lunes, 26 de diciembre de 2016

" La profesión de la fe"( CIC 502-507)



                            " La maternidad virginal de María en el designio de Dios

"502 La mirada de la fe, unida al conjunto de la revelación, puede descubrir las razones misteriosas por las que Dios, en su designio salvífico, quiso que su Hijo naciera de una virgen. Estas razones se refieren tanto a la persona y a la misión redentora de Cristo como a la aceptación por María de esta misión para con los hombres.

503 La virginidad de María manifiesta la iniciativa absoluta de Dios en la encarnación. Jesús no tiene como Padre más que a Dios ( Cf. Lc 2, 48-49). " la naturaleza humana que ha tomado no le ha alejado jamás de su Padre...consubstancial con su Madre en nuestra humanidad, pero propiamente Hijo de Dios a sus dos naturalezas" ( Cc Friul en el año 796: DS 619).

504 Jesús fue concebido por obra del Espíritu Santo en el seno de la virgen María porque El es el Nuevo Adán ( Cf. 1Co 15, 45) que inaugura la nueva creación: " El primer hombre, salido de la tierra, es terreno; el "segundo viene del cielo" ( 1co 15, 47). La humanidad de Cristo, desde su concepción, está llena del Espíritu Santo porque Dios " le da el Espíritu sin medida" (Jn 3, 34). De  "su plenitud", cabeza de la humanidad redimida ( Cf. Col 1, 18), " hemos recibido todos gracia por gracia" ( Jn 1, 16).

505 Jesús, el nuevo Adán, inaugura por su concepción virginal el nuevo nacimiento de los hijos de adopción en el Espíritu Santo por la fe. " ¿ Cómo será esto? " ( lC 1, 34; Cf. Jn 3, 9). La participación en la vida divina no nace " de la sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre sino de Dios" ( Jn 1, 13). La acogida de esta vida es virginal porque toda ella es dada al hombre por el Espíritu. El sentido esponsal de la vocación humana con relación a Dios ( Cf. 2Co 11, 2) se lleva a cabo perfectamente en la maternidad virginal de María.

506 María es virgen porque su virginidad es el signo de su fe " no adulterada por duda alguna" ( LG 63) y de su entrega total a la voluntad de Dios ( Cf. 1Co 7, 34-35). Su fe es la que le hace llegar a ser la madre del Salvador:"Biatior est Maria percipiendo fidem Christi quam concipiendo carnem Christi" ( " Más bienaventurada es María al recibir a Cristo por la fe que al concebir en su seno la carne de Cristo" San Agustín, virg. 3).

507 María es a la vez Virgen y Madre porque ella es la figura y la más perfecta realización de la Iglesia ( Cf. LG 53): " La Iglesia se convierte en Madre por la palabra de Dios acogida con fe, ya que, por la predicación y el bautismo, engendra para una vida nueva e inmortal a los hijos concebidos por el Espíritu Santo y nacidos de Dios. También ella es virgen que guarda íntegra y pura la fidelidad prometida al Esposo" ( LG 64). ( CIC 502-507).

Comentario: " María, reina de la paz, porque tuviste fe y creíste que se cumpliría el anuncio del Ángel, ayúdanos a crecer en la fe, a ser firmes en la esperanza, a profundizar en el Amor." San Josemaría " Es Cristo que pasa" homilía " El corazón de Cristo, paz de los cristianos"

lunes, 19 de diciembre de 2016

"La profesión de la fe "(CIC496-501)



                                                         "La virginidad de María"

"496 Desde las primeras formulaciones de la fe ( Cf. DS 10-64), la Iglesia ha confesado que Jesús fue concebido en el seno de la Virgen María únicamente por el poder del Espíritu Santo, afirmando también el aspecto corporal de este suceso: Jesús fue concebido " absque semine ex Spiritu Sancto" ( Cc. Letrán, año 649; DS 503), esto es, sin elemento humano, por obra del Espíritu Santo. Los Padres ven en la concepción virginal el signo de que es verdaderamente el Hijo de Dios el que ha venido en una humanidad como la nuestra:

                Así, san Ignacio de Antioquía ( comienzos del siglo II): " Estáis firmemente convencidos acerca de que nuestro Señor es verdaderamente de la raza de David según la carne ( Cf. Rm 1, 3), hijo de Dios según la voluntad y el poder de Dios ( Cf. Jn 1, 13), nacido verdaderamente de una virgen...Fue verdaderamente clavado por nosotros en su carne bajo Poncio Pilato...padeció verdaderamente, como también resucitó verdaderamente" ( Smyrn. 1- 2).

497 Los relatos evangélicos ( Cf. Mt 1, 18-25; Lc 1, 26-38) presentan la concepción virginal como una obra divina que sobrepasa toda comprensión y toda posibilidad humanas ( Cf. Lc 1, 34): " Lo concebido en ella viene del Espíritu Santo", dice el ángel a José a propósito de María, su desposada ( Mt 1, 20). La Iglesia ve en ello el cumplimiento de la promesa divina hecha por el profeta Isaías :  "He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo" ( Is 7, 14 según la traducción griega de Mt 1, 23).

498 A veces ha desconcertado el silencio del evangelio de san Marcos y de las cartas del Nuevo Testamento sobre la concepción virginal de María. También se ha podido plantear si no se trataría en este caso de leyendas o  de construcciones teológicas sin pretensiones históricas. A lo cual hay que responder: la fe en la concepción virginal de Jesús ha encontrado viva oposición, burlas o incomprensión por parte de los no creyentes, judíos y paganos ( Cf. San Justino, Dial 99,7; Orígenes, Cels. 1, 32, 69; entre otros); no ha tenido su origen en la mitología pagana ni en una adaptación de las ideas de su tiempo. El sentido de este misterio no es accesible más que a la fe que lo ve ese " nexo que reúne entre sí los misterios" ( DS 3016), dentro del conjunto de los Misterios de Cristo, desde su Encarnación hasta su Pascua. san Ignacio de Antioquía da ya testimonio de este vínculo :" El príncipe de este mundo ignoró la virginidad de María y su parto, así como la muerte del Señor: tres misterios resonantes que se realizaron en el silencio de Dios" ( Eph. 19, 1; Cf. 1Co 2, 8).

                                                         María, la siempre virgen

499 La profundización de la fe en la maternidad virginal ha llevado a la Iglesia a confesar la virginidad real y perpetua de María ( Cf. DS 427) incluso en el parto del Hijo de Dios hecho hombre ( Cf. DS 291; 294; 442; 503; 571; 1880). En efecto, el nacimiento de Cristo " lejos de disminuir consagró la integridad virginal" de su madre ( LG 57). La liturgia de la Iglesia celebra a María como la " Aeiparthenos", la " siempre virgen" ( Cf. LG 52).

500 A esto se objeta a veces que la Escritura menciona unos hermanos y hermanas de Jesús ( Cf. Mc 3, 31-55; 6, 3; 1Co 9, 5; Ga 1, 19). La Iglesia siempre ha entendido estos pasajes como no referidos a otros hijos de la Virgen  María; en efecto, Santiago y José " hermanos de Jesús" ( Mt 13, 55) son los hijos de una María discípula de Cristo ( Cf. Mt 27, 56) que se designa de manera significativa como  "la otra María" (Mt 28, 1). Se trata de parientes próximos de Jesús, según una expresión conocida del Antiguo Testamento ( Cf. Gn 13, 8; 14, 16; 29, 15).

501 Jesús es el Hijo único de María. Pero la maternidad espiritual de María se extiende ( Cf. Jn 19, 26- 27; Ap 12, 17) a todos los hombres a los cuales, El vino a salvar: " Dio a luz al Hijo, al que Dios constituyó el mayor de muchos hermanos ( Rm 8, 29), es decir, de los creyentes, a cuyo nacimiento y educación colabora con "amor de madre" ( LG 63)". ( CIC 496- 501).

Comentario: Dios al encarnarse podía adornar a su Madre con todos los dones que cualquier persona querría que tuviera su madre, El lo podía hacer y lo hizo, ella fue la "llena de gracia" antes, en y después del parto en atención a los méritos de su Hijo.







viernes, 9 de diciembre de 2016

" La profesión de la fe" (CIC 494-495)



                                                " Hágase en mí según tu palabra..."

"494 Al anuncio de que ella dará a luz al " Hijo del Altísimo " sin conocer varón, por virtud del Espíritu Santo ( Cf. Lc 1, 28-37), María respondió por " la obediencia de la fe" ( Rm 1, 5), segura de que  " nada hay imposible para Dios": " He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra" ( Lc 1, 37-38). Así dando su consentimiento a la palabra de Dios, María llegó a ser Madre de Jesús y, aceptando de todo corazón la voluntad divina de salvación, sin que ningún pecado se lo impidiera, se entregó a sí misma por entero a la persona y a la obra de su Hijo, para servir, en su dependencia y con El, por la gracia de Dios, al Misterio de la Redención (Cf. LG 56).

                            Ella en efecto, como dice san Ireneo, " por su obediencia fue causa de la salvación propia y de la de todo el género humano". Por eso, no pocos Padres antiguos, en su predicación coincidieron con él en afirmar " el nudo de la desobediencia de Eva lo desató la obediencia de  María. Lo que ató la virgen Eva por su falta de fe lo desató la Virgen María por su fe". Comparándola con Eva, llaman a María " Madre de los vivientes" y afirman con mayor frecuencia:  "La muerte vino por Eva, la vida por María" ( LG 56).

                                                La maternidad divina de María

495 Llamada en los Evangelios: " la Madre de Jesús" ( Jn 2, 1; 19, 25: Cf. Mt 13, 55), María es aclamada bajo el impulso del Espíritu como " la Madre de mi Señor" desde el nacimiento de su Hijo ( Cf. Lc 1, 43). En efecto, aquel que ella concibió como hombre, por obra del Espíritu Santo y que se ha hecho verdaderamente su Hijo según la carne, no es otro que el Hijo eterno del Padre, la segunda persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia confiesa que María es verdaderamente Madre de Dios
("Theotokos") ( Cf. DS 251).

