domingo, 25 de octubre de 2020

" La celebración del misterio cristiano ( CIC 1562-1568)

 


                                            " La ordenación de los presbíteros,

                                               cooperadores de los obispos


1562   "Cristo, a quien el Padre santificó y envió al mundo, hizo a los obispos partícipes de su misma consagración y misión por medio de los apóstoles de los cuales son sucesores. Estos han confiado legítimamente la función de su ministerio en diversos grados a diversos sujetos en la Iglesia" ( LG 28).  "La función ministerial de los obispos, en grado subordinado, fue encomendada a los presbíteros para que, constituidos en el orden del presbiterado, fueran los colaboradores del Orden episcopal para realizar adecuadamente la misión apostólica confiada por Cristo" ( PO 2). 

1563   " El ministerio de los presbíteros, por estar unido al Orden episcopal participa de la autoridad con la que el propio Cristo construye, santifica y gobierna su Cuerpo. Por eso el sacerdocio de los presbíteros supone ciertamente los sacramentos de la iniciación cristiana. Se confiere, sin embargo, por aquel sacramento peculiar que, mediante la unción del Espíritu Santo, marca a los sacerdotes con un carácter especial. Así quedan identificados con Cristo Sacerdote, de tal manera que puedan actuar como representantes de Cristo Cabeza" ( PO 2).

1564   " Los presbíteros, aunque no tengan la plenitud del sacerdocio y dependan de los obispos en el ejercicio de sus poderes, sin embargo están unidos a éstos en el honor del sacerdocio y, en virtud del sacramento del Orden, quedan consagrados como verdaderos sacerdotes de la Nueva Alianza, a imagen de Cristo, sumo y eterno Sacerdote ( Hb 5, 1-10;7,24; 9,11-28), para anunciar el Evangelio a los fieles, para dirigirlos y para celebrar el culto divino ( LG 28).

1565   En virtud del sacramento del Orden, los presbíteros participan de la universalidad de la misión confiada por Cristo a los apóstoles. El don espiritual que recibieron en la ordenación los prepara, no para una misión limitada y restringida, " sino para una misión amplísima y universal de salvación ' hasta los extremos del mundo'" ( PO 10), " dispuestos a predicar el Evangelio por todas partes" ( OT 20).

1566   " Su verdadera función sagrada la ejercen sobre todo en el culto o en la comunión eucarística. En ella, actuando en la persona de Cristo y proclamando su misterio, unen la ofrenda de los fieles al sacrificio de su Cabeza; actualizan y aplican en el sacrificio de la misa, hasta la venida del Señor, el único sacrificio de la Nueva Alianza: el de Cristo, que se ofrece al Padre de una vez para siempre como hostia inmaculada" ( LG 28). De este sacrificio único, saca su fuerza todo su ministerio sacerdotal ( Cf. PO 2).

1567   " Los presbíteros, como colaboradores diligentes de los obispos y ayuda e instrumento suyos, llamados para servir al Pueblo de Dios, forman con su obispo un único presbiterio dedicado a diversas tareas. En cada una de las comunidades locales de fieles hacen presente de alguna manera a su obispo, al que están unidos con confianza y magnanimidad; participan en sus funciones y preocupaciones y las llevan a la práctica cada día" ( LG 28). Los presbíteros sólo pueden ejercer su ministerio en dependencia del obispo y en comunión con él. La promesa de obediencia que hacen al obispo en el momento de la ordenación y el beso de paz del obispo al fin de la liturgia de la ordenación significan que el obispo los considera como sus colaboradores, sus hijos, sus hermanos y sus amigos y que a su vez ellos le deben amor y obediencia.

1568   " Los presbíteros, instituidos por la ordenación en el orden del presbiterado, están unidos todos entre sí por la íntima fraternidad del sacramento. Forman un único presbiterio, especialmente de la diócesis a cuyo servicio se dedican bajo la dirección de su obispo" ( PO 8). La unidad del presbiterio encuentra una expresión litúrgica en la costumbre de que los presbíteros impongan a su vez las manos, después del obispo, durante el rito de la ordenación." ( CIC 1562-1568).

Comentario:

La oración frecuente por nuestro párroco es una costumbre que nace del agradecimiento al Señor por la vocación del sacerdote que  hace posible la presencia de Cristo en la Eucaristía y en el sacramento de la Reconciliación. Pidamos al Señor muchos sacerdotes fieles y santos.



