sábado, 29 de febrero de 2020

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1362-1367)



                                       " El memorial sacrificial de Cristo y de su 
                                          Cuerpo, que es la Iglesia

1362 La Eucaristía es el memorial de la Pascua de Cristo, la actualización y la ofrenda sacramental de su único sacrificio, en la Liturgia de la Iglesia que es su Cuerpo. En todas las plegarias eucarísticas encontramos, tras la palabras de la institución, una oración llamada anamnesis o memorial.

1363 En el sentido empleado por la Sagrada Escritura, el memorial no es solamente el recuerdo de los acontecimientos del pasado, sino la proclamación de las maravillas que Dios ha realizado en favor de los hombres ( Cf. Ex 13, 3). En la celebración litúrgica, estos acontecimientos se hacen, en cierta forma, presentes y actuales. De esta manera Israel entiende su liberación de Egipto: cada vez que es celebrada la pascua, los acontecimientos del Exodo se hacen presentes a la memoria de los creyentes a fin de que conformen su vida a estos acontecimientos.

1364 El memorial recibe un sentido nuevo en el Nuevo Testamento. Cuando la Iglesia celebra la Eucaristía, hace memoria de la Pascua de Cristo y ésta se hace presente: el sacrificio que Cristo ofreció de una vez para siempre en la cruz, permanece siempre actual ( Cf. Hb 7, 2-27): " Cuantas veces se renueva en el altar el sacrificio de la cruz, en el que Cristo, nuestra Pascua, fue inmolado, se realiza la obra de nuestra redención" ( LG 3).

1365 Por ser memorial de la Pascua de Cristo, la Eucaristía es también un sacrificio.El carácter sacrificial de la Eucaristía se manifiesta en las palabras mismas de la institución: " Esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros" y " esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que será derramada por vosotros" ( Lc 22, 19-20). En la Eucaristía, Cristo da el mismo cuerpo que por nosotros entregó en  la cruz, y la sangre misma que " derramó por muchos para remisión de los pecados" ( Mt 26, 28).

1366 La Eucaristía es, pues, un sacrificio porque representa (= hace presente) el sacrificio de la cruz, porque es su memorial y aplica su fruto:

                           ( Cristo), nuestro Dios y Señor, se ofreció a Dios Padre una vez por todas, muriendo como intercesor sobre el altar de la cruz a fin de realizar para ellos ( los hombres) una redención eterna. Sin embargo, como su muerte no debía poner fin a su sacerdocio ( Hb 7, 24-27), en la Ultima Cena, " la noche en que fue entregado" ( 1Co 11, 23), quiso dejar a la Iglesia, su esposa amada, un sacrificio visible ( como lo reclama la naturaleza humana), donde será representado el sacrificio sangriento que iba a realizarse una única vez en la cruz, cuya memoria se perpetúa hasta el fin de los siglos ( 1Co 11, 23) y cuya virtud saludable se aplicaría a la redención de los pecados que cometemos cada día ( Cc de Trento: DS 1740).

1367 El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son, pues, un único sacrificio: " Es una y la misma víctima, que se ofrece ahora por el ministerio de los sacerdotes, que se ofreció así misma entonces sobre la cruz; sólo difiere la manera de ofrecer" ( Concilium Tridentinum; Sess. 22a., Doctrina de ss. Missae sacrificio, c. 2: DS 1743). " Y puesto que en este divino sacrificio que se realiza en la Misa, se contiene e inmola incruentamente el mismo Cristo que en el altar de la cruz " se ofreció a sí mismo una vez de modo cruento"sobre el altar de la cruz, es contenido e inmolado de manera no cruenta, este sacrificio es verdaderamente propiciatorio ( Ibid)". ( CIC 1362- 1367)

Comentario: " Tratádmelo bien, tratádmelo bien"...- ¡ Señor!: ¡ Quién me diera voces y autoridad para clamar de este modo al oído y al corazón de muchos cristianos, de muchos! " ( Camino 531 SJM)
                         "Se quedó para ti- No es reverencia dejar de comulgar, si estás bien dispuesto- Irreverencia es sólo recibirlo indignamente" ( Camino 539 SJM).

