jueves, 29 de marzo de 2018

" La profesión de la fe " ( CIC 797-801)




                                         " III La Iglesia, Templo del Espíritu Santo

797 " Quod est spiritus noster, id est anima nostra, ad membra nostra, hoc est Spiritus Sanctus ad membra Christi, ad corpus Christi, quod est Ecclesia" ( " Lo que nuestro espíritu, es decir, nuestra alma, es para nuestros miembros, eso mismo es el Espíritu Santo para los miembros de Cristo, para el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia", San Agustín, será. 267, 4).  " A este Espíritu de Cristo como principio invisible, ha de atribuirse también el que todas las partes del cuerpo estén íntimamente unidas, tanto entre sí como con su excelsa Cabeza, puesto que está todo El en la Cabeza, todo en el Cuerpo, todo en cada uno de los miembros " ( Pío XII, " Mystics Corporis": DS 3808). El Espíritu Santo hace de la Iglesia " el Templo del Dios vivo" ( 2Co 6, 16; Cf. 1Co 3, 16-17; Ef 2, 21):

                      En efecto, es a la misma Iglesia, a la que ha sido confiado el " Don de Dios"... Es en ella donde se ha depositado la comunión con Cristo, es decir el Espíritu Santo, arras de la incorruptibilidad, confirmación de nuestra fe y escala de nuestra ascensión hacia Dios... Porque allí donde está la Iglesia, allí está también el Espíritu de Dios; y allí donde está el Espíritu de Dios, está la Iglesia y toda gracia ( San Irene, hacer. 3, 24, 1).

798 El Espíritu Santo es " el principio de toda acción vital y verdaderamente saludable en todas las partes del cuerpo " ( Pío XII, " Mystics Corporis": DS 3808). Actúa de múltiples maneras en la edificación de todo el Cuerpo en la caridad ( Cf. Ef 4, 16): por la Palabra de Dios, " que tiene el poder de construir el edificio " ( Hch 20, 32), por el Bautismo mediante el cual forma el Cuerpo de Cristo  (Cf. 1Co 12, 13); por los sacramentos que hacen crecer y curan a los miembros de Cristo; por " la gracia concedida a los apóstoles " que " entre estos dones destaca " ( LG 7), por las virtudes que hacen obrar según el bien, y por las  múltiples gracias especiales ( llamadas " carismas") mediante las cuales los fieles  quedan " preparados y dispuestos a asumir diversas tareas o ministerios  que contribuyen a renovar y construir más y más la Iglesia " ( LG 12; Cf. AA 3).


                                                             Los carismas


799 Extraordinarios o sencillos y humildes, los carismas son gracias del Espíritu Santo, que tienen directa o indirectamente, una utilidad eclesial; los carismas están ordenados a la edificación de la Iglesia, al bien de los hombres y a las necesidades del mundo.

800 Los carismas se han de acoger con reconocimiento por el que los recibe, y también por todos los miembros de la Iglesia. En efecto, son una maravillosa riqueza de gracia para la vitalidad apostólica y para la santidad de todo el Cuerpo de Cristo; los carísimas constituyen tal riqueza siempre que se trate de dones que provienen verdaderamente del Espíritu Santo y que se ejerzan de modo plenamente .conforme a los impulsos auténticos de este mismo Espíritu, es decir, según la caridad, verdadera medida de los carísimas ( Cf. 1Co 13).

801 Por esta razón aparece siempre necesario el discernimiento de carisma. Ningún carisma dispensa de la referencia y de la sumisión a los pastores de la Iglesia. " A ellos compete sobre todo no apagar el Espíritu, sino examinarlo todo y quedarse con lo bueno" ( LG 12), a fin de que todos los carísimas cooperen, en su diversidad y complementariedad, al " bien común" ( Cf. 1Co 12, 7; Cf. LG 30; CL, 24)". ( CIC 797-801).