 

domingo, 18 de octubre de 2020

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1554-1561)

 


                                      " III Los tres grados del sacramento del Orden

1554   " El ministerio eclesiástico, instituido por Dios, está ejercitado en diversos órdenes que ya desde antiguo reciben los nombres de obispos, presbíteros y diáconos" ( LG 28). La doctrina católica, expresada en la liturgia, el magisterio y la práctica constante de la Iglesia, reconocen que existen dos grados de participación ministerial en el sacerdocio de Cristo: el episcopado y el presbiterado. El diaconado está destinado a ayudarles y a servirles. Por eso, el término " sacerdos" designa, en el uso actual, a los obispos y a los presbíteros, pero no a los diáconos. Sin embargo, la doctrina católica enseña que los grados de participación sacerdotal ( episcopado y presbiterado) y el grado de servicio ( diaconado) son los tres conferidos por un acto sacramental llamado " ordenación", es decir, por el sacramento del Orden:

                        Que todos reverencien a los diáconos como a Jesucristo, como también al obispo, que es imagen del Padre, y a los presbíteros como al senado de Dios y como a la asamblea de los apóstoles: sin ellos no se puede hablar de Iglesia" ( San Ignacio de Antioquía, Trall. 3, 1).

                                                     La ordenación episcopal,

                                                      plenitud del sacramento del Orden

1555   " Entre los diversos ministerios que existen en la Iglesia, ocupa el primer lugar el ministerio de los obispos que, a través de una sucesión que se remonta hasta el principio, son los transmisores de la semilla apostólica" ( LG 20).

1556   " Para realizar estas funciones tan sublimes, los apóstoles se vieron enriquecidos por Cristo con la venida especial del Espíritu Santo que descendió sobre ellos. Ellos mismos comunicaron a sus colaboradores mediante la imposición de las manos, el don espiritual que se ha transmitido hasta nosotros en la consagración de los obispos" ( LG 21).

1557   El Concilio Vaticano II " enseña que por la consagración episcopal se recibe la plenitud del sacramento del Orden. De hecho se le llama tanto en la liturgia de la Iglesia como en los Santos Padres, ' sumo sacerdocio' o 'cumbre del ministerio sagrado' ", (ibíd.)

1558   " La consagración episcopal confiere, junto con la función de santificar, también las funciones de enseñar y gobernar...En efecto..., por la imposición de las manos y por las palabras de la consagración se confiere la gracia del Espíritu Santo y queda marcado con el carácter sagrado. En consecuencia, los obispos, de manera eminente y visible, hacen las veces del mismo Cristo, Maestro, Pastor y Sacerdote, y actúan en su nombre ( 'in eius persona agant')" ( ibíd). " El Espíritu Santo que han recibido ha hecho de los obispos los verdaderos y auténticos maestros de la fe, pontífices y pastores" ( CD 2).

1559   " Uno queda constituido miembro del Colegio episcopal en virtud de la consagración episcopal y por la comunión jerárquica con la Cabeza y con  los miembros del Colegio"  ( LG 22). El carácter y la naturaleza colegial del Orden episcopal se manifiestan, entre otras cosas, en la antigua práctica de la Iglesia que quiere que para la consagración de un nuevo obispo participen varios obispos ( cf. ibíd.). Para la ordenación legítima de un obispo se requiere hoy una intervención especial del Obispo de Roma por razón de su cualidad de vínculo supremo visible de la comunión de las Iglesias particulares en la Iglesia una y de garante de libertad de la misma.

1560   Cada obispo tiene, como vicario de Cristo, el oficio pastoral de la Iglesia particular que le ha sido confiada, pero al mismo tiempo tiene colegialmente con todos sus hermanos en el episcopado la solicitud de todas las Iglesia: " Más si todo obispo es propio solamente de la porción de grey confiada a sus cuidados, su cualidad de legítimo sucesor de los apóstoles por institución divina, le hace solidariamente responsable de la misión apostólica de la Iglesia" ( Pío XII, enc. " Fidei donum", 11; Cf. LG 23; CD 4, 36-37; AG 5.6.38).