 
  

lunes, 24 de febrero de 2020

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1356-1361)



                                              " V El sacrificio sacramental: acción de
                                                  gracias, memorial, presencia

1356 Si los cristianos celebran la Eucaristía desde los orígenes, y de forma que, en su substncia, no ha cambiado a través de la gran diversidad de épocas y de liturgias, sucede porque nos sabemos que estamos sujetos al mandato del Señor, dado la víspera de su pasión: " Haced esto en memoria mía" (1Co 11, 24- 25).

1357 Cumplimos este mandato del Señor celebrando el memorial de su sacrificio. Al hacerlo, ofrecemos al Padre lo que El mismo nos ha dado: los dones de su creación, el pan y el vino, convertidos por el poder del Espíritu Santo y las palabras de Cristo, en el Cuerpo y la Sangre del mismo Cristo: así Cristo se hace real y misteriosamente presente.

1358 Por tanto, debemos considerar la Eucaristía
            - como acción de gracias y alabanza al Padre;
            - como memorial del sacrificio de Cristo y de su Cuerpo;
            - como presencia de Cristo por el poder de su Palabra y de su Espíritu.

                                          La acción de gracias y la alabanza al Padre

1359 La Eucaristía, sacramento de nuestra salvación realizada por Cristo en la cruz es también un sacrificio de alabanza en acción de gracias por la obra de la creación. En el sacrificio eucarístico, toda la creación amada por Dios es presentada al Padre a través de la muerte y resurrección de Cristo. Por Cristo, la Iglesia puede ofrecer el sacrificio de alabanza en acción de gracias por todo lo que Dios ha hecho de bueno, de bello y de justo en la creación y en el humanidad.

1360 La Eucaristía es un sacrificio de acción de gracias al Padre, una bendición por la cual la Iglesia expresa su reconocimiento a Dios por todos sus beneficios, por todo lo que ha realizado mediante la creación, la redención y la santificación. " Eucaristía" significa, ante todo, acción de gracias.

1361 La Eucaristía es también el sacrificio de alabanza por medio del cual la Iglesia canta la gloria de Dios en nombre de toda la creación. Este sacrificio de alabanza sólo es posible a través de Cristo: El une a los fieles a su persona, a su alabanza y a su intercesión, de manera que el sacrificio de alabanza al Padre es ofrecido por Cristo y con Cristo para ser aceptado en El. " ( CIC 1356-1361).

Comentario: Tratemos de recordar, la próxima vez que asistamos a la Santa Misa que debemos considerar la Eucaristía como: acción de gracias al Padre, memorial del sacrificio de Cristo y presencia de Cristo.
" Si no tratas a Cristo en la oración y en el Pan, cómo le vas a dar a conocer?" ( SJM Camino 105)

domingo, 16 de febrero de 2020

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1348-1355)

 

                                       " El desarrollo de la celebración

1348 Todos se reúnen. Los cristianos acuden a un mismo lugar para la asamblea eucarística. A su cabeza está Cristo mismo que es el autor principal de la Eucaristía. El es sumo sacerdote de la Nueva Alianza. El mismo es quien preside invisiblemente toda celebración eucarística. Como representante suyo, el obispo o el presbítero ( actuando " in persona Christi capitis") preside la asamblea, toma la palabra después de las lecturas, recibe las ofrendas y dice la plegaria eucarística. Todos tienen parte activa en la celebración, cada uno a su manera: los lectores, los que presentan las ofrendas, los que dan la comunión, y el pueblo entero cuyo " Amén" manifiesta su participación.