Comentario: Hoy la Iglesia está celebrando la memoria de Sn Juan Diego, el indiecito a quien se aparece la Virgen de Guadalupe y a quien ella le dice, por la aflicción que sentía él por la enfermedad de su tío " No estoy yo aquí, que soy tu madre?". A nosotros también nos hace la misma pregunta cuando estamos afligidos y tristes y parafraseando a San Josemaría le podemos decir " Muéstrame que eres mi madre!!!"

lunes, 5 de diciembre de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 487-493)



                                                       "II...Nació de la Virgen María"

"487 Lo que la fe católica cree acerca de María se funda en lo que cree acerca de Cristo, pero lo que enseña sobre María ilumina  a su vez la fe en Cristo.

                                                          La predestinación de María

488 "Dios envió a su Hijo" ( Ga 4, 4), pero para "formarle un cuerpo" ( Cf. Hb 10, 5) quiso la libre cooperación de una criatura. Para eso desde toda la eternidad, Dios escogió para ser la Madre de su Hijo, a una hija de Israel, una joven judía de Nazaret en Galilea, a " una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María" ( Lc 1, 26-27):

                   El Padre de las misericordias quiso que el consentimiento de la que estaba predestinada a ser la Madre precediera a la encarnación para que, así como una mujer contribuyó a la muerte, así también otra mujer contribuyera a la vida ( LG 56; cf. 61).

489 A lo largo de toda la Antigua Alianza, la misión de María fue preparada para la misión de algunas santas mujeres. Al principio de todo está Eva; a pesar de su desobediencia, recibe la promesa de una descendencia que será vencedora del Maligno ( Cf. Gn 3, 15) y la de ser Madre de todos los vivientes ( cf. Gn 3, 20). En virtud de esta promesa, Sara concibe un hijo a pesar de su edad avanzada ( Cf. Gn 18, 10-14; 21, 1-2). Contra toda expectativa humana, Dios escoge lo que era tenido por impotente y débil ( Cf. 1Co 1, 27) para mostrar la fidelidad a su promesa: Ana, la madre de Samuel ( Cf. 1S 1), Débora, Rut, Judit y Ester, y muchas otras mujeres. María " sobresale entre los humildes y los pobres del Señor, que esperan de El con confianza la salvación y la acogen. Finalmente, con ella, la excelsa Hija de Sión, después de la larga espera de la promesa, se cumple el plazo y se inaugura el nuevo plan de salvación" ( LG 55).


                                                 La Inmaculada Concepción  

490  Para ser la Madre del Salvador, María fue " dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante" ( LG 56). El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como "llena de gracia" ( Lc 1, 28). En efecto, para poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese totalmente poseída por la gracia de Dios.

491 A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María " llena de gracia" por Dios ( Lc 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción proclamado en 1854 por el Papa Pío IX:

                              ...La bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humana ( DS 2803).

492 Esta " resplandeciente santidad del todo singular " de la que ella fue " enriquecida desde el primer instante de su concepción "(LG 56), le viene toda entera de Cristo: ella es " redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo" ( LG 53). El Padre la ha " bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo" ( Ef. 1, 3) más que a ninguna otra persona creada. El la ha " elegido en El, antes de la creación del mundo para ser santa en inmaculada en su presencia, en el amor" ( Ef. 1, 4).

493 Los Padres de la tradición oriental llaman a la Madre de Dios " la Toda Santa" ("Panagia"), la celebran " como inmune de toda mancha de pecado y como plasmada por el Espíritu Santo y hecha una nueva criatura " ( LG 56). Por la gracia de Dios, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida. (CIC 487-493).

Comentario: El amor a la Virgen es consecuencia del amor a Nuestro Señor Jesucristo, ella con su fiat hizo posible nuestra redención y continúa cuidándonos como una tierna Madre hasta llevarnos santos y alegres a la presencia de Dios.



lunes, 28 de noviembre de 2016

" La profesión de la fe"(CIC 484-486)



     " Párrafo 2 "...Concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen"

                                    "I Concebido por obra y gracia del espíritu Santo

"484 La anunciación a María inaugura la plenitud de " los tiempos" ( Ga 4, 4), es decir, el cumplimiento de las promesas y los preparativos. María es invitada a concebir a aquel en quien habitará " corporalmente la plenitud de la divinidad" ( Col 2, 9). La respuesta divina a su " cómo será esto, puesto que no conozco varón?" ( Lc 1, 34) se dio mediante el poder del Espíritu Santo: " El Espíritu Santo vendrá sobre ti" ( Lc 1, 35).

485 La misión del Espíritu Santo está siempre unida y ordenada a la del Hijo ( Cf. Jn 16, 14-15). El Espíritu Santo fue enviado para santificar el seno de la Virgen María y fecundarla por obra divina. El que es " el Señor que da la vida", haciendo que ella conciba al Hijo eterno del Padre en una humanidad tomada de la suya.

486 El Hijo único del Padre, al ser concebido como hombre en el seno de la Virgen María, es " Cristo", es decir, el ungido por el Espíritu Santo ( Cf. Mt 1, 20; Lc 1, 35), desde el principio de su existencia humana, aunque su manifestación no tuviera lugar sino progresivamente: a los pastores ( Cf. Lc 2, 8-20), a los magos ( Cf. Mt 2, 1-12), a Juan Bautista ( Cf. Jn 1, 31-34), a los discípulos ( Cf. Jn 2, 11). Por tanto, toda la vida de Jesucristo manifestará " cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder" (Hch 10, 38). ( CIC 484-486).

Comentario: La revelación de la presencia de Dios entre los hombres es un suceso definitivo para acercarse a Dios, solo los sentimientos de humildad y fe en la palabra de Dios hará posible que Jesucristo nazca en nuestros corazones con una adhesión total a la persona del Hombre-Dios que nos ama al extremo de dar su vida por nosotros.

martes, 22 de noviembre de 2016

" La profesión de la fe" (CIC 479-483)



                                                                      "Resumen

479           En el momento establecido por Dios, el Hijo único del Padre, la Palabra eterna, es decir, el Verbo e Imagen substancial del Padre, se hizo carne: sin perder la naturaleza divina asumió la naturaleza humana.

480            Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre en la unidad de su Persona divina; por esta razón El es el único Mediador entre Dios y los hombres.

481            Jesucristo posee dos naturalezas, la divina y la humana, no confundidas, sino unidas en la única Persona del Hijo de Dios.

482           Cristo, siendo verdadero Dios y verdadero hombre, tiene una inteligencia y una voluntad humanas, perfectamente de acuerdo y sometidas a su inteligencia y voluntad divinas que tiene en común con el Padre y el Espíritu Santo.

483           La encarnación es, pues, el misterio de la admirable unión de la naturaleza divina y de la naturaleza humana en la única Persona del Verbo" (CIC 479-483).

Comentario: Cristo es nuestro modelo para ser santos El nos dice " aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón" " La vida oculta de Jesús, unida al Sacrificio del Calvario, muestra al cristiano el valor que pueden tener sus tareas ordinarias. Para alcanzar la santidad- y una santidad llena de frutos apostólicos, de corredención con Cristo-basta cumplir fielmente, por amor, los deberes de cada día, como Jesucristo en Nazareth" Vida cotidiana y santidad en la enseñanza de San Josemaría. Ernst Burkhart- Javier López. Cap 7 pg 46 tomo 3.

lunes, 14 de noviembre de 2016

" La profesión de la fe"(CIC 475-478)



                                           " La voluntad humana de Cristo"

"475 De manera paralela, la Iglesia confesó en el sexto Concilio Ecuménico ( Cc. de Constantinopla III, en el año 681) que Cristo posee dos voluntades y dos operaciones naturales, divinas y humanas, no opuestas, sino cooperantes, de forma que el Verbo hecho carne, en su obediencia al Padre, ha querido humanamente todo lo que ha decidido divinamente con el Padre y el Espíritu Santo para nuestra salvación ( Cf. DS 556-559). La voluntad humana de Cristo " sigue a su voluntad divina sin hacerle resistencia ni oposición, sino todo lo contrario estando subordinada a esta voluntad omnipotente" (DS 556).

                                           El verdadero cuerpo de Cristo

476 Como el Verbo se hizo carne asumiendo una verdadera humanidad, el cuerpo de Cristo era limitado ( Cf. Cc  de Letrán en el año 649: DS 504). Por eso se puede " pintar" la faz humana de Jesús ( Ga 3, 2). En el séptimo Concilio Ecuménico ( Cc de Nicea II, en el año 787: DS 600-603) la Iglesia reconoció que es legítima su representación en imágenes sagradas.

477 Al mismo tiempo, la Iglesia siempre ha admitido que, en el cuerpo de Jesús, Dios " que era invisible en su naturaleza se hace visible" ( Prefacio de Navidad). En efecto, las particularidades individuales del cuerpo de Cristo expresan la persona divina del Hijo de Dios. El ha hecho suyos los rasgos de su propio cuerpo humano hasta el punto de que, pintados en una imagen sagrada, pueden ser venerados porque el creyente que venera su imagen, " venera a la persona representada en ella" ( Cc. Nicea II:DS 601).

                                          El Corazón del Verbo encarnado

478 Jesús, durante su vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de nosotros y se ha entregado por cada uno de nosotros: " El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí" ( Ga 2, 20). Nos ha amado a todos con una corazón humano. Por esta razón, el Sagrado Corazón de Jesús, traspasado por nuestros pecados y para nuestra salvación ( Cf. Jn 19, 34), " es considerado como el principal indicador y símbolo...del amor con que el divino Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos los hombres" ( Pío XII, enc. " Haurietis aquas" : DS 3924; Cf. DS 3812)". ( CIC 475-478).

Comentario: " En el lenguaje  bíblico el " corazón" indica el centro de la persona, la sede de sus sentimientos y de sus intenciones. En el corazón del Redentor adoramos el amor de Dios a la humanidad, su voluntad de salvación universal, su infinita misericordia. Por tanto, rendir culto al Sagrado Corazón de Cristo significa adorar aquel Corazón que, después de habernos amado hasta el fin, fue traspasado por una lanza y, desde lo alto de la cruz, derramó sangre y agua, fuente inagotable de vida nueva(...)" Benedicto XVI, Angelus 5/6/2005.

lunes, 7 de noviembre de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 470-474)



                                         "IV Como es hombre el Hijo de Dios"

"470 Puesto que en la unión misteriosa de la Encarnación " la naturaleza humana ha sido asumida, no absorbida" (GS 22,2) la Iglesia ha llegado a confesar con el correr de los siglos, la plena realidad del alma humana, con sus operaciones de inteligencia y  de voluntad, y del cuerpo humano de Cristo. Pero paralelamente, ha tenido que recordar en cada ocasión que la naturaleza humana de Cristo pertenece propiamente a la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido. Todo lo que es y hace en ella pertenece a " uno de la Trinidad". El Hijo de Dios comunica, pues, a su humanidad su propio modo personal de existir en la Trinidad. Así, en su alma como en su cuerpo, Cristo expresa humanamente las costumbres divinas de la Trinidad ( Cf. Jn 14, 9-10):

                    El Hijo de Dios...trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado ( GS 22,2).

