martes, 25 de abril de 2017

" La profesión de la fe" ( CIC 587-591)



                                 " III Jesus y la fe de Israel en el Dios único y Salvador"

"587 Si la Ley y el Templo pudieron ser ocasión de " contradicción" ( Cf. Lc 2, 34), entre Jesùs y las autoridades religiosas de Israel, la razón está en que Jesùs, para la redención de los pecados- obra divina por excelencia- acepta ser piedra de escándalo para aquellas autoridades ( Cf. Lc 20, 17-18; Sal 118, 22).

588 Jesùs escandalizò a los fariseos comiendo con los publicanos y  los pecadores( Cf. Lc 5, 30) tan familiarmente como con ellos mismo,os ( Cf. Lc 7, 36; 11, 37; 14, 1). Contra algunos de los " que se tenían por justos y despreciaban a los demás" ( Lc 18, 9; Cf. Jn 7, 49; 9, 34), Jesùs afirmó: " No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores" ( Lc 5, 32). Fue más lejos todavía al proclamar frente a los fariseos que, siendo el pecado una realidad universal ( Cf. Jn 8, 33-36), los que pretenden no tener necesidad de salvación se ciegan con respecto a si mismos ( Cf. Jn 9, 40-41).

589 Jesùs escandalizó sobre todo porque identifica su conducta misericordiosa hacia los pecadores con la actitud de Dios mismo con respecto a ellos ( Cf. Mt 9, 13; Os 6, 6). Llega incluso a dejar entender que compartiendo la mesa con los pecadores ( Cf. Lc 15, 1-2), los admitía al banquete mesiánico ( Cf. 15, 22-32). Pero es especialmente, al perdonar los pecados, cuando Jesùs puso a las autoridades de Israel ante un dilema. Porque como ellas dicen, justamente asombradas: "¡Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios?" ( Mc 2, 7). Al perdonar los pecados, o bien Jesùs blasfema porque es un  hombre que pretende hacerse igual a Dios ( Cf. Jn 5, 18; 10, 33) o bien dice verdad y su persona hace presente y revela el Nombre de Dios ( Cf. Jn 17, 6.26).

590 Solo la identidad divina de la persona de Jesùs puede justificar una exigencia tan absoluta como ésta: " El que no esta conmigo esta contra mí " ( Mt 12, 30); lo mismo cuando dice que El es " más que Jonas...más que Salomòn " ( Mt 12, 41-42), " más que el Templo" ( Mt 12, 6); cuando recuerda, refiriéndose a que David llama al Mesìas su Señor ( Cf. Mt 12, 36- 37), cuando afirma: " Antes que naciese Abraham, Yo soy " ( Jn 8, 58); e incluso: " El Padre y yo somos una sola cosa" ( Jn 10, 30).

591 Jesùs pidió a las autoridades religiosas de Jerusalén creer en El, en virtud de las obras de su Padre que El realizaba ( Jn 10, 36-38). Pero tal acto de fe debía  pasar por una misteriosa muerte a sí mismo para un nuevo  " nacimiento de lo alto" ( Jn 3, 7) atraído por la gracia divina ( Cf. Jn 6, 44). Tal exigencia de conversión frente a un cumplimiento tan sorprendente de las promesas ( Cf. Is 53, 1) permite comprender el trágico desprecio del Sanedrín al estimar que Jesùs merecía la muerte como blasfemo ( Cf. Mc 3, 6; Mt 26, 64-66). Sus miembros obraban así tanto por " ignorancia" ( Cf. Lc 23, 34; Hch 3, 17-18) como por el " endurecimiento" ( Mc 3, 5; Rm 11, 25) de la " incredulidad" ( Rm 11, 20). "( CIC 587-591).

Comentario: La confianza es un acto de la voluntad por el que esperamos conseguir de Dios nuestra salvación y los medios necesarios para ello. Es una virtud que encierra fe, esperanza y caridad.
El fundamento de la confianza está en que Dios es nuestro Padre, que cuida de nosotros mas que de los cuervos y los lirios. ( Lc. 12, 24-27). Necesitamos la confianza y la mejor manera de alcanzarla es pedirla a Dios, el peor y mayor mal que el demonio nos hace después de pecado, es hacernos desconfiar.







martes, 18 de abril de 2017

" La profesión de la fe" (CIC 583-586)



                                                            " II Jesus y el Templo"

" 583 Como los profetas anteriores a El, Jesus profesò el más profundo respeto al Templo de Jerusalén. Fue presentado en él por José y Maria cuarenta días después de su nacimiento  ( Cf. Lc 2, 22-39). A la edad de doce años, decidió quedarse en el Templo para recordar a sus padres que se debía a los asuntos de su Padre ( Cf. Lc 2, 46-49). Durante su vida oculta, subió allí todos los años al menos con ocasión de la Pascua ( Cf. Lc 2, 41); su ministerio publico estuvo jalonado por sus peregrinaciones a Jerusalén con motivo de las grandes fiestas judías ( Cf. Jn 2, 13-14; 5, 1, 14; 7, 1.10.14; 8, 2; 10, 22-23).

