" Moisés y la oración del mediador
2574 Cuando comienza a realizarse la promesa ( Pascua, Exodo, entrega de la Ley y conclusión de la Alianza), la oración de Moisés es la figura cautivadora de la oración de intercesión que tiene su cumplimiento en " el único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo-Jesús ( 1 Tm 2, 5).
2575 También aquí, Dios interviene, el primero. Llama a Moisés desde la zarza ardiendo ( Cf. Ex 3, 1-10). Este acontecimiento quedará como una de las figuras principales de la oración en la tradición espiritual judía y cristiana. En efecto, si el " Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob " llama a su servidor Moisés, es que El es el Dios vivo que quiere la vida de los hombres. El se revela para salvarlos, pero no lo hace solo ni contra la voluntad de los hombres: llama a Moisés para enviarlo, para asociarlo a su compasión, a su obra de salvación. Hay como una imploración divina en esta misión, y Moisés, después de debatirse, acomodará su voluntad a la de Dios salvador. Pero en este diálogo en el que Dios se confia, Moisés aprende también a orar: se humilla, objeta, y sobre todo pide y, en respuesta a su petición, el Señor le confía su Nombre inefable que se revelará en sus grandes gestas.
2576 Pues bien, " Dios hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo" ( Ex 33, 11). La oración de Moisés es típica de la oración contemplativa gracias a la cual el servidor de Dios es fiel a su misión . Moisés " conversa" con Dios frecuentemente y durante largo rato, subiendo a la montaña para escucharle e implorarle, bajando hacia el pueblo para transmitirle las palabras de su Dios y guiarlo. " El es de toda confianza en mi casa; boca a boca hablo con él, abiertamente " ( Nm 12, 7-8), porque " Moisés era un hombre humilde más que hombre alguno sobre la haz de la tierra " ( Nm 12, 3).
2577 De esta intimidad con el Dios fiel, lento a la ira y rico en amor ( Cf. Ex 34, 6), Moisés ha sacado la fuerza y la tenacidad de su intercesión. No pide por él, sino por el pueblo que Dios ha reunido. Moisés intercede ya durante el combate con los amalecitas ( Cf. Ex 17, 8-13) o para obtener la curación de Myriam ( Cf. Nm 12, 13-14). Pero es sobre todo después de la apostasía del pueblo cuando " se mantiene en la brecha" ante Dios ( Sal 106, 23) para salvar al pueblo ( Cf. Ex 32, 1- 39). Los argumentos de su oración ( la intercesión es también un combate misterioso) inspirarán la audacia de los grandes orantes tanto del pueblo judío como de la Iglesia. Dios es amor, por tanto es justo y fiel; no puede contradecirse, debe acordarse de sus acciones maravillosas , su Gloria está en juego, no puede abandonar al pueblo que lleva su Nombre" ( CIC 2574-2577).
Comentario:
En la persona de Moisés tenemos un ejemplo para orar sabiendo que Dios es amor y todas sus acciones son leales, no nos trata como merecen nuestros pecados sino que perdona siempre si pedimos sinceramente perdón y tratamos con justicia y amor a nuestros hermanos.