                                        El alma y el conocimiento humano de Cristo

471 Apolinar de La odisea afirmaba que en Cristo el Verbo había sustituido al alma o al espíritu. Contra este error la Iglesia confesó que el Hijo eterno asumió también un alma racional humana ( Cf. DS 149).

472 Esta alma humana que el Hijo de Dios asumió está dotada de un verdadero conocimiento humano. Como tal, éste no podía ser de por sí ilimitado: se desenvolvía en las condiciones históricas de su existencia en el espacio y  en el tiempo. Por eso el Hijo de Dios, al hacerse hombre, quiso progresar " en sabiduría, en estatura y en gracia" (Lc 2, 52) e igualmente adquirir aquello que en la condición humana se adquiere de manera experimental ( Cf. Mc 6, 38; 8, 27; Jn 11, 34). Eso...correspondía a la realidad de su anonadamiento voluntario en " la condición de esclavo" ( Flp 2, 7).

473 Pero, al mismo tiempo, este conocimiento verdaderamente humano del Hijo de Dios expresaba la vida divina de su persona ( Cf. San Gregorio Magno, ep. 10, 39: DS 475). " La naturaleza humana del Hijo de Dios, no por ella misma sino por su unión con el verbo, conocía y manifestaba en ella todo lo que conviene a Dios" ( San Máximo el Confesor, qu. dub. 66). Esto sucede ante todo en lo que se refiere al conocimiento íntimo e inmediato que el Hijo de Dios hecho hombre tiene de su Padre ( Cf. Mc 14, 36; Mt 11, 27; Jn 18; 8, 55). El Hijo, en su conocimiento humano, demostraba también la penetración divina que tenía de los pensamientos secretos del corazón de los hombre ( Cf. Mc 2, 8; Jn 2, 25; 6, 61).

474 Debido a su unión con la Sabiduría divina en la persona del Verbo encarnado, el conocimiento humano de Cristo gozaba en plenitud de la ciencia de los designios eternos que había venido a revelar ( Cf. Mc 8, 31; 9, 31; 10, 33-34; 14, 18-20. 26-30). Lo que reconoce ignorar en este campo ( Cf. Mc 13,32), declara en otro lugar no tener misión de revelarlo ( Cf. Hch 1, 7). ( CIC 470-474).

Comentario: Cuando meditamos los años de la vida oculta del Señor entendemos mejor las palabras de San Josemaría cuando dice:" Jesús, creciendo y viviendo como uno de nosotros, nos revela que la existencia humana, el quehacer corriente y ordinario, tiene un sentido divino" Cristo que pasa, n 14.



 

domingo, 30 de octubre de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 464-469)



                                          "III Verdadero Dios y verdadero hombre"

"464 El acontecimiento único y totalmente singular de la Encarnación del Hijo de Dios no significa que Jesucristo sea en parte Dios y en parte hombre, ni que sea el resultado de una mezcla confusa entre lo divino y lo humano. El se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. La Iglesia debió defender y aclarar esta verdad de fe durante los primeros siglos frente a unas herejías que la falseaban.

465 Las primeras herejías negaron menos la divinidad de Jesucristo que su humanidad verdadera ( docetismo gnóstico). Desde la época apostólica la fe cristiana insistió en la verdadera encarnación del Hijo de Dios, "venido en la carne" ( Cf. 1Jn 4, 2-3; 2Jn 7). Pero desde el siglo III, la Iglesia tuvo que afirmar frente a Pablo de Samosata, en un Concilio reunido en Antioquía, que Jesucristo es Hijo de Dios por naturaleza y no por adopción. El primer Concilio Ecuménico de Nicea, en el año 325, confesó en su Credo que el Hijo de Dios es " engendrado, no creado, de la misma substancia ( "homousios") que el Padre" y condenó a Arrio que afirmaba que " el Hijo de Dios salió de la nada" ( DS 130) y que sería " de una substancia distinta de la del Padre"(DS 126).

466 La herejía nestoriana veía en Cristo una persona humana junto a la persona divina del Hijo de Dios. Frente a ella san Cirilo de Alejandría y el tercer Concilio Ecuménico reunido en Efeso, en el año 431, confesaron que " el Verbo, al unirse en su persona a una carne animada por un alma racional, se hizo hombre" (DS 250). La humanidad de Cristo no tiene más sujeto que la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido y hecho suya desde su concepción. Por eso el Concilio de Efeso proclamó en el año 431 que María llegó a ser con toda verdad Madre de Dios mediante la concepción humana del Hijo de Dios en su seno.: " Madre de Dios, no porque el Verbo de Dios haya tomado de ella su naturaleza divina, sino porque es de ella, de quien tiene el cuerpo sagrado dotado de un alma racional, unido a la persona del Verbo, de quien se dice que el Verbo nació según la carne" ( DS 251).

467 Los monofisitas afirmaban que la naturaleza humana había dejado de existir como tal en Cristo al ser asumida por su persona divina de Hijo de Dios. Enfrentado a esta herejía, el cuarto Concilio Ecuménico en Calcedonia, confesó en el año 451:

               Siguiendo, pues, a los Santos Padres, enseñamos unánimemente que hay que confesar a un solo y mismo Hijo y Señor nuestro Jesucristo: perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad; verdaderamente Dios y verdaderamente hombre compuesto de alma racional y cuerpo; consubstancial con el Padre según la divinidad, y consubstancial con nosotros según la humanidad, " en todo semejante a nosotros excepto en el pecado" ( Hb 4, 15); nacido del Padre antes de todos los siglos según la divinidad; y por nosotros y por nuestra salvación, nacido en los últimos tiempos de la Virgen María, la Madre de Dios según la humanidad.

               Se ha de reconocer a un solo y mismo Cristo Señor, Hijo único en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación. La diferencia de naturalezas de ningún modo queda suprimida por su unión, sino que quedan a salvo las propiedades de cada una de las naturalezas y confluyen en un solo sujeto y en una sola persona ( DS 301-302).

468 Después del Concilio de Calcedonia, algunos concibieron la naturaleza humana de Cristo como una especie de sujeto personal. Contra éstos, el quinto Concilio Ecuménico, en Constantinopla, el año 553, confesó a propósito de Cristo: " No hay más que una sola hipóstasis ( o persona), que es nuestro Señor Jesucristo, uno de la Trinidad  " (DS 424). Por tanto, todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona divina como a su propio sujeto ( Cf. Cc. Efeso : DS 255), no solamente los milagros sino también los sufrimientos ( Cf. DS 424) y la misma muerte:" El que ha sido crucificado en la carne, nuestro Señor Jesucristo, es verdadero Dios, Señor de la gloria y uno de la Santísima Trinidad" (DS 432).

469 La Iglesia confiesa así que Jesús es inseparablemente verdadero Dios y verdadero hombre. El es verdaderamente el Hijo de Dios que se ha hecho hombre, nuestro hermano, y eso sin dejar de ser Dios, nuestro Señor.

                 " Id quod fuit remansit et quod non fuit assumpsit" ( "Permaneció en lo que era y asumió lo que no era"), canta la liturgia romana ( LH, antífona de laudes del primero de enero; Cf. San León Magno, serm. 21, 2-3). Y la liturgia de S. Juan Crisóstomo proclama y canta: "¡ Oh Hijo Único y Verbo de Dios, siendo inmortal te has dignado por nuestra salvación encarnarte en la santa Madre de Dios, y siempre Virgen María; sin mutación te has hecho hombre, y has sido crucificado. Oh Cristo Dios,que por tu muerte has aplastado la muerte, que eres Uno de la Santa Trinidad, glorificado con el Padre y el Santo Espíritu, sálvanos!" ( Tropario " O monoghenis"). (CIC 464-469).

Comentario: Nuestro Señor Jesucristo preguntó a los apóstoles:" Quién dice la gente que soy yo?...y uds quién dice que soy? tomando Pedro la palabra dijo: "Tu eres  Cristo, el Hijo de Dios vivo" . Bienaventurado eres tú, Pedro porque no te ha sido revelado esto por la carne ni la sangre sino por mi Padre..." Es por la fe que sabemos que Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre, pidamos todos los días al Señor que acreciente nuestra fe, que recibimos en el bautismo como un regalo, y es nuestra responsabilidad hacerla crecer con estudio y oración.

lunes, 24 de octubre de 2016

" La profesión de la fe"(CIC 461-463)



                                                         "II La Encarnación"

"461 Volviendo a tomar la frase de san Juan ("El Verbo se encarnó": Jn 1, 14), la Iglesia llama " Encarnación" al hecho de que el Hijo de Dios haya asumido una naturaleza humana para llevar a cabo por ella nuestra salvación. En un himno citado por S. Pablo, la Iglesia canta el misterio de la Encarnación:

                    " Tened entre vosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo: el cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo, haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su parte como hombre; y se humilló a sí mismo obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz"(Flp 2, 5-8 Cf. LH. cántico de vísperas del sábado).

462 La carta a los Hebreos habla del mismo misterio:

                      "Por eso, al entrar en este mundo,( Cristo) dice: No quisiste sacrificio y oblación; pero me has formado un cuerpo. Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron. Entonces dije: ¡He aquí que vengo...a hacer, oh Dios, tu voluntad! (Hb 10, 5-7, citando Sal 40, 7-9(LXX))."

463 La fe en la verdadera encarnación del Hijo de Dios es el signo distintivo de la fe cristiana: "Podréis conocer en esto el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa a Jesucristo , venido en carne, es de Dios"( IJn 4,2). Esa es la alegre convicción de la Iglesia desde sus comienzos cuando canta " el gran misterio de la piedad": " El ha sido manifestado en la carne" ( ITm 3, 16). (CIC 461-463).