584 Jesus subió al Templo como al lugar privilegiado para el encuentro con Dios. El Templo era para El la casa de su Padre, y se indigna porque el atrio exterior se haya convertido en un mercado ( Cf. Mt 21, 13). Si expulsa a los mercaderes del Templo es por celo hacia las cosas de su Padre: " No hagáis de la Casa de mi Padre una casa de mercado. Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: ' El celo por tu Casa me devora' ( Sal 69, 10)" ( Jn 2, 16-17). Después de su Resurrección, los apóstoles mantuvieron un respeto religioso hacia el Templo ( Cf. Hah 2, 46; 3, 1; 5, 20-21).

585 Jesus anunció, no obstante, en el umbral de su Pasión, la ruina de ese espléndido edificio del cual no quedara piedra sobre piedra ( Cf. Mt 24, 1-2 ). Hay aquí un anuncio de una señal de los últimos tiempos que se van a abrir con su propia Pascua ( Cf. Mt 24, 3; Lc 13, 35): Pero esta profecía pudo ser deformada por falsos testigos en su interrogatorio en casa del sumo sacerdote ( Cf. Mc 14, 57-58) y serle reprochada como injuriosa cuando estaba clavado en la cruz ( Cf. Mt 27, 39-40).

586 Lejos de haber sido hostil al Templo ( Cf. Mt 8, 4; 23, 21; Lc 17, 14; Jn 4, 22) donde expuso lo esencial de su enseñanza ( Cf. Jn 18, 20), Jesus quiso pagar el impuesto del Templo asociándose con Pedro ( Cf. Mt 17, 24-27), a quien acababa de poner como fundamento de su futura Iglesia ( Cf. Mt 16, 18). Aún más, se identificó con el Templo presentándose como la morada definitiva de Dios entre los hombres ( Cf. Jn 2, 21; Mt 12, 6): Por eso su muerte corporal ( Cf. Jn 2, 18-22) anuncia la destrucción del Templo que señalara la entrada en una nueva edad de la historia de la salvación: " Llega la hora que ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre" ( Jn 4, 21; Cf. Jn 4, 23- 24; Mt 27, 51; Hb 9, 11; Ap 21, 22)". (CIC 583-586).

Comentario: A Dios lo debemos buscar y encontrar dentro de nosotros cuando estamos en gracia la Santísima Trinidad vive dentro de nosotros " Hemos sido comprados a un gran precio" Cristo con su misterio de amor en la Eucaristía se ha quedado en nuestros templos físicos con su cuerpo su alma y su divinidad por eso debemos ir al templo a visitarlo y acompañarlo y la misa dominical es el encuentro personal con un Dios loco, que se ha hecho comida para nosotros, no lo olvidemos y menos aun lo despreciemos dejándolo solo.

domingo, 9 de abril de 2017

" La profesión de la fe" ( CIC 577-582)



                                                                 " I Jesus y la Ley "

" 577 Al comienzo del Sermón de la Montaña, Jesus hace una advertencia solemne presentando la Ley dada por Dios en el Sinaí con ocasión de la Primera Alianza, a la luz de la gracia de la Nueva Alianza:

                     " No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir sino a dar cumplimiento. Si, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasaran antes que pase una "i" o un ápice de la Ley sin que todo se haya cumplido. Por tanto, el que quebrante uno de estos mandamientos menores, y así lo enseñe a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; en cambio el que los observe y los enseñe, ese será grande en el Reino de los cielos" ( Mt 5, 17-19).

578 Jesus, el Mesias de Israel, por lo tanto el mas grande en el Reino de los cielos, se debía sujetar a la Ley cumpliéndola en su totalidad hasta en sus menores preceptos, según sus propias palabras. Incluso es el único en poderlo hacer perfectamente ( Cf. Jn 8, 46). Los judios, según su propia confesión, jamas han podido cumplir la Ley en su totalidad, sin violar el menor de sus preceptos ( Cf. Jn 7, 19; Hch 13, 38- 41; 15-10). Por eso, en cada fiesta  anual de la Expiación, los hijos de Israel piden perdón a Dios por sus transgresiones de la Ley. En efecto, la Ley constituye un todo y, como recuerda Santiago, " quien observa toda la Ley, pero falta en un solo precepto, se hace reo de todos"  (St 2, 10; Cf. Ga 3, 10; 5, 3).