1561   Todo lo que se ha dicho explica por qué la Eucaristía celebrada por el obispo tiene una significación muy especial como expresión de la Iglesia reunida en torno al altar bajo la presidencia de quien representa visiblemente a Cristo, Buen Pastor y Cabeza de su Iglesia ( Cf. SC 41; LG 26)." (CIC 1554-1561)

Comentario:

Sabiendo la preeminencia de la celebración eucarística celebrada por el obispo tengamos sentimientos de agradecimiento a los obispos cuando visitan nuestra parroquia y tratemos de asistir como buenos hijos a esas celebraciones.  


domingo, 11 de octubre de 2020

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1548-1553)

 


                                          " In persona Christi Capitis...

1548   En el servicio eclesial del ministro ordenado es Cristo mismo quien está presente en su Iglesia como Cabeza de su cuerpo, Pastor de su rebaño, sumo sacerdote del sacrificio redentor, maestro de la Verdad. Es lo que la Iglesia expresa al decir que el sacerdote, en virtud del sacramento del Orden, actúa " in persona Christi Capitis" ( Cf. LG 10; 28, SC 33; CD 11; PO 2, 6):

           El ministro posee en verdad el papel del mismo Sacerdote, Cristo Jesús. Sí, ciertamente, aquél es asimilado al Sumo Sacerdote, por la consagración sacerdotal recibida, goza de la facultad de actuar por el poder de Cristo mismo a quien representa ( " virtute ac persona ipsius Christi") ( Pío XII, enc. " Mediator Dei").

            " Christus est fons totius sacerdotii: nam sacerdos legalis erat figura ipsius, sacerdos autem novae legis in persona ipsius operatur" ( " Cristo es la fuente de todo sacerdocio, pues el sacerdote de la antigua ley era figura de El y el sacerdote de la nueva ley actúa en representación suya ", Santo Tomás de A., s. th. 3, 22, 4).

1549   Por el ministerio ordenado, especialmente por el de los obispos y los presbíteros, la presencia de Cristo como cabeza de la Iglesia se hace visible en medio de la comunidad de los creyentes. Según la bella expresión de san Ignacio de Antioquía, el obispo es " typos tou Patros", es " imagen viva de Dios Padre ( Trall. 3, 1; Cf. Magn. 6, 1).

1550   Esta presencia de Cristo en el ministro no debe ser entendida como si éste estuviese exento de todas las flaquezas humanas del afán de poder, de errores, es decir de pecado.  No todos los actos del ministro son garantizados de la misma manera por la del Espíritu Santo. Mientras que en los sacramentos esta garantía es dada de modo que ni siquiera el pecado del ministro puede impedir el fruto de la gracia, existen muchos otros actos en que la condición humana del ministro deja huellas que no son siempre el signo de la fidelidad al Evangelio y que pueden dañar por consiguiente la fecundidad apostólica de la Iglesia.

1551   Este sacerdocio es ministerial. " Esta función, que el Señor confió a los pastores de su pueblo, es un verdadero servicio" ( LG 24). Está enteramente referido a Cristo y a los hombres. Depende totalmente de Cristo y de su sacerdocio único, y fue instituido en favor de los hombres y de la comunidad de la Iglesia. El sacramento del Orden comunica un " poder sagrado", que no es otro que el de Cristo. El ejercicio de esta autoridad debe, por tanto, medirse según el modelo de Cristo, que por amor se hizo el último y el servidor de todos ( Cf. Mc 10, 43-45; 1P 5, 3). " El Señor dijo claramente que la atención prestada a su rebaño era prueba de amor a "l " ( san Juan Crisóstomo, sac. 2, 4; Cf. Jn 21, 15-17).


                                         " En nombre de toda la Iglesia"

1552    El sacerdote ministerial no tiene solamente por tarea representar a Cristo - Cabeza de la Iglesia- ante la asamblea de los fieles, actúa también en nombre de toda la Iglesia cuando presenta a Dios la oración de la Iglesia ( Cf. SC 33) y sobre todo cuando ofrece el sacrificio eucarístico ( Cf. LG 10).