Comentario: La Encarnación es el misterio que nos sitúa en nuestra realidad frente a Dios:  "El fin último de la vida cristiana incluye dos aspectos- la gloria de Dios y la perfección del hombre- inseparables entre sí ..¿En qué consiste esa perfección?.. En primer lugar, el cristiano queda transformado en hijo adoptivo de Dios en el Bautismo: hijo del Padre en el Hijo por el Espíritu Santo." Esa identificación con Cristo es el fundamento del sentido de la filiación divina, la conciencia viva de ser hijo de Dios en Cristo"

lunes, 17 de octubre de 2016

"La profesión de la fe" ( CIC 456-460)



                                    " Artículo 3: " Jesucristo fue concebido por obra y gracia del
                                                Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen"

                                                     "Párrafo 1 El Hijo de Dios se hizo hombre"

                                                   "I Por qué el Verbo de Dios se hizo carne"

456 Con el Credo Niceno-Constantinopolitano respondemos confesando: " Por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen y se hizo hombre"

457 El Verbo se encarnó para salvarnos reconciliándonos con Dios: " Dios nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados" ( IJn 4, 10). " El Padre envió a su Hijo para ser salvador del mundo" ( IJn 4, 14). " El se manifestó para quitar los pecados" ( IJn 3, 5).

                       Nuestra naturaleza enferma exigía ser sanada; desgarrada ser restablecida; muerta  ser resucitada. Habíamos perdido la posesión del bien, era necesario que se nos devolviera. Encerrados en las tinieblas, hacía falta que nos llegara la luz; estando cautivos esperábamos un salvador; prisioneros, un socorro; esclavos, un libertador. ¿No tenían importancia estos razonamientos?¿ No merecían conmover a Dios hasta el punto de hacerle bajar hasta nuestra naturaleza humana para visitarla, ya que la humanidad se encontraba en un estado tan miserable y tan desgraciado; ( San Gregorio de Nisa, or. catech. 15).

458 El Verbo se encarnó para que nosotros conociésemos así el amor de Dios: " En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él"(IJn 4,9)." Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en El no perezca, sino que tenga vida eterna" ( Jn 3,16).

459 El Verbo se encarnó para ser nuestro modelo de santidad:" Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí..." ( MT 11, 29). " Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí" (Jn 14, 6). Y el Padre en el monte de la Transfiguración, ordena:" Escuchadle" ( Mc 9, 7; Cf. Dt 6, 4-5). El es, en efecto, el modelo de las bienaventuranzas y la norma de la ley nueva:" Amaos los unos a los otros como yo os he amado"(Jn 15,12). Este amor tiene como consecuencia la ofrenda efectiva de sí mismo ( Cf. Mc 8, 34).

460 El Verbo se encarnó para hacernos " partícipes de la naturaleza divina" ( 2P 1, 4): "porque tal es la razón por la que el Verbo se hizo hombre, y el Hijo de Dios, hijo del hombre: para que el hombre al entrar en comunión con el Verbo y al recibir así la filiación divina, se convirtiera en hijo de Dios"
( San Ireneo, haer. 3, 19, 1). " Porque el Hijo de Dios se hizo hombre para hacernos Dios"( San Atanasio, inc.,54,3). " Unigenitus Dei Filius,suae divinitatis volens nos homine deos faceret factus homo"("El Hijo Unigénito  de Dios, queriendo hacernos partícipes de su divinidad, asumió nuestra naturaleza, para que, habiéndose hecho hombre hiciera dioses a los hombres"( Santo Tomás de A., opusc 57 in festo Corp. Chr.,1). "(CIC 456-460).

Comentario: Cristo es nuestro modelo "pero Cristo está en la cruz,  para subir a la cruz debemos estar libres de todo afecto terreno, morir al pecado por la oración y la mortificación sólo así nos iremos pareciendo más y más a El y nos haremos una sola cosa con El" SJM consideraciones X Estación del Viacrucis.




lunes, 10 de octubre de 2016

" La profesión de la fe" (CIC 452-455)



                                                                      "Resumen"

"452 El nombre de Jesús significa " Dios salva". El niño nacido de la Virgen María se llama " Jesús" " porque El salvará a su pueblo de sus pecados" ( Mt 1, 21); " No hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos" ( Hch 4, 12).

453 El nombre de Cristo significa " Ungido", " Mesías". Jesús es el Cristo porque " Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder" ( Hch 10, 38). Era " el que ha de venir" ( Lc 7, 19), el objeto de " la esperanza de Israel" ( Hch 28, 20).

454 El nombre de Hijo de Dios significa la relación única y eterna de Jesucristo con Dios su Padre: El es el Hijo único del Padre ( Cf. Jn 1, 14.18; 3, 16. 18) y El mismo es Dios ( Cf. Jn 1. 1). Para ser cristiano es necesario creer que Jesucristo es el hijo de Dios ( Cf. Hch 8, 37; 1Jn 2, 23).

455 El nombre de Señor significa la soberanía divina. Confesar o invocar a Jesús como Señor es creer en su divinidad. " Nadie puede decir: "¡ Jesús es Señor!" sino por influjo del Espíritu Santo" ( 1Co 12, 3).

Comentario: Recordemos que el Credo es la fórmula de las verdades que creemos y san Pablo en su carta a los hebreos nos dice: " Mi justo vivirá de la Fe" ( Hb 10, 38 ). " Ahora bien: es la fe la garantía de lo que se espera, la prueba de las cosas que no se ven" ( Hb 11,1).

domingo, 2 de octubre de 2016

" La profesión de la fe" (CIC 446-451)



                                                                    " IV Señor"

"446 En la traducción griega de los libros del Antiguo Testamento, el nombre inefable con el cual Dios se reveló a Moisés ( Cf. Ex 3, 14), YHWH, es traducido por " Kyrios" ( " Señor"). Señor se convierte desde entonces en el nombre más habitual para designar la divinidad misma del Dios de Israel. El Nuevo Testamento utiliza en este sentido fuerte el título de " Señor" para el Padre, pero lo emplea también, y aquí está la novedad, para Jesús, reconociéndolo como Dios ( Cf. 1Co 2, 8).

447 El mismo Jesús se atribuye de forma velada este título cuando discute con los fariseos sobre el sentido del Salmo 109 ( Cf. Mt 22, 41-46; Cf. también Hch 2, 34-36; Hb 1, 13), pero también de manera explícita al dirigirse a sus apóstoles ( Cf. Jn 13, 13). A lo largo de toda su vida pública sus actos de dominio sobre la naturaleza, sobre las enfermedades, sobre los demonios, sobre la muerte y el pecado demostraban su soberanía divina.

448 Con mucha frecuencia, en los evangelios, hay personas que se dirigen a Jesús, llamándole " Señor". Este título expresa el respeto y la confianza de los que se acercan a Jesús y esperan de El socorro y curación ( Cf. Mt 8, 2; 14, 30; 15, 22, etc). Bajo la moción del Espíritu Santo expresa el reconocimiento del misterio divino de Jesús ( Cf. Lc 1, 43; 2, 11). En el encuentro con Jesús resucitado, se convierte en adoración: " Señor mío y Dios mío" ( Jn 20, 28). Entonces toma una connotación de amor y de afecto que quedará como propio de la tradición cristiana: "¡ Es el Señor!"(Jn 21,7).

449 Atribuyendo a Jesús el título divino de Señor, las primeras confesiones de fe de la Iglesia afirman desde el principio ( Cf. Hch 2, 34-36) que el poder, el honor y la gloria debidos a Dios Padre convienen también a Jesús ( Cf. Rm 9, 5; Tt 2, 13; Ap 5, 13) porque El es de " condición divina" ( Flp 2, 6) y el Padre manifestó esta soberanía de Jesús resucitándolo de entre los muertos y exaltándolo a su gloria ( Cf. Rm 10, 9; 1Co 12, 3; Flp 2, 11).

450 Desde el comienzo de la historia cristiana, la afirmación del señorío de Jesús sobre el mundo y sobre la historia ( Cf. Ap 11, 15) significa también reconocer que el hombre no debe someter su libertad personal, de modo absoluto, a ningún poder terrenal sino sólo a  Dios Padre y al Señor Jesucristo: César no es el " Señor" ( Cf. Mc 12, 17; Hch 5, 29). " La Iglesia cree... que la clave, el centro y el fin de toda historia humana se encuentra en su Señor y Maestro" ( GS 10, 2; Cf. 45, 2).

451 La oración cristiana está marcada por el título " Señor", ya sea en la invitación a la oración " el Señor esté con vosotros", o en su conclusión " por Jesucristo nuestro Señor" o incluso en la exclamación llena de confianza y de esperanza: " Maran atha" ( "¡ el Señor viene!")o " Marana tha"( ¡Ven, Señor!")( 1Co16, 22): "¡Amén! ¡ Ven, Señor Jesús!" ( Ap 22, 20). (CIC 446-451).

Comentario: " El Señor es eterno...Todo tiene importancia en la vida del cristiano, porque todo puede ser ocasión de encuentro con el Señor, y, por eso mismo alcanzar un valor imperecedero." Amigos de Dios Presentación  Alvaro del Portillo.

domingo, 25 de septiembre de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 441-445)



                                                         " Hijo único de Dios"

"441 Hijo de Dios, en el Antiguo Testamento, es un  título dado a los ángeles ( Cf. Dt 32,8; Jb 1, 6), al pueblo elegido ( Cf. Ex 4,22; Os 11,1; Jr 3, 19; Si 36, 11; Sb 18, 13), a los hijos de Israel ( Cf. Dt 14, 1; Os 2, 1) y a sus reyes ( Cf. 2S 7, 14; Sal 82,6). Significa entonces una filiación adoptiva que establece entre Dios y  su criatura unas relaciones de una intimidad particular. Cuando el Rey- Mesías prometido es llamado " hijo de Dios"(Cf. 1Co 17, 13; Sal 2, 7), no implica necesariamente, según el sentido literal de esos textos, que sea más que humano. Los que designaron así a Jesús en cuanto Mesías de Israel ( Cf. Mt 27,54), quizá no quisieron decir nada más ( Cf. Lc 23,47).

442 No ocurre así con Pedro cuando confiesa a Jesús como " el Cristo, el Hijo de Dios vivo"( Mt 16,16) porque Este le responde con solemnidad " no te ha revelado esto ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que  está en los cielos" ( Mt 16, 17). Paralelamente Pablo dirá a propósito de su conversión en el camino de Damasco:" Cuando Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo para que le anunciase entre los gentiles..."(Ga 1, 15-16). "Y en seguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas,: que él era el Hijo de Dios " ( Hch 9, 20). Este será, desde el principio ( Cf.  1Ts 1, 10), el centro de la fe apostólica ( Cf. Jn 20, 31) profesada en primer lugar por Pedro como cimiento de la Iglesia ( Cf. Mt 16, 18).