Comentario: Dios preparó la fundación de la Iglesia a lo largo de la historia de la salvación
Ella depende enteramente del Verbo encarnado, a quien hace presente en el mundo hasta el fin de los tiempos; y está gobernada por el Espíritu Santo, que habita en su seno como en su templo. Agradezcamos y admiremos este vínculo profundo de la Iglesia con la Trinidad Santísima.

domingo, 25 de marzo de 2018

"La profesión de la fe " ( CIC 792-796)



                                            " Cristo, Cabeza de este Cuerpo


792 Cristo " es la Cabeza del Cuerpo que es la Iglesia " ( Col 1, 18). Es el Principio de la creación y de la redención. Elevado a la gloria del Padre, " El es el primero en todo " ( Col 1, 18), principalmente en la Iglesia por cuyo medio extiende su reino  sobre todas las cosas.

793 El nos une a su Pascua: Todos los miembros tienen que esforzarse en asemejarse a El " hasta que Cristo esté formado en ellos " ( Ga 4, 19). " Por eso somos integrados en los misterios de su vida... nos unimos a sus sufrimientos como el cuerpo a su cabeza. Sufrimos con El para ser glorificados con El " ( LG 7).

794 El provee a nuestro crecimiento ( Cf. Col 2, 19): para hacernos crecer hacia El, nuestra Cabeza  (Cf. Ef 4, 11- 16). Cristo distribuye en su Cuerpo, la Iglesia, los dones y los servicios mediante los cuales nos ayudamos mutuamente en el camino de la salvación.

795 Cristo y la Iglesia son, por tanto, el " Cristo total" ( " Christus totus" ). La Iglesia es una con Cristo. Los santos tienen conciencia muy viva de esta unidad:

                       Felicitémonos y demos gracias por lo que hemos llegado a ser, no solamente cristianos sino el propio Cristo. ¿ Comprendéis, hermanos, la gracia que Dios nos ha hecho al darnos a Cristo como Cabeza? Admiraos y regocijaos, hemos sido hechos Cristo. En efecto, ya que El es la Cabeza y nosotros somos los miembros, el hombre todo es El y nosotros... La plenitud de Cristo es, pues, la Cabeza y los miembros: ¿ Qué quiere decir la Cabeza y los miembros? Cristo y la Iglesia ( San Agustín, ev, Jo, 21 , 8).

                    Redentor noster unam se personam cum sancta Ecclesia, quam assumpsit exhibiut   (Nuestro Redentor muestra que forma una sola persona con la Iglesia que El asumió", ( San Gregorio Magno, por. pare. 1, 6, 4).

                   Caput et membra, quasi una persona mistica ( La Cabeza y los miembros como si fueran una sola persona mística", Santo Tomás de A.., s. th 3, 42, 2, ad 1).

                  Una palabra de Santa Juana de Arco a sus jueces resume la fe de los santos doctores y expresa el buen sentido del creyente: " De Jesucristo y de la Iglesia, me parece que es todo uno y que no es necesario hacer una dificultad de ello" ( Juana de Arco, proc.).

                                                La Iglesia es la Esposa de Cristo

 796 La unidad de Cristo y de la Iglesia, Cabeza y miembros del Cuerpo, implica también la distinción de ambos en una relación personal. Esta aspecto es expresado con frecuencia mediante la imagen del esposo y de la esposa. El tema de Cristo esposo de la Iglesia fue preparado por los profetas y anunciado por Juan Bautista ( Cf. Jn 3, 29). El Señor se designó a sí mismo como " el Esposo" ( Mc 2, 19; Cf. Mt 22, 1- 14; 2525, 1- 13). El apóstol presenta a la Iglesia y a cada fiel, miembro de su Cuerpo, como una Esposa " desposada" con Cristo Señor para " no ser con El más que un solo, Espíritu " ( Cf. 1Co 6, 15- 17; 2Co 11). Ella es la Esposa inmaculada del Cordero inmaculado ( Cf. Ap 22, 17; Ef 1, 4; 5, 27), a la que Cristo " amó y por la que se entrega a fin de santificarla " ( Ef 5; 26), la que El se asoció mediante una Alianza eterna y de la que no cesa de cuidar como de su propio Cuerpo ( Cf. Ef 5, 29):

