domingo, 12 de mayo de 2024

" La oración cristiana " ( 2581-2584)

 


                             " Elias, los profetas y la conversión del corazón


2581   Para el pueblo de Dios, el Templo debía ser el lugar donde aprender a orar: las peregrinaciones, las fiestas, los sacrificios, la ofrenda de la tarde, el incienso, los panes de " la proposición ", todos los signos de la Santidad y de la Gloria de Dios, Altísimo, pero muy cercano, eran llamamientos y caminos para la oración. sin embargo, el ritualismo arrastraba al pueblo con frecuencia hacia un culto demasiado exterior. Era necesaria la educación de la fe, la conversion del corazon. Esta fue la misión de los profetas, antes y después del destierro.

2582   Elías es el padre de los profetas, de " la raza de los que buscan a Dios, los que van tras su rostro" ( Sal 24,6). Su nombre " el Señor es mi Dios", anuncia el grito del pueblo en respuesta a su oración sobre el monte Carmelo ( Cf. 1R 18, 39). Santiago nos remite a él para incitarnos a orar: " La oración ferviente del justo tiene mucho poder" ( ST 5, 16b.18).

2583   Después de haber aprendido la misericordia en su retiro en el torrente de Kérit, Elías enseña a la viuda de Sarepta la fe en la palabra de Dios, la fe que confirma con su oración insistente: Dios devuelve la vida al hijo de la viuda ( Cf. 1R 17, 7.24).

En el sacrificio sobre el monte Carmelo, prueba decisiva para la fe del pueblo de Dios, el fuego del Señor es la respuesta a su súplica de que se consume el holocausto " a la hora de la ofrenda de la tarde": " Respóndeme , Señor, respóndeme" son palabras de Elías que las liturgias orientales recogen en la epiclesis eucarística ( Cf. 1R 18, 20-39).

Finalmente, volviendo a andar el camino del desierto hacia el lugar donde el Dios vivo y verdadero se reveló a su pueblo, Elías se recoge como Moisés " en la hendidura de la roca" hasta que " pasa" la presencia misteriosa de Dios ( Cf. 1R 19, 1-14; Ex 33, 19-23). Pero solamente en el monte de la Transfiguración se dará a conocer Aquel cuyo ostro buscan  (Cf. Lc 9, 30-35): el conocimiento de la Gloria de Dios está en el rostro de Cristo crucificado y resucitado ( Cf. 2Co 4, 6).

2584   En el " cara a cara" con Dios, los profetas extraen su luz y fuerza para su misión. Su oración no es una huida del mundo infiel, sino una escucha de la palabra de Dios; es a veces un debatirse o una queja, y siempre, una intercesión que espera y prepara la intervención del Dios salvador, Señor de la historia ( Cf. Am 7, 2.5; Is 6, 5,8; Jr 1, 6; 15, 15-18; 20, 7-18)." ( CIC 2581-2584).

Comentario:

Hablar con Dios en la oración diaria es un compromiso de amor a Aquel que sabemos nos ama y que hace posible ese diálogo porque " Dios nos amó primero" como dice el papa Francisco " el Señor nos primerea" es nuestra actitud de docilidad a ese llamado el que hace posible entrar en la intimidad con Dios.

 " Quien me ama, guarda mis mandamientos y vendremos a él y haremos morada en él"nos promete el Señor.


            

                                   

               

lunes, 6 de mayo de 2024

" La oración cristiana" ( CIC 2578-2580)




                                                     " David y la oración del rey

2578   La oración del pueblo de Dios se desarrolla a la sombra de la Morada de Dios, el Arca de la Alianza y más tarde el Templo. Los guías del pueblo- pastores y profetas- son los primeros que le enseñan a orar. El niño Samuel aprendió de su madre Ana cómo  "estar ante el Señor" ( CF. 1S 1, 9-28) y del sacerdote Eli cómo escuchar su Palabra 
"Habla, Señor, que tu siervo escucha" ( Cf. 1S 3, 9-10). Más tarde, también él conocerá el precio y la carga de la intercesión: " Por mi parte, lejos de mí pecar contra el Señor dejando de suplicar por vosotros y de enseñaros el camino bueno y recto" ( 1S 12, 23).

2579 David es por excelencia, el rey  " según el corazón de Dios ", el pastor que ruega por su pueblo y en su nombre, aquél cuya sumisión a la voluntad de Dios, cuya alabanza y arrepentimiento serán modelo de la oración del pueblo. Ungido de Dios, su oración es adhesión a la promesa divina ( Cf. 2S 7, 18-29), confianza cordial y gozosa en aquel que es el único Rey y Señor. En los Salmos, David, inspirado por el Espíritu Santo, es el primer profeta de la oración judía y cristiana. La oración de Cristo, verdadero Mesías e hijo de David, revelará y llevará a su plenitud el sentido de esta oración.

2580   El Templo de Jerusalén, la casa de oración que David quería construir, será la obra de su hijo, Salomón. La oración de la Dedicación del Templo ( Cf. 1R 8, 10-61) se apoya en la Promesa de Dios y su Alianza, la presencia activa de su Nombre entre su Pueblo y el recuerdo de los grandes hechos del Exodo. El rey eleva entonces las manos al cielo y ruega al Señor por él, por todo el pueblo, por las generaciones futuras, por el perdón de sus  pecados y sus necesidades diarias, para que todas las naciones sepan que Dios es el único Dios y que el corazón de su pueblo le pertenece por entero a El. " ( CIC 2578-2580).

Comentario:

La oración del rey David en los Salmos es modelo de oración de alabanza, petición y desagravio características de nuestra oración diaria sabiendo que Dios es nuestro Padre y nos ama y nos perdona siempre que nos arrepentimos y pedimos perdón por nuestras ofensas a El al prójimo y a nosotros mismos, con un profundo deseo de conversión y firme propósito de no volver a ofenderlo.



lunes, 29 de abril de 2024

" La oración cristiana" ( CIC 2574-2577)



                                     " Moisés y la oración del mediador

2574   Cuando comienza a realizarse la promesa ( Pascua, Exodo, entrega de la Ley y conclusión de la Alianza), la oración de Moisés es la figura cautivadora de la oración de intercesión que tiene su cumplimiento en " el único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo-Jesús ( 1 Tm 2, 5).