443 Si Pedro pudo reconocer el carácter trascendente de la filiación divina de Jesús Mesías es porque éste lo dejó entender claramente. Ante el Sanedrín, a la pregunta de sus acusadores: " Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?, Jesús ha respondido: " Vosotros lo decís: yo soy" ( Lc 22, 70; Cf. Mt 26,64; Mc 14,61). Ya mucho antes, El se designó como el " Hijo" que conoce al Padre ( Mt 11, 27; 21, 37-38), que es distinto de los " siervos" que Dios envió antes a su pueblo ( Cf. Mt 21, 34-36), superior a los propios ángeles ( Cf. Mt 24, 36). Distinguió su filiación de la de sus discípulos, no diciendo jamás " nuestro Padre" ( Cf. Mt 5, 48; 6, 8; 7, 21; Lc 11, 13) salvo para ordenarles " vosotros, pues, orad así: Padre nuestro" ( Mt 6, 9); y subrayó está distinción: " Mi Padre y vuestro Padre" ( Jn 20, 17).

444 Los evangelios narran en dos momentos solemnes, el bautismo y la transfiguración de Cristo, que la voz del Padre lo designa como su " Hijo amado" ( Mt 3, 17; 17, 5), Jesús se designa a sí mismo como " el Hijo único de Dios" ( Jn 3, 16) y afirma mediante este título su prexistencia eterna ( Cf. Jn 10, 36). Pide la fe en " el Nombre del Hijo Único de Dios" ( Jn 3, 18). Esta confesión cristiana aparece ya en la exclamación del centurión delante de Jesús en la cruz: " Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios"(Mc 15, 39), porque es solamente en el misterio pascual donde el creyente puede alcanzar el sentido pleno del título " Hijo de Dios".

445 Después de su Resurrección, su filiación divina aparece en el poder de su humanidad glorificada:" Constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su Resurrección de entre los muertos" ( Rm 1, 4; Cf. Hch 13, 33). Los Apóstoles podrán confesar " hemos visto su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad " ( Jn 1, 14). (CIC 441-445).

Comentario: La filiación divina que Cristo nos consiguió con la Redención es el fundamento de nuestra vocación a la santidad.

 



 



domingo, 18 de septiembre de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 436-440)



                                                                       " II Cristo

436 Cristo viene de la traducción griega del término hebreo " Mesías" que quiere decir "ungido". No pasa a ser nombre propio de Jesús sino porque El cumple perfectamente la misión divina que esa palabra significa. en efecto, en Israel eran ungidos en el nombre de Dios los que le eran consagrados para una misión que habían recibido de El. Este era el caso de los reyes ( Cf. 1S 9, 16; 10, 1; 16, 1. 12-13; 1 R 1, 39), de los sacerdotes ( Cf. Ex 29, 7; Lv 8, 12) y, excepcionalmente, de los profetas ( Cf. 1R 19, 16). Este debía ser por excelencia el caso del Mesías que Dios enviaría para instaurar definitivamente su Reino ( Cf. Sal 2, 2; Hch 4, 26-27). El Mesías debía ser ungido por el Espíritu del Señor ( Cf. Is 11, 2) a la vez como rey y sacerdote ( Cf. Za 4, 14; 6, 13) pero también como profeta ( Cf. Is 61, 1;Lc 4, 16-21). Jesús cumplió la esperanza mesiánica de Israel en su triple función de sacerdote, profeta y rey.

437 El ángel anunció a los pastores el nacimiento de Jesús como el Mesías prometido a Israel: " Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor" ( Lc 2, 11). Desde el principio El es " a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo" ( Jn 10, 36), concebido como " santo" ( Lc 1, 35) en el seno virginal de María. José fue llamado por Dios para " tomar consigo a María su esposa " encinta " del que fue engendrado en ella por el Espíritu Santo" ( Mt 1, 20) para que Jesús " llamado Cristo" nazca de la esposa de José en la descendencia mesiánica de David ( Mt 1, 16; Cf. Rm 1, 3; 2Tm 2, 8; Ap 22, 16).

438 La consagración mesiánica de Jesús manifiesta su misión divina. " Por otra parte eso es lo que significa su mismo nombre, porque en el nombre de Cristo está sobrentendido El que ha ungido, El que ha sido ungido y la Unción misma con la que ha sido ungido: El que ha ungido, es el Padre, El que ha sido ungido, es el Hijo, y lo ha sido en el Espíritu que es la Unción"( San Ireneo de Lyon, haer. 3,18,3). Su eterna consagración mesiánica fue revelada en el tiempo de su vida terrena en el momento de su bautismo por Juan cuando " Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder" ( Hch 10, 38) " para que él fuese manifestado a Israel" ( Jn 1, 31) como su Mesías. Sus obras y sus palabras lo dieron a conocer como " el santo de Dios"( Mc 1, 24; Jn 6, 69; Hch 3, 14).

439 Numerosos judíos e incluso ciertos paganos que compartían su esperanza reconocieron en Jesús los rasgos fundamentales del mesiánico " hijo de David" prometido por Dios a Israel ( Cf. Mt 2, 2; 9, 27; 12, 23; 15, 22; 20, 30; 21, 9. 15). Jesús aceptó el título de Mesías al cual tenía derecho ( Cf. Jn 4,25-26; 11, 27), pero no sin reservas porque una parte de sus contemporáneos lo comprendían según una concepción demasiado humana ( Cf. Mt 22, 41-46), esencialmente política ( Cf. Jn 6, 15; Lc 24, 21).

440 Jesús acogió la confesión de Pedro que le reconocía como el Mesías anunciándole la próxima pasión del Hijo del Hombre ( Cf. Mt 16, 23). Reveló el auténtico contenido de su realeza mesiánica en la identidad trascendente del Hijo del Hombre que " ha bajado del cielo" ( Jn 3, 13; Cf. Jn 6, 62; Dn 7, 13)a la vez que en su misión redentora como Siervo sufriente: " El Hijo del Hombre no ha venido ha ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos " ( Mt 20, 28; Cf. Is 53, 10-12). Por esta razón el verdadero sentido de su realeza no se ha manifestado más que desde lo alto de la Cruz ( Cf. Jn 19, 19-22; Lc 23, 39-43). Solamente después de su resurrección su realeza mesiánica podrá ser proclamada por Pedro ante el pueblo de Dios:" Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado" ( Hch 2, 36). (CIC 436-440).

 Comentario: Entender el significado de la palabra " Cristo" como ungido nos ayuda a dirigirnos con más confianza al Señor Jesús a quién el Padre nos ha señalado como el único mediador entre Dios y el hombre.

lunes, 12 de septiembre de 2016

"La profesión de la fe" (CIC 430-435)



                         "Artículo 2:"Y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor"

"430 Jesús quiere decir en hebreo: "Dios salva". En el momento de la anunciación, el ángel Gabriel le dio como nombre propio el nombre de Jesús que expresa a la vez su identidad y su misión ( Cf. Lc 1, 31). Ya que "¿quién puede perdonar pecados, sino Dios?" ( Mc 2, 7), es El quien, en Jesús, su Hijo eterno hecho hombre " salvará a su pueblo de sus pecados" ( Mt 1, 21). En Jesús, Dios recapitula así toda la historia de la salvación en favor de los hombres.

431 En la historia de la salvación, Dios no se ha contentado con librar a Israel de " la casa de servidumbre"(Dt 5,6) haciéndole salir de Egipto. El lo salva además de su pecado. Puesto que el pecado es siempre una ofensa hecha a Dios ( Cf. Sal 51,6), sólo El es quien puede absolverlo ( Cf. Sal 51,12). Por eso es por lo que Israel tomando cada vez más conciencia de la universalidad del pecado, ya no podrá buscar la salvación más que en la invocación del Nombre de Dios Redentor ( Cf. Sal 79,9).

432 El nombre de Jesús significa que el Nombre mismo de Dios está presente en la persona de su Hijo ( Cf. Hch 5, 41; 3 Jn 7) hecho hombre para la redención universal y definitiva de los pecados. El es el Nombre divino, el único que trae la salvación ( Cf. Jn 3, 18; Hch 2, 21) y de ahora en adelante puede ser invocado por todos porque se ha unido a todos los hombres por la Encarnación ( Cf. Rm 10, 6-13) de tal forma que " no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos" ( Hch 4, 12; Cf. Hch 9, 14; St 2, 7).

433 El nombre de Dios Salvador era invocado una sola vez al año por el sumo sacerdote para la expiación de los pecados de Israel, cuando había asperjado el propiciatorio del Santo de los Santos con la sangre del sacrificio ( Cf. Lv 16, 15-16; Si 50, 20; Hb 9, 7). El propiciatorio era el lugar de la presencia de Dios ( Cf. Ex 25, 22; Lv 16, 2; Nm 7, 89; Hb 9, 5). Cuando san Pablo dice de Jesús que " Dios lo exhibió como instrumento de propiciación por su propia sangre" ( Rm 3, 25), significa que en su humanidad " estaba Dios reconciliando al mundo consigo" ( 2Co 5, 19).

434 La Resurrección de Jesús glorifica el nombre de Dios Salvador ( Cf. Jn 12, 28) porque de ahora en adelante, el Nombre de Jesús es el que manifiesta en plenitud el poder soberano del " Nombre que está sobre todo nombre" ( Flp 2, 9). Los espíritus malignos temen su Nombre ( Cf. Hch 16, 16-18; 19, 13-16) y en su nombre los discípulos de Jesús hacen milagros ( Cf. Mc 16, 17) porque todo lo que piden al Padre en su Nombre, El se lo concede ( Jn 15, 16).

435 El Nombre de Jesús está en el corazón de la plegaria cristiana. Todas las oraciones litúrgicas se acaban con la fórmula " Per Dominum Nostrum Jesum Christum..., ( " Por Nuestro Señor Jesucristo.."). El " Avemaría" culmina en " y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús",. La oración del corazón, en uso en Oriente, llamada " oración a Jesús" dice: " Jesucristo, Hijo de Dios, Señor ten piedad de mí, pecador". Numerosos cristianos muere, como Santa Juana de Arco, teniendo en sus labios una única palabra, "Jesús"."(CIC 430-435).