                      He aquí el Cristo total, cabeza y cuerpo, un solo formado de muchos... Sea la cabeza la que hable, sean los miembros, es Cristo el que habla. Habla en el papel de cabeza ( ex persona capitis") o en el de cuerpo ( ex persona corporis" ). Según lo que está escrito: " Y los dos se harán una sola carne, Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia" ( Ef 5, 31-32). Y el Señor mismo en el Evangelio dice: " De manera que ya no son dos sino una sola carne" ( Mt 19, 6). Como lo habéis visto bien, hay en efecto dos personas diferentes y, no obstante, no forman más que una en el abrazo conyugal... Como cabeza El se llama " esposo" y como cuerpo " esposa" ( San Agustín, Psal. 74, 4: PL 36, 948-949)". ( CIC 792- 796).

Comentario:Nos ayuda a entender este misterio del Cuerpo místico las palabras del Papa:

                  "Ante todo el cuerpo nos remite a una realidad viva.La  Iglesia no es una asociación asistencial, cultural o política., sino que es un cuerpo viviente, que camina y actúa en la historia. Y este cuerpo tiene una cabeza, Jesùs, que lo guía, lo nutre y lo sostiene. Igual que en un cuerpo es importante que circule la linfa vital para que viva, así debemos permitir que Jesùs actúe en nosotros, que su Palabra nos guíe, que su presencia eucarística nos nutra, nos anime; que su amor dé fuerza a nuestro amar al prójimo.  ¡Y esto siempre! ¡ Siempre, siempre!Permanezcamos unidos a Jesùs, fijémonos en El, orientemos nuestra vida según su Evangelio, alimentémonos con la oración diaria, la escucha de la Palabra de Dios, la participación en los sacramentos. " Papa Francisco, Discurso en la audiencia general, 19-VI- 2013:

domingo, 18 de marzo de 2018

" La profesión de la fe" ( 787-791)




                                             " II La Iglesia, Cuerpo de Cristo

787 Desde el comienzo, Jesùs asoció a sus discípulos a su vida ( Cf. Mc 1, 16-20; 3, 13-19); les revelo el Misterio del Reino ( Cf. Mt 13, 10-17); les dio parte en su misión, en su alegría ( Cf. Lc 10, 17-20) y en sus sufrimientos ( Cf. Lc 22, 28-30). Jesùs habla de una comunión todavía más íntima entre El y los que le sigan " permaneced en mí, como yo en vosotros...Yo soy la vid y vosotros los sarmientos ( Jn 15, 4-5). Anuncia una comunión misteriosa y real entre su propio cuerpo y el nuestro: " Quien come mi carne  y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él" ( Jn 6, 56).

788 Cuando fueron privados los discípulos de su presencia visible Jesùs no los dejó huérfanos ( Cf. Jn 14, 18). Les prometió quedarse con  ellos hasta el fin de los tiempos ( Cf. Mt 28, 20), les envió su Espíritu ( Cf. Jn 20, 22; Hch 2, 33). Por eso, la comunión con Jesùs se hizo en cierto modo más intensa: " Por la comunicación de su Espíritu a sus hermanos, reunidos de todos los pueblos, Cristo los constituye místicamente en su cuerpo" ( LG 7).

789 La comparación de la Iglesia con el cuerpo arroja un rayo de luz sobre la relación íntima entre la Iglesia y Cristo. No está solamente reunida en torno a El: siempre está unificada en El, en su Cuerpo. Tres aspectos de la Iglesia " Cuerpo de Cristo" se han de resaltar más especialmente: la unidad de todos los miembros entre sí por su unión con Cristo; Cristo Cabeza del Cuerpo; la Iglesia, Esposa de Cristo.

                                                          " Un solo cuerpo"

790 Los creyentes que responden a la Palabra de Dios y se hacen miembros del Cuerpo de Cristo, quedan estrechamente unidos a Cristo: " la vida de Cristo se comunica a los creyentes, que se unen a Cristo, muerto y glorificado, por medio de los sacramentos de una manera misteriosa pero real" ( LG 7). Esto es particularmente verdad en el caso del Bautismo por el cual nos unimos a la muerte y a la Resurrección de Cristo ( Cf. Rm 6, 4-5; 1Co 12, 13), y en el caso de la Eucaristía, por la cual,  "compartimos realmente el Cuerpo del Señor, que nos eleva hasta la comunión con El y entre nosotros" ( LG 7).