2575   También aquí, Dios interviene, el primero. Llama a Moisés desde la zarza ardiendo ( Cf. Ex 3, 1-10). Este acontecimiento quedará como una de las figuras principales de la oración en la tradición espiritual judía y cristiana. En efecto, si el " Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob " llama a su servidor Moisés, es que El es el Dios vivo que quiere la vida de los hombres. El se revela para salvarlos, pero no lo hace solo ni contra la voluntad de los hombres: llama a Moisés para enviarlo, para asociarlo a su compasión, a su obra de salvación. Hay como una imploración divina en esta misión, y Moisés, después de debatirse, acomodará su voluntad a la de Dios salvador. Pero en este diálogo en el que Dios se confia, Moisés aprende también a orar: se humilla, objeta, y sobre todo pide y, en respuesta a su petición, el Señor le confía su Nombre inefable que se revelará en sus grandes gestas.

2576   Pues bien, " Dios hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo" ( Ex 33, 11). La oración de Moisés es típica de la oración contemplativa gracias a la cual el servidor de Dios es fiel a su misión . Moisés " conversa" con Dios frecuentemente y durante largo rato, subiendo a la montaña para escucharle e implorarle, bajando hacia el pueblo para transmitirle las palabras de su Dios y guiarlo. " El es de toda confianza en mi casa; boca a boca hablo con él, abiertamente " ( Nm 12, 7-8), porque " Moisés era un hombre humilde más que hombre alguno sobre la haz de la tierra " ( Nm 12, 3).

2577   De esta intimidad con  el Dios fiel, lento a la ira y rico en amor ( Cf. Ex 34, 6), Moisés ha sacado la fuerza y la tenacidad de su intercesión. No pide por él, sino por el pueblo que Dios ha reunido. Moisés intercede ya durante el combate con los amalecitas ( Cf. Ex 17, 8-13) o para obtener la curación de Myriam ( Cf. Nm 12, 13-14). Pero es sobre todo después de la apostasía del pueblo cuando " se mantiene en la brecha" ante Dios ( Sal 106, 23) para salvar al pueblo ( Cf. Ex 32, 1- 39). Los argumentos de su oración ( la intercesión es también un combate misterioso) inspirarán la audacia de los grandes orantes tanto del pueblo judío como de la Iglesia. Dios es amor, por tanto es justo y fiel; no puede contradecirse, debe acordarse de sus acciones maravillosas , su Gloria está en juego, no puede abandonar al pueblo que lleva su Nombre" ( CIC 2574-2577).

Comentario:

En la persona de Moisés tenemos un ejemplo para orar sabiendo que Dios es amor y todas sus acciones son leales, no nos trata como merecen nuestros pecados sino que perdona siempre si pedimos sinceramente perdón y tratamos con justicia y amor a nuestros hermanos.



 

" La oración cristiana" ( CIC 2570-2573)

 


                                                " La promesa y la oración de la fe

2570   Cuando Dios lo llama, Abraham se pone en camino " como se lo había dicho el Señor" ( Gen 12, 4): todo su corazón se somete a la Palabra y obedece. La obediencia del corazón a Dios que llama es esencial a la oración, las palabras tienen un valor relativo. Por eso, la oración de Abraham se expresa primeramente con hechos: hombre de silencio, en cada etapa construye un altar al Señor. Solamente más tarde aparece su primera oración con palabras: una queja velada recordando a Dios sus promesas que no parecen cumplirse ( Cf. Gen 15, 2-3). De este modo surge desde el principio uno de los aspectos de la tensión dramática de la oración: la prueba de fe en Dios que es fiel.

2571   Habiendo creído en Dios ( Cf. Gen 15, 6); marchando en su presencia y en alianza con El ( Cf. Gen 17, 2), el patriarca está dispuesto a acoger en su tienda al Huésped misterioso: es la admirable hospitalidad de Mambré, preludio a la anunciación del verdadero Hijo de la promesa ( Cf. Gn 18, 1´15; Lc 1, 26-38). Desde entonces, habiéndole confiado Dios su plan, el corazón de Abraham está en consonancia con la compasión de su Señor hacia los hombres y se atreve a interceder por ellos con una audaz confianza  (Cf. Gn 18, 16-33).

2572   Como última purificación de su fe, se le pide al " que había recibido las promesas" (Hb 11, 17) que sacrifique al hijo que Dios le ha dado. Su fe no vacila " Dios proveeá el cordero para el holocausto" ( Gn 22-8), " pensaba que poderoso era Dios aun para resucitar a los muertos" ( HB 11, 19). Así, el padre de los creyentes se hace semejante al Padre que no perdonará a su propio Hijo, sino que lo entregará por todos nosotros ( Cf. Rm 8, 32). La oración restablece al hombre en la semejanza con Dios y le hace participar en la potencia del amor de Dios que salva a la multitud ( Cf. Rm 4, 16-21).

2573   Dios renueva su promesa a Jacob, origen de las doce tribus de Israel ( CF. Gn 28, 10-22). Antes de enfrentarse con su hermano Esaú, lucha una noche entera con " alguien " misterioso que rehúsa revelar su nombre, pero que le bendice antes de dejarle, al alba. La tradición espiritual de la Iglesia ha tomado de este relato el símbolo de la oración como un combate de la fe y una victoria de la perseverancia ( Cf. Gn 32, 25-31; Lc 18, 1-8)." ( CIC 2570-2573).

Comentario:

El ejemplo de Abraham nos debe animar a imitarlo en la relación con Dios: obediencia a la voluntad de Dios, silencio en la oración, abandono en las manos de Dios que se traduce en la confianza aunque no entendamos sus mandatos y perseverancia en la oración.







 

lunes, 15 de abril de 2024

" La oración cristiana" ( CIC 2568-2569)

 


                                              " Capítulo 1: En el Antiguo Testamento

2568   La revelación de la oración en el Antiguo Testamento se encuadra entre la caída y la elevación del hombre, entre la llamada dolorosa de Dios a sus primeros hijos: ¿ Dónde estás..?...¿ Por qué lo has hecho?" ( Gn 3, 9, 13) y la respuesta del Hijo único al entrar en el mundo: " He aquí que vengo... a hacer, oh Dios, tu voluntad" ( Hb 10, 5-7). De este modo, la oración está unida a la historia de los hombres; es la relación a Dios en los acontecimientos de la historia humana.

