domingo, 27 de septiembre de 2020

" La celebración del misterio cristiano " ( CIC 1539-1543)

 


                                             " II El sacramento del Orden en la economía

                                                       de la salvación 

                                              El sacerdocio de la Antigua Alianza

1539   El pueblo elegido fue constituido por Dios " como un reino de sacerdotes y una nación consagrada" ( Ex 19, 6; Cf. Is 61, 6). Pero dentro del pueblo de Israel, Dios escogió una de las doce tribus, la de Leví, para el servicio litúrgico ( Cf. Nm 1, 48- 53); Dios mismo es la parte de su herencia ( Cf. Jos 13, 33). Un rito propio consagró los orígenes del sacerdocio de la Antigua Alianza ( Cf. Ex 29, 1-30; Lv 8). En ella los sacerdotes fueron establecidos " para intervenir en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios, para ofrecer dones y sacrificios por los pecados" ( Hb 5, 1).

1540   Instituido para anunciar la Palabra de Dios ( Cf. Ml 2, 7-9) y para restablecer la comunión con Dios mediante los sacrificios y la oración; este sacerdocio de la Antigua Alianza, sin embargo, era incapaz de realizar la salvación, por lo cual tenía necesidad de repetir sin cesar los sacrificios, y no podía alcanzar una santificación definitiva ( Cf. Hb 5, 3; 7, 27; 10, 1- 4), que sólo podía ser lograda, por el sacrificio de Cristo.

1541   No obstante, la liturgia de la Iglesia ve en el sacerdocio de Aarón y en el servicio de los levitas, así como en la institución de setenta " ancianos" ( Cf. Nm 11, 24-25), prefiguraciones del ministerio ordenado de la Nueva Alianza. Por ello, en el rito latino la Iglesia se dirige a Dios en la oración consecratoria de los obispos de la siguiente manera:

Dios y Padre nuestro Señor Jesucristo..., has establecido las reglas de la Iglesia: elegiste desde el principio un pueblo santo, descendiente de Abraham, y le diste reyes y sacerdotes que cuidaran del servicio de tu santuario... 

1542   En la ordenación de presbíteros, la Iglesia ora:

Señor, Padre santo... en la Antigua Alianza se fueron perfeccionando a través de los signos santos los grados del sacerdocio..., cuando a los sumos sacerdotes, elegidos para regir al pueblo, les diste compañeros de menor orden y dignidad, para que les ayudaran como colaboradores...,multiplicaste el espíritu de Moisés, comunicándolo a los setenta varones prudentes con los cuales gobernó fácilmente un pueblo numeroso. Así también transmitiste a los hijos de Aarón la abundante plenitud otorgada a su padre.

1543   Y en la oración consecratoria para la ordenación de los diáconos, la Iglesia confiesa:

Dios todopoderoso...Tú haces crecer a la Iglesia...,la edificas, como templo de tu gloria...,así estableciste que hubiera órdenes de ministros para tu servicio, del mismo modo que en la Antigua Alianza habías elegido a los hijos de Leví para que sirvieran al templo, y. como herencia, poseyeran una bendición eterna".( CIC 1539-1543).

Comentario:

Es instructivo conocer los antecedentes de los grados del sacramento de Orden y no perder de vista como lo manifiesta SJM en el punto 66 de Camino " El sacerdote- quien sea- es siempre otro Cristo"



domingo, 20 de septiembre de 2020

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1533-1538)

 


                                                         " Capítulo tercero

                                              Los sacramentos al servicio de la comunidad


1533   El Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía son los sacramentos de la iniciación cristiana. Fundamentan la vocación común de todos los discípulos de Cristo, que es vocación a la santidad y a la misión de evangelizar el mundo. Confieren las gracias necesarias para vivir según el Espíritu en esta vida de peregrinos en la marcha hacia la patria.

1534   Otros dos sacramentos, el Orden y el Matrimonio, ordenados a la salvación de los demás. Contribuyen ciertamente a la propia salvación, pero esto lo hacen mediante el servicio que prestan a los demás. Confieren una misión particular en la Iglesia y sirven a la edificación del Pueblo de Dios.

1535   En estos sacramentos, los que fueron ya consagrados por el Bautismo y la Confirmación ( LG 10) para el sacerdocio común de todos los fieles, pueden recibir consagraciones particulares. Los que reciben el sacramento del Orden son consagrados " en el nombre de Cristo para ser los pastores de la Iglesia con la palabra y con la gracia de Dios" ( LG 11). Por su parte, " los cónyuges cristianos, son fortificados y como consagrados para los deberes y dignidad de su estado por este sacramento especial" ( GS 48, 2).

