lunes, 28 de septiembre de 2015

"La fe y la inteligencia"(CIC 156-159)



                                                 "La fe y la inteligencia


156 El motivo de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan como verdaderas e inteligibles a la luz de nuestra razón natural. Creemos " a causa de la autoridad de Dios mismo que revela y que no puede engañarse ni engañarnos". "Sin embargo, para que el homenaje de nuestra fe fuese conforme a la razón, Dios ha querido que los auxilios interiores del Espíritu Santo vayan acompañados de las pruebas exteriores de su revelación" (Ibid.,DS 3009): Los milagros de Cristo y de los santos (Cf. Mc 16,20; Hch 2, 4), las profecías, la propagación y la santidad de la Iglesia, su fecundidad y su estabilidad " son signos ciertos de la revelación, adaptados a la inteligencia de todos", "motivos de credibilidad que muestran que el asentimiento de la fe no es en modo alguno un movimiento ciego del espíritu"(Cc . Vaticano I: DS 3008-3010).

157 La fe es cierta, más cierta que todo conocimiento humano, porque se funda en la Palabra misma de Dios, que no puede mentir. Ciertamente las verdades reveladas pueden parecer oscuras a la razón y a la experiencia humanas, pero " la certeza que da la luz divina es mayor que la que da la luz de la razón natural" ( Santo Tomás de A., th. 2-2, 171, 5, obj.3). " Diez mil dificultades no hacen una sola duda" (J. H. Newman, apol.).

158 " la fe trata de comprender"( San Anselmo, prosl. proem.):es inherente a la fe que el creyente desee conocer mejor a aquel en quien ha puesto su fe, y comprender mejor lo que le ha sido revelado; un conocimiento más penetrante suscitará a su vez una fe mayor, cada vez más encendida de amor. La gracia de la fe abre " los ojos del corazón" (Ef 1, 18) para  una inteligencia viva de los contenidos de la Revelación ,es decir, del conjunto del designio de Dios y de los misterios de la fe, de su conexión entre sí y con Cristo, centro del Misterio revelado. Ahora bien, " para que la inteligencia de la Revelación sea más profunda, el mismo Espíritu Santo perfecciona constantemente la fe por medio de sus dones"( DV 5). Así, según el adagio de San Agustín ( serm. 43,7,9),"creo para comprender y comprendo para creer mejor".

159 Fe y ciencia "A pesar de que la fe esté por encima de la razón, jamás puede haber desacuerdo entre ellas. Puesto que el mismo Dios que revela los misterios y comunica la fe ha hecho descender en el espíritu humano la luz de la razón, Dios no podría negarse a sí mismo ni lo verdadero contradecir  jamás a lo verdadero"(Cc. Vaticano I:DS 3017). " Por eso, la investigación metódica en todas las disciplinas, si se procede de un modo realmente científico y según las normas morales, nunca estará realmente en oposición con la fe, porque las realidades profanas y las realidades de fe tienen su origen en el mismo Dios. Más aún, quien con espíritu humilde y ánimo constante se esfuerza por escrutar lo escondido de las cosas, aún sin saberlo, está como guiado por la mano de Dios, que, sosteniendo todas las cosas, hace que sean lo que son" (GS 36,2).(CIC 156-159).

Comentario: Los Papas han insistido en la necesidad de entender la ciencia a la luz de la fe, en ese esfuerzo debemos ser constantes en el estudio y la profundización de las verdades reveladas con humildad.    

lunes, 21 de septiembre de 2015

"III Las características de la fe" (CIC 153-155)


                                                 " III Las características de la fe

                                                              La fe es una gracia

153 Cuando San Pedro confiesa que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, Jesús le declara que esta revelación no le ha venido " de la carne y de la sangre, sino de mi Padre que está en los cielos" ( Mt 16, 17; Cf Gal 1, 15; Mt 11, 25). La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por El. " Para dar esta  respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con el auxilio interior del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y concede " a todos gusto en aceptar y creer la verdad""( DV 5).

                                                         La fe es un acto humano

154 Sólo es posible por la gracia y los auxilios interiores del Espíritu Santo. Pero no es menos cierto que creer es un acto auténticamente humano. No es contrario ni a la libertad ni a la inteligencia del hombre depositar la confianza en Dios y adherirse a las verdades por El reveladas. Ya en las relaciones humanas no es contrario a nuestra propia dignidad creer lo que otras personas nos dicen sobre ellas mismas y sobre sus intenciones, y prestar confianza a sus promesas (como, por ejemplo, cuando un hombre y una mujer se casan), para entrar así en comunión mutua. Por ello, es todavía menos contrario a nuestra dignidad " presentar por la fe la sumisión plena de nuestra inteligencia y de nuestra voluntad al Dios que revela" (Cc Vaticano I : DS 3008) y entrar así en comunión íntima con El.

155 En la fe, la inteligencia y la voluntad humanas cooperan con la gracia divina: " Creer es un acto del entendimiento que asiente a la verdad divina por imperio de la voluntad movida por Dios mediante la gracia" ( Santo Tomás de A..,s. th. 2-2, 2, 9; Cf. Cc Vaticano I: DS 3010)." ( CIC 153-155).