                                                 La creación, fuente de la oración

2569   La oración se vive primeramente a partir de las realidades de la creación. Los nueve primeros capítulos del Génesis describen esta relación con Dios como ofrenda por Abel de los primogénitos de su rebaño ( Cf. Gn 4, 4), como invocación del nombre divino por Enós ( Cf. Gn 4, 26), como " marcha con Dios" ( Gn 5, 24). La ofrenda de Noé es  "agradable" a Dios que le bendice y, a través de él, bendice a toda la creación ( Cf. Gn 8, 20'9, 17), porque su corazón es justo e íntegro; él también ( marcha con Dios" ( Gn 6, 9). Este carácter de la oración ha sido vivido, en todas las religiones, por una muchedumbre de hombres piadosos.

En su alianza indefectible con todos los seres vivientes ( Cf. Gn 9, 8-16), Dios llama siempre a los hmbres a orar. Pero, en el Antiguo Testamento, la oración se revela sobre todo a partir de nuestro padre Abraham." ( CIC 2568-2569).

Comentario:

La oración es un acto normal del hombre que es un ser religioso por naturaleza. En todas las culturas antiguas hay indicios de ese deseo intrínseco del hombre por encontrar a su Creador con la revelación de Dios al hombre se reinicia el diálogo interrumpido por la desobediencia del hombre a su Creador.

Seamos dóciles a las inspiraciones del Espíritu Santo en la oración diaria.

domingo, 7 de abril de 2024

" La oración cristiana" ( CIC 2565-2567)

 

                                             " La oración como Comunión

2565   En la Nueva Alianza, la oración es la relación viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo. La gracia del Reino es " la unión de la Santísima Trinidad toda entera con el espíritu todo entero" ( San Gregorio Nc., or. 16, 8). Así, la vida de oración es estar habitualmente en presencia de Dios, tres veces Santo, y en comunión con El. Esta comunión de vida es posible siempre porque, mediante el Bautismo, nos hemos convertido en un mismo ser con Cristo ( Cf. Rm 6, 5). La oración es cristiana en tanto en cuanto es comunión con Cristo y se extiende por la Iglesia que es su Cuerpo. Sus dimensiones son las del Amor de Cristo ( Cf. Ef 3, 18-21).


                                                         Capítulo primero

                                              La revelación de la oración.

                                          La llamada universal a la oración

2566   El hombre busca a Dios. Por la creación Dios llama a todo ser desde la nada a la existencia. " Coronado de gloria y esplendor" ( Sal 8, 6), el hombre es, después de los ángeles, capaz de reconocer " ¡ qué glorioso es el nombre del Señor por toda la tierra!"(Sal 8,2). Incluso después de haber perdido, por su pecado, su semejanza con Dios, el hombre sigue siendo imagen de su Creador. Conserva el deseo de Aquel que le llama a la existencia. Todas las religiones dan testimonio de esta búsqueda esencial de los hombres ( Cf. Hch 17, 27).

2567   Dios es quien primero llama al hombre. Olvide el hombre a su Creador o se esconda lejos de su Faz, corra detrás de ídolos o acuse a la divinidad de haberlo abandonado, el Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona al encuentro misterioso de la oración. Esta iniciativa de amor del Dios fiel es siempre lo primero en la oración, la iniciativa del hombre es siempre una respuesta. A medida que Dios se revela, y revela al hombre a sí mismo, la oración aparece como un llamamiento recíproco, un hondo acontecimiento de Alianza. A través de palabras y de acciones, tiene lugar un trance que compromete el corazón humano. Este se revela a través de toda la historia de la salvación. " ( CIC 2565-2567).

Comentario:

El Señor " rico en misericordia" siempre está regalándonos segundas oportunidades para cumplir la misión a la que nos ha llamado " ser felices con El en el cielo" nunca se cansa de ofrecernos oportunidades porque " Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad". Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida por eso debemos " buscarlo, encontrarlo y amarlo" en la fe ( Credo), en los sacramentos, en los mandamientos y en la oración.


domingo, 31 de marzo de 2024

" La oración cristiana" ( CIC 2562-2564)

 


                                                           " La oración como Alianza

2562   ¿ De dónde viene la oración del hombre? Cualquiera que sea el lenguaje de la oración ( gestos y palabras), el que ora es todo el hombre. Sin embargo para designar el lugar de donde brota la oración, las Sagradas Escrituras hablan a veces del alma o del espíritu, y con más frecuencia del corazón ( más de mil veces). Es el corazón el que ora. Si éste está alejado de Dios, la expresión de la oración es vana. 

2563   El corazón es la morada donde yo estoy, o donde yo habito ( según la expresión semítica o bíblica: donde yo " me adentro"). Es nuestro centro escondido, inaprensible, ni por nuestra razón ni por la de nadie; sólo el Espíritu de Dios puede sondearlo y conocerlo. Es el lugar de la decisión, en lo más profundo de nuestras tendencias psíquicas. Es el lugar de la verdad, allí donde elegimos entre la vida y la muerte. Es el lugar del encuentro, ya que a imagen de Dios, vivimos en relación: es el lugar de la Alianza.

2564   La oración cristiana es una relación de Alianza entre Dios y el hombre en CRisto. Es acción de Dios y del hombre; brota del Espíritu Santo y de nosotros, dirigida por completo al Padre, en unión con la voluntad humana del Hijo de Dios hecho hombre." ( CIC 2562-2564).

Comentario:

La oración diaria en el silencio de nuestras potencias nos acerca al corazón de Dios pidamos con fe " Señor creo en Dios Padre, creo en Dios Hijo, creo en Dios Espíritu Santo; espero en Dios Padre, espero en Dios Hijo, espero en Dios Espíritu Santo; amo a Dios Padre, amo a Dios Hijo, amo a Dios Espíritu Santo; Creo pero aumenta mi fe, Espero pero aumenta mi esperanza, te amo pero aumenta mi amor."

lunes, 25 de marzo de 2024

" La oración cristiana " ( CIC 2558-2561)

 


                                                          "   Cuarta parte

                                                       La oración cristiana

                                                           Primera sección

                                          La oración en la vida cristiana

2558   " Este es el Misterio de la fe". La Iglesia lo profesa en el Símbolo de los Apóstoles  (Primera parte del Catecismo) y lo celebra en la Liturgia sacramental ( Segunda parte ), para que la vida de los fieles se conforme con Cristo en el Espíritu Santo para gloria de Dios Padre ( Tercera parte). Por tanto, este Misterio exige que los fieles crean en él, lo celebren y vivan de él en una relación viviente y personal con Dios vivo y verdadero. Esta relación es la oración.