                                       Artículo 6: El sacramento del Orden

1536   El Orden es el sacramento gracias al cual la misión confiada por Cristo a sus apóstoles sigue siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin de los tiempos: es pues, el sacramento del ministerio apostólico. Comprende tres grados: el episcopado, el presbiterado y el diaconado.

            ( Sobre la institución y la misión del ministerio apostólico por Cristo ya se ha tratado en la primera parte. Aquí sólo se trata de la realidad sacramental mediante la que se transmite este ministerio).

                                   I El nombre del sacramento del Orden

1537   La palabra Orden designaba, en la antigüedad romana, cuerpos constituidos en sentido civil, sobre todo el cuerpo que gobiernan. Ordinatio designa la integración en un ordo. En la Iglesia hay cuerpos constituidos que la Tradición, no sin fundamento en la Sagrada Escritura (Cf. Hb 5, 6; 7, 11; Sal 110, 4), desde los tiempos antiguos con el nombre de taxeis ( en griego) de ordines ( en latín):así la liturgia habla del ordo episcoporum, del ordo presbyterorum, del ordo diaconorum. También reciben nombre de ordo otros grupos: los catecúmenos, las vírgenes, los esposos, las viudas...

1538   La integración en uno de estos cuerpos de la Iglesia se hacía por un rito llamado ordinatio, acto religioso y litúrgico que era una consagración, una bendición o un sacramento. Hoy la palabra  "ordinatio" está reservada al acto sacramental que incorpora al orden de los obispos, de los presbíteros y de los diáconos y que va más allá de una simple elección, designación, delegación o institución por la comunidad, pues confiere un don del Espíritu Santo que permite ejercer un " poder sagrado" ( " sacra potestas"; Cf. LG 10) que sólo puede venir de Cristo, a través de su Iglesia. La ordenación también es llamada " consecratio" porque es un " poner aparte" y un " investir" por Cristo mismo para su Iglesia. la "imposición de manos" del obispo, con la oración consecratoria, constituye el signo visible de esta consagración " ( CIC 1533-1538).

Comentario:

Entramos a estudiar el sacramento del Orden y debemos recordar siempre que la Iglesia por voluntad de Cristo necesita de los sacerdotes como el canal dispensador de las gracias inherentes a los sacramentos, especialmente el sacramento de la Penitencia, Eucaristía y Unción de enfermos, por eso debemos pedir insistentemente a Dios muchos sacerdotes, santos sacerdotes y buenos sacerdotes que trabajen en la viña del Señor. 

Y como dice el punto 75 de Camino SJM " Como los hijos buenos de Noé, cubre con la capa de la caridad las miserias que veas en tu padre, el Sacerdote"   

 



  



domingo, 13 de septiembre de 2020

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1526-1532)

 


                                                                  Resumen


1526   " ¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados" ( St 5, 14- 15).


1527   El sacramento de la Unción de los enfermos tiene por fin conferir una gracia especial al cristiano que experimenta las dificultades inherentes al estado de enfermedad grave o de vejez.


1528   El tiempo oportuno para recibir la Santa Unción llega ciertamente cuando el fiel comienza a encontrarse en peligro de muerte por causa de enfermedad o de vejez.


1529   Cada vez que un cristiano cae gravemente enfermo puede recibir la Santa Unción, y también cuando, después de haberla recibido, la enfermedad se agrava.


1530   Sólo los sacerdotes ( presbíteros y obispos) pueden administrar el sacramento de la Unción de los enfermos; para conferirlo emplean óleo bendecido por el obispo, o, en caso necesario, por el mismo presbítero que celebra.


1531   Lo esencial de la celebración de este sacramento consiste en la unción en la frente y en las manos del enfermo ( en el rito romano) o en otras partes del cuerpo ( en Oriente), unción acompañada de la oración litúrgica del sacerdote celebrante que pide la gracia especial de este sacramento.


1532   La gracia especial del sacramento de la Unción de los enfermos tiene como efectos:

         - La unión del enfermo a la Pasión de Cristo, para su bien y el de toda la Iglesia.

         - El consuelo, la paz y el ánimo para soportar cristianamente los sufrimientos de la enfermedad o de la vejez.

         - El perdón de los pecados si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la Penitencia .

         - El restablecimiento de la salud corporal, si conviene a la salud espiritual.

         - La preparación para el paso a la vida eterna." ( CIC 1526-1532).


Comentario:

Conociendo los beneficios del sacramento de la Unción de los enfermos tenemos el deber moral de recomendarlo cuando alguna persona esté en peligro de muerte.