1349 La Liturgia de la Palabra comprende " los escritos de los profetas", es decir, el Antiguo Testamento, y " las memorias de los Apóstoles", es decir, sus cartas y los Evangelios; después la homilia, que exhorta a acoger esta palabra como lo que es verdaderamente, Palabra de Dios (Cf. 1Ts 2, 13), y a ponerla en práctica; vienen luego las intercesiones por todos los hombres, según la palabra del Apóstol: " Ante todo, recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres: por los reyes y por todos los constituidos en autoridd" ( 1Tm 2, 1-2).

1350 La presentación de las ofrendas ( el ofertorio): entonces se lleva al altar, a veces en procesión, el pan y el vino que serán ofrecidos por el sacerdote en nombre de Cristo en el sacrificio eucarístico en el que se convertirán en su Cuerpo y en su Sangre. Es la acción misma de Cristo en la Ultima Cena, " tomando pan y una copa". " Sólo la Iglesia presenta esta oblación, pura, al Creador, ofreciéndole con acción de gracias lo que proviene de su creación" ( San Ireneo, haer, 4, 18, 4; Cf. Ml 1, 11). La presentación de las ofrendas en el altar hace suyo el gesto de Melquisedec y pone los dones del Creador en las manos de Cristo. El es quien, en su sacrificio, lleva a la perfección todos los intentos humanos de ofrecer sacrificios.

1351 Desde el principio, junto con el pan y el vino para la Eucaristía, los cristianos presentan también sus dones para compartirlos con los que tienen necesidad. Esta costumbre de la colecta ( Cf. 1Co 16, 1), siempre actual, se inspira en el ejemplo de Cristo que se hizo pobre para enriquecernos ( Cf. 2Co 8,9):

                          Los que son ricos y lo desean, cada uno según lo que se ha impuesto, lo que es recogido es entregado al que preside, y él atiende a los huérfanos y viudas, a los que la enfermedad u otra causa priva de recursos, los presos, los inmigrantes y, en una palabra, socorre a todos los que están en necesidad ( San Justino, apol. 1, 67, 6).

1352 La Anáfora: Con la plegaria eucarística, oración de acción de gracias y de consagración llegamos al corazón y a la cumbre de la celebración:
                      en el prefacio, la Iglesia dá gracias al Padre, por Cristo, en el Espíritu Santo, por todas sus obras, por la creación, la redención y la santificación. Toda la asamblea se une entonces a la alabanza incesante que la Iglesia celestial, los ángeles y todos los santos, cantan al Dios tres veces santo;

1353 en la epiclesis, la Iglesia pide al Padre que envíe su Espíritu Santo ( o el poder de su bendición, Cf. MR, canon romano, 90) sobre el pan y el vino, para que se conviertan, con su poder, en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, y que quienes toman parte en la Eucaristía sean un solo cuerpo y un solo espíritu ( algunas tradiciones litúrgicas colocan la epiclesis después de la anamnesis);
                        en el relato de la institución, la fuerza  de las palabras y de la acción de Cristo y el poder del Espíritu Santo hacen sacramentalmente presentes bajo las especies de pan y de vino su Cuerpo y su Sangre, su sacrificio ofrecido en la cruz de una vez para siempre;

1354 en la anamnesis que sigue, la Iglesia hace memoria de la pasión, de la resurrección y del retorno gloriosos de Cristo Jesús; presenta al Padre la ofrenda de su Hijo que nos reconcilia con El;
                       en las intercesiones, la Iglesia expresa que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia del cielo y de la tierra, de los vivos y de los difuntos, y en comunión con los pastores de la Iglesia, el Papa, el obispo de la diocésis, su presbiterio y sus diáconos y todos los obispos del mundo entero con sus Iglesias;

1355 en la comunión, precedida por la oración del Señor y la fracción del pan, los fieles reciben " el pan del cielo" y el " cáliz de la salvación", el Cuerpo y la Sangre de Cristo que se entregó " para la vida del mundo" ( Jn 6, 51):

                           Porque este pan y este vino han sido, según la expresión antigua " eucaristizados",  "llamamos  a este alimento Eucaristía  y nadie puede tomar parte en El si no cree en la verdad de lo que se enseña entre nosotros, si no ha recibido el baño para el perdón de los pecados y el nuevo nacimiento, y si no vive según los preceptos de Cristo" ( San Justino, apol. 1, 66, 1-2):" ( CIC 1348-1355).