791 La unidad del cuerpo no ha abolido la diversidad de los miembros: " En la construcción del Cuerpo de Cristo existe una diversidad de miembros y de funciones. Es el mismo Espíritu el que, según su riqueza y las necesidades de los ministerios, distribuye sus diversos dones para el bien de la Iglesia". La unidad del Cuerpo místico produce y estimula entre los fieles la caridad: " Si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; si un miembro es honrado, todos los miembros se alegran con él" ( LG 7). En fin, la unidad del Cuerpo místico sale victoriosa de todas las divisiones humanas: " En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo: ya no hay judìo ni griego; ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesùs" (  Ga 3, 27-28)"
 CIC 787-791).

Comentario: Debemos tener claridad y certeza de que la Iglesia es el Cuerpo místico de Cristo.

                        "Durante el transcurso de los tiempos el Señor Jesùs forma a su Iglesia por medio de los sacramentos, que manan de su plenitud. Por estos medios la Iglesia hace que sus miembros participen del misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo, por la gracia del Espíritu Santo, que la vivifica y la mueve "  ( San Josemaria, Homilia Lealtad a la Iglesia, 4 VI 1972).

domingo, 11 de marzo de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 783-786)



                                          " Un pueblo sacerdotal, profético y real


783 Jesucristo es aquél  a quien el Padre ha ungido con el Espíritu Santo y lo ha constituido "Sacerdote, Profeta y Rey". Todo el Pueblo de Dios participa de estas tres funciones de Cristo y tiene las responsabilidades de misión y de servicio que se derivan de ellas ( Cf. RH 18- 21).

784 Al entrar en el Pueblo de Dios por la fe y el Bautismo se participa en la vocación única de este Pueblo: en su vocación sacerdotal: " Cristo, el Señor, Pontífice tomado de entre los hombres, ha hecho del nuevo pueblo ' un reino de sacerdotes para Dios su Padre ' Los bautizados, en efecto, por el nuevo nacimiento y por la unción del Espíritu Santo, quedan consagrados como casa espiritual y sacerdocio santo " ( LG 10).

785 " El pueblo santo de Dios participa también del carácter profético de Cristo". Lo es sobre todo por el sentido sobrenatural de la fe que es el de todo el pueblo, laicos y jerarquía, cuando " se adhiere indefectiblemente a la fe transmitida a los santos de una vez para siempre" ( LG 12) y profundiza en su comprensión y se hace testigo de Cristo en medio de este mundo.

786 El pueblo de Dios participa, por último, en la función regia de Cristo. Cristo ejerce su realeza atrayendo a sí a todos los hombres por su muerte y su resurrección ( Cf. Jn 12, 32). Cristo, Rey y Señor del universo, se hizo el servidor de todos no habiendo " venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos " ( Mt 20, 28). Para el cristiano, " servir es reinar" ( LG 36), particularmente " en los pobres y en los que sufren" donde  descubre " la imagen de su Fundador pobre y sufriente " ( LG 8). El pueblo de Dios realiza su " dignidad regia " viviendo conforme a esta vocación de servir con Cristo.

                     De todos los que han nacido de nuevo en Cristo, el signo de la cruz hace reyes, la unción del Espíritu Santo los consagra como sacerdotes, a fin de que, puesto aparte el servicio particular de nuestro ministerio, todos los cristianos espirituales y que usan de su razón se reconozcan miembros de esta raza de reyes y participantes de la función sacerdotal. ¿ Qué hay, en efecto, más regio para un alma que gobernar su cuerpo en la sumisión a Dios? Y ¿ qué hay más sacerdotal que consagrar a Dios una conciencia pura y ofrecer en el altar de su corazón las víctimas sin mancha de la piedad? ( San León Magno, será. 4, 1)." ( CIC 783-786).

