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" 1697 En la catequesis es importante destacar con toda claridad el gozo y las exigencias del camino de Cristo ( Cf. CT 29). La catequesis de la " vida nueva" en El ( Rm 6, 4) será:
- una catequesis del Espíritu Santo, Maestro interior de la vida según Cristo, dulce huésped del alma que inspira, conduce, rectifica y fortalece esta vida;
- una catequesis de la gracia, pues por la gracia somos salvados, y también por la gracia nuestras obras pueden dar fruto para la vida eterna;
- una catequesis de las bienaventuranzas, porque el camino de Cristo está resumido en las bienaventuranzas, único camino hacia la dicha eterna a la que aspira el corazón del hombre;
-una catequesis del pecado y del perdón, porque sin reconocerse pecador, el hombre no puede conocer la verdad sobre sí mismo, condición del obrar justo, y sin el ofrecimiento del perdón no podría soportar esta verdad;
-una catequesis de las virtudes humanas, que haga captar la belleza y el atractivo de las rectas disposiciones para el bien;
-una catequesis de las virtudes cristianas de fe, esperanza y caridad que se inspire ampliamente en el ejemplo de los santos;
- una catequesis del doble mandamiento de la caridad, desarrollado en el Decálogo;
- una catequesis eclesial, pues en los múltiples intercambios de " los bienes espirituales " en la "comunión de los santos" es donde la vida cristiana puede crecer, desplegarse y comunicarse.
1698 La referencia primera y última de esta catequesis es siempre Jesucristo que es " el camino, la verdad y la vida" ( Jn 14, 6). Contemplándole en la fe, los fieles de Cristo pueden esperar que El realice en ellos sus promesas, y que amándolo con el amor con que El nos ha amado realicen las obras que corresponden a su dignidad:
Os ruego que penséis que Jesucristo, Nuestro Señor, es vuestra verdadera Cabeza, y que vosotros sois uno de sus miembros. El es con relación a vosotros lo que la cabeza es con relación a sus miembros; todo lo que es suyo es vuestro, su espíritu, su Corazón, su cuerpo, su alma y todas sus facultades, y debéis usar de ellos como de cosas que son vuestras, para servir, alabar, amar y glorificar a Dios. Vosotros sois de El como los miembros lo son de su cabeza. Así desea El ardientemente usar de todo lo que hay en vosotros, para el servicio y la gloria del Padre, como de cosas que son de El ( San Juan Eudes, cord. 1, 5).
Mi vida es Cristo ( Flp 1, 21)."
( CIC 1696-1698).
Comentario:
Estos dos puntos del CIC completan la introducción, que empezamos la semana pasada, a la tercera parte del Catecismo dedicada a la Vida en Cristo, aquí nos están esbozando los grandes temas de esta parte que constituye la ética cristiana.
Recordemos que toda la Fe y la Moral que contiene el Catecismo es como una mesa de cuatro patas:
La primera parte es el Credo
segunda parte los Sacramentos
tercera parte la Vida en Cristo
Cuarta parte La oración
Para que la mesa de nuestra relación con Dios esté firme debemos conocer todas las verdades contenidas en el Catecismo si alguna de ellas falla puede que la mesa siga en pie pero se tambalea si nos faltan dos patas con dificultad se sostiene si le faltan tres irremediablemente se cae no dejemos que nuestra adhesión a la persona de Cristo y a la Trinidad se nos caiga " Hemos sido comprados a un gran precio, toda la Sangre de Cristo, fue el rescate por nuestros pecados" Sn Pablo no hagamos estéril el sacrificio de Cristo. El Padre no quiere que se pierda ni uno sólo de nosotros pero " El Señor que te creo sin ti, no te salvará sin tí" Sn Agustín.