Comentario: No recibamos la comunión sin estar en gracia de Dios: " Quien come y bebe indignamente el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor, se come y se bebe su propia condenación" nos dice San Pablo.     


 

   

domingo, 9 de febrero de 2020

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1345-1347)



                           "  IV La celebración litúrgica de la Eucaristía

                                            La Misa de todos los siglos

1345 Desde el siglo II, según el testimonio de S. Justino mártir, tenemos las grandes líneas del desarrollo de la celebración eucarística. Estas han permanecido invariables hasta nuestros días a través de la diversidad de tradiciones rituales litúrgicas. He aquí lo que el santo escribe, hacia el año 155, para explicar al emperador pagano Antonino Pío ( 138- 161) lo que hacen los cristianos:

                        El día que se llama día del sol tiene lugar la reunión en un mismo sitio de todos los que habitan en la ciudad o en el campo.

                        Se leen las memorias de los Apóstoles y los escritos de los profetas, tanto tiempo como es posible.

                        Cuando el lector ha terminado, el que preside toma la palabra para incitar y exhortar a la imitación de tan bellas cosas.

                        Luego nos levantamos todos juntos y oramos por nosotrois... Y por todos los demás donde quiera que estén, a fin de que seamos hallados justos en nuestra vida y nuestras acciones y seamos fieles a los mandamientos para alcanzar así la salvación eterna.

                       Cuando termina esta oración nos besamos unos a otros.

                       Luego se lleva al que preside a los hermanos pan y una copa de agua y de vino mezclados.

                       El presidente los toma y eleva alabanza y gloria al Padre del universo, por el nombre del Hijo y del Espíritu Santo y da gracias ( en griego: euchariatian) largamente porque hayamos sido juzgados dignos de estos dones.

                       Cuando terminan las oraciones y las acciones de gracias todo el pueblo presente pronuncia una aclamación diciendo: Amén.

                       Cuando el que preside ha hecho la acción de gracias y el pueblo le  ha respondido, los que entre nosotros se llaman diáconos distribuyen a todos los que están presentes pan, vino y agua  "eucaristizados" y los llevan a los ausentes ( San Justino, apol. 1, 65; 67).

1346 La liturgia de la Eucaristía se desarrolla conforme a una estructura fundamental que se ha conservado a través de los siglos hasta nosotros. Comprende dos grandes momentos que forman una unidad básica:
                    -  La reunión, la Liturgia de la palabra, con las lecturas, la homilía y la oración universal.
                    -  la Liturgia eucaristíca, con la presentación del pan y del vino, la acción de gracias consecratoria y la comunión.

Liturgia de la Palabra y Liturgia Eucarística constituyen juntas " un solo acto de culto" ( SC 56); en efecto, la mesa preparada para nosotros en la Eucaristía es a la vez la de la Palabra de Dios y la del Cuerpo del Señor ( Cf. DV 21).

1347 He aquí el mismo dinamismo del banquete pascual de Jesús resucitado con sus discípulos: en el camino les explicaba las Escrituras, luego, sentándose a la mesa con ellos, " tomó el  pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio" ( Cf. Lc 24; 13- 35)": ( CIC 1345- 1347).

