sábado, 25 de mayo de 2019

" La celebración del misterio cristiano" ( 1135-1139)




                                                   " Capítulo segundo

                                                  La celebración sacramental 
                                                       del Misterio Pascual

1135 La catequesis de la Liturgia implica en primer lugar la inteligencia de la economía sacramental  (Capítulo primero). A su luz se revela la novedad de su celebración. Se tratará, pues, en este capítulo de la celebración de los sacramentos de la Iglesia. A través de la diversidad de las tradiciones litúrgicas, se presenta lo que es común a la celebración de los siete sacramentos. Lo que es propio de cada uno de ellos, será presentado más adelante. Esta catequesis fundamental de las celebraciones sacramentales responderá a las cuestiones inmediatas que se presentan a un fiel al respecto:

 - ¿ quién celebra?,
 - ¿ cómo celebrar?,
 - ¿ cuándo celebrar?,
 - ¿ dónde celebrar?.

                                            Artículo I: Celebrar la Liturgia
                                                             de la Iglesia

                                                     I ¿ Quién celebra?

1136 La Liturgia es " acción" del " Cristo total" ( Christus totus). Por tanto, quienes celebran esta "acción", independientemente de la existencia o no de signos sacramentales, participan ya de la Liturgia del cielo, allí donde la celebración es enteramente Comunión y Fiesta.

                                               La celebración de la Liturgia celestial

1137 El Apocalipsis  de san Juan, leído en la Liturgia de la Iglesia, nos revela  primeramente que "un trono estaba erigido en el cielo y Uno sentado en el trono" ( Ap 4, 2): " El Señor Dios" ( Is 6, 1; Cf. Ez 1, 26-28). Luego revela al Cordero, " inmolado y de pie" ( Ap 5, 6; Cf. Jn 1, 29): Cristo crucificado y resucitado, el único Sumo Sacerdote del santuario verdadero ( Cf. Hb 4, 14-15; 10, 19-21), el mismo " que ofrece y que es ofrecido, que da y que es dado" ( Liturgia de san Juan Crisóstomo, Anáfora). Y por último, revela " el río de Vida que brota del trono de Dios y del Cordero" ( Ap 22, 1), uno de los más bellos símbolos del Espíritu Santo ( Cf. Jn 4, 10-14; Ap 21, 6).

1138 " Recapitulados" en Cristo, participan en el servicio de la alabanza de Dios y en la realización de su designio: las Potencias celestiales ( Cf. Ap 4-5; Is 6, 2-3), toda la creación ( los cuatro Vivientes), los servidores de la Antigua y de la Nueva Alianza ( los veinticuatro ancianos ), el nuevo Pueblo de Dios ( los ciento cuarenta y cuatro mil, Cf. Ap 7, 1-8; 14, 1), en particular los mártires "degollados a causa de la Palabra de Dios" ( Ap 6, 9-11), y la Santísima Madre de Dios ( la Mujer, Cf. Ap 12, la Esposa del Cordero, Cf. Ap 21, 9), finalmente, " una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas" ( Ap 7, 9).

1139 En esta Liturgia eterna el Espíritu y la Iglesia nos hacen participar cuando celebramos el Misterio de la salvación en los sacramentos." ( CIC 1135-1139).

Comentario: Cada que asistimos a la Santa Misa debemos recordar que estamos participando en la celebración del mayor milagro al que podamos asistir en nuestra vida ¿realmente nos preparamos con amor y delicadeza para asistir "al milagro de amor"? Cristo se nos da diariamente si queremos recibirlo como alimento espíritual ¿ soy consciente de ésta donación? ¿ me preparo con esmero?

domingo, 19 de mayo de 2019

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1131-1134)



                                                                "Resumen

1131 Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina. Los ritos visibles bajo los cuales los sacramentos son celebrados significan y realizan las gracias propias de cada sacramento. Dan fruto en quienes los reciben con las disposiciones requeridas.

1132 La Iglesia celebra los sacramentos como comunidad sacerdotal estructurada por el sacerdocio bautismal y el de los ministros ordenados.

1133 El Espíritu Santo dispone a la recepción de los sacramentos por la Palabra de Dios y por la fe que acoge la Palabra en los corazones bien dispuestos. Así los sacramentos fortalecen y expresan la fe. 

1134 El fruto de la vida sacramental es a la vez personal y eclesial. Por una parte, este fruto es para todo fiel la vida para Dios en Cristo Jesús; por otra parte, es para la Iglesia crecimiento en la caridad y en su misión de testimonio". ( CIC 1131-1134).

Comentario: Los sacramentos nos ayudan a crecer en vida interior y lograr entender la fe como:  "Hacer lo que Dios quiera, y querer lo que Dios hace".

 

domingo, 12 de mayo de 2019

" La celebración del misterio cristiana" ( CIC 1127-1130)



                                                  " IV Los sacramentos de la vida eterna

1127 Celebrados dignamente en la fe, los sacramentos confieren la gracia que significan ( Cf. Cc. de Trento: DS 1605 y 1606). Son eficaces porque en ellos actúa Cristo mismo; El es quien bautiza, El quien actúa en sus sacramentos con el fin de comunicar la gracia que el sacramento significa. El Padre escucha siempre la oración de la Iglesia de su Hijo que, en la Epiclesis de cada sacramento, expresa su fe en el poder del Espíritu. Como el fuego transforma en sí todo lo que toca, así el Espíritu Santo transforma en vida divina lo que se somete a su poder.