                                                  ¿Qué es la oración? 

Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría ( Santa Teresa del Niño Jesús, ms autob. C25r).

                                           La oración como don de Dios

2559   " La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes" ( San Juan Damasceno, f. o. 3, 24). ¿ Desde dónde hablamos cuando oramos? ¿ Desde la altura de nuestro orgullo y de nuestra propia voluntad, o desde " lo más profundo" ( Sal 130, 14) de un corazón humilde y contrito? El que se humilla es ensalzado ( Cf. Lc 18, 9-14). La humildad es la base de la oración. " Nosotros no sabemos pedir como conviene " ( Rm 8, 26). La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración: el hombre es un mendigo de Dios ( Cf. San Agustín, serm. 56, 6, 9).

2560   " Si conocieras el don de Dios" ( Jn 4, 10). La maravilla de la oración se revela precisamente allí, junto al pozo donde vamos a buscar nuestra agua: allí Cristo va al encuentro de todo ser humano, es el primero en buscarnos y el que nos pide de beber. Jesús tiene sed, su petición llega desde las profundidades de Dios que nos desea. La oración, sepámoslo o no, es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre. Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de El ( Cf. San Agustín, quaest. 64. 4).

2561   " Tú le habrías rogado a él, y él te habría dado agua viva" ( Jn 4, 10). Nuestra oración de petición es paradójicamente una respuesta. Respuesta a la queja de Dios vivo: " A mí me dejaron. Manantial de aguas vivas, para hacerse cisternas, cisternas agrietadas"  ( Jr 2, 13 ), respuesta de fe a la promesa gratuita de salvación ( Cf. Jn 7, 37-39; Is 12, 3; 51, 1), respuesta de amor a la sed de Dios Hijo único ( Cf. Jn 28; Za 12, 10; 13, 1)." (CIC 2558-2561).

Comentario:

La oración es un don de Dios tengamos fe en El y como los discípulos pidamos al Señor:  "Señor, enseñanos a orar, como Juan le enseñó a sus discípulos". 

                                                 

lunes, 18 de marzo de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2551-2557)

 




                                                                   " Resumen


2551 " Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón " ( Mt 6, 2-1).


2552 El décimo mandamiento prohíbe el deseo desordenado, nacido de la pasión inmoderada de las riquezas y del poder.


2553 La envidia es la tristeza que se experimenta ante el bien del prójimo y el deseo desordenado de apropiárselo. Es un pecado capital.


2554 El bautizado combate la envidia mediante la benevolencia, la humildad y el abandono en la providencia de Dios.


2555 Los fieles cristianos " han crucificado la carne con sus pasiones y sus concupiscencias" ( Ga 5, 24); son guiados por el Espíritu y siguen los deseos del Espíritu.


2556 El desprendimiento de las riquezas es necesario para entrar en el Reino de los cielos. "Bienaventurados los pobres de corazón".


2557 El hombre que anhela dice: " Quiero ver a Dios". La sed de Dios es saciada por el agua de la vida eterna ( Cf. Jn 4, 14).


Comentario:


Recordemos que la vida cristiana es como una mesa de cuatro patas que debemos construir cuidadosamente para llegar a la meta del cielo. El símil de la mesa nos sirve para entender el orden del Catecismo de la Iglesia que estamos estudiando:

- la primera parte es la primera pata las verdades que debemos creer El Credo.

- la segunda parte es la segunda pata es la vida de la gracia los sacramentos que debemos recibir y practicar.

- la tercera parte es la tercera pata  la vida  moral los mandamientos que debemos respetar y vivir con amor.

- la cuarta parte es la cuarta pata la oración cristiana el padrenuestro.

 Si cialquier de ellas falla o está débil o falta la mesa de nuestra vida cristiana se cae y no podemos llegar a la meta la bienaventuranza eterna!!




domingo, 10 de marzo de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2548-2550)




                                                           " IV Quiero ver a Dios

2548   El deseo de la felicidad verdadera aparta al hombre del apego desordenado a los bienes de este mundo, y tendrá su plenitud en la visión y la bienaventuranza de Dios. "La promesa de ver a Dios supera toda felicidad. En la Escritura, ver es poseer. El que " ve a Dios obtiene todos los bienes que se pueden concebir" ( San Gregorio de Nisa, beat, 6).

2549   Corresponde, por tanto, al pueblo santo luchar, con la gracia de lo alto, para obtener los bienes que Dios promete. Para poseer y contemplar a Dios, los fieles cristianos mortifican sus concupiscencias y, con la ayuda de Dios, vencen las seducciones del placer y del poder.

2550   En este camino hacia la perfección, el Espíritu y la Esposa llaman a quien les escucha ( Cf. Ap 22, 17) a la comunión perfecta con Dios:
Allí se dará la gloria verdadera; nadie será alabado allí por error o por adulación; los verdaderos honores no serán ni negados a quienes los merecen ni concedidos a los indignos; por otra parte, allí nadie indigno pretenderá honores, pues allí sólo serán admitidos los dignos. Allí reinará la verdadera paz, donde nadie experimentará oposición ni de sí mismo ni de otros. La recompensa de la virtud será Dios mismo, que ha dado la virtud y se prometió a ella como la recompensa mejor y más grande que puede existir: " Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo" ( Lv 26, 12)... Este es también el sentido de las palabras del apóstol: " Para que Dios sea todo en todos" ( 1Co 15, 28). El será el fin de nuestros deseos, a quien contemplaremos sin fin, amaremos sin saciedad, alabaremos sin cansancio. Y este don, este amor, esta ocupación serán ciertamente, como la vida eterna, comunes a todos ( San Agustín, civ. 22, 30)." ( CIC 2548-2550).

Comentario:

La bienaventuranza eterna es el fin último al que Dios nos llama con amor misericordioso perdonando nuestras infidelidades y llamandonos a la conversión del corazón pidamos con fe " Señor crea en mi un corazón puro, renuevame por dentro!" repitamos con frecuencia esta petición y la que el mismo Señor de la Misericordia nos enseña " Jesús en vos confio" 


domingo, 3 de marzo de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2544-2547)

 


                                                    " La pobreza del corazón

2544   Jesús exhorta a sus discípulos a preferirle a El respecto a todo y a todos y les propone " renunciar a todos sus bienes" ( Lc 14, 33) por El y por el Evangelio ( Cf. Mc 8,35). Poco antes de su pasión les mostró como ejemplo la pobre viuda de Jerusalén que, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir ( Cf. Lc 21,4). El precepto del desprendimiento de las riquezas es obligatorio para entrar en el Reino de los cielos.