Comentario: Acudamos con fervor y reverancia a la santa Misa viene bien recordar el punto 529 de Camino ( libro de San Josemaría ) " La Misa es larga, dices, y añado yo: porque tu amor es corto).

lunes, 3 de febrero de 2020

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1337-1344 )



                                  
                                            " La institución de la Eucaristía

1337 El Señor, habiendo amado a los suyos, los amó hasta el fin. Sabiendo que había llegado la hora de partir de este mundo para retornar a su Padre, en el transcurso de una cena, les lavó los pies y les dió el mandamiento del amor ( Jn 13, 1- 17). Para dejarles una prenda de este amor, para no alejarse  nunca de los suyos y hacerles partícipes de su Pascua, instituyó la Eucaristía como memorial de su muerte y de su resurrección y ordenó a sus Apóstoles celebrarlo hasta su retorno, " constituyéndoles entonces sacerdotes del Nuevo Testamento" ( Cc. de Trento: DS 1740).

1338 Los tres evangelios sinópticos y san Pablo nos han transmitido el relato de la institución de la Eucaristía; por su parte san Juan relata las palabras de Jesús en la sinagoga de Cafarnaúm, palabras que preparan la institución de la Eucaristía Cristo se designa a sí mismo como el pan de vida, bajado del cielo ( Cf. Jn 6).

1339 Jesús escogió el tiempo de la Pascua para realizar lo que había anunciado en Cafarnaúm: dar a sus discípulos su Cuerpo y su Sangre:

                          Llegó el día de los Azimos, en el que se había de inmolar el cordero de Pascua; (Jesús ) envió a Pedro y Juan, diciendo: " Id y preparadnos la Pascua para que la comamos"... Fueron...y prepararon la Pascua. Llegada la hora, se puso a la mesa con los Apóstoles; y les dijo:  "Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios"... Y tomó pan, dió gracias, lo partió y se lo dio diciendo: "Esto es mi Cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío". De igual modo, después de cenar, tomó el cáliz diciendo: " Este  cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre, que va a ser derramada por vosotros" ( Lc 22, 7- 20; Cf. Mt 26, 17-29; Mc 14, 12-25; 1Co 11, 23- 26).

1340 Al celebrar la Ultima Cena con sus Apóstoles en el transcurso del banquete pascual, Jesús dio su sentido  definitivo a la pascua judía. En efecto, el paso de Jesús a su Padre por su muerte y su resurrección, la Pascua nueva, es anticipada en la Cena y celebrada en la Eucaristía que da cumplimiento a la pascua judía y anticipa la pascua final de la Iglesia en la gloria del Reino.

                                       " Haced esto en memoria mía"

1341 El mandamiento de Jesús de repetir sus gestos y sus palabras " hasta que venga" ( 1Co 11, 26), no exige solamente acordarse de Jesús y de lo que hizo. Requiere la celebración litúrgica por los Apóstoles y sus sucesores del memorial de Cristo, de su vida, de su muerte, de su resurrección y de su intercesión junto al Padre.

1342 Desde el comienzo la Iglesia fue fiel a la orden del Señor. De la Iglesia de Jerusalén se dice:

                            Acudían asiduamente a la enseñanza de los Apóstoles, fieles a la comunión fraterna, a la fracción del pan y a las oraciones... Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y con sencillez de corazón ( Hch 2, 42- 46).

1343 Era sobre todo " el primer día de la semana", es decir, el domingo, el día de la resurrección de Jesús, cuando los cristianos se reunían para " partir el pan" ( Hch 20, 7). Desde entonces hasta nuestros días la celebración de la Eucaristía se ha perpetuado, de suerte que hoy la encontramos por todas partes en la Iglesia, con la misma estructura fundamental. Sigue siendo el centro de la vida de la Iglesia.

1344 Así, de celebración en celebración, anunciando el misterio pascual de Jesús " hasta que venga"  (1Co 11, 26), el Pueblo de Dios peregrinante " camina por la senda estrecha de la cruz" ( AG 1) hacia el banquete celestial, donde todos los elegidos se sentarán a la mesa del Reino." ( CIC 1337-1344).

Comentario: Nunca nos acostumbremos a la presencia Eucarística " Ahí los tienes: es Rey de Reyes y Señor de Señores- Está escondido en el Pan.
Se humilló hasta esos extremos por amor a ti" ( SJM Camino 538). Y nosotros indiferentes?