Comentario: Por qué se nos hace más sencillo creer en otra persona que creer en Dios? No somos conscientes del gran Amor de Dios por nosotros? Abrir la mente y el corazón a Dios es encontrar la verdadera felicidad dejemos que El transforme nuestro corazón y nuestra mente rezando con pausa el Padrenuestro. 

martes, 15 de septiembre de 2015

"II Yo sé en quien tengo puesta mi fe"(2Tm 1, 12) (CIC 150-152)

                                  II" Yo sé en quien tengo puesta mi fe "(2Tm 1,12)"

                                                            Creer sólo en Dios

150 La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado. En cuanto adhesión personal a Dios y asentimiento a la verdad que él ha revelado, la fe cristiana difiere de la fe en una persona humana. Es justo y bueno confiarse totalmente a Dios y creer absolutamente lo que él dice. Sería vano y errado poner una fe semejante en una criatura.(Cf. Jr 17, 5-6; Sal 40, 5; 146, 3-4).

                                                          Creer en Jesucristo, el Hijo de Dios

151 Para el cristiano, creer en Dios es inseparablemente creer en Aquel que él ha enviado," su Hijo amado", en quien ha puesto toda su complacencia"( Mc 1, 11). Dios nos ha dicho que le escuchemos ( Cf. Mc 9, 7). El Señor mismo dice a sus discípulos:" Creed en Dios, creed también en Mí" ( Jn 14,1). Podemos creer en Jesucristo porque es Dios, el Verbo hecho carne:" A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único que está en el seno del Padre, él lo ha contado"(Jn 1,18). Porque " ha visto al Padre"( Jn 6,46), él es único en conocerlo y en poderlo revelar ( Cf. Mt 11, 27).

                                                          Creer en el Espíritu Santo 

152 No se puede creer en Jesucristo sin tener parte en su Espíritu. Es el Espíritu Santo quien revela a los hombres quién es Jesús. Porque "nadie puede decir: "Jesús es Señor" sino bajo la acción del Espíritu Santo"( 1Co 12, 3). " El Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios...Nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios"(1Co 2, 10-11). Sólo Dios conoce a Dios enteramente. Nosotros creemos en el Espíritu Santo porque es Dios.

La Iglesia no cesa de confesar su fe en un solo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo." (CIC 150-152)


Comentario: El mensaje de Jesucristo sobre la intimidad de Dios Uno y Trino era imposible que el hombre sólo por la razón lo descubriera podemos acercarnos a esa intimidad porque ya sabemos que existe por la fe el Jesucristo.



martes, 8 de septiembre de 2015

"Abraham,"el padre de todos los creyentes"(CIC 145-149)

                                      Abraham, " el padre de todos los creyentes"

145 La carta a los Hebreos, en el gran elogio de la fe de los antepasados insiste particularmente en la fe de Abraham:" Por la fe, Abraham obedeció y salió para el lugar que había de recibir en herencia, y salió sin saber adonde iba"( Hb 11, 8;Cf.Gn 12, 1-4). Por la fe, vivió como extranjero y peregrino en la Tierra prometida (Cf. Gn 23, 4). Por la fe, a Sara se otorgó el concebir al hijo de la promesa. Por la fe, finalmente, Abraham ofreció a su hijo único en sacrificio (Cf. Hb 11, 17).

146 Abraham realiza así la definición de la fe dada por la carta a los Hebreos:" La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven"( Hb 11, 1). "Creyó Abraham en Dios y le fue reputado como justicia" (Rm 4,3; Cf. Gn 15,6). Gracias a esta " fe poderosa" ( Rm 4, 20), Abraham vino a ser " el padre de todos los creyentes"(Rm 4, 11.18; Cf. Gn 15, 15).

147 El Antiguo Testamento es rico en testimonios acerca de esta fe. La carta a los Hebreos proclama el elogio de la fe ejemplar de los antiguos, por la cual " fueron alabados" (Hb 11, 2. 39). Sin embargo, " Dios tenía ya dispuesto algo mejor": la gracia de creer en su Hijo Jesús, " el que inicia y consuma la fe" (Hb 11, 40; 12, 2).

                                     María, " Dichosa la que ha creído"

148 La Virgen María realiza de la manera más perfecta la obediencia de la fe. En la fe, María acogió el anuncio y la promesa que le traía el ángel Gabriel, creyendo que " nada es imposible para Dios" ( Lc 1, 37; Cf. Gn 18, 14) y dando su asentimiento "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí, según tu palabra"( Lc 1, 38). Isabel la saludó: "¡ Dichosa la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!" ( Lc 1, 45). Por esta fe todas las generaciones la proclamarán bienaventurada ( Cf. Lc 1, 48).

149 Durante toda su vida, y hasta su última prueba ( Cf. Lc  2, 35 ), cuando Jesús, su hijo, murió en la cruz, su fe no vaciló. María no cesó de creer en el " cumplimiento" de la palabra de Dios. Por todo ello, la Iglesia venera en María la realización más pura de la fe."(CIC 145-149).

Comentario: Hoy celebra la Iglesia la fiesta del Natalicio de la Virgen, en su cumpleaños pidámosle el regalo de la fe, Ella que es nuestro modelo de Hija, Madre y Esposa de la Trinidad , es la omnipotencia suplicante y seguro nos dará todo lo que le pidamos con fe, si es para nuestro bien.