2545   " Todos los cristianos... han de intentar orientar rectamente sus deseos para que el uso de las cosas de este mundo y el apego; las riquezas no les impidan en contra del espíritu de pobreza evangélica, buscar el amor perfecto" ( LG 42).

2546   " Bienaventurados los pobres en el espíritu" ( Mt 5, 3). Las bienaventuranzas revelan un orden de felicidad y de gracia, de belleza y de paz. Jesús celebra la alegría de los pobres, a quienes pertenece ya el Reino ) Lc 6, 20):

El Verbo llama " pobreza en el Espíritu " a la humildad voluntaria de un espíritu humano y su renuncia; el apóstol nos da como ejemplo la pobreza de Dios cuando dice: " Se hizo pobre por nosotros" ( 2Co 8, 9) ( San Gregorio de Nisa, beat, 1).

2547   El Señor se lamenta de los ricos porque encuentran su consuelo en la abundancia de bienes ( Cf. Lc 6, 24). " El orgulloso busca el poder terreno, mientras el pobre en el espíritu busca el Reino de los cielos" ( San Agustín, serm. Dom. 1,3). El abandono en la providencia del Padre del cielo libera de la inquietud por el mañana ( Cf. Mt 6, 25-34). La confianza en Dios dispone a la bienaventuranza de los pobres: ellos verán a Dios. " (CIC 2544-2547).

Comentario:

La " pobreza de espíritu " hace relación al desapego de las cosas materiales: tener sin poseer significa estar desprendidos de las posesiones materiales como Job " El Señor me lo dió, el Señor me lo quitó, Bendito sea el nombre del Señor"


domingo, 25 de febrero de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2541-2543)

 


                                            "  II Los deseos del Espíritu

2541   La economía de la Ley y de la Gracia aparta el corazón de los hombres de la codicia y de la envidia: lo inicia en el deseo del Supremo Bien; lo instruye en los deseos del Espíritu Santo, que sacia el corazón del hombre.

El Dios de las promesas puso desde el comienzo al hombre en guardia contra la seducción de lo que, desde entonces, aparece como " bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría" ( Gn 3, 6).

2542   La Ley confiada a Israel nunca fue suficiente para justificar a los que estaban sometidos; incluso vino a ser instrumento de la " concupiscencia" ( Cf. Rm 7, 7). la inadecuación entre el querer y el hacer ( Cf. Rm 7, 10) manifiesta el conflicto entre la  "Ley de Dios", que es la " Ley de la razón", y la otra ley que " me esclaviza a la ley del pecado que está en mis miembros" ( Rm 7, 23).

2543 " Pero ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, atestiguada por la ley y los profetas, justicia de Dios por la fe en Jesucristo, para todos los que creen" ( Rm 3, 21-22). Por eso, los fieles de Cristo " han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias" ( Ga 5, 24); " son guiados por el Espíritu" ( Rm 8, 14) y siguen los deseos del Espíritu ( Cf. Rm 8, 27)." ( CIC 2541-2543).

Comentario:

Seguir con fidelidad y amor el cumplimiento de la voluntad de Dios expresada en los diez mandamientos es asegurar la identificación con Cristo que se hizo obediente hasta sufrir con paciencia el horror de la pasión, muerte y Resurrección. Docilidad a las inspiraciones del Espíritu Santo que nos santifica y protege haciendonos "otro Cristo el mismo Cristo" en expresión de San Pablo.


lunes, 19 de febrero de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2538-2540)

 


                                       "   El desorden de la concupiscencia

...2538   El décimo mandamiento exige que se destierre del corazón humano la envidia. Cuando el profeta Natán quiso estimular el arrepentimiento del rey David, le contó la historia del pobre que sólo poseía una oveja, a la que trataba como una hija, y del rico que, a pesar de sus numerosos rebaños envidiaba al primero y acabó por robarle la cordera ( Cf. 2S 12, 1-4). La envidia conduce a las peores fechorías ( Cf. Gn 4, 3-7; 1R 21, 1-29). La muerte entró en el mundo por la envidia del diablo ( Cf. Sb 2, 24).

Luchamos entre nosotros, y es la envidia la que nos arma unos contra otros... Si todos se afanan así por pertubar el Cuerpo de Cristo, ¿ a dónde llegaremos? Estamos debilitando el Cuerpo de Cristo... Nos declaramos miembros de un mismo organismo y nos devoramos como lo harían las fieras ( San Juan Crisóstomo, hom. in 2Co, 3-4).

2539   La envidia es un pecado capital. Manifiesta la tristeza experimentada ante el bien del prójimo y el deseo desordenado de poseerlo, aunque sea en forma indebida. Cuando desea al prójimo un mal grave es un pecado mortal:

San Agustín veía en la envidia el " pecado diabólico por excelencia" ( catech 4, 8) " De la envidia nacen el odio, la maledicencia, la calumnia, la alegría causada por el mal del prójimo y la tristeza causada por su prosperidad" ( San Gregorio Magno, mor, 31, 45).

2540   La envidia representa una de las formas de la tristeza y, por tanto, un rechazo de la caridad; el bautizado debe luchar contra ella mediante la benevolencia. La envidia procede con frecuencia del orgullo; el bautizado ha de esforzarse por vivir en la humildad: " ¿ Querríais ver a Dios glorificado por vosotros? Pues bien, alegraos del progreso de vuestro hermano y con ello Dios será glorificado por vosotros. Dios será alabado- se dirá- porque su siervo ha sabido vencer la envidia poniendo su alegría en los méritos de otros  (San Juan Crisóstomo, hom. in Rom. 7, 3)." ( CIC 2538-2540).

Comentario:

Debemos seriamente luchar por adquirir las virtudes de la humildad, la comprensión, la benevolencia, la  caridad que nos ayudan a luchar contra la envidia y nos hacen cada día más cercanos a nuestro modelo Jesucristo.