1553  " En nombre de toda la Iglesia", expresión que no quiere decir que los sacerdotes sean los delegados de la comunidad. La oración y la ofrenda de la Iglesia son inseparables de la oración y la ofrenda de Cristo, su Cabeza. Se trata siempre del culto de Cristo en y por su Iglesia. Es toda la Iglesia, Cuerpo de Cristo, la que ora y se ofrece, " per ipsum et cum ipso et in ipso", en la unidad del Espíritu Santo, a Dios Padre. Todo el cuerpo, " caput et membra" ora y se ofrece, y por eso quienes, en este cuerpo, son específicamente sus ministros, son llamados ministros no sólo de Cristo, sino también de la Iglesia. El sacerdocio ministerial puede representar a la Iglesia porque representa a Cristo." ( CIC 1548- 1553).


Comentario:

La palabra presbítero, etimológicamente, es tanto como anciano. Si merece veneración la ancianidad también debemos tener consideración con el sacerdote recordemos que a pesar de sus errores él representa a Cristo al administrar los sacramentos. Antes de juzgar miremos si no " tenemos una viga en el ojo antes de pretender sacar la paja en el ojo "del sacerdote y cuando sea necesario reprender o corregir a uno  recordemos las palabras de la "corrección fraterna"que nos recomienda corregirlo a solas y si no te hace caso acudamos a su obispo para que sea él quien lo reprenda 

domingo, 4 de octubre de 2020

" La celebración del misterio cristiano" ( 1544-1547)

 


                                                    " El único sacerdocio de Cristo


1544   Todas las prefiguraciones del sacerdocio de la Antigua Alianza encuentran su cumplimiento en Cristo Jesús, " único mediador entre Dios y los hombres ( 1Tm 2, 5). Melquisedec " sacerdote del Altísimo" ( Gn 14, 18), es considerado por la tradición cristiana como prefiguración del sacerdocio de  Cristo, único " Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec" ( Hb 5, 10; 6, 20), " santo, inocente, inmaculado" ( Hb 7, 26), que, " mediante una sola oblación ha llevado a la perfección para siempre a los santificados" ( Hb 10, 14), es decir, mediante el único sacrificio de la Cruz.

1545   El sacrificio redentor de Cristo es único, realizado una vez por todas. Y por esto se hace presente en el sacrificio eucarístico de la Iglesia. Lo mismo acontece con el único sacerdocio de Cristo: se hace presente por el sacerdocio ministerial, sin que con ello se quebrante la unicidad del sacerdocio de Cristo: "E t video solus Christus est verus sacerdos, alii autem ministri eius" ( " Y por eso sólo Cristo es el verdadero sacerdote; los demás son ministros suyos", Santo Tomás de A., Hebr. 7, 4).


                                                     Dos modos de participar en el único                                                                                                               sacerdocio de Cristo


1546   Cristo, sumo sacerdote y único mediador, ha hecho de la Iglesia " un Reino de sacerdotes para su Dios y Padre" ( Ap 1, 6; Cf. Ap 5, 9- 10; 1P 2, 5.9). Toda la comunidad de los creyentes es, como tal, sacerdotal. Los fieles ejercen su sacerdocio bautismal a través de su participación, cada uno según su vocación propia, en la misión de Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey. Por los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación los fieles son " consagrados para ser... un sacerdocio santo" ( LG 10).

1547   El sacerdocio ministerial o jerárquico de los obispos y de los presbíteros, y el sacerdocio común de todos los fieles, " aunque su diferencia es esencial y no sólo en grado, están ordenados el uno al otro; ambos, en efecto, participan, cada uno a su manera, del único sacerdocio de Cristo" ( LG 10). ¿En qué sentido? Mientras el sacerdocio común de los fieles se realiza en el desarrollo de la gracia bautismal  (vida de fe, de esperanza y de caridad, vida según el Espíritu), el sacerdocio ministerial está al servicio del sacerdocio común, en orden al desarrollo de la gracia bautismal de todos los cristianos. es uno de los medios por los cuales Cristo no cesa de construir y de conducir a su Iglesia. Por esto es transmitido mediante un sacramento propio, el sacramento del Orden." ( CIC 1544- 1547).

Comentario:

La vida de la gracia se recibe a través del sacramento del Bautismo y con ella la misión de comunicar a otros la " Buena Nueva" recordemos la frase " Bautizados, y Enviados" debemos ser dóciles a la misión que hemos recibido y pidamos al Espíritu Santo la sabiduría para " hablar cuando debemos hablar y callar cuando debemos callar".