II Quién recibe y quién administra
este sacramento
1514 La Unción de los enfermos " no es un sacramento sólo para aquellos que están a punto de morir. Por eso, se considera tiempo oportuno para recibirlo cuando el fiel empieza a estar en peligro de muerte por enfermedad o vejez" ( SC 73; Cf. CIC can. 1004, 1; 1005; 1007; CCEO can 738).
1515 Si un enfermo que recibió la unción recupera la salud, puede, en caso de nueva enfermedad grave, recibir de nuevo este sacramento. En el curso de la misma enfermedad, el sacramento puede ser reiterado si la enfermedad se agrava. Es apropiado recibir la unción de los enfermos antes de una operación importante. Y esto mismo puede aplicarse a las personas de edad avanzada cuyas fuerzas se debilitan.
"...llame a los presbíteros de la Iglesia"
1516 Sólo los sacerdotes ( obispos y presbíteros) son ministros de la Unción de los enfermos ( Cf. Cc de Trento: DS 1697; CIC can. 1003; CCEO can. 739, 1). Es deber de los pastores instruir a los fieles sobre los beneficios de este sacramento. Los fieles deben animar a los enfermos a llamar al sacerdote para recibir este sacramento. Y que los enfermos se preparen para recibirlo en las buenas disposiciones, con la ayuda de su pastor y de toda la comunidad eclesial a la cual se invita a acompañar muy especialmente a los enfermos con sus oraciones y sus atenciones fraternas.
III La celebración del sacramento
1517 Como en todos los sacramentos, la Unción de los enfermos se celebra de forma litúrgica y comunitaria ( Cf. SC 27), que tiene lugar en familia, en el hospital o en la iglesia, para un enfermo o grupo de enfermos. Es muy conveniente que se celebre dentro de la Eucaristía, memorial de la Pascua del Señor. Si las circunstancias lo permiten, la celebración del sacramento puede ir precedida del sacramento de la Penitencia y seguida del sacramento de la Eucaristía. En cuanto sacramento de la Pascua de Cristo, la Eucaristía debería ser siempre el último sacramento de la peregrinación terrenal, el " viático "para el " paso" a la vida eterna.
1518 Palabra y sacramento forman un todo inseparable. La liturgia de la Palabra, precedida de un acto de penitencia, abre la celebración. Las palabras de Cristo y el testimonio de los apóstoles suscitan la fe del enfermo y de la comunidad para pedir al Señor la fuerza de su Espíritu.
1519 La celebración del sacramento comprende principalmente estos elementos: " Los presbíteros de la Iglesia" ( St 5, 14) imponen- en silencio- las manos a los enfermos; oran por los enfermos en la fe de la Iglesia ( Cf. ST 5, 15); es la epiclesis propia de este sacramento; luego ungen al enfermo con óleo bendecido, si mes posible, por el obispo.
Estas acciones litúrgicas indican la gracia que este sacramento confiere a los enfermos" ( CIC 1514-1519).
Comentario:
Tener la oportunidad de recibir este sacramento cada año a partir de los 60 años, es una gracia que no debemos rechazar y acudamos a ella cuando en la parroquia nos invitan, especialmente, en la Semana Santa a recibirlo.
No sabemos " ni el día ni la hora " en que tendremos nuestro encuentro definitivo con Nuestro Padre Dios estemos con las " lámparas" de la caridad encendidas para ese encuentro. San Juan de la Cruz decía " al atardecer de la vida, seremos juzgados en el Amor".