Pidamos con insistencia en la oración al Espíritu Santo nuestra santificación sin El no podemos hacer nada. " Espíritu Santo, ilumínanos y santíficanos! "


sábado, 10 de febrero de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2534-2537)

 


                                 " Artículo 10: El Décimo mandamiento

No codiciarás nada... nada que sea de tu prójimo

( Ex 20,17)

No desearás... su casa, su campo, su siervo o su sierva, su buey o su asno: nada que sea de tu prójimo ( Dt 5, 21)

Dónde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón ( Mt 6, 21)

2534   El décimo mandamiento desdobla y completa el noveno, que versa sobre la concupiscencia de la carne. Prohibe la codicia del bien ajeno, raíz del robo, de la rapiña y del fraude, prohibidos por el séptimo mandamiento. La " concupiscencia de los ojos" ( Cf. 1Jn 2, 16) lleva a la violencia y la injusticia prohibidas por el quinto precepto ( Cf. Mt 2, 2). La codicia tiene su origen, como la fornicación, en la idolatría condenada en las tres primeras prescripciones de la ley ( Cf. Sb 14, 12). El décimo mandamiento se refiere a la intención del corazón; resume, con el noveno, todos los preceptos de la ley.

                                                    I El desorden de la concupiscencia

2535   El apetito sensible nos impulsa a desear las cosas agradables que no poseemos. Así desear comer cuando se tiene hambre, o calentarse cuando se tiene frío. Estos deseos son buenos en sí mismos; pero con frecuencia no guardan la medida de la razón y nos empujan a codiciar injustamente lo que no es nuestro y pertenece, o es debido, a otra persona.

2536   El décimo mandamiento prohibe la avaricia y el deseo de una apropiación inmoderada de los bienes terrenos. Prohibe el deseo desordenado nacido de la pasión inmoderada de las riquezas y de su poder. Prohibe también el deseo de cometer una injusticia mediante la cual se dañaría al prójimo en sus bienes temporales:

Cuando la Ley nos dice: " No codiciarás ", nos dice, en otros términos, que apartemos nuestros deseos de todo lo que no nos pertenece. Porque la sed del bien del prójimo es inmensa, infinita y jamás saciada, como está escrito: " El ojo del avaro no se satisface con su suerte" ( Si 14, 9) ( Catec. R. 3, 37).

2537   No se quebranta este mandamiento deseando obtener cosas que pertenecen al prójimo siempre que sea por medios justos. La catequesis tradicional señala con realismo " quiénes son los que más deben luchar contra su codicias pecaminosas" y a los que, por tanto, es preciso " exhortar más a observar este precepto":

Los comerciantes que desean la escasez o la carestía de las mercancías, que ven con tristeza que no son los únicos en comprar y vender, pues de lo contrario podrán vender más caro y comprar a precio más bajo; los que desean que sus semejantes estén en la miseria para lucrarse vendiéndoles o comprándoles...Los médicos, que desean tener enfermos; los abogados que anhelan causas y procesos importantes y numerosos...( Catec. R. 3, 37). 

( CIC 2534-2537)

Comentario:

Al estudiar y cumplir el décimo mandamiento estamos siguiendo la voluntad de Dios en nuestra relación con las propiedades del prójimo siendo sinceros y leales en el uso de los bienes materiales que administramos sin desear más de lo que honradamente hemos ganado con nuestro trabajo y esfuerzo.


martes, 6 de febrero de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2528- 2533)

 


                                                                     " Resumen

2528   " Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón " ( Mt 5, 28).

2529   El noveno mandamiento pone en guardia contra el desorden o concupiscencia de la carne.

2530   La lucha contra la concupiscencia de la carne pasa por la purificación del corazón y por la práctica de la templanza.

2531   La pureza del corazón nos alcanzará el ver a Dios: nos da desde ahora la capacidad de ver según Dios todas las cosas.

2532   La purificación del corazón es imposible sin la oración, la práctica de la castidad y la pureza de intención y de mirada.

2533   La pureza del corazón requiere el pudor, que es paciencia, modestia y discreción. El pudor preserva la intimidad de la persona." ( CIC 2528-2533).

Comentario:

El noveno mandamiento nos ayuda a reconocer las huellas del pecado el " fomes peccati" ( inclinación, propensión al pecado) que nos aleja de la voluntad de Dios pero haciendo uso de la libertad podemos resistir con oración, práctica de la castidas y la pureza de intención y de mirada esa inclinación.


                                                        

lunes, 29 de enero de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2520- 2527)

 


                                              " El combate por la pureza

2520   El Bautismo confiere al que lo recibe la gracia de la purificación de todos los pecados. Pero el bautizado debe seguir luchando contra la concupiscencia de la carne y los apetitos desordenados. Con la gracia de Dios lo consigue:

- Mediante la virtud y el don de la castidad, pues la castidad permite amar con un corazón recto e indiviso;

- mediante la pureza de intención, que consiste en buscar el fin verdadero del hombre: con una mirada limpia el bautizado se afana por encontrar y realizar en todo la voluntad de Dios ( Cf. Rm 12, 2; Col 1, 10).

- mediante la pureza de la mirada exterior e interior; mediante la disciplina de los sentidos y la imaginación; mediante el rechazo de toda complascencia en los pensamientos impuros que inclinan a apartarse del camino de los mandamientos divinos: " La vista despierta la pasión de los insensatos" ( Sb 15, 5);

- mediante  la oración:

Creía que la continencia dependía de mis propias fuerzas, las cuales no sentía en mí; siendo tan necio que no entendía lo que estaba escrito: que nadie puede ser continente, si tú no se lo das. Y cierto que tú me lo dieras, si con interior gemido llamase a tus oídos, y con fe sólida arrojase en ti mi cuidado ( San Agustín, conf, 11, 20).

2521  La pureza exige el pudor. Este es parte integrante de la templanza. El pudor preserva la intimidad de la persona. Designa el rechazo a mostrar lo que debe permanecer velado. Está ordenado a la castidad, cuya delicadeza proclama. Ordena las miradas y los gestos en conformidad con la dignidad de las personas y con la relación que existe entre ellas.

2522   El pudor protege el misterio de las personas y de su amor. Invita a la paciencia y a la moderación en la relación amorosa; exige que se cumplan las condiciones del don y del compromiso definitivo del hombre y de la mujer entre sí. El pudor es modestia; inspira la elección de la vestimenta. Mantiene silencio o reserva donde se adivina el riesgo de una curiosidad malsana; se convierte en discreción.