Comentario: El Credo, nos identifica en fórmulas breves y de fácil memorización cuál es nuestra fe, en qué y en quién creemos el nombre de: " Y en  Jesucristo su único Hijo,  Nuestro Señor" nos sitúa frente a la persona bien amada del Señor a quien vemos oculto en la Eucaristía, El nos ama y se quedó a merced nuestra por amor. ¿Cómo lo amamos nosotros?.



martes, 6 de septiembre de 2016

" La profesión de la fe" (CIC 426-429)



                                             "En el centro de la catequesis: Cristo

"426 " En el centro de la catequesis encontramos esencialmente una Persona, la de Jesús de Nazaret, Unigénito del Padre, que ha sufrido y ha muerto por nosotros y que ahora resucitado, vive para siempre con nosotros...Catequizar es ...descubrir en la Persona de Cristo el designio eterno de Dios...Se trata de procurar comprender el significado de los gestos y de las palabras de Cristo, los signos realizados por El mismo" ( CT 5). El fin de la catequesis es:" Conducir a la comunión con Jesucristo: sólo El puede conducirnos al amor del Padre en el Espíritu y hacernos partícipes de la vida de la Santísima Trinidad" ( Ibid.).

427 "En la catequesis lo que se enseña es a Cristo, el Verbo encarnado e Hijo de Dios y todo lo demás en referencia a El: el único que enseña es Cristo, y cualquier otro lo hace en la medida en que es portavoz suyo, permitiendo que Cristo enseñe por su boca...Todo catequista debería poder aplicarse a sí mismo la misteriosa palabra de Jesús:" Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado"(Jn 7, 16)"(Ibid., 6 ).

428 El que está llamado a "enseñar a Cristo" debe por tanto, ante todo, buscar esta " ganancia sublime que es el conocimiento de Cristo"; es necesario " aceptar perder todas las cosas...para ganar a Cristo, y ser hallado en El" y " conocerle a El, el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a El en su muerte, tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos" ( Flp 3, 8-11).

429 De este conocimiento amoroso de Cristo es de donde brota el deseo de anunciarlo, de " evangelizar", y de llevar a otros al " sí" de la fe en Jesucristo. Y al mismo tiempo se hace sentir la necesidad de conocer siempre mejor esta fe. Con este fin, siguiendo el orden del Símbolo de la fe, presentaremos en primer lugar los principales títulos de Jesús: Cristo, Hijo de Dios, Señor ( Artículo 2). El Símbolo confiesa a continuación los principales misterios de la vida de Cristo: los de su encarnación ( Artículo 3), los de su Pascua ( Artículos 4 y 5), y, por último, los de su glorificación ( Artículos 6 y 7)". (CIC 426-429).

Comentario: En la encíclica " La Alegría del Evangelio"el Papa Francisco nos recuerda que el centro de nuestra fe es la persona de Cristo, y San Josemaria   nos daba un consejo " Enamórate, y no le dejarás".  El mismo Cristo  se definió cuando nos dijo: " Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida", y en otra ocasión " Quien me ama, guardará mi palabra, y vendremos a él y haremos morada en él."

lunes, 29 de agosto de 2016

"La profesión de la fe" (CIC 422-425)



                                                             "Capitulo segundo

                                           Creo en Jesucristo, Hijo único de Dios

                                      La Buena Nueva: Dios ha enviado a su Hijo

"422 " Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación divina adoptiva"(Ga 4, 4-5). He aquí " la Buena Nueva de Jesucristo, Hijo de Dios" ( Mc 1,1): Dios ha visitado a su pueblo ( Cf. Lc 1, 68), ha cumplido las promesas hechas a Abraham y su descendencia ( Cf. Lc 1, 55); lo ha hecho más allá de toda expectativa: El ha enviado a su "Hijo amado"( Mc 1, 11).

423 Nosotros creemos y confesamos que Jesús de Nazaret, nacido judío de una hija de Israel, en Belén en el tiempo del rey Herodes el Grande y del emperador César Augusto; de oficio carpintero, muerto crucificado en Jerusalén, bajo el procurador Poncio Pilato, durante el reinado del emperador Tiberio, es el Hijo eterno de Dios hecho hombre, que " ha salido de Dios" ( Jn 13,3), "bajó del cielo"(Jn 3,13; 6,33), " ha venido en carne" (1Jn 4, 2), porque " la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad...Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia" ( Jn 1, 14.16).

424 Movidos por la gracia del Espíritu Santo y atraídos por el Padre nosotros creemos y confesamos a propósito de Jesús: " Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo" ( Mt 16,16). Sobre la roca de esta fe, confesada por San Pedro, Cristo ha construido su Iglesia ( Cf. Mt 16,18; san León Magno, serm. 4,3; 51,1; 62, 2; 83,3).

                            "Anunciar...la inescrutable riqueza de Cristo" ( Ef 3, 8)

425 La transmisión de la fe cristiana es ante todo el anuncio de Jesucristo para llevar a la fe en El. Desde el principio, los primeros discípulos ardieron en deseos de anunciar a Cristo: " No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído" ( Hch 4, 20 ). Y ellos mismos invitan a los hombres de todos los tiempos a entrar en la alegría de su comunión con Cristo:

                       "Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida- pues la vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, que estaba con el Padre y se nos manifestó-, lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo, Jesucristo. Os escribimos esto para que vuestro gozo sea completo "( 1Jn 1, 1-4)." (CIC 422-425).

Comentario: Leyendo en el Nuevo Testamento los cuatro  Evangelios estamos leyendo la vida de nuestro Señor Jesucristo. " Que busques a Cristo, que encuentres a Cristo, que ames a Cristo, que sigas a Cristo"SJM  

lunes, 22 de agosto de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 413-421)



                                                                  "Resumen

"413 "No fue Dios quien hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes...por envidia del diablo entró la muerte en el mundo"(Sb 1,13;2,24).

414 Satán o el diablo y los otros demonios son ángeles caídos por haber rechazado libremente servir a Dios y su designio. Su opción contra Dios es definitiva. Intentan asociar al hombre en su rebelión contra Dios.

415"Constituido por Dios en la justicia, el hombre, sin embargo, persuadido por el Maligno, abusó de su libertad, desde el comienzo de la historia, levantándose contra Dios e intentando alcanzar su propio fin al margen de Dios"(GS 13,1).

416 Por su pecado, Adán en cuanto primer hombre, perdió la santidad y la justicia originales que había recibido de Dios no solamente para él, sino para todos los humanos.

417 Adán y Eva transmitieron a su descendencia la naturaleza humana herida por su primer pecado, privada por tanto de la santidad y la justicia originales. Esta privación es llamada "pecado original".

418 Como consecuencia del pecado original, la naturaleza humana quedó debilitada en sus fuerzas, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al dominio de la muerte, e inclinada al pecado ( inclinación llamada " concupiscencia").

419" Mantenemos, pues, siguiendo el Concilio de Trento, que el pecado original se transmite, juntamente con la naturaleza humana, ' por propagación, no por imitación' y que 'se halla como propio en cada uno'" ( Pablo VI, SPF 16).

420 La victoria sobre el pecado obtenida por Cristo nos ha dado bienes mejores que los que nos quitó el pecado:" Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia"( Rm 5, 20).

421 " El mundo que los fieles cristianos creen creado y conservado por el amor del Creador, colocado ciertamente bajo la esclavitud del pecado, pero liberado por Cristo crucificado y resucitado, una vez que fue quebrantado el poder del Maligno..." (GS 2,2).(CIC 413-421).

Comentario: Con el pecado original no se pierde la diferencia entre el mundo material y el espiritual sabemos que existen espíritus buenos y malos. El diablo es el  padre de la mentira y Cristo es" El Camino, la Verdad, y la Vida."

lunes, 15 de agosto de 2016

"La profesión de la fe" (CIC 407-412)



                                                           " Un duro combate"

"407 La doctrina sobre el pecado original- vinculada a la Redención de Cristo- proporciona una mirada de discernimiento lúcido sobre la situación del hombre y de su obrar en el mundo. Por el pecado de los primeros padres, el diablo adquirió un cierto dominio sobre el hombre, aunque éste permanezca libre. El pecado original  entraña " la servidumbre bajo el poder del que poseía el imperio de la muerte, es decir, del diablo"(Cc. de Trento:DS 1511; Cf. Hb 2, 14). Ignorar que el hombre posee una naturaleza herida, inclinada al mal, da lugar a graves errores en el dominio de la educación, de la política, de la acción social ( Cf. CA 25) y de las costumbres.

408 Las consecuencias del pecado original y de todos los pecados personales de los hombres confieren al mundo en su conjunto una condición pecadora, que puede ser designada con la expresión de San Juan: " El pecado del mundo" (Jn 1,29). Mediante esta expresión se significa también la influencia negativa que ejercen sobre las personas las situaciones comunitarias y las estructuras sociales que son fruto de los pecados de los hombres ( Cf. RP 16).

409 Esta situación dramática del mundo que " todo entero yace en poder del maligno" ( 1Jn 5,19; Cf. 1P 5,8), hace de la vida del hombre un combate:

                  A través de toda la historia del hombre se extiende una dura batalla contra los poderes de las tinieblas que, iniciada ya desde el origen del mundo, durará hasta el último día según dice el Señor. Inserto en esta lucha, el hombre debe combatir continuamente para adherirse al bien, y no sin grandes trabajos, con la ayuda de la gracia de Dios, es capaz de lograr la unidad en sí mismo ( GS 37,2). 

                                  IV " No lo abandonaste al poder de la muerte"

410 Tras la caída, el hombre no fue abandonado por Dios. Al contrario, Dios lo llama ( Cf. Gn 3, 9) y le anuncia de modo misterioso la victoria sobre el mal y el levantamiento de su caída ( Cf. Gn 3, 15). Este pasaje del génesis ha sido llamado "Protoevangelio", por ser el primer anuncio del Mesías redentor, anuncio de un combate entre la serpiente y la Mujer, y de la victoria final de un descendiente de ésta.