No dejemos que nadie de nuestros seres queridos y de quienes sepamos están en peligro de muerte fallezcan sin haber sugerido nosotros la administración del sacramento, " Si hacen caso habrás salvado a tu hermano, si no hacen caso habrás salvado tu vida"dice el Señor en el Libro de Jeremías.

domingo, 6 de septiembre de 2020

" La celebración del misterio cristiano" ( CIC 1520-1525 )

   


                                                      " IV Efectos de la celebración 

                                                          de este sacramento


1520   Un don particular del Espíritu Santo. La gracia primera de este sacramento es una gracia de consuelo, de paz y de ánimo para vencer las dificultades propias del estado de enfermedad grave de la fragilidad de la vejez. Esta gracia es un don del Espíritu Santo que renueva la confianza y la fe en Dios y fortalece contra las tentaciones del maligno, especialmente tentación de desaliento y angustia ante la muerte ( Cf. Hb 2, 15). Esta asistencia del Señor por la fuerza de su Espíritu quiere conducir al enfermo a la curación del alma, pero también a la del cuerpo, si tal es la voluntad de Dios ( Cf. Cc de Florencia: DS 1325). Ademàs, " si hubiera cometido pecados, le serán perdonados" ( St 5, 15; Cf. Cc. de Trento DS 1717).

1521   La unión a la Pasión de Cristo. Por la gracia de este sacramento, el enfermo recibe la fuerza y el don de unirse más íntimamente a la Pasión de Cristo: en cierta manera es consagrado para dar fruto por su configuración con la Pasión redentora del Señor. El sufrimiento, secuela del pecado original, recibe un sentido nuevo, viene a ser participación en la obra salvífica de Jesús.

1522   Una gracia eclesial. Los enfermos que reciben este sacramento, " uniéndose libremente a la pasión y muerte de Cristo, contribuyen al bien del Pueblo de Dios" ( LG 11). Cuando celebra este sacramento, la Iglesia, en la comunión de los santos, intercede por el bien del enfermo. Y el enfermo, a su vez, por la gracia de este sacramento, contribuye a la santificación de la Iglesia y al bien de todos los hombres por los que la Iglesia sufre y se ofrece, por Cristo, a Dios Padre.

1523   Una preparación para el último tránsito. Si el sacramento de la Unción de los enfermos es concedido a todos los que sufren enfermedades y dolencias graves, lo es con mayor razón " a los que están a punto de salir de esta vida" ( " in exitu viae constituti" Cc. de Trento: DS 1698), de manera que se la ha llamado también " sacramentum exeuntium" ( " sacramento de los que parten", ibid.). La Unción de los enfermos acaba con conformarnos con la muerte y resurrección de Cristo, como el Bautismo había comenzado a hacerlo. Es la última de las sagradas unciones que jalonan toda la vida cristiana; la del Bautismo había sellado en nosotros la vida nueva, la de la Confirmación nos había fortalecido para el combate de esta vida. Esta última unción ofrece al término de nuestra vida terrena un escudo para defenderse en los últimos combates y entrar en la Casa del padre ( Cf. ibíd.:DS 1694).


                                                 El Viático, último sacramento del cristiano

1524   A los que van a dejar esta vida, la Iglesia ofrece, además de la Unción de los enfermos, la Eucaristía como viático. Recibida en este momento del paso hacia el Padre, la Comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo tiene una significación y una importancia particulares. Es semilla de vida eterna y poder de resurrección según las palabras del Señor:" El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día" ( Jn 6, 54). Puesto que es sacramento de Cristo muerto y resucitado, la Eucaristía es aquí sacramento del paso de la muerte a la vida, de este mundo al Padre ( Jn 13, 1).

1525   Así, como los sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y de la Eucaristía constituyen una unidad llamada " los sacramentos de la iniciación cristiana", se puede decir que la Penitencia, la Santa Unción y la Eucaristía, en cuanto viático, constituyen, cuando la vida cristiana toca a su fin " los sacramentos que preparan para entrar en la Patria" o los sacramentos que cierran la peregrinación.          ( CIC 1520- 1525).

Comentario:

Al concluir este capítulo del sacramento  de la Unción de enfermos viene a mi memoria el punto 739 de Camino de SJM que dice así: " No tengas miedo a la muerte- Acéptala, desde ahora, generosamente...cuando Dios quiera...como Dios quiera...donde Dios quiera...- No lo dudes: vendrá en el tiempo, en el lugar y del modo que más convenga..., enviada por tu Padre-Dios- ¡Bienvenida sea nuestra hermana la muerte!".

Dejemos instrucciones a nuestros seres queridos para que llegado el momento nos administren la Unción de enfermos y el viático para estar preparados al encuentro con nuestro Padre-Dios.