de propiciación por su propia sangre" ( Rm 3, 25), significa que en su humanidad " estaba Dios reconciliando al mundo consigo" ( 2Co 5, 19).

434 La Resurrección de Jesús glorifica el nombre de Dios Salvador ( Cf. Jn 12, 28) porque de ahora en adelante, el Nombre de Jesús es el que manifiesta en plenitud el poder soberano del " Nombre que está sobre todo nombre" ( Flp 2, 9). Los espíritus malignos temen su Nombre ( Cf. Hch 16, 16-18; 19, 13-16) y en su nombre los discípulos de Jesús hacen milagros ( Cf. Mc 16, 17) porque todo lo que piden al Padre en su Nombre, El se lo concede ( Jn 15, 16).

435 El Nombre de Jesús está en el corazón de la plegaria cristiana. Todas las oraciones litúrgicas se acaban con la fórmula " Per Dominum Nostrum Jesum Christum..., ( " Por Nuestro Señor Jesucristo.."). El " Avemaría" culmina en " y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús",. La oración del corazón, en uso en Oriente, llamada " oración a Jesús" dice: " Jesucristo, Hijo de Dios, Señor ten piedad de mí, pecador". Numerosos cristianos muere, como Santa Juana de Arco, teniendo en sus labios una única palabra, "Jesús"."(CIC 430-435).

Comentario: El Credo, nos identifica en fórmulas breves y de fácil memorización cuál es nuestra fe, en qué y en quién creemos el nombre de: " Y en  Jesucristo su único Hijo,  Nuestro Señor" nos sitúa frente a la persona bien amada del Señor a quien vemos oculto en la Eucaristía, El nos ama y se quedó a merced nuestra por amor. ¿Cómo lo amamos nosotros?.



martes, 6 de septiembre de 2016

" La profesión de la fe" (CIC 426-429)



                                             "En el centro de la catequesis: Cristo

"426 " En el centro de la catequesis encontramos esencialmente una Persona, la de Jesús de Nazaret, Unigénito del Padre, que ha sufrido y ha muerto por nosotros y que ahora resucitado, vive para siempre con nosotros...Catequizar es ...descubrir en la Persona de Cristo el designio eterno de Dios...Se trata de procurar comprender el significado de los gestos y de las palabras de Cristo, los signos realizados por El mismo" ( CT 5). El fin de la catequesis es:" Conducir a la comunión con Jesucristo: sólo El puede conducirnos al amor del Padre en el Espíritu y hacernos partícipes de la vida de la Santísima Trinidad" ( Ibid.).

427 "En la catequesis lo que se enseña es a Cristo, el Verbo encarnado e Hijo de Dios y todo lo demás en referencia a El: el único que enseña es Cristo, y cualquier otro lo hace en la medida en que es portavoz suyo, permitiendo que Cristo enseñe por su boca...Todo catequista debería poder aplicarse a sí mismo la misteriosa palabra de Jesús:" Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado"(Jn 7, 16)"(Ibid., 6 ).

428 El que está llamado a "enseñar a Cristo" debe por tanto, ante todo, buscar esta " ganancia sublime que es el conocimiento de Cristo"; es necesario " aceptar perder todas las cosas...para ganar a Cristo, y ser hallado en El" y " conocerle a El, el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a El en su muerte, tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos" ( Flp 3, 8-11).

429 De este conocimiento amoroso de Cristo es de donde brota el deseo de anunciarlo, de " evangelizar", y de llevar a otros al " sí" de la fe en Jesucristo. Y al mismo tiempo se hace sentir la necesidad de conocer siempre mejor esta fe. Con este fin, siguiendo el orden del Símbolo de la fe, presentaremos en primer lugar los principales títulos de Jesús: Cristo, Hijo de Dios, Señor ( Artículo 2). El Símbolo confiesa a continuación los principales misterios de la vida de Cristo: los de su encarnación ( Artículo 3), los de su Pascua ( Artículos 4 y 5), y, por último, los de su glorificación ( Artículos 6 y 7)". (CIC 426-429).

Comentario: En la encíclica " La Alegría del Evangelio"el Papa Francisco nos recuerda que el centro de nuestra fe es la persona de Cristo, y San Josemaria   nos daba un consejo " Enamórate, y no le dejarás".  El mismo Cristo  se definió cuando nos dijo: " Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida", y en otra ocasión " Quien me ama, guardará mi palabra, y vendremos a él y haremos morada en él."