579 Este principio de integridad en la observancia de la Ley, no solo en su letra sino también en su espíritu, era apreciado por los fariseos. Al subrayarlo para Israel, muchos judios del tiempo de Jesus fueron conducidos a un celo religioso extremo ( Cf. Rm 10, 2), el cual, si no quería convertirse en una casuística " hipócrita" ( Cf. Mt 15, 3-7; Lc 11, 39-54) no podía mas que preparar al pueblo a esta intervención inaudita de Dios que será la ejecución perfecta de la Ley por el único Justo en lugar de todos los pecadores ( Cf. Is 53, 11; Hb 9, 15).

580 El cumplimiento perfecto de la Ley no podía ser sino obra del divino Legislador que nació sometido a la Ley en la persona del Hijo ( Cf. Ga 4, 4). En Jesus la Ley ya no aparece grabada en tablas de piedra sino " en el fondo del corazón" ( Jr 31, 33) del Siervo, quien por " aportar fielmente el derecho" ( Is 42, 3), se ha convertido en " la Alianza del pueblo" ( Is 42, 6). Jesus cumplió la Ley hasta tomar sobre si mismo " la maldicion de la Ley" (Ga 3, 13) en la que habían incurrido los que no " practican todos los preceptos de la Ley" ( Ga 3, 10) porque, ha intervenido su muerte para remisión de las transgresiones de la Primera Alianza" ( Hb 9, 15).

581 Jesus fue considerado por los judios y sus jefes espirituales como un " rabbí" ( Cf. Jn 11, 28; 3, 3; Mt 22, 23-24; 34-36). Con frecuencia argumento en el marco de la interpretación rabínica de la Ley  (Cf. Mt 12, 5; 9, 12; Mc 2, 23- 27; Lc 6, 6-9; Jn 7, 22-23). Pero al mismo tiempo, Jesus no podía menos que chocar con los doctores de la Ley porque no se contentaba con proponer su interpretación entre los suyos, sino que " enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas" ( Mt 7, 28-29).  La misma Palabra de Dios que resonó en el Sinaí para dar a Moises la Ley escrita, es la que en El se hace oír de nuevo en el Monte de las Bienaventuranzas ( Cf. Mt 5, 1). Esa palabra no revoca la Ley sino que la perfecciona aportando de modo divino su interpretación definitiva: " Habéis oído también que se dijo a los antepasados..., pero Yo os digo" ( Mt 5, 33- 34). Con esta misma autoridad divina, desaprueba ciertas " tradiciones humanas" ( Mc 7, 8) de los fariseos que " anulan la Palabra de Dios" ( Mc 7, 13).

582 Yendo mas lejos, Jesus da plenitud a la Ley sobre la pureza de los alimentos, tan importante en la vida cotidiana judía, manifestando su sentido " pedagógico" ( Cf. Ga 3, 24) por medio de una interpretación divina: " Todo lo que de fuera entra en el hombre no puede hacerle impuro- así declaraba puros todos los alimentos- Lo que sale del hombre, eso es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas " ( Mc 7, 18-21).Jesus, al dar con autoridad divina la interpretación definitiva de la Ley, se vio enfrentado a algunos doctores de la Ley que no recibían su interpretación a pesar de estar garantizada por los signos divinos con que la acompañaba ( Cf. Jn 5, 36; 10, 25. 37- 38; 12, 37). Esto ocurre, en particular, respecto al problema del sábado: Jesus recuerda, frecuentemente con argumentos rabínicos, ( Cf. Mt 2, 25- 27); Jn 7, 22-24), que el descanso del sábado no se quebranta por el servicio de Dios ( Cf. Mt 12, 5; Nm 28, 9) o al prójimo ( Cf. Lc 13, 15-16;  14, 3- 4) que realizan sus curaciones. " ( CIC 577-582).