2523   Existe un pudor de los sentimientos como también un pudor del cuerpo. Este pudor rechaza, por ejemplo, los exhibisionismos del cuerpo humano propios de cierta publicidad o las incitaciones de algunos medios de comunicación a hacer pública toda confidencia íntima. El pudor inspira una manera de vivir que permite resistir a las solicitaciones de la moda y a la presión de las ideologías dominantes.

2524   Las formas que reviste el pudor varían de una cultura a otra. Sin embargo, en todas partes constituye la intuición de una dignidad espiritual propia al hombre. Nace con el despertar de la conciencia personal. Educar en el pudor a niños y adolescentes es despertar en ellos el respeto a la persona humana.

2525   La pureza cristiana exige una purificación del clima social. Obliga a los medios de comunicación social a una información cuidadosa del respeto y de la discreción. La pureza de corazón libera del erotismo difuso y aparta de los espectáculos que favorecen el exhibicionismo y los sueños indecorosos. 

2526   Lo que se llama permisividad de las costumbres se basa en una concepción errónea de la libertad humana; para llegar a su madurez, ésta necesita dejarse educar previamente por la ley moral. Conviene pedir a los responsables de la educación que impartan a la juventud una enseñanza respetuosa de la verdad, de las cualidades del corazón y de la dignidad moral y espiritual del hombre.

2527   " La buena nueva de Cristo renueva continuamente la vida y la cultura del hombre caído; combate y elimina los errores y males que brotan de la seducción, siempre amenazadora, del pecado. Purifica y eleva sin cesar las costumbres de los pueblos. Con las riquezas de lo alto fecunda, consolida, completa y restaura en Cristo como desde dentro, las bellezas y cualidades espirituales de cada pueblo o edad" ( GS 58, 4):" (CIC 2520-2527).

Comentario:

La sociedad actual ha olvidado el mensaje del Señor que claramente nos pide " Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón" debemos repetir diariamente este mensaje para hacerlo vida en nosotros y ser testigos de la verdad, la pureza y el amor de Cristo siendo la levadura en la masa que limpia y hace puro nuestro entorno.

" Buscar a Cristo, Encontrar a Cristo, Amar a Cristo" leyendo su vida e imitando sus acciones de misericordia con los demás y con nosotros mismos.





domingo, 21 de enero de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2517-2519)

 


                                                    " La purificación del corazón

2517   El corazón es la sede de la personalidad moral: " De dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones" ( Mt 15, 19). La lucha contra la concupiscencia de la carne pasa por la purificación del corazón:

Mantente en la simplicidad, la inocencia y serás como los niños pequeños que ignoran el mal destructor de la vida de los hombres ( Hermas, mand, 2,1).

2518   La sexta bienaventuranza proclama: " Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios" ( Mt 5, 8). Los " corazones limios" designan a los que han ajustado su inteligencia y su voluntad a las exigencias de la santidad de Dios, principalmente en tres dominios: la caridad ( Cf 1Tm 4, 3.9; 2Tm 2, 22), la castidad o rectitud sexual ( Cf. 1Ts 4, 7; Col 3, 5; Ef 4, 19), el amor a la verdad y la ortodoxia de la fe ( Cf. Tt 1, 15; 1Tm 1, 3-4; 2Tm 2, 23.26). Existe un vínculo entre la pureza del corazón, la del cuerpo y la de la fe:

Los fieles deben creer los artículos del Símbolo" para que, creyendo, obedezcan a Dios; obedeciéndole, vivan bien, viviendo bien, purifiquen su corazón; y purificando su corazón, comprendan lo que creen" ( San Agustín, fid.et symb.10,25).

2519   A los " limpios de corazón" se les promete que verán a Dios cara a cara y que serán semejantes a El ( Cf. 1Co 13, 12; 1Jn 3, 2). La pureza de corazón es el preámbulo de la visión. Ya desde ahora esta pureza nos concede ver según Dios, recibir al otro como un  "prójimo"; nos permite considerar el cuerpo humano, el nuestro y el del prójimo, como un templo del Espíritu Santo, una manifestación de la belleza divina." ( CIC 2517-2519).

Comentario:

San Pablo nos recuerda que " hemos sido comprados a un gran precio Toda  la sangre de Nuestro Señor Jesucristo " debemos por eso cuidar nuestro cuerpo y el de nuestro prójimo porque " somos templos del Espíritu Santo".


domingo, 14 de enero de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2514-2516)



                                       " Artículo 9: El noveno mandamiento

No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo" ( Ex 20, 17).

El que mira una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón ( Mt 5, 28).

2514   Sa Juan diatingue tres especies de codicia o concupiscencia: la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida ( Cg. 1Jn 2, 16). Siguiendo la tradición catequética católica, el noveno mandamiento prohibe la concupiscencia de la carne; el décimo prohibe la concupiscencia del bien ajeno.

2515   En sentido etimológico, la " concupiscencia" puede designar toda forma vehemente de deseo humano. La teología cristiana le ha dado el sentido particular de un movimiento del apetito sensible que contraría la obra de la razón humana. El apóstol san Pablo la identifica con la lucha que la " carne" sostiene contra el " espíritu" ( Cf. Ga 5, 16.17.24; Ef 2, 3). Procede de la desobediencia del primer pecado ( Gn 3, 11). Desordena las facultades morales del hombre y, sin ser una falta en sí misma, le inclina a cometer pecados ( Cf. Cc. Trento: DS 1515).

2516   En el hombre, porque es un ser compuesto de espíritu y cuerpo, existe cierta tensión y se desarrolla una lucha de tendencias entre el " espíritu " y la " carne". Pero, en realidad, esta lucha pertenece a la herencia del pecado. Es una consecuencia de él, y, al mismo tiempo, confirma su existencia. Forma parte de la experiencia cotidiana del combate espiritual:

Para el apóstol no se trata de discriminar o condenar el cuerpo, que con el alma espiritual constituye la naturaleza del hombre y su subjetividad personal, sino que trata de las obras. mejor dicho, de las disposiciones estables., virtudes y vicios, moralmente buenas o malas, que son fruto de sumisión ( en el primer caso) o bien de resistencia ( en el segundo caso) a la acción salvífica del Espíritu Santo. Por ello el apóstol escribe: " Si vivimos según el Espíritu, obremos también según el Espíritu " ( Ga 5, 25) ( Juan Pablo II, DeV 55). " (CIC 2514-2516).