Comentario:  Pertenecer al santo Pueblo de Dios es una gran responsabilidad que debemos ejercer con esmero siendo mensajeros de paz y de alegrìa como discípulos fieles de Cristo en el sitio donde estemos: la casa, el trabajo, en la familia, con los amigos..

             " Considerando  que ya ahora, en la tierra, el bien es mayor que el mal, la gracia más fuerte que el pecado, aunque su acción resulte a veces menos visible. Sucede que la santidad personal de tantos fieles- antes y ahora- no es algo aparatoso. Con frecuencia no reconocemos a la gente común, corriente y santa, que trabaja y convive en medio de nosotros. Ante la mirada terrena, se destacan más el pecado y las faltas de fidelidad: son más llamativos" ( Cf. San Josemaria, Homilia Lealtad a la Iglesia, 4-VI- 1972). 

sábado, 3 de marzo de 2018

" La profesión de la fe" ( CIC 781-782)




                            " Párrafo2 La Iglesia, Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, 
                                                    Templo del Espíritu Santo

                                                  I La Iglesia, Pueblo de Dios

781 " En todo tiempo y lugar ha sido grato a Dios el que le teme y practica la justicia. Sin embargo, quiso santificar y salvar a los hombres no individualmente y aislados, sin conexión entre sí, sino hacer de ellos un pueblo para que le conociera de verdad y le sirviera con una vida santa. Eligió pues, a Israel para pueblo suyo, hizo una alianza con él y lo fue educando poco a poco. Le fue revelando su persona y su plan a lo largo de su historia y lo fue santificando. Todo esto, sin embargo, sucedió como  preparación y figura de su alianza nueva y perfecta que iba a realizar en Cristo..., es decir, el Nuevo Testamento en su sangre convocando a las gentes de entre los judìos y los gentiles para que se unieran, no según la carne, sino en el Espíritu" ( LG 9).

                                          Las características del Pueblo de Dios

782 El Pueblo de Dios tiene características  que le distinguen claramente de todos los grupos religiosos, ètnicos, políticos o culturales de la historia:

- Es el Pueblo de Dios: Dios no pertenece en propiedad a ningún pueblo. Pero El ha adquirido para sí un pueblo de aquellos que antes no eran un pueblo: " Una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa" ( 1P 2, 9).

- Se llega a ser miembro de este cuerpo no por el nacimiento físico, sino por el " nacimiento de arriba" " del agua y del Espíritu " ( Jn 3, 3-5), es decir, por  la fe en Cristo y el Bautismo.

- Este pueblo tiene por jefe ( cabeza) a Jesùs el Cristo ( Ungido, Mesìas): porque la misma Unción, el Espíritu Santo fluye desde la Cabeza al Cuerpo, es el " Pueblo mesiánico".

- " La identidad de este Pueblo, es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios en cuyos corazones habita el Espíritu Santo como en un templo"

- " Su ley, es el mandamiento nuevo: amar como el mismo Cristo nos amó ( Cf. Jn 13, 34)". Esta es la ley " nueva" del Espíritu Santo  ( Rm 8, 2; Ga 5, 25).

- Su misión es ser la sal de la tierra y la luz del mundo ( Cf. Mt 5, 13-16. " Es un germen muy seguro de unidad, de esperanza y de salvación para todo el género humano".

- Su destino es el Reino de Dios, que El mismo comenzó en este mundo, que ha de ser extendido hasta que El mismo lo lleve también a su perfección " ( LG 9)." ( CIC 781-782).

Comentario: Este pueblo santo esta compuesto por criaturas con miserias: esta aparente contradicción marca un aspecto del misterio de la Iglesia. La Iglesia, que es divina, es también humana, porque está formada por hombres y los hombres tenemos defectos, todos somos polvo y ceniza.

Esta realidad ha de movernos a la contrición, al dolor de amor, a la reparación, pero nunca al desaliento o al pesimismo.

La Cuaresma es ocasión propicia para acercarnos al sacramento de la reconciliación con Dios, con nuestros hermanos y con nosotros mismos no la desaprovechemos.