Comentario: Seguir estos puntos del CIC nos debe ayudar para recordar las palabras del Papa Benedicto XVI " La fe no es una teoría, una filosofía, una idea: es un encuentro. Un encuentro con  Jesus" Para nosotros vivir es Cristo. Y si a veces, por debilidad, cansancio, o por tantas circunstancias de la vida perdemos de vista esta realidad, El siempre nos esta esperando, e incluso se hace el encontradizp con los que no le buscan."Carta de abril 2017 Prelado O:D


domingo, 2 de abril de 2017

" La profesión de la fe" ( CIC 571-576)



                              " Articulo 4 : " Jesucristo padeció bajo el poder de Poncho Pilato,
                                                    fue crucificado, muerto y sepultado"

"571 El Misterio pascual de la Cruz y de la Resurrección de Cristo esta en el centro de la Buena Nueva que los Apóstoles, y la Iglesia a continuación de ellos, deben anunciar al mundo. El designio salvador de Dios se ha cumplido de " una vez por todas"( Hb 9, 26) por la muerte redentora de su Hijo Jesucristo.

572 La Iglesia permanece fiel a " la interpretación de todas las Escrituras" dada por Jesucristo mismo, tanto antes como después de su Pascua: "¿ No era necesario que Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?" ( Lc 24, 26-27. 44-45). Los padecimientos de Jesus han tomado una forma histórica concreta por el hecho de haber sido " reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas" ( Mc 8, 31), que lo " entregaron a los gentiles, para burlarse de El, azotarle y crucificarle" ( Mt 20, 19).

573 Por lo tanto, la fe puede escrutar las circunstancias de la muerte de Jesus, que han sido transmitidas fielmente por los Evangelios ( Cf. DV 19) e iluminadas por otras fuentes históricas, a fin de comprender mejor el sentido de la Redención.

                                                    Párrafo 1                     Jesus e Israel

574 Desde los comienzos del ministerio publico de Jesus, fariseos y partidarios de Herodes, junto con sacerdotes y escribas, se pusieron de acuerdo para eliminarlo ( Cf. Mc 3, 6). Por algunas de sus obras   expulsión de demonios, ( Cf. Mt 12, 24); perdón de los pecados, ( Cf. Mc 2, 7); curaciones en sábado, ( Cf. Mc 3, 1-6); interpretación original de los preceptos de pureza de la Ley, ( Cf. Mc 7, 14-23); familiaridad con los publicanos y los pecadores públicos, ( Cf. Mc 2, 14-17); Jesus apareció a algunos malintencionados sospechoso de posesión diabólica ( CF. Mc 3, 22; Jn 8, 48; 10, 20). Se le acusa de blasfemo ( Cf. Mc 2, 7; Jn 5, 18; 10, 33) y de falso profetismo ( Cf. Jn 7, 12; 7, 52), crímenes religiosos que la Ley castigaba con pena de muerte a pedradas ( Cf. Jn 8, 59; 10, 31).

 575 Muchas de las obras y de las palabras de Jesus han sido, pues, un  " signo de contradicción" ( Lc 2, 34) para las autoridades religiosas de Jerusalen, aquellas a las que el evangelio de san Juan denomina con frecuencia " los judios" ( Cf. Jn 1, 19; 2, 18; 5, 10; 7, 13; 9, 22; 18, 12; 19, 38; 20, 19), mas incluso que a la generalidad del pueblo de Dios ( Cf. Jn 7, 48-49 ). Ciertamente, sus relaciones con los fariseos no fueron solamente polémicas. Fueron unos fariseos los que le previnieron del peligro que corría ( Cf. Lc 13, 31 ). Jesus alaba a algunos de ellos como al escriba de Mc 12, 34 y come varias veces en casa de fariseos ( Cf. Lc 7, 36; 14, 1). Jesus confirma doctrinas sostenidas por esta elite religiosa del pueblo de Dios: la resurrección de los muertos ( Cf. Mt 22, 23-34; Lc 20, 39), las formas de piedad ( limosna, ayuno y oración, ( Cf. Mt 6, 18) y la costumbre de dirigirse a Dios como Padre, carácter central del mandamiento del amor a Dios y al prójimo ( Cf. Mc 12, 28- 34).

576 A los ojos de muchos en Israel, Jesus parece actuar contra las instituciones esenciales del Pueblo elegido:


                   -- Contra el sometimiento a la Ley en la integridad de sus preceptos escritos, y, para los fariseos, su interpretación por la tradición oral.

                  -- Contra el caracter central del Templo de Jerusalen como lugar santo donde Dios habita de una manera privilegiada.

                  --Contra la fe en el Dios único, cuya gloria ningún hombre puede compartir."
( CIC 571-576).

Comentario:" Toma tu cruz y sígueme" son las palabras que el Señor nos dirige a cada uno de nosotros cuando encontramos la contradicción en ese momento debemos unirnos a la oración de San Pio de Pieltrecina " Haz, Señor mío que me abrace a tu cruz y que sea ella mi amor, esperanza y guía en este camino de la vida".