Comentario:

Conocer la norma moral nos ayuda a utilizar bien nuestras fortalezas y a conocer nuestras debilidades para apoyarnos en las primeras y potenciarlas y conociendo  las segundas entender que la valentía no consiste " en no sentir sino en no consentir ".



 

lunes, 8 de enero de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2504-2513)



                                                              " Resumen

2504   " No darás falso testimonio contra tu prójimo" ( Ex 20, 16). Los discípulos de Cristo se han " revestido del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad" ( Ef 4, 24).

2505   La verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse verdadero en sus actos y en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la hipocrecía.

2506   El cristiano no debe " avergonzarse de dar testimonio del Señor" ( 2Tm 1, 8) en obras y palabras. El martirio es el supremo testimonio de la verdad de la fe.

2507   El respeto de la reputación y del honor de las personas prohibe toda actitud y toda palabra de maledicencia o de calumnia.

2508   La mentira consiste en decir algo falso con intención de engañar al prójimo que tiene derecho a la verdad.

2509   Una falta cometida contra la verdad exige reparación.

2510   La regla de oro ayuda a discernir en las situaciones concretas si conviene o no revelar la verdad a quien la pide.

2511   " El sigilo sacramental es inviolable" ( CIC can, 983, 1). Los secretos profesionales deben ser guardados. Las confidencias perjudiciales a otros no deben ser divulgadas.

2512   La sociedad tiene derecho a una información fundada en la verdad, la libertad, la justicia. Es preciso imponerse moderación y disciplina en el uso de los medios de comunicación social.

2513   Las bellas artes, sobre todo el arte sacro, " están relacionadas, por su naturaleza, con la infinita belleza divina, que se intenta expresar, de algún modo, en las obras humanas. Y tanto más se consagran a Dios y contribuyen a su alabanza y a su gloria, cuanto más lejos están de todo propósito que no sea colaborar lo más posible con sus obras a dirigir las almas de los hombres piadosamente hacia Dios" ( SC 122)." ( CIC 2504-2513).

Comentario:

Debemos ser cuidadosos en el manejo del lenguaje y la información respecto a las personas para no decir ni hacer nada que dañe la honra y la fama de personas y familias a quienes se debe respetar " Si no puedes alabar cállate".

 

miércoles, 3 de enero de 2024

" La vida en Cristo" ( CIC 2500-2503)

 


                                          " VI Verdad, belleza  arte sacro


2500   La práctica del bien va acompañada de un placer espiritual gratuito y de belleza moral. De igual modo, la verdad entraña el gozo y el esplendor de la belleza espiritual. La verdad es bella por sí misma. La verdad de la palabra, expresión racional del conocimiento de la realidad creada e increada, es necesaria al hombre dotado de inteligencia, pero la verdad puede encontrar otras formas de expresión humana, complementarias, sobre todo cuando se trata de evocar lo que ella entraña de indecible, las profundidades del corazón humano, las elevaciones del alma, el Misterio de Dios. Antes de revelarse al hombre en palabras de verdad, Dios se revela a él, mediante el lenguaje universal de la Creación, obra de su Palabra, de su Sabiduría: el orden y la armonía del cosmos, que percibe tanto el niño como el hombre de ciencia, " pues por la grandeza y hermosura de las criaturas se llega, por analogía, a contemplar a su Autor"  (Sb 13, 5), " pues fue el Autor mismo de la belleza quien las creó" ( Sb 13, 3).

La sabiduría es un hálito del poder de Dios, una emanación para la gloria del Omnipotente, por lo que nada manchado llega a alcanzarla. Es un reflejo de la luz eterna, un espejo sin mancha de la actividad de Dios, una imagen de su bondad ( Sb 7, 25-26). La sabiduría es en efecto más bella que el sol, supera a todas las constelaciones; comparada con la luz sale vencedora, porque a la luz sucede la noche, pero contra la sabiduría no prevalece la maldad ( Sb 7, 29-30). Yo me constituí en el amante de su belleza ( Sb 8, 2).

2501  El hombre, " creado a imagen de Dios" ( Gn 1, 26), expresa también la verdad de su relación con Dios Creador mediante la belleza de sus obras artísticas. El arte,en efecto, es una forma de expresión propiamente humana, por encima de la satisfacción de las necesidades vitales, común a todas las criaturas vivas, el arte es una sobreabundancia gratuita de la riqueza interior del ser humano. Este brota de su talento concedido por el Creador y del esfuerzo del hombre, y es un género de sabiduría práctica, que une conocimiento y habilidad ( Cf. Sb 7, 16-17) para dar forma a la verdad de una realidad en lenguaje accesible a la vista y al oído. El arte entraña así cierta semejanza con la actividad de Dios en la creación, en la medida en que se inspira en la verdad y el amor de los seres. Como cualquier otra actividad humana, el arte no tiene en sí mismo su fin absoluto, sino que está ordenado y se ennoblece por el fin último del hombre ( Cf. Pío XII, discurso 25 diciembre 1955 y discurso 3 septiembre 1950).

2502   El arte sacro es verdadero y bello cuando corresponde por su forma a su vocación propia: evocar y glorificar, en la fe y la adoración, el Misterio transcendente de Dios, Belleza sobreeminente e invisible de Verdad y de Amor, manifestado en Cristo.  "Resplandor de su gloria e Impronta de su esencia" ( Hb 1, 3), en quien " reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente ( Col 2, 9), belleza espiritual reflejada en la Santísima Virgen Madre de Dios, en los Angeles y los Santos; el arte sacro verdadero lleva al hombre a la adoración, a la oración y al amor de Dios Creador y Salvador, Santo y Santificador.

2503   Por eso los obispos deben personalmente o por delegación vigilar y promover el arte sacro antiguo y nuevo en todas sus formas, y apartar con la misma atención religiosa de la liturgia y de los edificios de culto todo lo que no está de acuerdo con la verdad de la fe y la auténtica belleza del arte sacro ( Cf. SC 122-127)" ( CIC 2500-2503).

Comentario:

La belleza de la liturgia, cantos, música y de los templos mismos debe ayudar a la adoración, la alabanza y la oración y no distraer a los fieles del centro mismo de la celebración que es Dios mismo Padre Creador,  en la persona de Jesucristo Redentor y el  Espíritu Santo santificador.


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