1128 Tal es el sentido de la siguiente afirmación de la Iglesia ( Cf. Cc. de Trento: DS 1608): los sacramentos obran ex opere operato ( según las palabras mismas del Concilio: " por el hecho mismo de que la acción es realizada"), es decir, en virtud de la obra salvífica de Cristo, realizada de una vez por todas. De ahí se sigue que " el sacramento no actúa en virtud de la justicia del hombre que lo da o que lo recibe, sino por el poder de Dios" ( Santo Tomás de A.,s.th. 3, 68,8). En consecuencia, siempre que un sacramento es celebrado conforme a la intención de la Iglesia, el poder de Cristo y de su Espíritu actúa en El y por El, independientemente de la santidad personal del ministro. Sin embargo, los frutos de los sacramentos dependen también de las disposiciones del que los recibe.

1129 La Iglesia afirma que para los creyentes los sacramentos de la Nueva Alianza son necesarios para la salvación. ( Cf. Cc. de Trento: DS 1604). La " gracia sacramental" es la gracia del Espíritu Santo dada por Cristo y propia de cada sacramento. El Espíritu cura y transforma a los que lo reciben conformándolos con el Hijo de Dios. El fruto de la vida sacramental consiste el que el Espíritu de adopción deifica ( Cf. 2P 1, 4) a los fieles uniéndolos vitalmente al Hijo único, el Salvador.

                                      V Los sacramento de la vida eterna

1130 La Iglesia celebra el Misterio de su Señor " hasta que El venga" y " Dios sea todo en todos"  (1Co 11, 26; 15, 28). Desde la era apostólica, la Liturgia es atraída hacia su término por el gemido del Espíritu en la Iglesia: " ¡ Marana tha! " ( 1Co 16, 22). La Liturgia participa así en el deseo de Jesús:  "Con ansía he deseado comer esta Pascua con vosotros... hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios" ( Lc 22, 15-16). En los sacramentos de Cristo, la Iglesia recibe ya las arras de su herencia, participa ya en la vida eterna, aunque " aguardando la feliz esperanza y la manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo" ( Tt 2, 13). " El Espíritu y la Esposa dicen: '¡ Ven, Señor Jesús¡" ( Ap 22, 17-20).

                                Santo Tomás resume así las diferentes dimensiones del signo sacramental:  "Unde sacramentum est signum rememorativum  eius quod praecessit, scilicet passionis Christi; et demostrativum quod in nobis efficitur per Christi passionen, scilicet gratiae; et prognosticum, id est, praenuntiativum futurae gloriae" ( " Por eso el sacramento es un signo que rememora lo que sucedió, es decir, la pasión de Cristo; es un signo que demuestra lo que sucedió entre nosotros en virtud de la pasión de Cristo, es decir, la gracia; y es un signo que anticipa, es decir, que preanuncia la gloria venidera" s. th. III, 60, 3)". ( CIC 1127-1130).

Comentario:Recordar que los sacramentos actúan por ellos mismos sin importar las disposiciones del ministro nos ayuda a acudir sin temor a ellos porque el sacerdote actúa " en persona de Cristo" le presta al Señor sus manos y su voz en los sacramentos para pronunciar la fórmula propia de cada sacramento, pero la gracia del sacramento depende de nuestras disposiciones al recibirlo. Cuidemos especialmente el sacramento de la Reconciliación y la Eucaristía

lunes, 6 de mayo de 2019

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1122-1126 )



                                         "  III Los sacramentos de la fe

1122 Cristo envió a sus apóstoles para que " en su Nombre, proclamasen a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados" ( Lc 24, 47). " De todas las naciones haced discípulos bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" ( Mt 29, 19), La misión de bautizar, por tanto la misión sacramental, está implicada en la misión de evangelizar, porque el sacramento es preparado por la Palabra de Dios y por la fe que es el consentimiento a esta Palabra:

                             " El Pueblo de Dios se reúne, sobre todo, por la palabra de Dios vivo... necesita la predicación de la palabra para el ministerio de los sacramentos. En efecto, son sacramentos de la fe que nace y se alimenta de la Palabra" ( PO 4).

1123 " Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios, pero, como signos, también tienen un fin instructivo. No sólo suponen la fe, también la fortalecen, la alimentan y la expresan con palabras y acciones; por eso se llaman sacramentos de la fe" ( SC 59).

1124 La fe de la Iglesia es anterior a la fe del fiel, el cual es invitado a adherirse a ella. Cuando la Iglesia celebra los sacramentos confiesa la fe recibida de los Apóstoles, de ahí el antiguo adagio:  "Lex orandi, Lex credendi" ( "La ley de la oracion es la ley de la fe" ) ( o" legem credendi lex statuat supplicandi " (  "La ley de la oracion determine la ley de la fe" ), (segun Prospero de Aquitania, siglo V, ep. 217). La ley de la oracion es la ley de la fe, la Iglesia cree como ora. La Liturgia es un elemento constitutivo de la tradicion santa y viva ( Cf. DV 8).

1125 Por eso ningun rito sacramental puede ser modificado o  manipulado a voluntad del ministro o de la comunidad. Incluso la suprema autoridad de la Iglesia no puede cambiar la Liturgia a su arbitrio, sino solamente en virtud del servicio de la fe y en el respeto religioso al misterio de la Liturgia.

1126 Por otra parte, puesto que los sacramentos expresan y desarrollan la comunion de fe en la Iglesia, la lex orandi es uno de los criterios esenciales del dialogo que intenta restaurar la unidad de los cristianos ( Cf. UR 2 y 15)" ( CIC 1122- 1126).

Comentario La liturgia cristiana no es un culto sustitutivo, sino un acercamiento hacia nosotros de aquel que lo lleva a cabo, es una participacion en su accion vicaria como si participaramos de la realidad misma. Participamos en la liturgia celestial, si, pero esta participacion se nos hace presente mediante los signos terrenales que el Redentor nos ha mostrado como espacio de su realidad.