411 La tradición cristiana ve en este pasaje un anuncio del "nuevo Adán" ( Cf. 1Co 15, 21-22. 45) que, por su "  obediencia hasta la muerte en la Cruz"(Flp 2,8) repara con sobreabundancia la descendencia de Adán ( Cf. Rm 5, 19-20). Por otra parte, numerosos Padres y doctores de la Iglesia ven en la mujer anunciada en el " protoevangelio" la madre de Cristo, María, como " nueva Eva". Ella ha sido la que, la primera y de una manera única, se benefició de la victoria sobre el pecado alcanzada por Cristo: fue preservada de toda mancha de pecado original ( Cf. Pío XI: DS 2803) y, durante toda su vida terrena, por una gracia especial de Dios, no cometió ninguna clase de pecado. ( CF. Cc de Trento:DS 1573).

412 Pero ¿ por qué Dios no impidió que el primer hombre pecara? san León Magno responde: " La gracia inefable de Cristo nos ha dado bienes mejores que los que nos quitó la envidia del demonio"(serm. 73,4). Y santo Tomás de Aquino: " Nada se opone a que la naturaleza humana haya sido destinada a un fin más alto después del pecado. Dios, en efecto, permite que los males se hagan para sacar un mayor bien. De ahí las palabra de San Pablo:' Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia' ( Rm 5,20). Y el canto del Exultet:'¡Oh feliz culpa que mereció tal y  tan grande Redentor'"(s.th.3,1,3,ad3).(CIC 407-412).

Comentario: Ese duro combate sólo lo podremos ganar con oración constante, no hay santo sin oración. La filiación divina es un regalo que nos trajo Cristo con la Redención no lo despreciemos, seamos dignos hijos de tan gran Padre.





domingo, 7 de agosto de 2016

" La profesión de la fe"(CIC 402-406)



                       " Consecuencias del pecado de Adán para la humanidad"

"402 Todos los hombres están implicados en el pecado de Adán. San Pablo afirma:" Por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores" ( Rm 5, 19): "Como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron..." ( Rm 5, 12). A la universalidad del pecado y de la muerte, el apóstol opone la universalidad del la salvación en Cristo:" Como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo ( la de Cristo) procura a todos una justificación que da la vida" ( Rm 5, 18).

403 Siguiendo a san Pablo, la Iglesia ha enseñado siempre que la inmensa miseria que oprime a los hombres y su inclinación al mal y a la muerte no son comprensibles sin su conexión con el pecado de Adán y con el hecho de que nos ha transmitido un pecado con que todos nacemos afectados y que es " muerte del alma" ( Cc. de Trento: DS 1512): Por esta certeza de fe, la Iglesia concede el Bautismo para la remisión de los pecados incluso a los niños que no han cometido pecado personal ( Cc. de Trento: DS 1514).

404 ¿ Cómo el pecado de Adán vino a ser el pecado de todos sus descendientes? Todo el género humano es en Adán " sicut unum corpus unius hominis" ("Como el cuerpo único de un único hombre", Santo Tomás de A., mal. 4, 1). Por esta "unidad del género humano", todos los hombres están implicados en el pecado de Adán, como todos están implicados en la justicia de Cristo. Sin embargo, la transmisión del pecado original es un misterio que no podemos comprender plenamente. Pero sabemos por la Revelación que Adán había recibido la santidad y la justicia originales no para el solo sino para toda la naturaleza humana: cediendo al tentador, Adán y Eva cometen un pecado personal, pero este pecado afecta a la naturaleza humana, que transmitirán en un estado caído ( Cf. Cc. de Trento: DS 1511-1512). Es  un pecado que será transmitido por propagación a toda la humanidad, es decir, por la transmisión de una naturaleza humana privada de la santidad y la justicia originales. Por eso, el pecado original es llamado "pecado" de manera análoga: es un pecado " contraído", "no cometido", un estado y no un acto.

405 Aunque propio de cada uno ( Cf. Cc de Trento: DS 1513), el pecado original no tiene, en ningún descendiente de Adán , un carácter de falta personal. Es la privación de la santidad y de la justicia originales, pero la naturaleza humana no está totalmente corrompida: está herida en sus propias fuerzas naturales, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al imperio de la muerte e inclinada al pecado ( esta inclinación al mal es llamada " concupiscencia"). El Bautismo, dando la vida de la gracia de Cristo, borra el pecado original y devuelve el hombre a Dios, pero las consecuencias para la naturaleza, debilitada e inclinada al mal, persisten en el hombre y lo llaman al combate espiritual.

406 La doctrina de la Iglesia sobre la transmisión del pecado original fue precisada sobre todo en el siglo V, en particular bajo el impulso de la reflexión de san Agustín contra el pelagianismo, y en el siglo XVI, en oposición a la Reforma protestante. Pelagio sostenía que el hombre podía por la fuerza natural de su voluntad libre, sin la ayuda necesaria de la gracia de Dios, llevar una vida moralmente buena: así reducía la influencia de la falta de Adán a la de un mal ejemplo. Los primeros reformadores protestantes, por el contrario, enseñaban que el hombre estaba radicalmente pervertido y su libertad anulada por el pecado de los orígenes; identificaban el pecado heredado por cada hombre con la tendencia al mal (" concupiscencia"), que sería insuperable. La Iglesia se pronunció especialmente sobre el sentido del dato revelado respecto al pecado original en el II Concilio de Orange en el año 529 ( Cf. DS 371-372) y en el Concilio de Trento, en el año 1546 ( Cf. DS 1510-1516). (CIC 402- 406).

Comentario: En el año de la Misericordia el Papa Francisco nos invita a ganar el Jubileo ( cumpliendo los requisitos establecidos) para recuperar la gracia original del Bautismo con la cual nuestros pecados personales quedan borrados así como la pena temporal por ellos debida, en caso de muerte después de ganar el jubileo recibiremos el Cielo sin pasar por el Purgatorio. VALE LA PENA 

lunes, 1 de agosto de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 396-401)



                                                "III El pecado original"

                                                La prueba de la libertad

396 Dios creó al hombre a su imagen y lo estableció en su amistad. Criatura espiritual, el hombre no puede vivir esta amistad más que en la forma de libre sumisión a Dios. Esto es lo que expresa la prohibición hecha al hombre de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, " porque el día que comieres de él morirás"(Gn 2, 17). " El árbol del conocimiento del bien y del mal" evoca simbólicamente el límite infranqueable que el hombre en cuanto criatura debe reconocer libremente y respetar con confianza. El hombre depende del Creador, está sometido a las leyes de la Creación y a las normas morales que regulan el uso de la libertad.

                                        El primer pecado del hombre

397 El hombre, tentado por el diablo, dejó morir en su corazón la confianza hacia su creador ( Cf. Gn 3, 1-11) y, abusando de su libertad, desobedeció al mandamiento de Dios. En esto consistió el primer pecado del hombre ( Cf. Rm 5, 19). En adelante, todo pecado será una desobediencia a Dios y una falta de confianza en su bondad.

398 En este pecado, el hombre se prefirió a sí mismo en lugar de Dios, y por ello despreció a Dios: hizo elección de sí mismo contra Dios, contra las exigencias de su estado de criatura y, por tanto, contra su propio bien. El hombre, constituido en estado de santidad, estaba destinado a ser plenamente "divinizado" por Dios en la gloria. Por la seducción del diablo quiso " ser como Dios"( Cf. Gn 3-5), pero " sin Dios, antes que Dios y no según Dios" ( San Máximo el Confesor. ambig.)

399 La Escritura muestra las consecuencias dramáticas de esta primera desobediencia. Adán y Eva pierden inmediatamente la gracia de la santidad original ( Cf. Rm 3, 23). Tienen miedo de Dios ( cF. Gn 3, 9-10) de quien han concebido una falsa imagen, la de un Dios celoso de sus prerrogativas ( Cf. Gn 3, 5).

400 La armonía en la que se encontraban, establecida gracias a la justicia original, queda destruida; el dominio de las facultades espirituales del alma sobre el cuerpo se quiebra ( Cf. Gn 3, 7); la unión entre el hombre y la mujer es sometida a tensiones ( Cf. Gn 3, 11-13); sus relaciones, estarán marcadas por el deseo y el dominio ( Cf. Gn 3, 16). La armonía con la creación se rompe, la creación visible se hace para el hombre extraña y hostil ( Cf. Gn 3, 17-19). A causa del hombre, la creación es sometida " a la servidumbre de corrupción " ( Rm 8, 21). Por fin, la consecuencia explícitamente anunciada para el caso de desobediencia ( Cf. Gn 2,17), se realizará: el hombre " volverá al polvo del que fue formado" ( Gn 3, 19). La muerte hace su entrada en la historia de la humanidad ( Cf. Rm 5, 12).

401 Desde este primer pecado, una verdadera invasión de pecado inunda el mundo: el fratricidio cometido por  Caín en Abel ( Cf. Gn 4, 3-15); la corrupción universal, a raíz del pecado ( Cf. Gn 6, 5.12; Rm 1, 18-32); en la historia de Israel, el pecado se manifiesta frecuentemente, sobre todo como una infidelidad al Dios de la Alianza y como transgresión de la Ley de Moisés; e incluso tras la Redención de Cristo, entre los cristianos, el pecado se manifiesta de múltiples maneras ( Cf. 1Co 1-6; Ap 2-3). La Escritura y la tradición de la Iglesia no cesan de recordar la presencia y la universalidad del pecado en la historia del hombre:

                Lo que la revelación divina nos enseña coincide con la misma experiencia. Pues el hombre,  al examinar su corazón, se descubre también inclinado al mal e inmerso en muchos males que no pueden proceder de su Creador que es bueno. Negándose con frecuencia a reconocer a Dios como su principio, rompió además el orden debido con respecto a su fin último y, al mismo tiempo, toda su ordenación en relación consigo mismo, con todos los hombres y con todas las cosas creadas ( GS 13,1).( CIC 396-401).

Comentario: La experiencia del mal dentro de nosotros mismos nos lleva a pedir al Señor gracias para sobreponernos a esa ley , parafraseando a San Pablo " Hacer el mal que aborrezco, y no hacer el bien que quiero"

domingo, 24 de julio de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 391- 395)



                                                         "II La caída de los ángeles"


391 Tras la elección desobediente de nuestros primeros padres se halla una voz seductora, opuesta a Dios ( Cf. Gn 3, 1-5) que, por envidia, los hace caer en la muerte ( Cf. Sb 2, 24). La Escritura y la Tradición de la Iglesia ven en este ser un ángel caído, llamado Satán o diablo ( Cf. Jn 8, 44; Ap 12, 9). La Iglesia enseña  que primero fue un ángel bueno, creado por Dios. " Diabolus enim et alii daemones a Deo quidem natura creati sunt boni, sed ipsi per se facti sunt mali" ( " El diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos", Cc. de Letrán IV, año 1215:DS 800).

392 La Escritura habla de un pecado de estos ángeles ( 2P 2, 4). Esta " caída" consiste en la elección libre de estos espíritus creados que rechazaron radical e irrevocablemente a Dios y su Reino. Encontramos un reflejo de esta rebelión en las palabras del tentador a nuestros primeros padres: "Seréis como dioses" ( Gn 3, 5). El diablo es " pecador desde el principio" ( 1Jn 3, 8), " padre de la mentira" ( Jn 8, 44).

393 Es el carácter irrevocable de su elección, y no un defecto de la infinita misericordia divina lo que hace que el pecado de los ángeles no pueda ser perdonado. " No hay arrepentimiento para ellos después de la caída, como no hay arrepentimiento para los hombres después de la muerte" ( San Juan Damasceno, f.o. 2, 4: PG 94, 877C)

394 La Escritura atestigua la influencia nefasta de aquel a quien Jesús llama " homicida desde el principio" ( Jn 8,44) y que incluso intentó apartarlo de la misión recibida del Padre ( Cf. Mt 4, 1-11). " El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo" ( 1Jn 3,8). La más grave consecuencia de estas obras ha sido la seducción mentirosa que ha inducido al hombre a desobedecer a Dios.

395 Sin embargo, el poder de Satán no es infinito,. No es más que una criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios. Aunque Satán actúe en el mundo por odio contra Dios y su Reino en Jesucristo, y aunque su acción cause graves daños- de naturaleza espiritual e indirectamente incluso de naturaleza física-  en cada hombre y en la sociedad, esta acción es permitida por la divina providencia que con fuerza y dulzura dirige la historia del hombre y del mundo. El que Dios permita la actividad diabólica  es un gran misterio, pero " nosotros sabemos que en todas las cosas interviene Dios para el bien de los que le aman" ( Rm 8,8).(CIC 391-395).

Comentario: Pensemos con confianza en nuestra filiación divina, meditemos con frecuencia en ella, recitando con devoción el Padrenuestro, y así alejaremos de nosotros a satán y toda su cohorte.




                                                         

lunes, 18 de julio de 2016

"La profesión de la fe"(CIC 385-390)



                                                                 "Párrafo 7 La caída"

385 Dios es infinitamente bueno y todas sus obras son buenas. Sin embargo, nadie escapa a la experiencia del sufrimiento, de los males en la naturaleza- que aparecen como ligados a los límites propios de las criaturas-, y sobre todo a la cuestión del mal moral. ¿ De dónde viene el mal? " Quaerebam unde malum et nonerat exitus" ( "Buscaba el origen del mal y no encontraba solución") dice S. Agustín ( Conf. 7, 7.11), y su propia búsqueda dolorosa sólo encontrará salida en su conversión al Dios vivo. Porque " el misterio de la iniquidad" ( 2Ts 2,7) sólo se esclarece a la luz del "Misterio de la piedad" ( 1Tm 3, 16). La revelación del amor divino en Cristo ha manifestado a la vez la extensión del mal y la sobreabundancia de la gracia ( Cf. Rm 5, 20). Debemos, por tanto, examinar la cuestión del origen del mal fijando la mirada de nuestra fe en el que es su único Vencedor ( Cf. Lc 11, 21-22; Jn 16, 11; 1Jn 3, 8).

                                                    I Donde abundó el pecado,
                                                         sobreabundó la gracia 

                                                     La realidad del pecado

386 El pecado está presente en la historia del hombre: sería vano intentar ignorarlo o dar a esta oscura realidad otros nombres. Para intentar comprender lo que es el pecado, es preciso en primer lugar reconocer el vínculo profundo del hombre con Dios, porque fuera de esta relación, el mal del pecado no es desenmascarado en su verdadera identidad de rechazo y oposición a Dios, aunque continúe pesando sobre la vida del hombre y sobre la historia.

387 La realidad del pecado, y más particularmente del pecado de los orígenes, sólo se esclarece a la luz de la Revelación divina. Sin el conocimiento que ésta nos da de Dios no se puede reconocer claramente el pecado, y se siente la tentación de explicarlo únicamente como un defecto de crecimiento, como una debilidad psicológica, un error, la consecuencia necesaria de una estructura social inadecuada, etc. Sólo en el conocimiento del designio de Dios sobre el hombre se comprende que el pecado es un abuso de la libertad que Dios da a las personas creadas para que puedan amarle y amarse mutuamente.

                                        El pecado original: una verdad esencial de la fe

388 Con el desarrollo de la Revelación se va iluminando también la realidad del pecado. Aunque el Pueblo de Dios del Antiguo Testamento conoció de alguna manera la condición humana a la luz de la historia de la caída narrada por el Génesis, no podía alcanzar el significado último de esta historia que sólo se manifiesta a la luz de la Muerte y de la Resurrección de Jesucristo ( Cf. Rm 5, 12-21). Es preciso conocer a Cristo como fuente de la gracia para conocer a Adán como fuente del pecado. El Espíritu- Paráclito, enviado por Cristo resucitado, es quien vino " a convencer al mundo de lo referente al pecado" ( Jn 16,8) revelando al que es su Redentor.

389 La doctrina del pecado original es, por así decirlo, "el reverso" de la Buena Nueva de que Jesús es el Salvador de todos los hombres, que todos necesitamos salvación y que la salvación es ofrecida a todos gracias a Cristo. La Iglesia, que tiene el sentido de Cristo ( Cf. 1Co 2, 16) sabe bien que no se puede lesionar la revelación del pecado original sin atentar contra el Misterio de Cristo.

                                                Para leer el relato de la caída

390 El relato de la caída (Gn 3) utiliza un lenguaje hecho de imágenes, pero afirma un acontecimiento primordial, un hecho que tuvo lugar al comienzo de la historia del hombre ( Cf. GS 13,1). La Revelación nos da la certeza de fe de que toda la historia humana está marcada por el pecado original libremente cometido por nuestros primeros padres ( Cf. Cc de Trento: DS 1513; Pío XII: DS 387; Pablo VI, discurso 11 julio 1966)." (CIC 385-390).

Comentario: Tristemente, hoy en día no se habla del pecado como la raíz de todos los " males " que enfrentamos, es una estrategia del Maligno para que vayamos contra la ley de Dios "si no hay norma no hay delito", la Revelación nos advierte que el Plan de Dios es nuestra salvación pero " Dios que te creo a ti sin ti, no te salvará a ti sin ti " nos recuerda S. Agustín.

lunes, 11 de julio de 2016

" La profesión de la fe " (CIC 380-384)



                                                               "Resumen

"380  " A imagen tuya creaste al hombre y le encomendaste el universo entero, para que, sirviéndote sólo a ti, su Creador, dominara todo lo creado " ( MR , Plegaria eucarística IV, 118).

381 El hombre es predestinado a reproducir la imagen del Hijo de Dios hecho hombre- " imagen del Dios invisible" ( Col 1, 15)-, para que Cristo sea el primogénito de una multitud de hermanos y de hermanas ( Cf. Ef 1, 3-6; Rm 8, 29).

382 El hombre es " corpore et anima unus" ( " una unidad de cuerpo y alma", GS 14, 1). La doctrina de la fe afirma que el alma espiritual e inmortal es creada de forma inmediata por Dios.

383 " Dios no creó al hombre solo: en efecto desde el principio " los creo hombre y mujer" ( Gn 1, 27). Esta asociación constituye la primera forma de comunión entre personas" ( GS 12,4).

384 La revelación nos da a conocer el estado de santidad y de justicia originales del hombre y la mujer antes del pecado: de su amistad con Dios nacía la felicidad de su existencia en el paraíso."(CIC 380-384).

Comentario: El plan de Dios es nuestra santificación " Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto" esa perfección era el estado original del hombre, al perderlo por el pecado, Cristo se encarna para enseñarnos a obedecer haciendo en todo la voluntad de Dios, aunque no la entendamos, debemos hacernos  semejantes a Cristo por Amor.

domingo, 3 de julio de 2016

" La profesión de fe" (CIC 374-379)



                                                              " IV El hombre en el paraíso"

"374 El primer  hombre fue no solamente creado bueno, sino también constituido en la amistad con su creador y en armonía consigo mismo y con la creación en torno a él; amistad y armonía tales que no serán superadas más que por la gloria de la nueva creación en Cristo.

375 La Iglesia, interpretando de manera auténtica el simbolismo del lenguaje bíblico a la luz del Nuevo Testamento y de la Tradición, enseña que nuestros primeros padres Adán y Eva fueron constituidos en un estado " de santidad y de justicia original" ( Cc. de Trento:DS 1511). Esta gracia de la santidad original era una " participación de la vida divina"(LG 2).

376 Por la irradiación de esta gracia, todas las dimensiones de la vida del hombre estaban fortalecidas. Mientras permaneciese en la intimidad divina, el hombre no debía morir ( Cf. Gn 2, 17; 3, 19) ni sufrir ( Cf. Gn 3, 16). La armonía interior de la persona humana, la armonía entre el hombre y la mujer, y, por último, la armonía entre la primera pareja y toda la creación constituía el estado llamado " justicia original".

377 El "dominio" del mundo que Dios había concedido al hombre desde el comienzo, se realizaba ante todo dentro del hombre mismo como dominio de sí. El hombre estaba íntegro y ordenado en todo su ser por estar libre de la triple concupiscencia ( Cf. 1Jn 2, 16), que lo somete a los placeres de los sentidos, a la apetencia de los bienes terrenos y a la afirmación de sí contra los imperativos de la razón.

378 Signo de la familiaridad con Dios es el hecho de que Dios lo coloca en el jardín ( Cf. Gn 2,8). Vive allí "para cultivar la tierra y guardarla" ( Gn 2, 15): el trabajo no le es penoso ( Cf. Gn 3, 17-19), sino que es la colaboración del hombre y de la mujer con Dios en el perfeccionamiento de la creación visible.

379 Toda esta armonía de la justicia original, prevista para el hombre por designio de Dios, se perderá por el pecado de nuestros primeros padres." (CIC 374-379).

Comentario: El hombre fue creado por Dios para perfeccionar la creación por el trabajo, la fatiga en el trabajo es consecuencia del pecado de origen, no el trabajo, que es medio de santificación al hacerlo bien hecho y por amor a Dios.